—— I KNOW THAT FEELING ——

Italia, 1114

Astrid miró a todas partes mientras un ensordecedor sonido hizo que se llevara las manos a sus oídos, desde que había despertado la maldición del hombre lobo y había descubierto que no era hija de su padre, las cosas se la habían ido de control, en especial tras haber matado a aquel cazador que en más de una ocasión se la aparecía para que hiciera cosas horribles a quienes ella quería y las cosas no parecían mejorar ahora que la luna llena estaba más cerca que nunca.

—¿Quien anda ahí?— Preguntó la vampira mientras miraba a todas partes asustada. —Padre...— Murmuró sorprendida al ver frente a ella a Ragnar. —Estas muerto.— Alegó confundida al no entender como es que él estaba vivo y frente a ella.

—Tienes razón, aunque técnicamente tu también.— Afirmó el hombre haciendo que Astrid comprendiera de que se trataba, llevaba semanas, al igual que Klaus, con alucinaciones, el cazador que había matado se aparecía en sus sueños e incluso en la realidad, no había ni un solo momento del día en el que tuviera descanso alguno.

—No eres real, es otra ilusión.— Negó sabiendo que aquello era producto de lo que denominaban como "la maldición del cazador".

—Soy yo, Astrid.— Insistió Ragnar acercándose a su hija y viendo la expresión de decepción en su rostro. —Pero no he venido a recriminarte nada de lo que tu madre nos ocultó.— Añadió comprendiendo lo que la chica quería decirle.

—Y-yo no lo sabía.— Empezó a decir nerviosa de que su padre la terminara odiando como Mikael odiaba a Klaus, jamás se perdonaría que alguno de sus padres la odiara. —J-jamas dude de ella.— Añadió.

—Lo se, pero ambos sabemos el peligro que supone una criatura así, el peligro que supone para tus hermanos.— Insistió Ragnar mientras se acercaba a ella para poder tranquilizarla.

—Pero no puedo renegar de ello, y más cuando aún mantengo el hechizo que madre me impuso, no se lo que terminara pasando mañana por la noche.— Explicó mostrando el miedo que tenía con respecto a lo que ocurriría en la siguiente noche, tenía demasiado miedo como para ser consciente de lo que podría o no suceder.

—¿De verdad quieres asegurarte? ¿Realmente quieres convertirte en una de esas criaturas?— Preguntó su padre haciendo referencia a los hombres lobo, aquellas criaturas que siempre llamaron su atención, pero a las que respetaron con gran temor conscientes de lo salvajes y peligrosas que podían ser para cualquiera, pues cuando el hombre se convertía en bestia el sentido común desaparecía, y no había posibilidad alguna de que hallarán razón alguna. —Entonces sabes lo que hay que hacer, debes de hacerlo.— La pidió al ver que Astrid no quería convertirse en una de esas atroces criaturas.

—Pero...— Empezó a decir la híbrida sabiendo que no podía renegar de una parte de si misma, una parte que aunque la avergonzaba, daba explicacion a muchos actos de su comportamiento así como a la marca que descansaba en su hombro derecho desde que había nacido.

—Astrid debes de hacerlo. Por el bien de todos, por tu bien.— Insistió Ragnar sabiendo que solo él la convenceria de tomar una decisión como aquella.

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Mystic Falls, actualidad.

—Esto sería mucho más civilizado si me invitarais a entrar también.— Comentó Klaus al ver a Astrid salir junto a Stefan de la casa se los Gilbert, mostrando su descontento con el hecho de que ella tuviera permitido pasar y él no.

—Yo no les amenazó de muerte día sí y día no.— Respondió la híbrida con obviedad, mientras intentaba mantener alejado de su cabeza aquel recuerdo que tenía con su padre la tarde antes de la luna llena, tal vez ese era uno de los momentos de los que más se avergonzaba, así como agradecía a Elijah que impidiera que pusiera sobre si misma la maldición que Esther le impuso a Klaus, pero en este caso las situaciones eran diferentes.

—Ya hago bastante hablando contigo, ¿que sabes?— Intervino Stefan mirando a Klaus, mostrando que los demás no estaban muy contentos con el hecho de que Stefan no solo hubiera pasado tiempo con Klaus, sino también que les ocultara información sobre Los Cinco y la cura.

—Mate a los cinco cazadores originales.— Le recordó Klaus, para luego ver la expresión de Astrid, la cual tenía una ceja encarnada, en señal de que él no había matado al grupo al completo, ya que se le escapó uno. —Bueno, a cuatro de ellos. No hay que quitarte tu mérito, amor.— Se corrigió mientras la híbrida soltaba un suspiró de desesperación, ya que aquel tema no era, precisamente, uno que la gustará tratar.

