CAPÍTULO 34: THE ABSENTS
—— THE ABSENTS ——
—Así que a quien han secado es a Klaus y Alaric esta suelto con la única arma que puede matarnos, ¿quién será el afortunado tus hermanos, Elijah, o mis hermanas?— Quiso saber Leonidas mientras se apoyaba en la mesa del comedor para mirar al noble.
—Se que vuestro plan no debía de haber salido así.— Le dijo Elijah a Astrid. —Pero es evidente que debe de quedarse en el ataúd, para que aprenda por todo lo que nos hizo, a nosotros y a muchos otros.— Añadió sabiendo que tenía razón, aquella era una verdad que nadie podía desmentir.
—¿Y qué va a pasar ahora? ¿Volvemos a huir como cuando Mikael estaba vivo? Por que si es así, me vuelvo a ir a Siberia o al Amazonas.— Quiso saber Astrid sabiendo que esta vez todos ellos estaba en peligro, y está vez no era Mikael, sino un vampiro que lo único que quería de ellos era verlos muertos pero por venganza.
—No puede quedarse con vida, no después de lo que me hizo.— Sentenció en ese momento Eliana, la cual ya se había curado de todas las heridas que Alaric la había hecho durante el tiempo que estuvo retenida. —Me torturo, me uso de cebo para atraer a mis hermanos y matarlos.— Alegó mostrando lo enfadada que estaba, de hecho lo que ella quería era venganza, quería matarlo aunque previamente quería torturarlo. —Yo no me voy a ir de aquí hasta que no esté muerto.— Alegó haciendo que Elijah, Rebekah y sus hermanos se mirasen.
—Si quieres venganza te sugiero que actúes pronto, Buffy la caza vampiros se ha ido de la lengua. Les ha dado al consejo todas las identidades de todos los sobrenaturales del pueblo.— Le aconsejo su hermano, haciendo que Eliana le mirase con una expresión de pocos amigos. Además, ellos eran los vampiros Originales unos pueblerinos no iban a poder hacerles nada.
—Nos entregarán a Klaus y nos iremos, nosotros por un lado y vosotros por otro no podrá seguirnos a todos si estamos separados en dos grupos.— Intervino Rebekah sabiendo que posiblemente era lo mejor para ahorrarse problemas y terminar todos siendo atrapados a la vez por Alaric.
—No parece una mala idea.— Comentó Astrid viendo que la sugerencia de Rebekah era buena, tenían una oportunidad de huir, una que no podían dejar perder, porque tal vez no se volvería a presentar otra igual.
—¿Enserio la estás apoyando?— Preguntó Eliana sorprendida por lo que su hermana mayor había dicho, ya que la sorprendía que siendo ella tan protectora y vengativa no quisiera matar a Alaric con sus propias manos o garras, no sería la primera vez que despedazaba a alguien vivo.
—Apoyo la opción de sobrevivir, pero lo mejor es no quedarse solo.— La explicó su hermana con tranquilidad, una que perturbo a todos, sobretodo tras lo que la había pasado a su hermana pequeña. —Si lo hacemos seremos carnada perfecta para Alaric.— Añadió sabiendo que la unión hacia la fuerza, y si estaban en grupos tendrían más oportunidades de sobrevivir y, tal vez, de matarlo.
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—¿Este es su gran escondite?— Preguntó Astrid al ver que Damon había escondido el ataúd con el cuerpo secado de Klaus en unos trasteros.
—Ya ves que sí.— Respondió Rebekah mientras ambas se bajaban del ascensor. —Damon.— La vampira la llamo, esperando que esté respondiera para que las diera la ubicación del trastero en el que Klaus estaba escondido.
—¿Damon donde estás?— Preguntó está vez Astrid mientras sentía una extraña sensación, como si algo fuera a ocurrir.
—Damon no tiene gracia.— Insistió Rebekah mientras giraban en uno de los pasillos y veían que todos estaban abiertos.
—¿Qué ha pasado aquí?— Preguntó Astrid confundida.
—Astrid, Rebakah.— Les dijo Damon agarrando a las dos chicas mientras las hacía un gesto para que guardarán silencio.
—Hay que sacarlo de aquí.— Dijo en ese momento Leonidas, el cual había sido el primero en dar con Damon.
—Necesito un descanso de todos vosotros.— Murmuró Astrid mientras se separaba de su hermano. —Vamos.— Sentenció mientras entre los cuatro sacaban el ataúd para poder llevarlo hasta el coche en el que Rebekah se le llevaría.
—Alaric.— Murmuró Damon, justamente cuando este atacaba a Rebekah y a Astrid, haciendo que Leonidas corriera a socorrer a las dos vampiras.
