EPÍLOGO

—— NEW ORLEANS ——

—Esto es una pérdida de tiempo.— Se quejó Astrid, la cual estaba sentada en un banco dentro de una de las criptas.

—No es seguro que andes por ahí sola.— La aconsejó Taylor sabiendo el peligro que las tres corrían.

—Soy una Original, deben de ser los demás los que deban de tener miedo de mi.— Alegó la rubia mostrando la impaciencia que tenía con respecto a la insufrible e interminable espera.

—No tras lo que has hecho antes.— Intervino Hayley la cual estaba sentada a su lado.

—Seguro que es cosa de Silas, el hechizo de posesión no salió bien.— Afirmó Astrid la cual seguía asimilando muchas de las cosas que había ocurrido en los últimos días, las cuales eran de locos.

—Gracias a tu hijo estas con vida.— La recordó Taylor haciendo que Astrid rodará los ojos aburrida.

—Sí, y gracias a un inmortal de dos mil años veo que no voy a poder alejarme de los problemas, porque ahora resulta que no soy solamente medio vampiro y medio mujer lobo.— Se quejó la híbrida mientras miraba el reloj que llevaba en su muñeca a la espera de que alguien apareciera, principalmente por qué sentía que se estaba volviendo loca entre aquellas cuatro paredes.

—Confías en Elijah y en tu hermano, ¿no?— Inquirió Taylor sabiendo perfectamente cual iba a ser la respuesta de la Original.

—Más que en ninguna otra persona sobre la faz de la tierra en estos momentos.— Garantizó Astrid mostrando la gran confianza que tenía con ambos, una confianza que siempre había tenido.

—Entonces se paciente, la vida de Hayley depende de la tuya.— La recordó Taylor omitiendo que no solo Hayley era la que estaba vinculada a la vida de Astrid.

—¿Creéis que un hechizo de vinculación me impedirá huir?— Preguntó Astrid mirando a ambas con una expresión de pocos amigos.

—No, pero sí la necesidad de proteger a alguien de tu familia.— Garantizó Hayley sabiendo que Astrid no las dejaría allí, por qué para ella ambas eran miembros de su familia, una familia bastante disfuncinal.

—Los lobos están prohibidos en Nueva Orleans, será una suerte que no hayan dado con nosotras todavía.— Suspiró Taylor preocupada por si ya se habían dado cuenta de su presencia, en especial en la de Astrid.

—No os harán nada, si les conviene a todos ellos seguir con vida.— Garantizó Astrid mientras mostraba como sus ojos se inyectaban en sangre, intimidado un poco a las dos mujeres lobo.

—Sophie Deveraux, ¿que es esto?— Quiso saber Klaus, al ver a la bruja delante de él, haciendo que las tres mujeres lobo se quedarán en silencio.

—Eres famoso en esta ciudad, los brujos cuentan historias sobre el poderoso vampiro Klaus.— Explicó Sophie haciendo sonreír al híbrido de que siguiera existiendo su reputación. —Marcel era un huérfano, una rata callejera hasta que tu le convertiste en lo que es. Pero se ha descontrolado, hace lo que quiere, mata a quien quiere. Voy a pararle los pies y has de ayudarme.— Afirmó la bruja con seguridad de que Klaus la ayudaría.

—¿Por esto me habéis traído aquí?— Preguntó Klaus confundido mientras se daba la vuelta y miraba a Elijah y a Leonidas.

—No ha terminado.— Se limitó a decir Leonidas sabiendo que las cosas no iban a terminar muy bien, la experiencia le advertía de ello.

—Ya he oído bastante, te aseguro que no hay nada en este mundo que me importe tanto como para perder treinta segundos de mi tiempo.— Afirmó el híbrido justamente cuando se daba la vuelta y veía a Astrid en la entrada, flanqueada por Taylor y Hayley. —¿Qué jueguecito es este?— Preguntó confundido.

—Klaus, tienes que escucharla.— Le pidió Astrid intentando mantener la calma ante una situación que era algo complicada de que la tuviera.

—¿No se suponía que debías de estar ya muerta?— Preguntó Klaus haciendo Astrid le mirase con una expresión de pocos amigos.

—Paciencia hermana, no te adelantes a arrancarle la cabeza.— Le pidió Leonidas sabiendo lo que podía pasar y no era nada recomendable para ninguno de los presentes.

—Haría un favor a todo el mundo, a mi en especial.— Afirmó la híbrida mientras se cruzaba de brazos.

