CAPÍTULO 36: THE GIRL WHO BREAK HER PROMISE
—— THE GIRL WHO BREAK HER PROMISE ——
Las botas de tacón de Astrid resonaron contra el suelo de madera mientras veía la gran cantidad de cadáveres que se amontonaban en todas partes, para en el centro de la sala encontrarse una bruja, la cual tenía un grimorio abierto y varias velas a su alrededor.
—¿Cómo lo llevas?— Preguntó Astrid acercándose a ella.
—Trabajaría mejor sin el olor a muerto.— Respondió la bruja intentando mantener la calma.
—Ya..., eso va a ser imposible. No voy a marcharme las botas moviendo cuerpos.— Respondió mientras se cruzaba de brazos intimidado a la bruja, la cual era consciente de que sí ella no rompía el hechizo que Astrid la estaba exigiendo la híbrida iría en busca de otro brujo que la hiciera el trabajo sucio. —Quiero el hechizo roto de inmediato.— Añadió con firmeza.
—Si te le puso tu madre no sería para algo.— Comentó la bruja sabiendo que aunque la tuviera miedo también era capaz de encararla.
—No estás aquí para darme advertencias. Hazle y, tal vez, me replantee dejarte con vida.— La dijo mientras se alejaba de ella esperando que la bruja se pusiera, de inmediato, a hacer el hechizo que Astrid quería. Finalmente había tomado la decisión de aceptar, por completo, su lado de mujer lobo.
—No les gustara a los espíritus.— La advirtió la bruja sabiendo las consecuencias que habría, ya no para Astrid, sino para ella.
—¿Crees que me importan sus castigos?— Preguntó riéndose mientras la miraba con obviedad, sobretodo teniendo en cuenta que ellos en aquellos momentos se estaban vengando de ella. —A ellos les debo esta nueva libertad, el dolor, el sentimiento de culpa y los remordimientos han desaparecido gracias a ellos.— Sonrió la rubia dando a entender que en aquellos momentos no le tenía miedo ni a nada ni a nadie, era al contrario, la humanidad debía de tenerla miedo a ella. —Lo que nunca me he atrevido a hacer, lo he hecho. Y se siente muy bien.— Garantizó sabiendo que aquella decisión de apagar su humanidad había sido de las pocas decisiones que había tomado bien a lo largo de sus mil años. —Así que, cariño, trabaja rápido, tengo una eternidad que disfrutar y no quiero desperdiciarla.— La advirtió mientras las venas de debajo de sus ojos se marcaban en señal de amenaza, haciendo que la bruja tragara saliva con dificultad ante el temor que suponía no complacer a la híbrida, porque aunque era evidente que moriría, sabía que si la ayudaba la muerte sería rápida, mientras que si por el contrario era al revés y no la ayudaba, sufriría una agónica y dolorosa muerte que lo más probable es que se prolongará por días o tal vez por semanas.
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—Si ha apagado su humanidad va a ser difícil hacer que la recupere.— Comentó Leonidas mientras se cruzaba de brazos, tras las noticias de que Astrid iba a haciendo grandes matanzas a toda clase de sobrenaturales y que además les quemaba, para no dejar constancia de lo que hacía.
—Conocí a alguien que le ayudaba al propio Stefan a traer de vuelta a la suya incluso cuando estaba sumido en su parte más oscura.— Interrumpió Klaus sabiendo que la única que podría ayudar a Astrid era Lexi, si ella había conseguido traer de vuelta a Stefan podría hacerlo con Astrid, el problema iba a ser dar con ella y encerrarla.
—¿Dónde podemos encontrar a esa persona?— Preguntó Carina dándose cuenta de que no podia abandonar a su suerte a los dos vampiros y menos aún dejar libre a una descontrolada Astrid que creía que tenia libertad para hacer lo que quisiera con quien quisiera.
—Esta muerta.— Respondió Klaus mostrando donde estaba el pequeño inconveniente que aquello les originaba.
—¿También te la has cargado?— Preguntó Leonidas haciendo una referencia a la de cientos o tal vez de miles de vidas que el híbrido había quitado, únicamente por molestarlo, interponerse en su camino o inclusive por mera diversión.
