—— THE FIVE ——

—¿Las camas de tortura no son de la Edad Media?— Preguntó Astrid viendo que Klaus había atado en una a Connor, el cual parecía estar muy enfadado con la situación que parecía estar viviendo.

—Es una forma de mantener a nuestro invitado a buen recaudo.— Comentó Klaus mientras ambos se percataban de que había alguien más allí. —Voy a tener que reforzar el dispositivo de seguridad.— Sugirió Klaus mientras se daba la vuelta y veía a Stefan.

—Iba a llevármelo, pero pensé que te tenía que haber costado atarlo en tu habitación roja del dolor.— Comentó el menor de los Salvatore haciendo reír a Astrid con su comentario.

—Es de la Inquisición, me parecía que tenía su punto.— Comentó el híbrido con obviedad.

—¿Qué le has sonsacado?— Preguntó Stefan queriendo saber todo acerca del cazador y de los misteriosos "Los Cinco", ya que parecía que tanto Astrid como Klaus parecían saber bastante sobre ellos.

—No lo suficiente, por eso he hecho venir a Astrid.— Alegó Klaus haciendo que la aludida pusiera los ojos en blanco, aunque supiera infringir dolor, aquello era muy diferente. Se trataba de un descendiente de la primera generación de cazadores, fuera lo que fuera que pudiera estar sucediendo, aquello tenia pinta de que era grave, y más aún si alguno de ellos decidía matarlo.

—El caso es que no habla sobre la explosión del consejo, ni suelta prenda sobre ese mal mayor que nos tiene que hacer temblar a todos.— Añadió Astrid mientras se cruzaba de brazos, pensando seriamente en lo que su madre la había dicho, ¿es posible que estuviera relacionado? Pero de ser así, ¿que relación podrían tener su hermano y ella en todo ello?

—¿Qué haces fisgoneando?— Preguntó está vez Klaus mirando al vampiro.

—Verás, no puedo decirlo delante de él. Como os imagináis a nuestro amigo no se le puede obligar.— Añadió con obviedad, mientras los dos híbridos intercambiaban una mirada sabiendo que tarde o temprano Stefan exigiría saber que clase de cazador era aquel y que eran, en concreto, Los Cinco.

—Estas lleno de misterios, ¿no?— Inquirió Astrid mientras le miraba con seriedad, mientras dejaba, por unos segundos, que sus ojos cambiaran de color, recordando demasiado bien la primera vez que mató a alguien, y por suerte o por desgracia suya fue uno de ellos.

—Ya os he dicho que no se nada.— Insistió el cazador sin saber muy bien que iba a ser de él, ya que sabía perfectamente que de los tres vampiros, dos de ellos eran Originales, los cuales eran muy difíciles de liquidar.

—Por suerte nosotros sabemos mucho.— Sonrió Klaus mostrando la gran ventaja que tenía el hecho de haber vivido mil años. —¿Vamos?— Le indicó a Stefan, haciéndole pasar a la sala contigua, para poder hablar con mayor comodidad. —¿A que viene este hallanamiento?— Preguntó el híbrido con curiosidad, sabiendo perfectamente a que se debía a que él estuviera allí.

—Damon dice que sabéis algo sobre ese tío.— Empezó a decir Stefan, mientras miraba a Astrid la cual evidenciaba sus evidentes sospechas. —Debi de sospechar de Klaus en cuanto curó a Elena del veneno de hombre lobo sin pedirnos nada a cambio.— Añadió haciendo sonreír al Original.

—Me sentía benevolente.— Afirmó Klaus haciendo que los dos sobrenaturales le mirasen con obviedad, ya que Klaus nunca había sido benevolente.

—Nunca has sido benevolente.— Alegó Astrid dando a entender que aquello no se lo creía nada, ni él mismo lo hacía.

—¿Quien es este tío? ¿Quiénes son los cinco?— Preguntó Stefan queriendo saber que era lo que estaba pasando, o por lo menos apunto de suceder.

—Demasiadas preguntas.— Intervino Klaus.

—Pero por suerte hoy no tengo nada que hacer, excepto sacaros respuestas.— Respondió Stefan mientras se sentaba en uno de los sillones a la espera de que alguno de los dos decidiera compartir con él aquella información.

—Bien, puedes serme útil para convencer a mi hermana de que coopere.— Alegó Klaus mostrando que quería que le ayudará a reconciliarse con Rebekah, tarea que no iba a ser nada fácil para él.

