CAPÍTULO 4: THE TRUTH
—— THE TRUTH ——
—Hola, otra vez.— Dijo Elijah al ver aparecer a Elena.
—Decirme, ¿cual es la maldición de Klaus?— Quiso saber Elena haciéndo que los dos Originales se mirasen.
—Por favor.— Elijah le hizo un gesto a Elena para que tomara asiento, acto que la chica obedeció. —Nuestra familia estaba muy unida, pero Klaus y mi padre no congeniaban. Al convertirnos en vampiros, supimos la razón, Klaus no era hijo de mi padre. Mi madre le había sido infiel años antes, había sido su secreto más oscuro. Klaus era de otra estirpe. Por supuesto, al descubrirlo mi padre persiguió y mató al amante de mi madre y a toda su familia.— Explicó el vampiro haciendo que Astrid recordara que su historia aunque no era del todo idéntica a la de Klaus ambos compartían una realidad: no eran hijos de los padres que les habían criado.
—Sin darse cuenta de que iniciaba una guerra entre especies que se libra hasta el día de hoy.— Añadió Astrid alzando la cabeza y mirando a Elena.
—¿Una guerra entre especies?— Preguntó la chica confundida, al no comprender lo que estaban insinuando.
—Los vampiros y los hombres lobo.— Respondió Astrid con tranquilidad.
—¿El verdadero padre de Klaus era de un linaje de hombres lobo?— Preguntó Elena sorprendida. —Entonces, ¿que es Klaus? ¿Hombre lobo o vampiro?— Quiso saber confundida al no comprender nada.
—Ambos.— Volvió a decir Astrid.
—Un híbrido sería superior a cualquier hombre lobo o vampiro. La naturaleza no tolera tal desequilibrio de poder, así que los brujos, sirvientes de ella, dejaron la parte de hombre lobo de mi hermano dormida.— Explicó Elijah con tranquilidad, mientras miraba a las dos chicas, sabiendo que Astrid, a pesar de su condición híbrida, jamás había creado a un híbrido, de hecho no se sabía que existía otro híbrido, porque ella siempre había sido muy cuidadosa con ello.
—¿Esa es la maldición que quiere romper?— Preguntó Elena esperando que los dos Originales la dieran toda la información que necesitaba para poder entender que función tenía en todo ello.
—Quiere despertar su parte de hombre lobo, si lo consigue Klaus tendrá su propio linaje, creara a su propia raza y pondrá en peligro no sólo a los vampiros, sino a todos.— Prosiguió Elijah sabiendo que las aspiraciones de su hermano sobrepasaban las de cualquiera que tuviera algo de lógica.
—Pero le ayudasteis.— Les acusó Elena, haciendo que ambos se mirasen.
—Le ayudamos porque le queríamos.— Puntualizó Astrid sabiendo que la mayor debilidad de un vampiro eran los sentimientos, y él lo dejó claro cuando antepuso todo al bien común entre él y todos aquellos que le querían.
—Pero eso ha cambiado, debe morir.— Añadió Elijah sabiendo que la única forma de parar aquello, era matando a Klaus.
—Tenemos la daga para acabar con él.— Alegó Elena mostrando que ya tenían una ventaja contra Klaus.
—Si hieres a un hombre lobo con plata se cura, y lo único que mata a un Original son las cenizas de un roble en una daga de plata. ¿Ves el enigma?— Inquirió el noble esperando que la réplica fuera inteligente y comprendiera lo que estaba pasando.
—La daga no sirve.— Aclaró Astrid acomodandose en el sofá.
—¿Estáis diciendo que Klaus no puede morir?— Preguntó Elena algo aterrorizada al saber que podía existir aquella posibilidad.
—Hay un modo de matar a toda especie sobrenatural, a manos de los sirvientes de la naturaleza.— Aclaró Elijah, sabiendo que los únicos que podían hacerlo eran los que, de alguna forma, desencadenaron todo.
—Un brujo. Si puede canalizar suficiente poder, pero le mataría.— Murmuró Elena recordando lo que la había pasado a Bonnie por intentar ayudarla y, en su defecto, protegerla.
—La maldición debe de romperse durante la luna llena. Cuando Klaus este en transición, ese es su momento más vulnerable. Un brujo con mucho poder puede matar a Klaus.— Intervino Astrid haciendo que Elena y Elijah la mirasen, ya que ninguno de los dos sabía que en el momento que más fuerte sería también sería en el que más vulnerable podría estar.
—Y si te dijera que conocí a una bruja capaz de canalizar ese poder.— Inquirió Elena mirando a Elijah, mientras Astrid se daba cuenta de a quien se estaba refiriendo la morena.
—Te diría que hay algo más que debes saber.— Añadió Elijah sabiendo que debían de decirla a Elena todo, o casi todo, lo que sabían.