—Esta vez fue cosa de Damon.— Respondió el híbrido algo molesto por el hecho de que le hubiera inculpado de aquella muerte, aunque había que puntualizar que era lógico que lo pensara, tenía una lista muy larga de víctimas.
—Ah, estas hablando de Lexi, la amiga de mi hermana.— Alegó Leonidas al recordar a esa amiga de la que le habló su hermana, la cual había muerto a manos del mayor de los Salvatore para hacer que las dudas sobre si él o su hermano eran vampiros se disiparan del consejo tras los misterioso ataques que empezaron a ocurrir tras la llegada del mayor de los hermanos.
—Si tuviera algo de ella podría traerla, si por lo que Leo me ha dicho esa chica a ayudado a traer a un destripador, podría ayudar a Astrid.— Intervino Carina sabiendo que su única esperanza era traer de entre los muertos y por tercera vez a Lexi Branson.
—¿Y si tuviera ella algo que fue tuyo?— Preguntó Klaus al recordar el anillo que Astrid la había dado a Lexi, ese anillo que conectaba a la vampira directamente con la bruja.
—Entonces sí podría traerla.— Afirmó sin saber que objeto podría tener aquella chica que fue de ella, y de tenerlo era evidente que su primogénita se lo había proporcionado. La pregunta que la empezaba a atormentar era descubrir cual era ese objeto y el motivo por el que se le dio.
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—Ha sido difícil dar contigo, hermanita.— Comentó Leonidas poniéndose delante de Astrid la cual cambió su expresión al ver a su hermano pequeño.
—Es lo que pasa cuando no quiero que den conmigo.— Respondió la vampira mientras se quedaba en la misma posición, con los brazos cruzados a la espera de que él hiciera algo. —Creo que no fueron claros los mensajes que estuve dejando.— Añadió sabiendo que él no había ido solo, su hermano era demasiado cobarde e inteligente como para ir a por ella sin un savalguardias.
—Lo fueron, pero... no creías que te dejaría, ¿o si?— Inquirió el vampiro esperando que su hermana comprendiera que la buscaría todas la veces que hicieran falta, no se iba a librar de él tan fácilmente.
—Lo que espero es que vuelvas a un ataúd.— Sonrió divertida, haciendo que la expresión de su hermano se oscureciera al ver que jamás se hubiera esperando que ella le dijera algo así de cruel, pero había que entender que lo hacía sin humanidad, sin tener en cuenta si hacía daño o no, lo único que la interesaba era ella misma y los planes que pudiera estar teniendo.
—Vaya, eso duele viniendo de ti.— Comentó el moreno haciendo sonreír a la chica al ver que había cumplido con su propósito de hacerle daño.
—Una pena, ¿verdad?— Rió sarcásticamente mientras su expresión volvía a endurecerse intentando deducir cual iba a ser el movimiento de su hermano, porque era evidente el motivo por el que estaba allí.
—A Eliana no la gustaría que actuarás así.— Puntualizó esperando que nombrando a su hermana pequeña pudiera ver algún atisbo de esperanza de poder recuperarla sin tener que usar los métodos de Lexi.
—Eliana esta muerta, superalo.— Respondió la chica mostrando que la daba igual el hecho de que su hermana pequeña se hubiera sacrificado por ella.
—¿Cómo tu lo has hecho apagando tu humanidad?— Contraataco Leonidas mostrando que aquello no iba a terminar nada bien, pero en este caso quien no iba a terminar bien iba a ser su hermana.
—Cada uno busca sus propias soluciones.— Se limitó a decir la vampira.
—Lo has hecho porque no soportabas los remordimientos, ni los castigos que los espíritus te imponían.— Afirmó su hermano sabiendo que aquello se había mucho más personal, sobretodo tras todos los comentarios que su hermana mayor había estado haciendo.
—Gracias a ello ya no tengo que preocuparme por vosotros, y eso sí era exhaustivo.— Rió dando a entender que para ella sus hermanos, esos hermanos a los que adoraba, eran dos cargas de las que finalmente se había conseguido deshacer.