—Marcel puede impedirnos que practiquemos magia en esta ciudad, pero seguimos percibiendo cuando la naturaleza depara algo nuevo.— Explicó Sophie confundiendo a Klaus con lo que estaba diciendo. —Por ejemplo, yo tengo un don especial, se si una chica está embarazada.— Añadió haciendo que Klaus la mirase sorprendido por lo que estaba insinuando.

—¿Qué?— Preguntó sin comprender por qué insinuaba algo así.

—Ya se que es imposible...— Empezó a decir Astrid sabiendo que aquello no iba a terminar nada bien.

—¿Qué estás diciendo?— Preguntó Klaus mientras los tres Originales se percataban de que estaba comenzando a enfadarse y cuando eso sucedía las cosas no terminaban nada bien.

—Niklaus, Astrid lleva un hijo tuyo.— Dijo finalmente Elijah.

—No, es imposible, los vampiros no pueden procrear.— Negó el híbrido incrédulo por lo que estaba escuchando.

—Los hombres lobo sí, y ambos lo sois. La magia os hizo vampiros, pero nacisteis como hombres lobo.— Intervino en ese momento Taylor sabiendo que la única explicación lógica a todo ello era la doble naturaleza que ambos poseían.

—¿Cómo aseguras que es mío? Podría ser de Silas.— Sugirió Klaus sorprendiendo a todos por la insinuación que acababa de hacer, insinuación que no solo enfado a Astrid.

—¿Qué acabas de insinuar de mi hermana?— Preguntó Leonidas mientras endurecia su expresión.

—Lo que es evidente.— Respondió el híbrido con burla, justamente antes de que el chico le atacará, provocando que ambos empezarán a pelearse.

—¿Esto es normal?— Le preguntó Hayley a Astrid justamente cuando Elijah intentaba separar a los dos vampiros, los cuales se estaban pagando.

—Cuando salga una daga de por medio será completamente normal.— Garantizó Astrid viendo la situación.

—Tal vez deba de meterte de nuevo en el ataúd.— Le dijo Klaus a Leonidas, al cual le tenía acorralado contra una pared mientras le agarraba del cuello.

—¡Basta!— Gritó Astrid haciendo que de ella saliera una especie de onda que separó y tiró al suelo a los tres Originales junto a Sophie, provocando que los tres vampiros la mirasen sorprendidos por lo que había hecho.

—¿Cómo...?— Empezó a decir Leonidas sin creerse lo que los tres habían llegado a ver.

—Se me olvidaba deciros, Silas al intentar hacer la posesión el bebé lo impidió, y la magia de la hermana quedó dentro del cuerpo de Astrid, no es solo mujer lobo o vampiro.— Explicó Sophie sabiendo que ante ellos había dos anomalías de la naturaleza, primero Astrid y luego la criatura que llevaba en su vientre.

—También es bruja.— Añadió Elijah incrédulo de que aquello pudiera ser posible.

—Y con un gran poder y un gran descontrol que ha reventado mi coche.— Añadió Taylor mientras se cruzaba de brazos molesta por lo que había sucedido.

—Mi hermana puso su vida en juego por esta chica y su bebé, por eso estamos decididas a protegerlas. Sino nos ayudas contra Marcel, si no me ayudas, Astrid morirá antes de verse con su primer vestido premamá.— Le advirtió Sophie a Klaus esperando que dentro de él quedara algún resquicio de humanidad que pudieran indicarle cual de importante era aquello.

—Espera, ¿que?— Dijo Astrid sorprendida por su insinuación.

—Si quieres que Marcel muera lo haré yo mismo.— Intervino Elijah sabiendo que ni Astrid ni la criatura que llevaba en su vientre podían o debían de morir.

—No, no podemos. Todavía no. Tenemos un plan concreto que debemos seguir y hay normas.— Le detuvo la bruja en señal de que debían de seguir el plan trazado.

—¿Cómo te atreves a darme órdenes? A amenazarme con lo que crees erróneamente que crees que es mi punto débil.— Intervino Klaus mientras se daba la vuelta con la intención de irse, viendo de pleno la expresión de decepción de Astrid ante el comportamiento que estaba teniendo en aquellos momentos. —No escucharé más mentiras.— Sentenció ignorando aquella mirada por parte de la rubia.

