CAPÍTULO 32: YOU LOOK BEAUTIFUL
—— YOU LOOK BEAUTIFUL ——
—Vaya así que no soy el único que ha hecho de carabina.— Comentó Klaus poniéndose al lado de Astrid.
—De hecho Leo y yo hemos venido a vigilar.— Le aclaro Astrid mientras prestaba atención en lo que sucedía, por si debía de intervenir.
—¿Tan aburridos estáis?— Preguntó confundido.
—Se llama mantener un perfil bajo, te recomiendo que alguna vez lo uses. Te sorprendería la de problemas que te ahorrarías.— Le aconsejo mientras le miraba con una expresión de pocos amigos, ya que era muy poco probable que Klaus consiguiera pasar desapercibido.
—No soy el único híbrido que ha decidido venir.— Observó al ver a Tyler bailar con Caroline.
—Dejale, es un niño.— Le dijo sabiendo que por muy maduros que fueran ante las situaciones que había, no dejaban de ser adolescentes con toda una vida por delante. —Como todos los que hay en este lugar.— Añadió.
—No, no lo es.— Negó Klaus con firmeza.
—No es un soldado.— Le recordó aunque intentar razonar con Klaus solía ser tarea complicada, él nunca entraba en razones. —Te recuerdo que si la estaca mata a alguno de nosotros, toda su línea de sangre se irá con él, y si tu eres el afortunado adiós a híbridos que puedan vengar la muerte de su creador.— Puntualizó Astrid sabiendo que eso a Klaus no le iba a gustar, nunca le gustaba que le dijeran las verdades a la cara.
—Te ves hermosa.— Comentó cambiando de tema y mirado a Astrid, la cual llevaba un vestido de color negro y dorado, junto al peinado, maquillaje y accesorios de la época.
—Algo quieres.— Afirmó sabiendo que Klaus quería algo no había que ser muy listo para ver lo evidente que era muchas veces.
—Un baile.— La pidió haciendo que Astrid soltara un suspiró abatida.
—Si así me dejas en paz, esta bien.— Accedió mientras aceptaba la mano que Klaus la estaba ofreciendo.
—¿Sabes? Esto me recuerda a cuando solo te presentabas en los bailes o en las fiestas para vigilar a tus hermanos.— Comentó mientras los dos bailaban.
—Para que no les clavaras una daga en el corazón a traición y les escondieras en algún lugar oscuro, frío y húmedo.— Respondió Astrid con obviedad haciendo reír a Klaus por su comentario.
—Y aun cuando ibas a esas fiestas llamabas la atención de todos.— Añadió haciendo que Astrid viera que lo que estaban intentando era alabarla.
—Lo se, mataste a un hombre que intentó cortejarme.— Recordó Astrid mientras reía, ya que fue una de las veces que más se alegraba de la muerte de alguien, sobretodo porque aquel hombre nunca entendió lo que significaba el «no» y tampoco parecía conocer la cólera de Klaus Mikaelson.
—Bueno había que dejar claro quien mandaba.— Alegó el híbrido mostrando en ese momento su lado de hombre lobo.
—No soy un trozo de carne por el que dos perros hambrientos se pelean.— Respondió Astrid molesta por la insinuacion que había hecho, ella era mucho más que un trozo de carne como mucho hombres pensaban que eran las mujeres.
—De eso esto de acuerdo.— Afirmó Klaus haciendo que Astrid le mirase algo desconfiada al no entender que estaba planeando, pero sin duda lo estaba haciendo.
—Siento interrumpir, pero tenemos un problema.— Dijo Leonidas acercándose a Klaus y Astrid mientras les llevaba hasta fuera del instituto viendo el círculo de sal que le rodeaba.
—¿Qué es esto?— Preguntó Klaus confundido mientras Eliana se acercaba a su hermanos.
—Tu madre ha vuelto.— Le informó Stefan viendo que ellos también sabían que estaban atrapados.
—Leo saca a Eliana de aquí.— Le ordenó Astrid a su hermano mayor.
—¿Qué?— Preguntó Eliana confundida. —No podemos salir.— La recordó con obviedad.
—Leo llévatela ahora.— Le ordenó mostrando que aquello comenzaba a enfadarla, haciendo que el chico obedeciera su orden para agarrar a su hermana y juntos salir corriendo, pasando el círculo de sal.
—¿Cómo han cruzado?— Preguntó Stefan sorprendido de que ellos hubieran sido capaces de cruzar.
—Objetos de protección, evitan que les afecte los hechizos, podría decirse que mi madre los invento.— Respondió la hibrida dando a entender que esta vez ella iba por delante, por lo menos a la hora de proteger a sus hermanos pequeños.
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—Repite siempre lo mismo, ¿no?— Preguntó el acompañante de Bonnie al verla recitar el hechizo.
—¿Por qué tardas tanto? El hechizo de barrera no es infalible.— Intervino Klaus mostrando que quería irse de allí de forma inmediata.
