—— WEREWOLF ——

—Cuanto más dejes que Stefan libere al destripador, más pistas estarás dándoles. Y creo que no te conviene que vayan detrás.— Comentó Astrid desde el asiento de atrás, mientras mantenía su mirada puesta en un libro.

—¿Acaso eso es preocupación?— Preguntó Klaus sorprendido de que se preocupara sobre que les siguieran.

—No, lo que quiero es evitar que hagas uno de tus dramas.— Respondió la chica con obviedad.

—Solo busco al destripador, no está copia light.— Respondió Klaus con tranquilidad, sabiendo que con cada paso que deba, estaba más cerca de los hombres lobo y de traer de vuelta a su viejo amigo. —Agradece a tu amigo la información.— Añadió.

—Después de esto nadie me hará favores.— Murmuró Astrid mientras ponía los ojos en blanco y pasaba de página.

—¿Quien les necesita cuando se es poderoso?— Preguntó Klaus sabiendo que en el momento en el que tuviera a sus híbridos no necesitaría pedir ayuda a nadie, se la ofrecerían por qué sería imparable.

—Cometes el mismo error que llevas cometiendo desde que nos convertimos.— Le informó mientras mantenía la mirada en la página, sin leer ni una sola frase. Tras tantos meses, el odio comenzaba a desaparecer y eso no la gustaba a Astrid, no quería volver a ser tan vulnerable como lo fue tiempo atrás.

—¿Y se puede saber cuál es ese error?— Preguntó Klaus dándose la vuelta para mirarla, pero ella no alzó la cabeza, mantuvo la misma postura que tenía desde que ambos se habían marchado.

—El que creas que el poder te va a hacer sentir menos miserable y patético de lo que ya eres. ¿Qué pretendes al crear híbridos?— Respondió la chica mostrando que, de alguna forma, se estaba riendo de él. Y sino fuera por los sentimientos que Klaus sí tenía por ella y el impedimento de no poder meterla en un ataúd, no la dejaría que tuviera aquella clase de comportamiento con él.

—Ser invencibles.— Garantizó el rubio con seguridad en sus palabras.

—No estar solo.— Le corrigió la vampira con tranquilidad. —Tienes a todos en ataúdes, y si pudieras yo estaría en uno. Así que lo haces para no estar solo. Parece ser que Elijah y yo desperdiciamos muchos siglos esperando que comprendieras las cosas. Pero con cada acto, confirmas lo que Mikael siempre decía, que te quedarías solo.— Añadió alzando la cabeza y mirándole con superioridad al saber que le había herido verbalmente.

—No necesito a nadie.— Garantizó el híbrido esperando hacerla sentir el mismo daño, pero Astrid era mucho mejor actriz y mentirosa de lo que el híbrido podia recordar.

—Entonces diviértete con tus marionetas hasta que te aburras de ellas y terminen decapitadas o sin corazón.— Respondió la chica mientras volvía a centrar su mirada en el libro.

—¿Crees que eso es lo que voy a hacer?— Preguntó Klaus dándose cuenta de que ella no conocía en absoluto los planes que tenía para los futuros híbridos.

—Es lo que terminarás haciendo, el tiempo únicamente me dará la razón, como ha ido haciendo.— Respondió Astrid sonriendo de lado, sabiendo que tenía razón, siempre la había tenido para su desgracia.

—¿Y entonces porque sigues aquí? ¿Por qué no has huido todas las veces que has tenido oportunidad?— Preguntó Klaus sintiendo curiosidad por saber cuál era el motivo por el que ella seguía ahí, ya huyó de él una vez y ambos sabían que podía ser más veces.

—Por que no voy a dejar que Stefan se pierda, ni que les mandes al fondo del océano.— Respondió Astrid mostrando que los únicos motivos que tenía para aguantar ahí eran evitar que el resto de la familia terminara bajo el mar, en especial sus hermanos; y Stefan, ya que Lexi y ella hicieron un pacto de ayudarse y de ayudar a Stefan, pasará lo que pasará.

—¿Tan mezquino crees que puedo ser?— Preguntó Klaus dándose cuenta de que Astrid seguía siendo tan directa como siempre había sido.

