CAPÍTULO 47: TWELVE HYBRIDS
—— TWELVE HYBRIDS ——
—¿Vienes en modo canción de Navidad?— Preguntó Astrid al ver aparecer a Klaus.
—Dickens era un hombre muy sombrío, te habría caído bien.— Comentó el híbrido mirándola, haciendo que Astrid pusiera una mueca de duda, mientras recordaba la fecha en la que murió el escritor.
—En esas fechas estaba en Austria, sirviendo al emperador Francisco José.— Comentó mientras ponía una mueca de duda, ya que en ese periodo de tiempo no solo estuvo en Austria, también estuvo en España, Gracia e Italia.
—Nunca tuve el placer de conocerlo.— Admitió Klaus sabiendo que tuvo la oportunidad pero nunca fue, y de haberlo hecho tal vez su camino y el de Astrid se hubieran cruzado mucho antes de lo que el destino había querido.
—Eran buitres esperando a actuar, algo deprimente.— Admitió Astrid mientras se cruzaba de brazos, recordando aquellos años. Aunque no fueron tan idílicos, todos los años que estuvo sola fue tiempo que no solo noto, la soledad hacia mucho daño, sino que aprendió mucho, sobre si misma y a cómo imponerse sin la necesidad de mostrar si era o no un vampiro o, en su defecto, anunciar su parentesco con los Mikaelson, a fin de cuentas ella era uno.
—Seguro que saliste beneficiada.— Aseguró Klaus sabiendo que Astrid se amoldaba mejor que nadie a cualquier situación, a fin de cuentas vivir tantas vidas les había aprendido a interpretar cualquier papel a la perfección.
—No voy a negar lo evidente, pero no se diferencia de lo que ocurre ahora. La mayoría se mueve por intereses, como tú.— Respondió la híbrida sorprendiendo a Klaus con su comentario, ya que él no pensaba que actuaba conforme a sus intereses, a veces sí, pero también ayudaba a los demás. Como estaba haciendo a la hora de ofrecer su ayuda para buscar la cura para Elena.
—Solo hago una obra de caridad.— Respondió fingiendo estar ofendido, acto que hizo que Astrid le mirase con obviedad mientras se cruzaba de brazos y encarnaba una ceja divertida.
—El cuadro es una obra de caridad, querer la cura para que Elena vuelva a ser humana y así puedas crear híbridos es beneficio personal.— Le informó sabiendo que aunque lo hacía por su bien, también era el bien de la propia réplica y el de los Salvatore, en especial para Stefan, ya que todo se le había complicado en el momento en el que Damon descubrió que tenía un vínculo con Elena, oportunidad que evidentemente había aprovechado sin tener en cuenta los sentimientos de su hermano pequeño. Y aquel acto, por desgracia, evidenció lo que Klaus les había advertido semanas antes de que la réplica se volviera vampira.
—Detalles insignificantes.— Afirmó Klaus restándole importancia con respecto a ello.
—¿Lo sería si tus híbridos fueran en contra de tus deseos?— Preguntó Astrid con curiosidad mientras se cruzaba de brazos sabiendo que Klaus iba a ser incapaz de perdonar la vida al híbrido que rompiera el vínculo.
—No pueden ir contra ellos, ¿por qué? ¿Qué sabes?— Alegó el híbrido mostrando su desconfianza hacia ella, ya que en ese tema parecía que tenía más información que él, aunque era lógico teniendo en cuenta que ella llevaba toda la eternidad con la posibilidad de ser una híbrida por completo y si había tomado aquella decisión de serlo, en aquel momento había sido debido a que no tenía humanidad y lo único que ansiaba era poder.
—Por mucho que exista el vínculo, tras él siguen siendo personas razonales que tienen sus propias ideas. Y por muy fuerte que sea tu vínculo siempre hay un motivo de peso por el que pueden ir en tu contra.— Explicó la chica sabiendo que Klaus nunca entendería el motivo por el que un híbrido rompería el vínculo, pero el claro ejemplo de motivación había sido Tyler, que había roto su vínculo con si creador solo para estar junto a Caroline, un hecho que siendo sinceros, la enoegullecia.