—Niklaus, escucha.— Le pidió Elijah, haciendo que el híbrido se centrará en los sonidos, dándose cuenta del segundo latido que procedía del interior de la vampira.

—Matala a ella y al bebé, me dan igual.— Sentenció Klaus para después marcharse, siendo seguido por Elijah, el cual era el único que podría hacer entrar en razón a su hermano.

—¿Estas bien?— Le preguntó Leonidas a su hermana al comprender la expresión de decepción que tenía, era la misma expresión que tenía cuando Klaus encerraba a alguno de sus hermanos en el ataúd. Había cosas que nunca cambiaban.

—Prefiero a Silas al menos no hacia tanto drama.— Comentó Astrid llevándose una mala mirada por parte de su hermano pequeño.

—¿Por que nos has ocultado tus verdaderos planes?— Preguntó Hayley a Sophie mientras la miraba enfadada.

—Las cosas no iban a ser tan sencillas, ¿o creíais que sí?— Alegó la bruja mostrando que la ayuda del aquelarre tenía un precio, y ese por desgracia era que Klaus le quitara el poder a Marcel.

—Lo que se es que no me gusta que jueguen con mi vida ni con la de mi familia.— Intervino esta vez Astrid mientras miraba a Sophie bastante enfadada.

—Sí... creo que debéis de tener en cuenta ese factor, y el hecho de que mi hermana también es una bruja.— Intervino Leonidas orgulloso de que su hermana pudiera llegar a ser mucho peor que Klaus, y más ahora que era también una bruja y que estaba embarazada.

—Dejalo, Leo. Si quieren matarme adelante, que lo intenten. No son las primeras brujas a las que me cenaria.— Garantizó la Original mientras sus ojos se inyectaban en sangre en señal de amenaza.

—Tendréis la ayuda que exigis. Pero este no es un lugar seguro.— Intervino rápidamente Taylor sabiendo que los vampiros de Marcel no tardarían en darse cuenta de que allí había una nueva bruja y dos mujeres lobo.

—Podéis llevarla a un lugar seguro, pero os informare de un detalle, las dos estáis vinculadas a mi, si una muere lo harán las otras dos, y no importa que seas una Original, mostraste un resquicio humano cuando Silas intento el hechizo.— La informó Sophie a Astrid mientras esta y Hayley se miraban preocupadas por lo que eso podía significar, sin saber que también corría peligro la vida de Taylor.

—No nos iremos, os doy mi palabra de que volveréis a tener lo que es vuestro.— Garantizó Astrid sabiendo que no podían dejar a su suerte a aquellas brujas, sobretodo por qué su vida, la de Hayley y la de su hijo dependían de Sophie.

—¿Cómo de seguras estás de que Klaus lo hará?— Preguntó la bruja sorprendida por la seguridad que Astrid tenía en sus palabras.

—Por que sino lo hace él lo haré yo, Marcel es el rey, Klaus aspira a serlo, pero ninguno de los dos puede ser tan vengativo y despiadado como yo puedo llegar a serlo.— Afirmó la Original segura de que no sólo Marcel dejaría de ser el rey, sino de que ella no iba a acabar muerta, ni ella ni nadie importante para ella.

★★★

Y he aquí el epílogo.

Finalmente Hope ha entrado en escena, pero creo que eso es lo menos importante.

Primero, Astrid hace magia, ¿Os creíais que me iba a quedar sin la posibilidad de hacerla poderosa? Este será mi único fic de TVD debe de ser perfecto, pero también veo oportuno que ella haga magia, aunque ese tema ya le afrontaremos más adelante.

Segundo, la insinuación de Klaus, lo que ha hecho que todo se tuerza de nuevo, esto es un tira y afloja, pero paciencia todo se soluciona. A fin de cuentas es Hope la que lo arregla, XD.

Con respecto al epílogo, tuve dudas con respecto a lo que quería que fuera. Sabía que quería que fuera este momento, pero tampoco tenía una idea clara de lo que buscaba con respecto al capítulo. Y creo que en parte lo he conseguido, no lo si lo hice o no.

Pero ya sabéis que me gusta meter un poco de drama, y Klaus es una drama Queen, no podía resistirme a... que no hiciera una de sus escénicas.

Bueno, con respecto Enchanted, ya podéis encontrarla en mi perfil, junto con la publicación del prólogo, y ya el sábado, de forma oficial, empezaremos con los nuevos capítulos.

¿Qué os ha parecido el epílogo?

Os leo ❤️


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