—Existe una forma de evitar que la réplica muera.— Añadió Astrid mientras se ponía de pies y se acercaba a los dos.
—¿Hay una forma de salvar la vida de la réplica?— Preguntó la chica sorprendida de que existiera una forma, que no fuera volverse vampiro, para seguir con vida.
—Sí, Elena. Así es.— Afirmó Astrid verificando lo que Elijah y ella insinuaban, a fin de cuentas ninguno de ellos quería que Klaus tuviera todo su poder de vuelta.
—Pero por desgracia Katerina y Astrid tomaron cartas en el asunto primero.— Puntualizó Elijah haciendo que Astrid se escogierade hombros, ya que aunque aquel plan podía haber funcionado, ¿que hubiera pasado? ¿Qué hubiera sido de ellos y de cualquier criatura? Vivirían bajo el poder de un dictador que únicamente quería cumplir con sus propósitos, sin importar cuantas vidas quedarán por el camino. —Creo que ya sabes lo que pasó.— Añadió el noble ofreciendo a Elena la chaqueta que está se había quitado.
—La querías, ¿verdad?— Inquirio Elena mirando a Elijah y haciendo una referencia a Katherine.
—Es un error común, y ninguno de los dos le volveremos a cometer.— Garantizó el vampiro hablando en su nombre y en el de Astrid.
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—Parad.— Les pidió Elena a Stefan y a Damon los cuales se estaban peleando.
—¿Le has invitado a pasar?— Preguntó Damon sorprendido de ver allí a Elijah.
—Hemos renovado los términos de nuestro acuerdo.— Se limitó a decir Elijah.
—¿Enserio?— Inquirió Damon sin creerse ni una sola palabra de lo que el Original estaba diciendo.
—No sufrieris ningún daño por mi parte o por parte de Astrid.— Prosiguió mientras la rubia se ponía a su lado. —Solo he pedido una cosa a cambio.— Añadió el vampiro con tranquilidad.
—¿Cuál?— Quiso saber Stefan, el cual parecía ser el más sensato de los dos Salvatore en aquellos momentos.
—Una disculpa.— Pidió Elijah sorprendiendo a los dos hermanos.
—¿Una que?— Preguntó Damon sin creerse lo que acababa de pedir Elijah.
—Te pido disculpas por haber participado en tu muerte, lo hice para proteger a Elena. Y siempre protegere a Elena.— Dijo Stefan acercándose a Elijah el cual hizo un gesto de que las aceptaba.
—Lo entiendo.— Respondió el noble comprendiendo las acciones del vampiro, tanto él como Astrid hubieran llegado a hacer lo mismo.
—El sacrificio tendrá lugar, Damon. Bonnie podrá matar a Klaus sin sufrir daños. Y Elijah y Astrid saben como salvarme la vida. Te dije que encontraría otra forma y lo he hecho.— Le informó Elena al pelinegro esperando que este cediera.
—¿Es cierto?— Preguntó Stefan sorprendido.
—Así es.— Habló por primera vez Astrid.
—¿Y confías en ellos?— Preguntó Damon mirando a Elena.
—Sí.— Respondió la humana con seguridad.
—Iros al infierno.— Sentenció Damon para después marcharse.
—Esta furioso conmigo ahora mismo, pero entrará en razón.— Garantizó Stefan mirando a los tres, en especial a Elijah el cual le recordó, aquella situación, a las tantas veces que él y Klaus discutían y todas esas veces que excuso su comportamiento.
—Es posible.— Admitió Elijah esperando que así fuera.
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—Quien diría que acabaríamos en bandos opuestos, ¿no crees, amor?— La voz de Klaus hizo que Astrid se diera la vuelta, observando que él había regresado a su cuerpo original.
—¿Ya te has aburrido del cazador?— Preguntó la híbrida mientras se cruzaba de brazos y le miraba.
—Era inservible, pero entretenido por la forma en la que escondía tan bien sus armas.— Admitió el híbrido sonriendo, mientras que la expresión de Astrid se mantuvo igual, sin mostrar ninguno otro gesto que no fuera la seriedad.
—¿Qué quieres Klaus?— Preguntó la rubia queriendo que fuera directo.
—Hablar, como verás vengo solo, en son de paz.— Se adelanto a decir, sabiendo que lo que menos le convenia era la cólera de Astrid, menos aún cuando todavía era un simple vampiro.
—Eso es raro en ti, normalmente apuñalas a la gente y en su defecto sino les puedes matar les metes en ataúdes.— Le atacó la vampira haciendo que él fingiera una mueca de haberse ofendido por su comentario.
