CAPÍTULO 58: WE KNOW EACH OTHER?

—— WE KNOW EACH OTHER? ——

Astrid despertó, de nuevo, desorientada. Estaba en un lugar similar al anterior en el que había estado. Pero la diferencia se encontraba en el detalle de que esta vez no estaba sentada en una silla, sino que estaba tumbada sobre una mesa, con las manos y los pies atados, como si fueran a sacrificarla para algún dios. Y muy en el fondo iba a suceder algo así, iba a ser sacrificada.

—Bueno, que bien que has despertado. Me gustará ver como se va escapando la vida, lentamente, de tus ojos.— Explicó Silas con la apariencia de Shane mientras se acercaba a la cabeza de la mesa, donde estaba la cabeza de Astrid.

—¿Qué te hace pensar que va a funcionar?— Preguntó Astrid mientras intentaba forcejear con las esposas, pero era imposible, igual de imposible que era el transformarse en lobo. ¿Por qué no podía transformarse?

—Por que lo hará. A veces no es necesario un gran poder, simplemente creer. Antes se creía mucho en el poder de la voluntad pero ahora... es deprimente.— Explicó Silas mientras sonreía a la vampira, al mismo tiempo que algunos cuencos se encendían a raíz de las llamas, permitiendo que el lugar se iluminará, pero no lo suficiente como para que Astrid pudiera ver aquel lugar con detalle. Aquel lugar que se iba a convertir en el lugar en el que moriría, jamás se espero que sus últimos momentos fueran así, de hecho cuando era humana jamás pensó que moriría en aquellas circunstancias, de hecho se imaginaba un final tras una vida plena y feliz, pero luego llegó el vampirismo y lejos quedó la posibilidad de poder morir. Pero parecía que no iba a serlo, no iba a vivir eternamente, bueno su cuerpo sí pero no ella. —¿Lista?— Sonrió el brujo justamente antes de empezar a recitar el hechizo, haciendo que la híbrida empezara a sentir un indescriptible dolor por todo su cuerpo, que provocó que soltara un gran grito de dolor. —No, imposible.— Afirmó justamente cuándo se detenía.

—Parece que la fe no es tan buen mecanismo.— Se burló Astrid sin saber por qué Silas se había detenido, cuando estaba haciendo bien el hechizo, ya que sentía como una parte de ella se estaba muriendo, pero también había sentido como algo lo impedía, como si la hubiera protegido.

—Lo que llevas en tu vientre es antinatural.— Garantizó el brujo confundiendo a Astrid con su frase.

—¿En mi vientre?— Preguntó riéndose. —Los vampiros no pueden tener hijos.— Le explico con obviedad.

—No eres, únicamente, medio vampiro. Y apuesto a que el padre de esa cosa tampoco.— Afirmó Silas haciendo que Astrid le mirase con una expresión en la que la confusión, de asombro y la sorpresa se fusionaban al darse cuenta de que podía tener razón. Pero era imposible, ella no podía estar embaraza y menos de Klaus. Por qué de serlo más de una vez debía de haber sucedido, pero sólo en aquel momento los dos tenían su lado de hombre lobo activado, así que sí existía la posibilidad. Aún así la aborrecia pensar en ello, tener un hijo y con Klaus... Las cosas no podían salir nada bien.

—Venimos a ayudar.— Dijo una mujer de pelo castaño y ojos azules, justamente después de romperle el cuello a Silas.

—Menos mal que te hemos encontrado, Leo esta de los nervios.— Añadió Hayley mientras entre ella y la misteriosa y desconocida mujer la liberaban.

—Os debo la vida.— Afirmó la Original justamente cuando conseguía ponerse de pies. —¿Nos conocemos?— Astrid miró a la misteriosa mujer confundida, se la hacía familiar, pero no conseguía acordarse en que podía conocerla.

—Mi nombre es Taylor Morgan.— Se presento mientras entre ella y Hayley la ayudaban a ponerse de pies.

—En el coche tenemos sangre, así que no te preocupes por el hambre.— La tranquilizó Hayley mientras la tres recorrían los pasillos en busca de la salida.

—No me preocupa el hambre sino...— Empezó a decir Astrid pensando seriamente en la posibilidad de que fuera a ser madre.

—¿Qué pasa? ¿Ha conseguido hacer el hechizo?— Preguntó Taylor preocupada.

—No, pero necesito un test de embarazo.— Admitió, haciendo que las dos mujeres lobo la mirasen sorprendidas ante lo que acababa de insinuar.

—¿Por qué ibas a necesitar tu...?— Empezó a decir Hayley haciendo que Astrid la mirase con una mueca de obviedad. —Imposible.— Afirmó mirándola sorprendida. —Debe de ser imposible, ¿verdad?— Insistió mientras miraba a Taylor sin creerse aquella posibilidad.