—La hermandad de los cinco era un grupo de caza vampiros sumamente expertos, nuestros caminos se cruzaron en el siglo doce, en Italia.— Empezó a decir Astrid sabiendo que había llegado el momento de desvelarle una parte de la historia a Stefan.

—Habíamos seguido a los normandos cuando conquistaron el sur, alimentándonos y convirtiendo a nuestro paso.— Prosiguió esta vez Klaus con la explicación. —Pero el derramamiento de sangre nos expuso.—Añadió haciendo que Astrid pusiera una mueca de duda, ya que no eran todos los responsables de aquello, pero al estar todos juntos, podían verse vulnerables.

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Italia, 1114.

—Creerme, amigos. Estos demonios viven entre vosotros, fingen ser humanos.— Dijo un hombre desde lo alto de una plataforma mientras mostraba en cada extremo, los cadáveres de cuatro vampiros. —Mirarlo con vuestros ojos.— Les pidió mientras abría el cajón que estaba en el centro, de donde salió un quinto vampiro el cual empezó a quemarse en cuanto su cuerpo entró en contacto con la luz del sol.

—Esta dando un buen espectáculo.— Comentó Elijah mientras él y Klaus observaban todo ello desde un segundo plano bastante más alejados.

—No es nada, podría comérmelo hoy mismo.— Garantizó Klaus con seguridad.

—Haz caso de la advertencia.— Intervino en este momento Astrid, sabiendo que lo que menos les convenía era que aquellos cazadores supieran que ellos estaban allí.

—Entre tu aquí, y Kol y nuestro hermano en el este no habéis sido discretos.— Añadió esta vez Eliana, la cual estaba al lado de su hermana mayor, y defendía la postura que tanto Astrid como Elijah mantenían a la hora de mantener un perfil bajo.

—Eliana tiene razón, las historias de los Originales se están extendiendo.— Añadió Elijah sabiendo que si aquella información llegaba a los oídos equivocados, una vez más se verían en la necesidad de huir para proteger sus vidas de Mikael.

—Celebró tal infamia.— Sonrió Klaus orgulloso. —Pero si os preocupa la discreción reprimir a nuestra hermana.— Les indicó el híbrido mientras observaban que Alexander, el cazador, parecía haber conquistado el corazón de la más joven de los hermanos Mikaelson.

—No sospechara de nosotros llevando los anillos de día, pero sí de cualquiera que no sepa cubrir bien sus huellas.— Afirmó Astrid sabiendo que gracias a los anillos que todos tenían podían mantener una aparente vida normal, el problema podría ser cuando ese secreto dejase de serlo.

—No hay de que preocuparse, no puede matarnos.— Afirmó Klaus defendiendo su postura sin ser consciente de las grandes consecuencias que eso podría traerles.

—Pero si atrapa a uno y ven que no se quema y muere por una estaca común, deducirán lo que es evidente.— Añadió Elijah sabiendo que debían de mantener a aquel cazador, y a todos los que hubiera, cerca de ellos para saber cuál de cerca podían estar de descubrir la verdad.

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—Gracias por invitarme, Klaus. No estoy acostumbrado a tanto lujo.— Comentó Alexander, el cual estaba frente a Klaus, mientras que en cada costado se encontraban por un lado Elijah y Rebekah, y por el otro Astrid y Eliana.

—Que menos para agradecerte que nos hayas abierto los ojos a la verdad.— Intervino en esta ocasión Elijah, el cual era el que más interés, junto a Astrid, tenían sobre ellos.

—Nos gustaría saber más sobre tu orden.— Intervino en ese momento Astrid queriendo saber como se habían originado aquel peculiar grupo de cazadores tan experimentados. —Vuestra cruzada.— Añadió manteniendo una postura de seriedad, mientras intentaba deducir cual podría ser su objetivo en aquellos momentos.

—Somos cinco hombres, unidos por el fuego y el último aliento de una bruja por una causa.— Explicó con tranquilidad mientras alzaba su copa de vino para a continuación beber de ella. —La destrucción de los vampiros.— Añadió con una sonrisa mientras Klaus intercambiaba primero una mirada con su hermana y luego otra con Astrid, deduciendo cual era la postura de ambas.

—¿Y como esperáis conseguirlo?— Preguntó Elijah con curiosidad, mostrando una normal conversación sobre aquella misteriosa orden de cazadores de vampiros.

—Tenemos el arma suprema, para que ninguno pueda sobrevivir.— Afirmó Alexander sabiendo que con ella, la raza de los vampiros quedaría extinguida para siempre.