—Todo el mundo se está marchando, pasando la barrera.— Les informó Matt acercándose a todos.
—Si Matt y yo salimos podemos parar a Esther.— Sugirió Jeremy sabiendo que eran los únicos que podrían dar con ella. —Solo hay que averiguar donde está.— Añadió con obviedad.
—Es un suicidio Jeremy.— Afirmó Stefan sabiendo que no podían arriesgarse de esa forma.
—Un suicidio me decepcionaria.— Admitió Klaus mientras agarraba al chico que había ido con Bonnie. —Haz tu magia bruja, o empezaré a matar a la gente que quieres.— Le amenazó el híbrido a la bruja haciendo que Bonnie se tensara.
—¡Suéltalo!— Ordenaron al mismo tiempo Astrid y Bonnie.
—No hasta que salgamos de aquí.— Sentenció Klaus con firmeza.
—No seas tonto Klaus, a Bonnie no le importamos, nos está ayudando para salvar a Caroline y a Tyler, pero si empiezas a matar a los suyos nos mandara al infierno.— Le recordó Astrid sabiendo que las únicas personas que le importaban a la bruja eran sus amigos.
—Toma, Jeremy ha donado sangre Gilbert para el hechizo se seguimiento.— Dijo Stefan dejando sobre la mesa el bote con sangre, mientras Bonnie ponía un plano sobre Mystic Falls.
—¿Tengo que hacerlo con los tres mirándome?— Preguntó refiriéndose a Astrid, Klaus y el propio Stefan.
—Sigues cabreada por lo que le pasó a Abby, deja que me disculpe.— Interrumpió Damon. —Siento que Elijah y Astrid nos obligarán a convertir a tu madre en vampiro para salvar a Elena, no teníamos opción.— Alegó el mayor de los Salvatore.
—Siempre hay opción. Pero siempre eliges que sea otro el que sufra.— Sentenció Bonnie encarando a Damon.
—Dejémonos de dramatismos y empecemos.— Pidió Astrid mientras Bonnie hacia caso a su petición, y echaba sobre el mapa la sangre de Jeremy para después empezar a decir el hechizo.
—Me está bloqueando.— Comentó al ver que no podía dar con Elena.
—No puede tener tanto poder, debe de estar canalizando algo.— Afirmó Stefan sabiendo que ese poder no podía venir únicamente de una misma persona.
—Prepara a los humanos, se donde esta.— Afirmó Astrid haciéndose alguna idea del lugar en el que Esther estaba escondida maquinando la siguiente forma de matar a todos los vampiros.
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—Todo esto es culpa tuya.— Le culpó Klaus a Stefan mientras esperaban a que el hechizo se rompiera. —Tu empezaste esto al liberar a mi madre, ¿te compensa pagar este precio por venganza?— Quiso saber mientras se daba la vuelta y le miraba.
—Ya no quiero venganza.— Admitió Stefan.
—Vaya, eso es crecer como persona. Impresionante.— Le alago Astrid sorprendida con sus palabras.
—Y en cuanto a Esther, la hemos parado antes, lo volveremos a hacer.— Añadió Stefan con seguridad de que evitarían morir a manos de la bruja Original.
—Somos una pareja peculiar.— Comentó Klaus refiriéndose a Stefan y a si mismo.
—Si quieres os dejo solos.— Sugirió Astrid sarcásticamente llevándose una mala mirada por parte de los dos vampiros.
—Esto me recuerda a nuestra época en los años veinte.— Comentó Klaus recordando aquella gloriosa etapa.
—Lo dices como si tuviera que recordarlo con alegría.— Comentó Stefan mostrando que no se alegraba de aquella etapa.
—Hubo momentos en los que fuimos amigos, hermanos.— Le recordó Klaus.
—Ya tiene un hermano, espero no marcar demasiado mi territorio.— Comentó Damon haciendo reír a Astrid con su comentario.
—No, no, claro.— Negó Klaus. —Los Salvatore siempre inseparables, me pregunto que pasará cuando Elena elija a uno.— Comentó mirando a los dos, los cuales mostraron una expresión de pocos amigos. —¿Os distanciareis aunque sea un poquito?— Preguntó con curiosidad.
—Ya está, Esther no opone residencia.— Les informó en ese momento Bonnie mientras Astrid pasaba la mano viendo que no la impedía salir. —El hechizo de barrera está muerto.— Añadió justamente cuando los dos híbridos se marchaban.
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—Ya he llegado.— Dijo Astrid entrando en su casa.
—¿Estas bien?— Preguntó su hermano mientras la abrazaba.
—Otra noche más intentando evitar que Esther nos mate, algo ya normal.— Respondió sarcásticamente. —¿Y Eliana?— Preguntó al no verla.
—En su habitación, no ha dicho nada desde que me la lleve.— Admitió haciendo que Astrid suspirase.