—¡No!— Gritó Rebekah justamente cuando Alaric abría el ataúd y le clavaba la daga a Klaus, haciendo que su pecho se incendiara, para después el vampiro cazador sacar la estaca, mostrando que no la había pasado nada.
—Siguientes.— Sonrió mirando a los tres Originales.
—Rebekah, Astrid, Leo, iros. Corred.— Les pidió Damon sabiendo que ellos eran los principales objetivos de Alaric, únicamente por la incitación que Esther le había hecho en tener que matarlos, haciendo que Rebekah se marchara, pero no Astrid y su hermano.
—¿Qué? ¡No!— Negó la híbrida sabiendo que esta vez no iba a marcharse, había torturado a su hermana pequeña, había matado a Klaus y ahora quería matarlos a ellos, estaba claro que aquello se había vuelto personal, principalmente para ella.
—No es negociable, Astrid, vamos, ahora.— Ordenó Leonidas a su hermana para después sujetarla y llevársela a la fuerza de allí.
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—¿Ha dicho algo?— Preguntó Eliana a su hermano mayor, haciendo una referencia a Astrid y a lo que le había ocurrido a Klaus.
—Ni una sola palabra desde que la he traído.— Respondió su hermano mayor preocupado por ella. —¿Y Elijah y Rebekah?— Preguntó preocupado por los dos vampiros que seguían estando en la zona de Mystic Falls.
—Se han marchado.— Respondió la rubia mientras se sentaba a su lado.
—¿Deberíamos de hablar con ella?— Preguntó Leonidas sin saber si seria mejor darla apoyo a Astrid o dejarla su espacio.
—Creo que esta vez sí necesita su espacio.— Comentó Eliana sabiendo que a veces era dejar a Astrid sola, sobretodo por que cuando estaba enfadada decía cosas de las que luego se arrepentía.
—¿Tienes todo listo?— La preguntó mirándola
—No necesito nada, con que estemos bien...— Suspiró Eliana preocupada por lo que podría pasar, si la criatura que creían que no podía morir lo había hecho, ¿que sería de ellos ahora?
—Oye, no llores.— La tranquilizó su hermano mientras abrazaba a su hermana pequeña.
—Si no nos hubiéramos quedado nada hubiera pasado, por lo menos no a nosotros y Astrid tal vez no hubiera recordado por qué se enamoro y casó con Klaus.— Comentó la vampira sintiéndose responsable de que hubieran terminado en esa situación.
—Eso lo hizo ella sola, no nosotros.— Sonrió Leonidas. —Pero no te preocupes, hermana, todo saldrá bien.— La tranquilizó esperando que fuera así porque sino... no quería saber lo podría terminar pasando.
—No estoy muy segura de ello.— Admitió Eliana desconfiada de lo que podría terminar pasando.
—Astrid, es hora de irnos.— Dijo Leonidas entrado en la habitación de su hermana la cual estaba sentada en su cama sin hacer ni un solo gesto, acción que daba demasiado miedo.
—¿Estas bien?— Preguntó Eliana al ver salir a su hermana, la cual únicamente llevaba un bolso con algunas cosas imprescindibles.
—Lo estaré.— Se limitó a decir mientras los tres bajaban a la calle y se encontraban con que frente a ellos había tres cazadores que les estaban apuntando con armas que seguramente estarían cargadas con balas de madera.
—¿Qué es esto?— Preguntó Leonidas confundido y temiendo por lo que les podría pasar a los tres.
—Bueno Alaric nos ha dado un par de nombres y un juguete.— Explicó uno de ellos mientras mostraba una pequeña estaca de roble blanco.
—Marcharos.— Les dijo Astrid a sus hermanos.
—¿Qué?— Preguntó Eliana confundida.
—¡Ahora!— Les ordenó mientras se transformaba, haciendo que sus hermanos se movieran rápidamente y se marcharan.
—Bueno, nos dio tu nombre así que...— Comentó uno de ellos, mientras agarraba por detrás a Astrid y la inyectaba un poco de verbena para calmarla.
—Venga, adelante, intentalo. Pero te aseguro que hoy estoy con un humor de perros.— Le provocó Astrid al cazador que tenía la intención de matarla, porque era evidente de que aquel no era un buen día para hacerla enfadar más.
—Siempre os creéis superiores, con ese poder...— Empezó a decir mientras se acercaba a ella. —No sois nada.— Afirmó con seguridad. —Pero vamos a ver que también los vampiros mas viejos, los Originales, arden.— Sonrió mientras levantaba la estaca con la intención de clavarsela a Astrid, la cual luchaba por soltarse del agarre de los cazadores, pero cada vez que lo intentaba estos la rompían algún hueso o la inyectaban más verbena.
—Aléjate de mi hermana, hijo de puta.— Intervino en ese momento Eliana empujando a los dos cazadores para liberar a Astrid de ellos.