—¿Y de qué trata esa arma?— Preguntó por primera vez Klaus, sabiendo que esa misteriosa arma podría ser un inconveniente para ellos, los Originales, pero también sabía que no se trataba de una estaca de roble blanco porque el árbol ya no existía, únicamente sus cenizas.

—No puedo desvelarla, mis hermanos y yo hemos hecho un voto de silencio. Siento mucho no compartir con vosotros esa información.— Se disculpó Alexander, mostrando que tenía un voto de silencio por el que a ellos no les desvelaria nada, pero tal vez sí a una persona: Rebekah.

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—¿Qué ha pasado?— Preguntó Klaus desconcertado, mientras Astrid examinaba la daga que escasos segundos atrás el híbrido había extraído de su pecho.

—Son dagas de plata con ceniza del roble...— Murmuró al reconocer el arma, pero también reconociendo aquel peculiar detalle. —Nos han encontrado.— Afirmó mientras alzaba la cabeza y le miraba preocupada, ya que si les habían atacado a ellos, eso significaba que habían dado con todos los demás.

—Rebekah.— Dijo Klaus mientras se lamentaba, mostrando en su expresión de enfado, ya que sabía perfectamente quien había sido el cabecilla de todo ello.

—Nik, antes de que hagas una locura, piénsa bien lo que vas a hacer, por favor.— Le pidió Astrid interponiendose en su camino, esperando poder evitar cualquier acto atroz que se estuviera replanteando llevar a cabo.

—Nos ha traicionado, a todos. Nos han apuñalado.— Alegó el híbrido esperando que Astrid fuera consciente de sus actos.

—Tu lo has hecho con tu propio hermano.— Le acuso Astrid esperando que fuera consciente de ello.

—Pero no para matarnos o encerrarnos, voy a terminar con esto ahora mismo.— Sentenció Klaus pasando a su lado para terminar con lo que tenía que había puesto fin semanas antes.

—Iré a buscar al resto.— Murmuró Astrid mientras se acercaba a la primera habitación la cual era la de Elijah.

—Dagas de plata...— Murmuró el noble justamente después de regresar a la normalidad y ser consciente de lo que debía de haber ocurrido.

—¿Estas bien, Elijah?— Preguntó Astrid mientras le ayudaba a ponerse de pies.

—Sí..., ¿dónde está Niklaus?— Preguntó sabiendo de lo que su hermano menor podría llegar a hacer, a veces los impulsos del híbrido podían con él.

—Matando a Alexander.— Se limitó a responder Astrid sin saber las consecuencias que eso podría desencadenar.

—Iré a impedir que haga más locuras.— Suspiró Elijah mientras ambos tomaban caminos diferentes.

—Ey, ¿estas bien?— Le preguntó la vampira a su hermana pequeña preocupada por si la hubiera ocurrido algo más.

—¿Qué ha pasado?— Preguntó Eliana confundida.

—Nada de lo que debas preocuparte.— La tranquilizó mientras la dedicaba una pequeña sonrisa sin saber muy bien si hacía bien o no en decirla lo que realmente había ocurrido.

—Por favor, prométeme que no me volverá a pasar.— La pidió Eliana justamente después de abrazar con fuerza a su hermana mayor, haciendo que Astrid la devolviera el gesto.

—No te preocupes.— La tranquilizó Astrid sin saber si esa promesa podría o no cumplirla.

—Tu camisón... también tiene sangre...— Observó Eliana al ver la marca de sangre seca que había en mitad del camisón de su hermana, la cual cuadraba con la que Eliana tenía en el suyo.

—No has sido a la única a la que han atacado.— La explicó sabiendo que no podía proteger a su hermana omitiendo toda la información.

—¿Qué? ¿Estáis todos bien?— Preguntó preocupada sin saber que también Kol y Leonidas, los cuales no estaba allí, habían sido atacados con las mismas dagas.

—Sí, estamos bien.— La tranquilizó su hermana mayor, justamente cuando alguien disparaba una flecha, la cual se clavó en el hombro de la mayor.

—¡Astrid!— Exclamó la menor asustada mientras ambas observaban al cazador que había entrado en la habitación.

—Vete, Eli.— La pidió su hermana mayor sabiendo que aquello solo podría terminar de una única manera.

—¡Hay aquí uno!— Gritó el cazador esperando que el resto de sus compañeros fueran en su búsqueda, lo que él desconocía es que estos habían dado con un destino que les había conducido hasta la muerte.