—Como verás no te guardo rencor por lo que hiciste.— La tranquilizó, pero a Astrid la dio igual todo, lo unico que la haría feliz era verle muerte, esa era la única paz que tendría.
—Podrías preguntárselo a mis hermanos.— Le aconsejo. —Ah, no. Que están en el fondo del mar, criando coral encima de ellos.— Puntualizó sarcásticamente. —¿Para que lo haces, Klaus? ¿Para castigarme?— Preguntó mientras ponía una mueca de confusión. —Porque por lo que veo el que se ha quedado solo has sido tú.— Terminó de decir, haciendo que la expresión de él se oscureciera al escucharla decir aquello, ya que una de las cosas que más aborrecia el híbrido era la soledad, porque entonces Mikael tendría razón, cuando decía que se quedaría solo.
—Vengo a negociar. Mi ayuda por la tuya.— Respondió intentando mostrar que el comentario de ella no le había hecho daño, pero era evidente que así había sido, y Astrid era consciente de ello.
—¿Para que iba a querer yo tu ayuda?— Preguntó la chica confundida, ya que Klaus no tenía nada que pudiera interesarla, lo único que tenía en su poder eran los ataúdes con sus hermanos y sabía, como Elijah, que estaban perdidos en el fondo marino.
—Si mal no recuerdo tu madre también fue una bruja, muy habilidosa, y no creo una maldición sobre ti. Durmió algunas de tus habilidades de mujer lobo, hasta que te volviste vampiro. Y si en estos quinientos años no has hecho nada al respecto algunas de ellas siguen en estado latente.— Explicó, haciendo que Astrid comprendiera que lo que quería era que ella se volviera una híbrida por completo, pero el problema era que no quería. Ser un vampiro con el plus de volverse, únicamente, un lobo cada determinado tiempo era suficiente para ella. Ella no quería el poder curar a los mordidos por una mordida, y ni sabía si podría transformar a otros, a ella todo aquello la daba igual.
—¿Y para que iba a querer yo recuperarlas?— Preguntó Astrid mostrando que no tenía interés alguno en volverse una híbrida de forma completa.
—Piensa en lo imparables que seríamos.— Insistió Klaus esperando que la vampira fuera igual de ingenua que tiempo atrás, pero Astrid jamás fue ingenua, ella siempre creyó en lo que Klaus podía conseguir, hasta que comprendió que si no lo conseguía de una forma lo haría de otra, y teniendo en cuenta a una única persona: él mismo.
—Ya no me creo tus cuentos de grandeza, Klaus. No voy a ponerme de tu parte en esta pelea.— Respondió Astrid mientras seguía manteniendo una distancia prudente de él, por muy en son de paz que el híbrido dijera que tenía, nunca había que creerle.
—No vais a detenerme.— Aseguró sabiendo que conseguiría su objetivo tarde o temprano.
—Bueno, tal vez ellos no. Pero yo lo haré. Aprendí mucho sobre la venganza tras quinientos años a tu lado, así que... tal vez me haya vuelto más creativa maquinando la tuya.— Sonrió Astrid con maldad, sorprendiendo al híbrido aquella nueva faceta que nunca, jamás, había llegado a ver en ella tras tantos años juntos. Y eso, muy en el fondo, le gustó. Por qué confirmaba que no eran tan diferentes como Astrid quería dejar ver que eran.
★★★
Adorais la conversación de ambos y no podéis negarlo.
Bueno vale, retomando el capítulo, ya queda menos para que Klaus sea un híbrido por completo y para que todos sepan que Astrid es híbrida.
Y hablando de su doble naturaleza voy a explicar una cosa. La madre de Astrid era una bruja, y sabía de su doble naturaleza, y para evitar que los del poblado lo supieran las oculto con un hechizo, cuando se vuelve vampiro y mata a su primera víctima sólo desencadena dos habilidades la mordida mortal para los vampiros y la capacidad de volverse un lobo, pero sólo por un periodo de tiempo, no tiene el control de Klaus, por lo menos no todavía.
El tema de que Astrid rompa su lado de híbrida, será un tema muy tratado hasta que finalmente lo haga. Se que ya con esta revelación (evidente yo creo porque debe de surgir Hope), queréis saber porque, como, cuando y donde la rompe pero para descubrirlo tienen que pasar muchas cosas que cuando sucedan yo creo que os daréis cuenta de en qué momento será (soy bastante evidente a veces).
Bueno aclarado ese punto, creo que no hay que resaltar mucho del capítulo.
Se que queréis una conversación entre Stefan y Astrid, y llegará os lo prometo.
Y hablando de Stefan, tal vez no os hayáis dado cuenta de este detalle pero Lexi y Astrid sí se conocían, muy bien. Fueron inseparables, y la figura de Lexi en Love Story será importante para varios momentos en la vida de Astrid.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤
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