—No del todo es medio mujer lobo, así que sí podría si él padre de la criatura es hombre lobo, brujo o humano.— Explicó Taylor mientras las tres salían fuera del edificio, haciendo que Astrid viera que era de día, haciendo que sonriera al ver el sol. Tras tanto tiempo encerrada lo agradecía.

—O medio hombre lobo.— Admitió sabiendo perfectamente quien era el padre de la criatura.

—¿El padre es Klaus?— Preguntó incrédula Hayley exagerando su sorpresa, ya que nadie podía imaginarse al híbrido siendo padre.

—No lo digas en voz alta, ni se si es verdad o no. Y no puede saberlo nadie, no de momento.— Insistió Astrid mientras se subían en el coche, quedando la híbrida en el asiento del copiloto, Taylor en el del piloto y Hayley en el de atrás.

—¿Y como explicarás que tu barriga crezca?— Preguntó Taylor con curiosidad.

—Primero es mejor coger ventaja con Silas, ha sido él quien ha deducido que estoy embarazada, ha sido el bebé quien me ha salvado la vida.— Explicó Astrid agradecida de que por una vez la magia la hubiera salvado la vida o por lo menos su futuro hijo.

—Eso quiere decir que no es solo medio vampiro o medio hombre lobo.— Observó Hayley dándose cuenta de que ese bebé iba a ser mucho más poderoso de lo que podrían llegar a imaginar.

—También es medio brujo. Yo lo fui cuando era humana, tanto Klaus como yo hemos tenido a madres brujas.— Aclaró la rubia sabiendo aquello era demasiado posible, ya que ella aún siendo mujer lobo había sido también una bruja.

—¿No sabías que estabas embarazada?— Preguntó Hayley mientras miraba a Astrid sorprendida de que no se hubiera dado cuenta de aquel detalle.

—No.— Admitió Astrid sin saber muy bien como habría podido suceder.

—Pues entonces puede que Silas no haya sido el único que se ha enterado.— Comentó Taylor mientras detenía el coche, haciendo que las dos sobrenaturales la mirasen confundidas.

—¿Qué quieres decir?— Preguntó Hayley confundida por lo que había insinuado, ya que eso podía suponer que Astrid pudiera estar en peligro de cualquiera que quisiera matar a ese bebé.

—Dónde yo nací las brujas eran muy sensibles a la magia, sobretodo podían detectar el surgimiento de otro brujo de gran poder.— Explicó Taylor sabiendo que sólo las brujas de Nueva Orleans podrían ayudar y proteger a Astrid.

—¿Podrán ayudarme?— Preguntó Astrid sabiendo que aunque no debía de confiar en aquellas que querían verles muertos a los vampiros, sabía que las brujas eran protectoras con los suyos, y muy en el fondo su futuro hijo iba a ser medio brujo, así que debían de ayudarla, en especial a lo que podría suceder en cuanto se supiera que la híbrida Original estaba embarazada de un bebé milagro, pero sobretodo a buscar una forma de deshacerse de aquello.

—¿Quieres deshacerte de él?— Preguntó Hayley sabiendo que a Astrid no le había gustado nada descubrir algo así, nadie estaba listo para ser padre, menos aún un vampiro de mil años que tenía demasiados enemigos y que se había hecho a la idea de la imposibilidad de ser padre.

—Precisamente ser madre no es algo en mi top díez, y menos si es de Klaus.— Admitió Astrid sin saber que hacer pero sabía que Klaus debía de saber que iba a ser padre, lo difícil iba a ser su reacción y todo lo que podía traer y conllevar todo aquello.

—Crees que le usará en su beneficio, ¿no— Preguntó Hayley sabiendo de lo que era capaz de hacer el híbrido solo por tener poder.

—Lo que llevas en tu vientre, Astrid, es una criatura única. No es solo una bruja, un hombre lobo o un vampiro, existe una gran probabilidad de que sea las tres cosas, y al mismo tiempo.— Intervino Taylor haciendo que Astrid se quedará en silencio sin saber que hacer, no había podido proteger a su hermana, ¿como iba a hacerlo con una criatura que sería única, poderosa e hija de dos de las criaturas más fuertes y poderosas del mundo?

—Yo nací siendo híbrida, así que se lo que es llevar una carga así. He sido la híbrida Original por novecientos años, se lo que es tener miedo a que te obliguen hacer algo que no quieres o a que te usen. ¿Porque crees sino que permití que mis hermanos se quedarán quinientos años encerrados en sus respectivos ataúdes?— Alegó la híbrida sabiendo que la decisión que tomará la iba a tomar ella, por qué era su responsabilidad en aquellos momentos. Una responsabilidad que de alguna forma sí quería afrontar, cuando era humana siempre quiso hijos, pero eso era ante de que pasará todo lo que había pasado, cuando aún creía que las cosas iban a ser tan mundanas como siempre lo habían sido para ella y para el resto.