—Marchate.— Volvió a ordenarla a su hermana, haciendo que la menor de las hermanas se moviera a velocidad vampirica, dejando en la habitación a la vampira y al cazador.

—Están por todas partes.— Dijo Eliana al ver a Klaus, el cual estaba lleno de sangre como todos.

—¿Y Astrid?— Preguntó preocupado al no verla con ella.

—En mi habitación.— Respondió Eliana asustada por lo que podría haber ocurrido.

—¿Estas bien?— Le preguntó Klaus a Astrid justamente antes de abrazarla y de ver que la rubia había acabado con la vida del cazador, por primera vez en cien años Astrid había matado a alguien.

—Algo no está bien.— Murmuró mientras sentía un terrible dolor en su pecho que la obligó a flexionarse al mismo tiempo que sus ojos se iluminaban de un intenso color dorado, hecho que sorprendió a Klaus y a Eliana los cuales se miraron al comprender que Astrid no era solamente un vampiro, también era medio mujer lobo.

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Actualidad.

—¿Esos cazadores existen desde hace novecientos años?— Preguntó Stefan sorprendido.

—Eso parece.— Respondió Astrid con tranquilidad.

—Pero nuestro amiguito es el primero que vemos desde entonces, la pregunta es ¿dónde se han metido todos estos años?— Explicó Klaus sabiendo que debían de dar con las respuestas a aquellas preguntas, y sobretodo a la gran pregunta, el significado del tatuaje.

—¿Y Rebekah tuvo algo con alguno de ellos?— Preguntó Stefan asumiendo algo que era muy evidente.

—No solo tuvo algo, se enamoro de él.— Rió Klaus. —Él le contó sus secretos y los compartiremos encantados contigo a cambio de que hagas algo por mi.— Añadió el híbrido esperando que Stefan consiguiera lo que él no podría llegar a hacer.

—¿Qué quieres?— Preguntó Stefan confundido.

—Que me traigas a Rebekah, es testadura y rencorosa.— Empezó a decir el híbrido.

—Tiene a quien parecerse.— Murmuró Astrid haciendo que el Original le mirase con una expresión de pocos amigos tras su comentario.

—Y necesito hacer las paces con ella.— Prosiguió con su explicación. —Quiero que me de una información de suma importancia sobre el cazador, y no lo hará a menos que crea que nos hemos reconciliado.— Añadió sabiendo que esa información no solo le ayudaría a él, sino a todo aquel que quisiera aquella mortífera arma que Los Cinco tenían.

—¿Y... que ganó yo con esto?— Preguntó Stefan desconfiando de lo que Klaus le estaba diciendo.

—Traela aquí y te lo contaremos.— Sentenció el híbrido con firmeza.

—Y Stefan créeme cuando te décimos que ese cazador es la respuesta a tus plegarias.— Intervino esta vez Astrid sabiendo que la gran arma de Los Cinco era la forma que ellos necesitaban para recuperar a Elena.

★★★

Estaba deseando llegar a este flashback porque asumo que todos estabais ansiosos por saber cual fue el motivo que llevó a Astrid a matar. Aunque era evidente, ¿no?

Sin duda el capítulo de hoy está muy centrado en la serie, es inevitable para mi desgracia, pero sí es cierto que el flashback de Astrid rompiendo la maldición le da un giro a todo.

Además de que la escena con Klaus..., no se si la relación parece distinta o no, pero espero que lo parezca.

Bueno, el tema de los Cinco siempre me ha parecido muy interesante, y lamento que no le dieron la importancia que merecía como tal, pero que se le va a hacer.

Aún así estoy deseando avanzar más con la trama de la parte de la historia, porque creo que entenderéis todo lo que va a pasar al final. Además de que bueno, sabéis que le gusta unir y enredar todo, y no podéis haceros una idea de lo unido que esta todo esto.

Hay una cosa que sí quería comentar, cuando Stefan dice lo de la habitación del dolor, no se porqué pero pensé en Christian Grey... y bueno, cosas turbias aparecieron en mi cabeza, pero bueno esto es Wattpad alguien ya habrá creado la versión 50 sombras de Klaus, no tengo pruebas, pero tampoco dudas así que... bueno.

Ya para terminar, me indigna los pocos flashback que hay en la serie, osea yo quería haber visto más de los Mikaelson en sus mil años de vida pero... por desgracia eso no va a ser posible. Aunque sí tengo flashbacks por ahí, como por ejemplo el primer vampiro de la línea de Astrid. Un personaje al que vais a adorar.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️