iv. meething the pevensie's
(Cuando vean ❇ reproduzcan la canción)
ANNETTE BUSCABA CON DESESPERO A SUS HERMANOS, y por mucho que preguntara a Ivy, Margaret o Betty estás le contestaban que no los habían visto, Macready no estaba y el profesor debia de estar ocupado asi que prefirió seguir buscándolos sola.
Busco desesperadamente en su habitación, entre los pasillos e intentó abrir unas cuantas habitaciones aunque algunas estaban cerradas con llave, desdichada regreso por otro de los pasillos hasta que finalmente los encontró, estaban observando algo desde la esquina del pasillo que daba a sus habitaciones, sin importarle nada se acerco a ambos asustandolos.
—¿Qué es lo que hacen ustedes dos? — pregunto entre susurros
Fabrice se apartó de donde estaba para decirle lo que hacían.
—Macready acaba de llegar con cuatro nuevos niños — respondió emocionado el de rulos, Annette nego repentinamente por lo que decidio mirar junto a Damien.
Vio como Macready estaba mostrandoles las habitaciones donde ellos estaban, eran dos niñas y dos niños, una de la edad de Fabrice. . .talvez un poco más pequeña, los dos mayores parecían tener la edad de Annette y Damien.
Annette los miró descaradamente por un rato, hasta qué el mayor de los hermanos la vio observandolos, ella desvió su mirada avergonzada
—Vamonos de aqui — hablo mientras se tapaba la cara debido a su sonrojo.
Pero sus hermanos no le hicieron caso, siguieron observando a los otros cuatro hasta que el grito de Macready llamándolos los hizo ponerse en alerta. Rápidamente todos se pusieron lo mejor presetanbles que pudieron, saliendo de su escondite cómo si nada.
Daimen fue el primero en salir seguido de Annette y Fabrice (aunque el apegado al vestido de su hermana) Los tres le sonrieron, y los Pevensie hicieron lo mismo, aunque la mayor de los Dupont evitó chocar miradas con el mayor de los Pevensie.
—Ellos son los Dupont, estarán con nosotros al igual que ustedes, por favor les pido que se comporten — advirtió Macready a los niños, ellos asintieron — Bien, ahora. . .¿Podrían mostrarles donde se quedaran?
Pregunto la mujer esta vez a los Dupont, ellos asintieron. Macready se retiró de ahí, dandole como despedida a los siete niño una mirada fría, todos se quedaron en silencio sin saber que decir exactamente.
Daimen chasqueó la lengua haciendole una seña a los dos chicos para que lo siguieran, Fabrice se apego a su hermana abrazandola por la cintura mientras trataba de esconderse entre sus faldas.
—mon petit frère, esta bien — lo tranquilizó Anne' con una sonrisa, Fab' se la devolvió inmediatamente así que solo tuvo que seguir a su hermano mayor junto a los dos hermanos Pevensie.
Así dejando solas a Annette y las dos hermanas restantes, ella les sonrió dulcemente, sonrisa que solo fue devuelta por la más pequeña lo que incómodo a Anne'.
—Bueno — hablo por fin después de un rato — síganme, nuestra habitación está solo a unas habitaciones después que la de los chicos.
Ella fue la primera en dar la marcha siendo seguida de las dos Pevensie restantes, el trayecto se había mantenido en silencio, cosa que a Annette no le gustaba en absoluto pero no podia quejarse por mucho que quisiera.
Pasaron por la habitación de los chicos, aunque Annette simplemente les sonrió a sus hermanos dulcemente, ellos asintieron y le devolvieron la sonrisa, hasta que finalmente llegaron a lo que sería su habitación, Annette dejo pasar a ambas chicas primero, ambas observaron la habitación asombradas.
—Es muy bonita — halago la menor con una sonrisa.
—Pueden escoger la cama que gusten, si les apetece la de junto al librero puedo cambiarme no me molesta — admitió la mayor de los Dupont con una sonrisa dirigida hacia ambas.