—¡No! ¡Eliana no lo hagas!— Gritó Astrid mientras intentaba ponerse de pies. —¡No!— Gritó al ver como la clavaban a su hermana pequeña la estaca, haciendo que esta empezara a arder y a gritar de dolor, para a continuación otro cazador romperla el cuello.
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—¿Leo que haces aquí?— Preguntó Bonnie al ver aparecer al vampiro.
—¡¿Dónde está Alaric?!— La gritó furioso mientras la agarraba de los brazos haciendola daño. —¡Responde!— Gritó de nuevo fuera de sí.
—No son modales con los que tratar a una mujer.— Intervino en ese momento Klaus desde el cuerpo de Tyler.
—Klaus...— Murmuró Leonidas al ver que el híbrido no estaba muerto, algo difícil de creer viniendo de Klaus cuando solía ir siempre un paso por delante de todos. —Encuentra a Alaric y dame su ubicación y la del lugar donde el consejo se ha llevado a mi hermana.— La ordenó a Bonnie para a continuación darla un libro que sacó de una mochila. —Y toma, el grimorio de mi madre. Hay un hechizo para invocar a los muertos, a brujos muertos. Úsalo, y trae a mi madre antes de que Astrid termine loca.— La pidió haciendo que todos los presentes se dieran cuenta de que algo había pasado.
—¿Qué la ha pasado a Astrid?— Preguntó Caroline confundida.
—A ella nada, de momento. A Eliana...— Empezó a decir mientras su voz lentamente se iba rompiendo, haciendo que Klaus entendiera lo que la podía haber pasado, un dolor así solo se debía a la pérdida de un hermano, y él conocía muy bien ese sentimiento, había perdido a dos. —Haz algo, ya. O conmigo sí tendrás un problema.— La amenazó a la bruja mientras se separaba un poco de todos para poder tranquilizarse.
—Vaya, el hermano pequeño saca el lado sobreprotector.— Se burló Klaus mientras se acercaba a él.
—Por tu culpa mi hermana pequeña ha muerto, por tus ansias de crear híbridos. Y por tu culpa, mi hermana mayor va a ser castigada y atormentada hasta volverse loca, así que decide ayudarme o pararme. Pero como me detengas, te aseguro que no me importará que seas un híbrido. Porque te tocara buscar otro cuerpo.— Le amenazo mientras se ponía ante él, mostrándole que no le tenía nada de miedo y que haría todo lo posible para ayudar a evitar que castigaran a Astrid por permitir que Eliana se sacrificara por ella.
—No puedo hacer un hechizo sin un vinculante y necesito tiempo.— Interrumpió Bonnie tras revisar el grimorio de Carina, el cual tenía hechizos muy poderosos y peligrosos, sin duda la magia que usaba ella era muy fuerte y en algunos casos demasiado oscura.
—¿Vinculante?— Preguntó Caroline confundida al no entender a qué se estaba refiriendo.
—Algo que me una a la bruja que busco, haría más efecto con sangre directa o...— Empezó a decir haciendo que Leonidas comprendiera a que se estaba refiriendo Bonnie.
—Mi sangre, soy su hijo.— La interrumpió mientras cogía una daga y se hacía un corte en la mano, dejando caer una gran cantidad de sangre en el suelo. —Bien, tienes una bolsa de sangre de mil años, decide a ver que vas a hacer con ella.— Añadió mirando directamente a Bonnie y sabiendo que solo ella era capaz de dar con el espíritu de su madre, traerla de vuelta y poner fin a la promesa que la obligó a Astrid a cumplir.
★★★
Lo se, me odiais. Pero era necesario.
Literalmente este es uno de los capítulos más importantes de la historia, un capítulo que marca la vida de Astrid para siempre y también la de Leonidas.
Pero tranquilizaros, no es el fin de Eliana. Ella regresará, ya no con vida, pero hará acto de presencia y no solo con los flashbacks.
Admito que pensé muchísimo quien debía de morir, tenía claro que Leo o Eliana debían de sacrificarse, pero se que la muerte de ella marcaría mucho más la vida de Astrid.
Bien, estamos a un capítulo de terminar esta primera, como así la considero yo, y estoy muy emocionada. Porque la siguiente está llena de muchas cosas, pero también porque cada vez queda menos para que conozcáis a otros de mis personajes así como la llegada de Hope.
Pero también vais a conocer a Carina, y estoy deseando llegar a esa parte porque es un personaje muy importante. Más de lo que podéis imaginar, debido a que gracias a ella muchas cosas suceden. Como adelanto os diré que es una bruja muy poderosa, la mentora de Esther, así que imaginar el alcance de su poder.
Maratón: 3/3
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤️
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