—Tu me has ayudado cuando era carne de cañón para Katherine, yo ahora te devuelvo el favor. No voy a permitir que te pase nada a ti o al bebé, ese bebé también es parte de mi familia, igual que vosotras dos, y llevo toda una vida buscándola, como para perderla ahora.— Afirmó Hayley mostrando a Astrid que contaba con ella para lo que fuera, y eso, muy en el fondo la gustó, la gustó estar con su familia, aunque fuera un par de generaciones posterior a la que convivió con ella en sus tiempos como humana.

✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶

—¿Qué haces en Nueva Orleans?— Preguntó Leonidas confundido sin comprender nada.

—Necesito que vengas.— Se limitó a decir Astrid sabiendo que iba a necesitar la ayuda de su hermano, en especial su apoyo.

—La dije a Hayley que si te encontraba que te llevara a la otra punta del país o del mundo.— Se quejó el vampiro sin comprender que era lo que estaba pasando para que su hermana le pidiera que fuera a Nueva Orleans.

—Leonidas ha pasado una cosa, si no fuera importante créeme que habría vuelto al Amazonas o me hubiera ido a Noruega o a cualquier parte del mundo, pero necesito que vengas aquí.— Insistió Astrid sabiendo lo importante que era aquello y lo peligroso que era, especialmente por qué los hombres lobo y la magia estaban prohibidos en Nueva Orleans y por el insignificante y pequeño detalle de que ella estaba embarazada, lo normal.

—¿Cómo de grave y de serio es?— Quiso saber el brujo para poder hacerse una idea de lo que podía estar ocurriendo.

Es un problema mucho más grande que Silas.— Garantizó la rubia, sabiendo que lo que llevaba en su vientre se había convertido en un tema demasiado importante y peligroso, y eso la aterraba. De hecho la daba miedo todo lo que podía pasar y lo que los espíritus naturales podrían llegar a hacerla.

—¿Más grande que Silas? ¿Has despertado a Lucifer o que?— Preguntó Leonidas con burla.

Créeme que eso sería mejor de lo que ha sucedido.— Suspiró Astrid mientras se sentaba en el banco que había dentro de una de las criptas.

—Esta bien, en unas horas llegaré allí. Y cuando llegue nos iremos, te sacaré de esa ciudad aunque tenga que hacerlo arrastras.— Sentenció el vampiro justamente antes de finalizar la llamada sin esperar lo que en pocas horas iba a describir.

—Ya está, ¿contentas?— Dijo la Original mientras guardaba su teléfono y miraba a Jane-Anne Deveraux, la cual se acercó a ella mientras Taylor se sentaba al lado de Astrid.

—El hechizo a dicho lo que es evidente, estas embarazada.— Respondió la bruja confirmando algo que incluso Silas y el test de embarazo que la híbrida se había hecho confirmaban. —Debéis de tener cuidado, los brujos no tienen permitido hacer magia y los hombres lobo no son bienvenidos en la ciudad.— Las explicó mientras Astrid y Taylor intercambiaban una mirada.

—No te preocupes, estaremos bien. He vivido mucho como para saber cuidarme de Marcel y sus amigos.— Garantizó Taylor sabiendo que debían de tener cuidado ella y Hayley, ya que Astrid tenía la ventaja de ser un Original a su favor, y un fuerte carácter que en tan solo un día ya había conseguido intimidar a las dos mujeres lobo.

★★★

Finalmente Astrid sabe que esta embarazada.

Por supuesto, el tema del bebé y de Silas queda aquí, él no sentirá interés por el hecho de que las brujas de Nueva Orleans han hecho un hechizo de encubrimiento a Astrid, así que...

Pero lo emocionante es lo que está por suceder, es decir. El miércoles decimos adiós a Love Story y damos la bienvenida a Enchanted, y estoy realmente emocionada por ello.

Sin duda este capítulo..., bueno no tiene mucho a destacar. Por supuesto, Leonidas estará para apoyar a su hermana, al igual que Elijah, pero y no os niego que vais a adorar a Leo en modo tío. Es lo mejor que hay.

Realmente no se como afrontar el hecho de que haya terminado esta parte, y me alegro de que haya muchas personas que le hayan gustado el personaje de Astrid, y espero que con la nueva faceta, como madre, os guste más. Aunque creo que os va a gustar más siendo parte de la manada, siendo la Alfa que en algún momento debía de haber sido.

Llegados a este punto, me siento mal, es decir, después de escribir tantas partes y eso, se supone que debería de estar acostumbrada a cerrar historias, o partes, pero no lo es. Considero que en todas las historias que escribo dejo una parte de mi, ya no con posibles escenarios, sino de mi misma. De mis opiniones y mis sentimientos.

Aunque no lo creíais escribir me ha ayudado más de lo que podéis imaginar, y el apoyo que he recibido es algo que no se como agradecer porque es algo que me sorprende y me hace feliz. Que tanta gente me siga, me lea y me comente solo me hace sentir feliz y muy agradecida.

Gracias, de verdad.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top