—No vas a salir de aquí, amor.— Intervino en ese momento Klaus poniéndose detrás de Astrid haciendo que esta se diera la vuelta para mirarlo.
—¿Creéis que entre los dos podéis pararme?— Preguntó riéndose. —Vamos a ver quien aguanta más.— Comentó mientras desviaba su mirada de Klaus para centrarla en su hermano. —Si vosotros o yo.— Añadió mientras los dos vampiros se movían rápidamente, haciendo que Leonidas la agarrase, para a continuación Astrid darle un cabezazo en la cara.
—¡Me has rato la nariz!— Exclamó el vampiro mientras se llevaba las manos a la nariz, viendo como esta sangraba.
—¿Vas a ponerte a llorar?— Preguntó con burla, mientras lanzaba contra una pared a Klaus, mostrando que se había vuelto mucho más fuerte y rápida de lo que anteriormente lo había sido. —¿Ya está? ¿Así pensabais detenerme? Sois patéticos.— Se burló justamente cuando Carina movía a un lado su mano, para a continuación Astrid caer al suelo a raíz de que su madre la había roto el cuello.
—Gracias por distraerla.— Les agradeció a los dos vampiros, los cuales comenzaban a levantarse, en especial Leonidas el cual llevó la cabeza hacia atrás con el objetivo de que su nariz dejara se sangrar.
—Díselo a mi nariz.— Se quejó su hijo molesto, pero también sabiendo que aquello lo hacía una versión muy diferente de su hermana, aquella no era su hermana, solo era una criatura que hablaba y se veía como ella, pero que no era ella. Por qué su hermana no era así.
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—¿Habéis dejado que apague su humanidad?— Preguntó Lexi sorprendida mientras miraba a Leonidas y a Klaus sabiendo que ellos dos, en especial el híbrido, eran los culpables de que lo hubiera hecho.
—Y necesitamos que se la devuelvas.— Añadió Klaus con obviedad.
—Claro, porque no se va a soltar de las esposas y despedazarme.— Alegó la rubia sabiendo perfectamente de lo que su mejor amiga era capaz de hacer, sobretodo teniendo en cuenta su parte de híbrida.
—Están hechizadas, no lo hará.— La tranquilizó en ese momento Carina.
—Bien, pero no va a ser agradable y bajo ningún concepto la creáis.— Les advirtió sabiendo que Astrid era una experta mentirosa e iba a intentar hacerles creer que la había encendido para que ellos se confiaran y la dejarán salir, para después atacarles por la espalda.
—¿Y como vamos a saber si dice la verdad?— Preguntó en esta ocasión Leonidas sin saber como iban a saber si con quien trataban era una Astrid con humanidad o una sin ella.
—He ayudado muchas veces a Stefan, la última vez por culpa del híbrido, sabré si me miente.— Afirmó Lexi con seguridad mientras se acercaba a la puerta de la habitación en la que estaba metida la híbrida. —Pero, por si acaso, que alguien se quede afuera.— Les pidió mostrando su desconfianza en el hechizo que la bruja había hecho. —Despierta, bella durmiente.— La dijo a la vampira una vez que entró en la habitación.
—¿Lexi?— Preguntó confundida mientras veía que sí se trataba de ella. —Vaya, qué sorpresa. Tan incapaces son de ayudarme que te invocan.— Comentó sorprendida de la incapacidad de los dos, pero de lo astutos que habían sido trayendola a ella, por desgracia Astrid sabía que su vieja amiga no iba a conseguir nada. —¿Cuanto tiempo tienes esta vez? ¿Horas? ¿Días?— Preguntó sabiendo que solo debía de esperar un tiempo determinado hasta que ella desapareciera.
—El tiempo necesario para traer de vuelta a mi amiga.— Sentenció la vampira con seguridad.
—Ya... sobre eso... No va a volver.— La informó mientras ponía una expresión de tristeza que evidentemente era fingida. —Vete a incordiar a otra parte, porque sino tal vez me replantee abrirte la garganta con los dientes.— La advirtió mientras mostraba sus dientes junto a una sonrisa de diversión.