—Esta bien, tomaré la de aquí — hablo la mayor por primera vez, con una sonrisa hacia Anne mientras señalaba la cama que estaba pegada a la pared.
—Y yo la que está junto a la tuya — respondió la pequeña entusiasmada, ella asintió.
—Dejare que se instalen. . .por cierto ¿cuáles son sus nombres? — pregunto cortésmente hacia ambas.
—Yo soy Lucy — hablo la pequeña entusiasmada — y ella es mi hermana Susan, mis otros hermanos se llaman Peter y Edmund por cierto, eres muy bonita
—¡Lucy! — la reprendió Susan severamente — lo lamento, mi hermanita es. . .
—Esta bien, y gracias Lucy, también tu eres muy hermosa — respondió tranquilamente al mismo tiempo que se retiraba.
En el trayecto encontró a sus dos hermanos quienes inmediatamente se tiraron a sus brazos en busca de un abrazo maternal.
—Nos vendrá bien un poco de compañía, estaremos bien, solo no causemos problemas y seamos educados, seguiremos ayudando a Ivy, Margaret y Betty, ya lo verán — aseguro mientras acariciaba su cabello a cada uno.
—¿Ya no me vas a cantar en la noche? — pregunto temeroso Fabrice
—mon petit frère, claro que sí, aún lo seguiré haciendo mientras mis pulmones tengan aire yo seguiré contándote hasta que las estrellas caigan y los océanos se sequen — respondió abrazando más fuerte a sus hermanos — va para ambos.
Siguieron abrazados sin percatarse de que los cuatro hermanos Pevensie los observaban y entendia que apesar de ser solo tres hermanos, se tenian el uno al otro y se amaban incondicionalmente.
—Vamos, hay que ayudarle a Margaret y Ivy con las galletas — ánimo Daimen separándose del abrazo.
—Yo quiero el glaseado — pidió Fabrice con una sonrisa.
—Claro que si, mon petit frère — respondió Annette mientras le daba un leve beso en su cabeza.
CUANDO LA CENA LLEGO los tres hermanos Dupont estaban llenos de harina pero muy felices, se sentaron los tres juntos con los Pevensie enfrente suyo y el profesor en su lugar de siempre.
—Parece que se divirtieron esta tarde — comento el profesor divertido, los Dupont asintieron.
—Digamos que tuvimos problemas en la cocina — admitió Daimen con una leve risa.
—Vaya que sí, ¿se han sentido cómodos? — pregunto el Profesor esta vez a los Pevensie.
—Así es señor, gracias por acogernos — respondió el mayor, Annette supuso que el era Peter.
—Bueno, me alegra, en ese caso, disfrutemos de la comida — hablo el profesor entusiasta, inmediatamente todos comenzaron a comer.
La cena transcurrio entre risas y anécdotas por parte del profesor, y una que otra por los hermanos Dupont, cuando terminó los ocho se levantaron y agradecieron por la cena, aunque Annette y Daimen se quedaron para ayudarle a Margaret y Betty.
—No es necesario jóvenes, nos ayudaron mucho en la cocina hoy — respondió apenada Beth mientras retiraba unos platos.
—Saben ambas que eso no es cierto — corrigió Daimen a ambas — lo máximo que hicimos fue ensuciar su cocina de harina
—Mañana iremos a limpiar, lo prometemos — aseguro Anne al mismo tiempo que se llevaba unos platos.
Las dos sonrieron enternecidas, jamás en su vida habían conocido a jóvenes tan encantadores como ellos.
—Pueden ir a limpiarse, nosotras nos encargamos, después de todo es nuestro trabajo — hablo de repente Margaret.
—Pero. . .— hablo Annette tratando de objetar
—Pero nada, vayan a limpiarse y a la cama — ordeno Ivy
Y sin más que decir los dos se fueron deseándoles buena noche.
DAIMEN ACOMPAÑO A ANNETTE hasta su habitación.
—Solo me me limpiaré la harina e iré a desearles buenas noches — respondió inmediatamente mientras se quitaba harina por el camino.