—Eso es absurdo.— Respondió Klaus restándole importancia creyendo que ninguno de ellos iba a ser capaz de hacer algo así, y si lo hacían todos sabían el destino que iban a terminar teniendo.
—O no.— Alegó Astrid sabiendo que era una pérdida de tiempo que intentará hacerle ver cual equivocado que estaba con respecto el destino de sus híbridos.
—¿Qué fue eso que el profesor entrometido te contó?— Preguntó el híbrido cambiando de tema por uno que llamaba más su atención, ya que sí Astrid había centrado su atención en algo debía de ser por un motivo, ella siempre hacía algo por algo, inclusive pintar y dibujar.
—Información sobre un antepasado de mi madre.— Respondió Astrid mientras los dos salían fuera del Mystic Grill.
—¿Silas?— Preguntó Klaus sabiendo que aquel ser inmortal de la leyenda parecía que tenía menos de leyenda y más de realidad, sobretodo si alguien como Astrid, que era bastante incrédula en algunos sentidos, creía que existía.
—Sí.— Se limitó a responder, mostrando que creía ciegamente en la posibilidad de que Silas fuera real, pero sobretodo en la posibilidad de que fueran parte de su familia.
—Así que crees que desciendes de la primera criatura inmortal de la historia.— Puntualizó Klaus sin creerse del todo la posibilidad de que existiera alguien anterior a los Originales.
—El hechizo era de mi familia, Klaus, y es un patrón las veces que me han advertido de un inminente peligro, he vivido lo suficiente como para hacer caso a las advertencias.— Afirmó la híbrida defendiendo si postura y sabiendo que muy en el fondo el se estaba burlando de que creyera algo así.
—¿Enserio vas a creer las advertencias de brujos muertos? ¿Cuándo han ayudado en algo a los Originales?— La preguntó haciendo que Astrid viera que en ese sentido tuviera razón. —Lo único que han hecho ha sido confabular para destruirnos, para matarnos.— La recordó haciendo que ella soltara un fuerte suspiró de frustración.
—No confío en los brujos, confío en lo que mi madre siempre temió y en lo que me advirtió.— Le informó sabiendo que pasará lo que pasará siempre creería en la palabra de Carina, y si ella la había advertido había sido por algún motivo que no era tan insignificante como todos querian hacerla creer.
—¿Y qué pasaría si es mentira?— Preguntó Klaus haciéndola ver que también podía existir esa posibilidad.
—Que me estoy emparanoiando, pero no es algo que me preocupe.— Se limitó a decir, sabiendo que esa posibilidad existía, de hecho ella era la que más creía que fuera mentira, pero ¿y sino lo era?
—Asumo que creerás que tiene relación con la cura, ¿no?— Quiso saber Klaus, mostrando atención en el tema, ya que lo último en lo que debía de desconfiar era en la palabra de Astrid, sobretodo si había sido Carina la que la había advertido en un primer momento.
—Lo que creo es que alguien está incitando a que ocurra una serie de eventos para que se de la circunstancia perfecta para que una criatura, como Silas, pueda regresar. Y yo no voy a ser la idiota que contribuya a ello.— Sentenció Astrid con firmeza, sabiendo que todos estaban haciendo exactamente lo que él quería que hicieran.
—Y crees que el resto lo haremos, ¿no?— Afirmó Klaus suponiendo evidencias que eran demasiado claras.
—Evidentemente, no eres el único que se suele dejar llevar por sus impulsos cuando le hacen enfadar, pero sí el que todos consiguien hacer enfadar.— Le recordó Astrid sabiendo que el mayor punto debió de Klaus eran esos impulsos de los que Mikael también le crítico, pero en el caso de la chica ella no lo decía con malas intenciones.
—Noto preocupación por tu parte.— Observó Klaus sorprendido por la actitud de ella.
—Temor ante lo que puede significar que regrese una criatura que fue capaz de crear un hechizo de inmortalidad.— Le informó haciendo que Klaus comprendiera que en ese sentido si debían de preocuparse, por qué si había sido capaz de crear un hechizo así, ¿de que más seria capaz?