—Creo que no hace falta responder a esa pregunta, los hechos lo confirman. Todo vampiro que se haya topado en tu camino y que te ha hecho cabrear huye de ti, por miedo. Tu propia familia te ha tenido miedo, así que a los hechos me remito.— Respondió la vampira sabiendo que si ninguno de ellos había intentando huir había sido por miedo, ella huyó y las consecuencias para sus hermanos habían sido quinientos años en un ataúd, al menos no tenían el mismo castigo que Finn, que llevaba novecientos años en uno.

—¿Y por qué aguntaste quinientos años a mi lado?— Preguntó Klaus queriendo saber porque, si tan malo era, espero tanto tiempo a irse.

—Ya está hecho, vámonos.— Dijo Stefan subiéndose en el coche, impidiendo que Astrid respondiera a la pregunta, cosa que la chica agradeció.

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—¿Ray? ¿Ray Sutton?— Astrid miró al hombre que acababa entrar en el bar.

—¿Quien lo pregunta, preciosa?— Sonrió el hombre mirando a Astrid, la cual le devolvió la sonrisa mientras se apoyaba en la barra.

—Yo, te he buscado por todas partes. Empezamos en Florida, en Pensacola. Allí conocimos a un chico que trabajó contigo antes de que te mudaras a Memphis y me llevó hasta dos jóvenes encantadoras que me trajeron hasta aquí, hasta ti.— Intervino Klaus poniéndose al otro lado de Ray, haciendo que el hombre cambiará rápidamente su expresión.

—Creo que me voy.— Comentó dándose la vuelta.

—No tan deprisa, amigo.— Le detuvo Astrid.

—Yo que tu la haría caso, puede volverse algo violenta.— Le aconsejo Klaus mientras mantenía una sonrisa de diversión en el rostro. —Los de tu especie sois difíciles de encontrar.— Prosiguió con su explicación mientras Ray buscaba la forma de marcharse.

—Yo no lo haría.— Le detuvo esta vez Stefa.

—Vampiros.— Asumió dándose cuenta de lo que sucedía.

—Eres rápido, Ray.— Sonrió Klaus orgulloso.

—Sí, mi amigo es un vampiro y ha obligado a todo el bar, así que no te molestes en pedir ayuda.— Comentó Astrid dándole a entender al hombre lobo que iba a tener problemas.

—Nosotros dos, sin embargo, somos otra cosa, otro tipo de monstruo. Tenemos algo de vampiro y algo de lobo.— Explicó Klaus mirando a Astrid, haciendo que el hombre lobo les mirasen confundido.

—¿Qué?— Inquirió dándose cuenta de que aquello era imposible.

—Un híbrido, somos ambos. Verás quiero crear a más como yo, y como eres el primer hombre lobo que se me ha cruzado más de una noche... ¿lo pillas, Ray?— Prosiguió Klaus con su explicación. —Necesito que me lleves hasta tu manada, dime, ¿dónde puedo encontrarlos?— Añadió esperando una respuesta por parte de Ray.

—No puedes obligarme, no funcionara.— Garantizó Ray, haciendo que Stefan le hiciera un gesto a Klaus, dando a entender que debían de pasar al plan B.

—Un whisky con hielo, por favor.— Pidió Stefan al camarero. —Muy bien, Ray, vamos a hacer un jueguecito de bebidas. Uno que se llama, verdad o acónito.— Añadió sacando de una bolsa plantas de aconito.

—Ya verás que divertido, Ray.— Rió Klaus.

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—Dios, se está haciendo insufrible.— Murmuró Astrid, al ver que el hombre lobo no dejaba de gritar de dolor y no decía ni una sola palabra.

—Puede pero necesito la información, amor.— Le recordó Klaus, haciendo que la chica pusiera los ojos en blanco.

—Matalo y busca a otro que coopere antes. En Nueva Orleans había una manada, ¿no?— Le recordó la vampira, haciendo que Klaus recordara la marca que había visto en aquellos hombres lobo, marca que también tenía la rubia en su hombro.

—Esos están fuera de juego.— Se limitó a decir Klaus.

—Ray, puedes acabar con esto ya. Dime donde se reúne tu manada en luna llena.— Le pidió Stefan.

—No puedo.— Negó el hombre lobo.