—¿No te sentirás incómoda? — pregunto preocupado su hermano
—Dey', voy a desearles buenas noches, no veo por que debería sentirme incómoda, ve a cambiarte los veo en un minuto — respondió mientras entraba a su habitación.
Vio que Susan y Lucy ya estaban dormidas, por lo que no hizo tanto ruido para no despertarlas, simplemente tomó un chal y despeino un poco más su cabello, una vez que se había preparado salio de su habitación directo a la de sus hermanos.
Cuando llego vio que estos aún seguían despiertos, a excepción del Pevensie menor quien ya estaba dormido o pretendía estarlo, supuso que era Edmund el menor de los Pevensie varones, aunque notó que faltaba Peter supuso que había hecho lo mismo que ella, fue a desearle buenas noches a sus hermanas.
—Pensé que no vendrías — hablo de repente Fabrice.
—Claro que siempre vendré mon petit frère, ahora acomódate y acurrucate — respondió Annette, Fabrice inmediatamente lo hizo esperando a que su hermana se acurrucara junto a él.
—¿Te unes Dey'? — pregunto inocentemente Fabrice, su hermano mayor le dedicó una sonrisa e inmediatamente se acurrucó a su lado.
—¿Cuál quieres oír mon petit frère? — pregunto dulcemente Anne' a su hermano.
—La que me cantabas en la casa de campo — respondió inmediatamente con una sonrisa, Annette hizo lo mismo preparándose para empezar a cantar.
(❇)
—"Un sol ardiente es este amor, que ilumina la más breve acción y cada día lo intento hablar pero al viento las palabras se van. . .estos muros podrían caer quiero sentir suelo bajo mis pies y que esta cárcel dejemos atrás. . .ir con toda libertad" — canto Annette mientras acariciaba el cabello de sus hermanos quienes se estaban quedando dormidos.
—"¿Por que llegamos hasta aquí? Ya extraño lo que recién conocí, que sentiremos al terminar lo que ha empezado podremos guardar. . .y estos muros ya veo caer y siento al suelo ya bajo mis pies . . .este amor lo podremos mostrar con toda libertad" — siguió Annette, una vez que vio como sus hermanos se quedaron dormidos se levantó muy despacio para no despertarlos, los arropó mientras seguia tarareando la canción, cuando estuvieron bien arropados le dio un beso a Fabrice en la frente deseándole buena noche y a Daimen acaricio su cabello.
Estaba por retirarse cuando vio a Edmund sin arropar, así qué su instinto maternal se activó y se acercó a arroparlo delicadamente mientras aún tarareaba la melodía, cuando terminó revolvió levemente su cabello con una sonrisa, observó a los tres a la vez que terminaba la canción.
—"Un sol ardiente es este amor. . ." —termino mientras observaba a los tres con una sonrisa, cuando sinto que era de retirarse se dio media vuelta y se encaminó a la salida, aunque se llevó una sorpresa al ver a Peter en el marco de la puerta observandola con una sonrisa.
—Dios. . .— susurró Anne asustada, se encamino rápidamente a la puerta para poder suspirar.
—Lamento si te asuste, no era mi intención — se diculpo el rubio bastante apenado.
—Tranquilo, me pierdo cuando les canto a mis hermanos — admitió con una leve sonrisa restandole importancia — ¿Cuanto tiempo llevas ahí?
—Desde que empezaste a cantar. . .por cierto cantas muy hermoso — halagó Peter a la chica, Annette se sonrojó ante ello.
—Gra-gracias, es un lindo gesto de tu parte — respondió agradecida al mismo tiempo que se retiraba.
—Annette ¿cierto? — hablo Peter deteniendola.
—Si, así es — asintió con una sonrisa.
—Lindo nombre — aseguro el rubio ocasionando otro rubor en las mejillas de Anne'
—Tengo que volver, descansa, nos vemos mañana Peter — se despidió Annette con una sonrisa dejando a Peter con una sonrisa en su rostro.
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