—Cuando matas a un cazador hay ciertas consecuencias.— Le explico Astrid a Stefan sabiendo que Klaus seguiría desvariando sin decirle la verdad, o por lo menos lo que la podría terminar pasando a Elena.

—¿Qué consecuencias?— Preguntó Stefan confundido y preocupado por lo que la podría terminar pasando, ya que era evidente de que algo estaba ocurriendo ya.

—Los brujos los hechizaron para que mataran a vampiros, y si evitas que uno cumpla su destino acabará contigo.— Explicó en esta ocasión Klaus, esperando que el menor de los Salvatore comprendiera que lo que Elena había hecho, había sido desencadenar un problema que la perseguirá hasta que pusiera fin a su vida.

—¿Cómo? Connor ha muerto.— Alegó Stefan sin comprender como es que Connor iba a conseguir matar a Elena si ella le había matado a él primero.

—La muerte no le impedirá convertir a Elena en el último vampiro que mate.— Prosiguió Klaus con su explicación esperando que Stefan fuera consciente del grave peligro que corría. —Tendrá que venir conmigo, la encerrare y la mantendré alejada de objetos afilados.— Añadió mostrando que él quería ayudarla, pero lo que en realidad buscaba era una escusa para llevársela, esconderla y así cuando tuviera la cura dársela y seguir creando híbridos.

—No irá a ningún sitio contigo.— Intervino Stefan con seguridad.

—Si la dejamos sola se quitara la vida antes de que acabe el día.— Le informó Astrid sabiendo que cualquiera que matará a un cazador sería atormentado por él hasta que el responsable de su muerte hallara la muerte.

—Elena es muy fuerte.— Afirmó Stefan creyendo que la réplica sería capaz de lidiar con aquello, lo que él desconocía es que aquello iba más allá de sus fuerzas, pues el cazador podía adquirir cualquier forma para conseguir su objetivo.

—¿Ah sí?— Preguntó Klaus sorprendido. —Créeme que esto es por su bien.— Añadió esperando que el menor de los Salvatore fuera consciente de todo lo que podia estar pasando, ninguno de ellos podría impedir algo que podría definirse como imposible.

—¡Elena!— Exclamó Damon justamente cuando está salía fuera de la casa, haciendo que Klaus aprovechará la oportunidad y se la llevara.

—Y se la llevó.— Respondió Astrid mientras agachaba la cabeza abatida.

—Tu mataste a uno de Los Cinco, ¿también sufriste alucinaciones?— Quiso saber Stefan sabiendo que la otra fuente de información aparte de Klaus era Astrid, y ella les daría toda la información que necesitaban.

—Fue el primer ser humano que mate, con él desperté la maldición del hombre lobo.— Admitió Astrid mientras se sentaba en las escaleras del porche, recordando demasiado bien aquel momento en el que sus ojos se iluminaron por primera vez y el gran secreto de su madre, finalmente, veía la luz del día.

—¿Estuviste cien años sin matar a nadie?— Preguntó Damon incrédulo de qué hubiera tardado tanto en matar a alguien.

—Sabía controlarme, y beber hasta un límite. Mi padre me obligó a aprender rápido.— Explicó Astrid con respecto a cómo es que había sido posible que no hubiera matado a nadie en tanto tiempo. —Pero Klaus tiene razón, matar a uno supone que quieras quitarte la vida.— Añadió sabiendo perfectamente el gran peligro que Elena corría, el peligro que ella suponía para si misma.

—¿También os afectó?— Preguntó Stefan queriendo toda la información posible, e incluso la forma en la que ellos dejaron de ser atormentados por el espíritu del cazador.

—A Klaus por más de cincuenta años, en mi caso no duró tanto. La primera luna llena casi hago que una bruja me pusiera la maldición, a pesar de que sabía que no tendría todas mis habilidades de mujer lobo por el hechizo que aún perduraba en mi.—  Admitió la híbrida mientras mantenía su mirada en el anillo de día que descansaba sobre su dedo.

—¿Y por qué lo ibas a hacer?— Preguntó Stefan mostrando, ahora, curiosidad respecto a las acciones de su amiga

—Tras ver la imagen de tu padre tras más de cien años sin verle y tras descubrir que no eres su hija de sangre, accedes a hacer cualquier cosa con tal de que aquello termine. Una parte de ti siente como empiezas a enloquecer, terminas confundiendo lo que es real de lo que no, y para mi fue muy real.— Explicó, mostrando que aquella parte de su pasado la avergonzaba, a fin de cuentas ella siempre creyó ser una persona que muy en el fondo no era, y comprendía demasiado bien algunas acciones por parte de todos. Pero se alegraba de que su historia no fuera como la de Klaus, que sus hermanos y sus padres no fueran como los de él.