—Ya lo se, tenéis un código y todo eso. Pero, verás, él no me va a dejar parar hasta que hables y yo hago todo lo que me dice, así funcionamos.— Le explicó Stefan al hombre lobo, justamente cuando llegaba una chica y se acercaba al híbrido.

—Hola, Klaus, tengo información para ti. Me dijiste que si veía algo que te lo contará, he visto a su hermano Damon en la granja.— Le dijo la chica a Klaus, haciendo que Stefan y Astrid intercambiarán una mirada.

—Gracias, diles a tus amigos que sigan vigilando el barrio así de bien.— Sonrió Klaus haciendo que la chica se fuera.

—¿Mi hermano aún nos sigue?— Preguntó Stefan.

—Cada vez más cerca, tendré que ocuparme de él.— Respondió Klaus poniéndose de pies.

—No, no. Déjamelo a mi.— Le detuvo Stefan, sabiendo que si actuaba Klaus, Damon moriría.

—¿Y dejar que te vayas?— Preguntó Klaus sabiendo que aquello podía ser una buena oportunidad para el vampiro de irse.

—Sabes que volveré.— Garantizó Stefan.

—¿A si?— Preguntó Klaus encarnando una ceja.

—Le salvaste la vida a mi hermano, estoy a tu servicio.— Le recordó Stefan, confirmando lo que una vez dijo Elijah, él era un hombre honorable.

—Oh, tanta lealtad resulta tediosa.— Alegó Klaus. —¿No te diviertes ni un poquito?— Le preguntó a Stefan.

—No todos somos unos psicópatas como tú.— Respondió esta vez Astrid, llevándose una mala mirada por parte de Klaus.

—Me aseguraré de que mi hermano no nos moleste más.— Se limitó a decir Stefan marchándose.

—¿A donde vas?— Preguntó Klaus agarrando a Astrid del brazo.

—A evitar que se vaya.— Respondió esta saltándose con brusquedad de su agarre.

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—Stefan.— Damon pronuncio la voz de su hermano al verle.

—Hola, hermano.— Le saludo Stefan.

—No escribes, no llamas.— Dijo el pelinegro sintiéndose ofendido.

—Deja de seguirme, nos estás dando problemas.— Le pidió Stefan con tranquilidad.

—¿Con quien? ¿Con Klaus? ¿O con la zorra de tu amiga?— Preguntó Damon haciendo que Astrid saliera se entre las sombras y se pusiera al lado de su amigo.

—Ese vocabulario, Damon.— Le pidió Astrid poniendo una mueca de ofensa.

—Y a mi que lo que piense.— Volvió a decir Damon mirando a su hermano.

—Lo que te estoy pidiendo es que me dejes.— Insistió Stefan, sabiendo que lo que menos les convenia era que Klaus supiera la verdad.

—Vi tu obra de arte en Tennessee.— Comentó el vampiro. —Te la estás jugando, amiguito. Sigue así y no podremos salvarte.— Le recordó, sabiendo que ahora que no estaba Lexi y estando Astrid a favor de las acciones del destripador la cosa no pintaba nada bien.

—La cosa es que no quiero que me salven, solo quiero que me dejes.— Insistió Stefan manteniendo su postura.

—Tengo una cumpleañera en casa que no me va a dejar hacerlo.— Les recordó.

—Veo que no lo he dejado claro.— Suspiró Stefan. —Oye, Andy, ¿sigues ahí?— Preguntó haciendo que la expresión de Damon fuera de sorpresa y temor.

—¿Damon?— La voz de Andy hizo que este alzará la cabeza y la mirase. —No puedo moverme, Damon, me ha dicho que no me mueva.— Explicó la mujer asustada.

—No, no, tranquila, manten la calma.— Pidió Damon mostrando preocupación por la mujer. —No tiene gracia, hermano.— Le dijo a Stefan.

—¡Oh, vamos! Tiene su punto, ¿no?— Rió Stefan. —Eh, Andy, ya puedes moverte.— Le ordenó haciendo que la chica saltará al vacío, para después impedir a su hermano que la salvará.

—No, no, no.— Negó Damon al ver que estaba muerta.

—Te he dicho que me dejes.— Le recordó Stefan justamente antes de irse.

—¿Por qué no le detienes?— Le preguntó Damon a Astrid al ver que está no se había ido.