—Esta enfadada, hablaré con ella.— Añadió mientras se acercaba a la habitación de su hermana. —Hola.— La saludo mientras entraba dentro.
—Vete al infierno.— Respondió la menor de los hermanos, la cual estaba tumbada sobre su cama.
—Ojalá pudiera.— Murmuró Astrid. —Se que estas enfadada por que no confiara en ti al no decirte lo que planeaba.— Empezó a decir mientras se acercaba a ella y se sentaba en la cama.
—¿Enfadada? Siempre esperas que salgamos bien parados de las situaciones sin tener en cuenta lo que te pase.— Alegó Eliana mostrando que lo que pasaba es que fuera Astrid la que fuera haciéndose de héroe.
—Es lo que madre me obligó a prometer, protegeros bajo cualquier circunstancia.— La recordó.
—¿Protegernos? No lo hiciste cuando Mikael nos atravesó el corazón con una espada o cuando Klaus nos encerraba en los ataúdes. Eres una hipócrita.— La atacó Eliana haciendo que la híbrida agachara la cabeza.
—¿Crees que no me siento responsable de ello?— Preguntó Astrid.
—Solo te importa la promesa, no el medio para llevarla acabo.— Alegó su hermana sabiendo que lo único que la importaba a Astrid era cumplir con su deber, no la forma en la que lo hacía.
—No podía usar esos objetos, Eliana.— Admitió finalmente. —Cuando madre murió se llevó consigo la opción de elegir. Mi único deber es manteneros con vida sin importar lo que a mi me pase o como lo haga. Y sino lo hago, me hará daño.— La dijo haciendo que su hermana pequeña la mirase. —¿Crees que quiero estar constantemente impiendiendo que hagas cosas? ¿Qué vivas tu vida? ¡Me encantaría! Adoraria que te enamorases, que vivieras aventuras, que vieras lugares, que hicieras lo que quisieras. Pero no puedo, ella me lo impide y lo hará por toda la eternidad.— La dijo sabiendo que lo que más quería era que sus hermanos vivieran aquella vida que no habían podido tener.
—¿Qué?— Preguntó Eliana sorprendida. —Ella no... haría eso. Nos quería.— Afirmó.
—Por suerte mía no renego de mi al saber que era una mujer lobo, pero me tuvo miedo porque también era una bruja.— La reveló, haciendo que Eliana se diera cuenta de aquel detalle del que nadie había sido consciente nunca.
—¿Eras híbrida siendo humana? Ahora todo tiene sentido.— Murmuró al encajar algunas cosas.
—No es solo madre la que me castiga, pero no importa. He aprendido a vivir con ello, es lo que me toca por existir.— Alegó Astrid viendo que a ella no la importaba aquello, de alguna forma estaba acostumbrada.
—Pero no fue tu culpa.— Alegó su hermana sin entender porque a Astrid la tocaba vivir aquello.
—¿Crees que a ellos les importa? Aborrecen todo aquello que se sale de lo establecido.— Alegó la mayor con obviedad, y tal vez era por eso por lo que nunca había querido romper el hechizo, no quería seguir poniendo a los espíritus en su contra, ya había demasiados motivos de peso.
—Podremos buscar una solución...— Empezó a decir Eliana sabiendo que debían de ayudarla.
—No quiero soluciones, Eliana. No quiero ayuda, no quiero nada. Solo que no me vuelvan a castigar.— Admitió mostrando que tenía miedo a las consecuencias de lo que suponía estar en aquellos momentos en Mystic Falls. —Así que por una vez te pido que cooperes.— La pidió esperando que ella la hiciera caso.
—¿Leo lo sabe?— Preguntó esperando que él lo supiera.
—Sabe un poco, no todo. Pero espero que por una vez me hagáis caso. Si uno de los dos muere... ¿Quien sabe lo que me terminarán haciendo?— Admitió Astrid para después levantarse de la cama y marcharse a su habitación.
★★★
Os encanta la escena Klastrid y lo sabéis.
Aviso desde ya que no habrá ese flashback, no lo veía del todo relevante para la historia.
Bueno con respecto al capítulo, no es muy importante pero creo que hay detalles que sí lo son.
Primero ese acercamiento entre los dos híbridos, la pared de hierro que Astrid forjó comienza a flaquear, y flaqueara definitivamente en el próximo capítulo.
Segundo, y dejando de lado la escena del episodio, la escena del final. Eliana ya sabe la verdad, y sí hay una forma para que Astrid se libre de la promesa, pero hasta que eso suceda deben de pasar un par de capítulos y de cosas.
Con respecto al episodio..., no hay mucho que destacar sinceramente. Aunque me encanta la escena se Damon marcando territorio con su hermano, Klaus lo hace con los suyos, y Damon lo hace con el suyo. Aunque sí es cierto que si les hubieran hecho amigos a los tres..., no habría nadie que les pudiera parar.
Capítulos del maratón: 1/3
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤️
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