—¿Y como dejasteis que el espíritu de los cazadores dejará de buscar vuestra muerte?— Volvió a preguntar Stefan sabiendo que aquel factor era vital para poder salvar y ayudar a Elena.

—En mi caso fue después de transformarme en lobo, siempre pensé que mi madre intervino; con Klaus seguimos sin saberlo, de un día para otro volvió a actuar de una forma normal.— Explicó Astrid sabiendo que ellos, novecientos años después, desconocían el motivo por el que los espíritus se fueron.

—Define normal.— Pidió Damon con burla.

—Esto es serio, más de lo que puedes imaginar, Damon.— Afirmó Astrid preocupada. —Querrá quitarse la vida de cualquier forma, y teniendo en cuenta que es de día y hace sol, sacar deducciones vosotros solos.— Les informó mientras se ponía de pies y empezaba a marcharse

—¿A donde vas?— Preguntó Stefan confundido, ya que iba a necesitar su ayuda para poder dar con Elena.

—A ver si por casualidad mi madre tiene las respuestas a las preguntas de todos.— Respondió esperando que su madre, como muchas otras veces, tuviera las respuestas. —Sí necesitáis ayuda llamarme.— Les indicó mientras empezaba a caminar hacia su coche.

—Elena no te cae bien, ¿por qué la quieres ayudar?— La detuvo Stefan queriendo saber porque, tras todo lo ocurrió, Astrid seguía queriendo, a veces, ayudar a Elena.

—Yo sabía lo que era Tatia, ella no fue la primera réplica, sino una de tantas, como Katherine y como Elena; cuando murió y supimos que éramos inmortales, Leo y yo prometimos que ayudariamos a una réplica si estaba en nuestras manos.— Admitió la híbrida, haciendo que Stefan comprendiera que las réplicas eran más antiguas de lo que los Originales, la mayoría de ellos, creían.

—Por eso salvaste a Katherine, y por eso te quedaste a ayudar.— Asumió al comprender todos los actos que su mejor amiga jamás hecho.

—Mi madre descendía de un linaje muy antiguo y poderoso de brujas, sabía lo suficiente como para comprender las cosas.— Le informó con una sonrisa, para después dirigirse a su coche y subirse en él, sabiendo que debían de dar con todas las respuestas, en especial con la forma de evitar que el cazador obligará a Elena a suicidarse.

★★★

No lo voy a negar, este capítulo es muy revelador. Aunque no tanto como el próximo.

Bueno, centrándonos en este. Creo que lo primero que hay que aclarar es el flahback, sin duda el personaje de Ragnar será importante, y sabréis más de él en la siguiente parte, cuando tenga ciertas apariciones, junto al padre biológico de Astrid.

Con respecto a lo que ella hace..., bueno sin duda es algo lógico, pero os aclaro dos cosas, elegí a Elijah más que nada para mostrar esa unión que tenían, y para dar más incapie a lo que suceda en Forever and Always (ya lo iréis viendo venir). Y para aclarar una posible pregunta, es Leo quien pasa la primera luna llena con ella, se que queréis que fuera Klaus pero... no creo que tuviera un momento de lucidez solo para ello.

Con respecto al resto del capítulo, ya sabéis que adoro a Stefan, más que q Damon y estoy orgullosa de ello porque Stefan me parece muchísimo más interesante, se que muchos no opináis igual. Pero yo solo hablo del personaje no de las relaciones, y de elegir me quedo con Klefan XD.

Vale, al tema, no es una escena en sí importante, pero sí se descubren dos cosas. Primero que el menor de los Salvatore todavía se preocupa por su mejor amiga, y segundo, el tema de Tatia. Por supuesto, teniendo en cuenta que ellos descienden de Silas (creo que ya es obvio) saben de los Doppelgänger, por supuesto no saben la importancia que tienen con ellos, pero saben que existen. De ahí que Astrid ayudará a Katherine y a Elena, aunque lo de Katherine fue también porque Klaus la hirió; y lo de Elena para joderle, las cosas como son.

Con respecto al próximo capítulo, se van a desvelar MUCHÍSIMAS cosas, y no os niego que hay comentario de Klaus fingiendo estar celoso.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️