—Estas siguiendo a un híbrido solo para salvar a tu hermano, yo lo hago por los míos, Damon. Hago todo lo posible para que Klaus no use al máximo a Stefan, pero... Requiere de vuestra cooperación.— Explicó la vampira sabiendo a lo que se exponía al hacer aquello.

—¿Qué quieres decir?— Preguntó Damon al no comprender que quería decir.

—No sabe de Elena, la estamos protegiendo. Así que intenta que no se dé cuenta, porque hoy hemos sido nosotros, pero mañana a quien te puedes encontrar puede ser Klaus, y él no matará a tu novia, te matará. Y ni Stefan ni yo podremos hacer nada.— Le explicó justamente antes de irse.

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—Muy bien, es un proceso de tres pasos. Paso uno, quiero que bebas de mi muñeca.— Le explicó Klaus a Ray, al cual tenía sobre una mesa de billar.

—Ya te he dicho donde esta la manada, ¿que más quieres de mi?— Preguntó Ray sin saber que era lo que iba a ser de él.

—¿Es que no has escuchado lo que te he dicho, Ray? Tengo grandes planes para ti.— Explicó Klaus justamente antes de morderse el brazo. —Ya me darás las gracias. Venga, este es mi chico.— Aseguró mientras le obligaba a beber de su sangre.

—¿Qué vas a hacer ahora?— Preguntó Ray confundido y asustado.

—Ahora toca el paso dos, Ray.— Aclaró Klaus justamente antes de romperle el cuello.

—Muerte.— Dijo en ese momento Astrid, haciendo que Klaus viera que ambos habían vuelto.

—Habéis vuelto.— Observó Klaus algo sorprendido de que ambos hubieran cumplido con su palabra.

—¿Lo dudabas?— Preguntó Stefan.

—Ni por un segundo, sabía que pasaríais la prueba.— Respondió Klaus orgulloso de ambos. —Aún te preocupa tu hermano, tu antigua vida.— Añadió mirando a Stefan.

—No, a mi no me importa nada.— Negó Stefan, pero era evidente que era así. Sino, ¿por qué había ido a ver a Damon?

—Has sido convincente, Stefan, casi te he creído. Por su bien, espero que tu hermano lo haya hecho.— Puntualizó el híbrido haciendo que la expresión de Stefan se mantuviera igual, aunque por dentro intentará reprimir demasiados sentimientos. —Nunca dejará de importarte tu familia, ¿verdad?— Inquirió mirándole. —Pero con cada trago..., la sangre hace más fácil olvidarlos.— Garantizó sabiendo que todo era cuestión de tiempo, tiempo y paciencia.

★★★

Un capítulo revelador, lo se.

Primero, por la conversación entre Klaus y Astrid, la cual tiene su importancia aunque no lo creáis. Ya que tiene su explicación a porque ella decide ayudar a Katerina. Algo provoca todo, y es cuestión de tiempo de que lo sepáis.

Segundo, sí, Astrid es una media luna. Su padre lo fue y ella lo es. Por lo que tendrá una relación con Hayley muy estrecha.

Tercero, y ya centrándonos en el capítulo, he de decir que el dúo de Klaus y Stefan es superior. Osea hubiera querido más de ellos dos, pero algo de lo que me he dado cuenta no es solo que Klaus considera a Stefan a un amigo, sino que lo mantiene a su lado para que, de alguna forma, no le juzgue. (Todo esto al margen del fanfic).

Añado también, que Astrid hace todo lo posible por ayudar a Stefan, pero también debe de protegerse a su misma y a todos los demás. Comprenderéis porque hace todos esos sacrificios.

Para ir terminando, os recuerdo que tengo una cuenta de Tumblr, para el que le interese. Donde estoy subiendo TODOS los gifs que hago de mis historias, incluida esta. Y puedo asegurar de que para finales de Mayo habré terminado de escribir Enchanted.

Ya para terminar, actualizo porque hoy es el cumpleaños de Joseph Morgan, y ya sabéis cuanto me gusta publicar en fechas señaladas.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

¿Qué os esta pareciendo el personaje de Astrid y todo lo que está haciendo?

¿Qué os parece su relación con Stefan y con Klaus?

Os leo ❤