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—Venga ya, Astrid. No puedes creerte un cuento así, y menos tu que siempre has sido la más lógica de todos.— Afirmó Leonidas sin creerse lo que su hermana estaba insinuando.
—Leo sino fuera porque me están pasando cosas extrañas no lo tendría ni en cuenta. Pero he soñado con una mujer que he dibujado y que me ha advertido de lo mismo que madre me advirtió.— Insistió la chica mientras guardaba en su armario el vestido que había llevado.
—¿Y crees que Silas viene a por todos? ¿A por nosotros?— Preguntó su hermano incrédulo, mientras Astrid salía de su habitación y dejaba la puerta abierta.
—¿Y si es verdad Leo? ¿Y si...?— Empezó a preguntar pero Astrid se detuvo justamente cuando sentía una gran punzada en su pecho.
—¿Qué pasa?— Preguntó Leonidas preocupado.
—Una fuerte punzada en el pecho, como si me hubieran arrancado el corazón. Que extraño.— Murmuró Astrid confundida sin entender a qué se debía aquella extraña sensación que nunca, jamás, había sentido, y eso que la habían clavado una espada en el pecho.
—¿Cuanto has bebido?— Preguntó su hermano creyendo que la chica llevaba demasiado bourbon encima.
—Menos de lo que me gustaría.— Admitió Astrid preocupada por todo el dolor que estaba sintiendo, al mismo tiempo que una herida formaba en su pecho y empezaba a sangrar de ella, ajustándola. ¿Qué la estaba pasando? ¿Qué estaba pasando?
—En unos días iré, ¿sí? Y veremos que es lo que pasaba, y si es tan grave como estas diciendo, buscaremos la forma de impedir que Silas regrese. ¿Vale?— Dijo Leonidas esperando una respuesta por parte de su hermana. —¿Astrid sigues ahí?— Preguntó preocupado al mismo tiempo que escuchaba como un peso muerto caía al suelo. —¡Astrid!— Gritó preocupado por lo que la podría haber pasado a su hermana.
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—No tengo tiempo para atender a tus peticiones.— Dijo Klaus tras matar al último de sus híbridos.
—No es una llamada de cortesía.— Se adelantó a decir Leonidas sabiendo que si la había pasado algo a su hermano el único que podía hacer algo era Klaus. —A mi hermana la ha pasado algo, estaba hablando conmigo y de pronto he escuchado como algo caía como un peso muerto.— Le explico mostrando cuál era su problema.
—¿Te dijo donde estaba?— Preguntó Klaus preocupado, sobretodo tras todo lo que había pasado y lo que le había advertido.
—En su casa.— Respondió el menor de los hermanos Novawood. —Y Klaus, sintió como si la hubieran arrancado el corazón de forma literal, espero que no me toque enterrar a otra hermana.— Le advirtió en señal de que si eso llegaba a suceder, lo más seguro es que sería él quien terminara matando a todos los habitantes de Mystic Falls.
Klaus salió de la propiedad de los Lockwood sin prestar atención a que el traje que llevaba estaba completamente ensangrentado, y se dirigió a la casa de Astrid, al llegar observó que la puerta no estaba ni abierta ni forzada, por lo que se vio obligado a forzarla para después entrar y ver que la vampira estaba en el suelo rodeada de un gran charco de sangre.
★★★
Admito que este capítulo no iba a tener un final así, pero os Admito que este final también me gusta.
La escena Klastrid sin duda es de mis favoritas, así como el gif de Nik.
Pero algo que realmente quiero destacar son dos hechos.
El primero es la sensación de ella, espero que vayáis viendo por donde va a ir este tema, aunque sino es así os tocará esperar.
Y lo segundo, es Leo. Realmente no podéis haceros una idea de CUANTO me gusta hacer un lado protector de él. Pero lo que más me gusta es que DE TODAS LAS CRIATURAS DE MYSTIC FALLS, le pida a Klaus que vaya a verla.
En verdad la escena quedará así, pero espero que así os calme las ansias de estos dos.
¿Qué os parece el capítulo?
Os leo ❤️
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