—Vaya, ha salido el lobo feroz.— Se burló la vampira ante las palabras de la híbrida.
—Deja de intentar entrar en mi cabeza, no está tan fácil como con Stefan.— La pidió sabiendo lo que estaba intentando hacer, lo había vivido tantas veces con el menor de los Salvatore que se sabía todos los trucos que pudiera usar contra ella.
—Voces interiores, cielo. Ya lo sabes.— La recordó sabiendo que había conseguido acceder a su cabeza.
—Si así...— Empezó a decir mientras observaba como su piel se volvía grisácea ante la falta de sangre. —¡Suéltame!— La ordenó furiosa.
—No.— Negó Lexi mientras cogía una estaca. —Lo siento, As.— Murmuró justamente cuando la clavaba la estaca en el abdomen, haciendo que Astrid soltara un grito de dolor.
—¡Voy a matarte!— La aseguro mientras alzaba la cabeza para mirarla.
—Ya quisieras, pero estoy muerta.— La recordó la vampira con obviedad. —Vamos, Astrid, sabes lo que quiero.— La pidió sabiendo que si encendía su humanidad aquello se reduciría a una pequeña herida que curaria en poco tiempo.
—No voy a encender mi humanidad, así que vete poniéndote cómoda.— La informó con tranquilidad. —Y hay que admitir que Stefan tenía razón, debes de estar muy aburrida como para volver de la muerte para intentar ayudar.— Puntualizó mientras ponía los ojos en blanco.
—Es lo que se me da mejor.— La recordó intentando ocultar que la hacía daño aquellos comentarios, de parte de Stefan estaba acostumbrada a todas las veces que le había ayudado, ¿pero de parte de Astrid? Aquello era nuevo —Aún así, has caído muy bajo. Tras todo lo que has pasado, apagar tu humanidad... ¿Qué pensaría tu hermana de ti?— Comentó la vampira sabiendo que la clave en todo ello era Eliana, ella era el motivo por el que apagó su humanidad y por el que la encederia, estaba segura de ello.
—Pregúntaselo a ella, estaba ahí cuando la apague.— La informó riéndose. —¿Y sabes que fue lo más divertido? Que después todos vosotros me dejasteis de importar, el dolor, la tristeza, las promesas, murieron. Y eso es liberador.— La explicó juntamente cuando Lexi la volvía a clavar la estaca. —Zorra.— Murmuró mientras la miraba con odio.
—Yo también te quiero y te he echado de menos.— Respondió la vampira con burla.
★★★
Astrid sin humanidad es superior y el que piense lo contrario se puede ir.
Bien, finalmente Astrid ha apagado su humanidad, lo que la convierte en una híbrida y también la permite poder procrear. Pero hasta que Hope llegue queda un poquito.
Este capítulo y los dos siguientes son, sin duda, de mis favoritos. Principalmente por que adoro hacer la versión malvada y Original de Astrid, y creerme que veremos ambas más veces.
Al margen de ello, como bien os dije Lexi iba a volver, y de que mejor forma que para ayudar a esa amiga que considera su hermana. Pero aún así, y para aquellos que odiais a Carina, hará algo que... hará que ese odio cambie. Estoy muy segura de ello.
Dejando un poco a un lado la escena entre Lexi y Astrid, la cual está muy inspirada en la de la tercera temporada de Lexi y Stefan. Quería puntualizar la escena de la pelea, por supuesto un híbrido es superior a un vampiro incluso, a veces, a un Original. Pero recordar una cosa, Astrid fue la primera de ellos en morir, la primera en completar la transición, lo que la sitúa como la primera de la familia Original, ya sabemos que Silas es el primer ser inmortal. Pero después de él va Astrid.
Aclarado ese punto, a decir verdad no hay mucho más que explicar. Es un capítulo en el que Astrid esta sin humanidad, y así serán los siguientes. Pero tener en cuenta lo que piensa Lexi, Eliana es la clave.
¿Qué os parece Astrid sin humanidad?
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤️
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