CAPÍTULO 27: THE OTHER FACE

—— THE OTHER FACE ——

—Vaya, mira quien esta aquí.— Dijo Astrid mientras se acercaba a Damon y Sage, sorprendida de que la vampira se hubiera acercado hasta Mystic Falls, aunque era evidente porque lo había hecho.

—No te pases, Astrid.— Le pidió Damon sabiendo de lo que eran capaces las dos. —Sage tumbaba a hombres por afición.— Añadió el vampiro haciendo que la aludida sonriera orgullosa por el alago que el vampiro la había hecho.

—Siempre fue muy vulgar.— Añadió Rebekah poniéndose al lado de Astrid, sorprendiendo a Sage, aunque no debía de hacerlo, ambas siempre habían sido inseparables.

—Rebekah, Astrid. Qué agradable sorpresa.— Mintió, sabiendo que lo último que quería era ver a ambas allí, pero por mucho que no las gustaría debía de fingir todo lo contrario, sabía que ambas eran capaz de matarla allí, delante de todo el mundo.

—¿Qué haces aquí, Sage?— Preguntó Astrid esperando una explicación por parte del primer vampiro que Finn convirtió, los primeros de cada uno de ellos no solían ser vampiros que estuvieran bien de la cabeza. Porque uno de esos ejemplos era Aurora, el primer vampiro de Rebekah.

—He oído que al final ha liberado a Finn del ataúd, donde lo encerró el rencoroso de vuestro marido y hermano.— Respondió la pelirroja mientras mantenía una sonrisa, en señal de que ella no le guardaba rencor a Klaus por separarlos, ya que sabía que lo había hecho para impedir que Finn se fuera con ella, para que en su defecto el Original no abandonará a la familia.

—Ay, Finn.— Comentó Rebekah queriendo omitir todo lo que su hermano mayor había hecho para intentar acabar con todos. —Se marchó y no le dijo a nadie donde iba.— Añadió mientras ponía una expresión de pena, la cual era evidente de que era fingida. A nadie de la familia Original le acabo por gustar Sage, y eso era raro teniendo en cuenta que pocas veces estaban de acuerdo con temas de ese estilo.

—Oh, supongo que a buscarme a mi.— Sonrió la vampira creyendo que él, como ella, no la había olvidado. Pero era evidente que a Finn, muy en el fondo, no le importaba nadie, solamente complacer a Esther.

—Veo más probable que te haya olvidado.— Comentó Astrid mientras mantenía una sonrisa en su rostro, mientras Damon observaba todo aquello entretenido, sabiendo que si quería aprovechar en su beneficio la ayuda de Sage, debía de omitir algunos detalles, tal y como las dos Originales estaban haciendo.

—Lo dudo.— Garantizó la pelirroja creyendo fielmente de que Finn nunca la había olvidado.

—¿Enserio?— Preguntó Rebekah sorprendida por la ingenuidad de la vampira, ella solía serlo con los hombres, pero Sage era otro nivel. La mayoría de los Mikaelson y en su defecto de los Novawood tenían una larga lista de amantes, los únicos que no eran Finn, él por estar en un ataúd; y los otros eran Klaus y Astrid, y en su caso por razones evidentes, aunque eso cambió cuando ella se marchó. Cada uno había tomado caminos diferentes en varios aspectos que era mejor no mencionar.

—Creo recordar que nunca te mencionaba.— Recordó Astrid mientras observaba como la expresión de Sage cambiaba al escuchar su comentario, ya que no la agradó en absoluto.

—Sentimos que hayas venido para nada, que te vaya bien.— Añadió Rebekah para después ella y Astrid marcharse, pero no lo hicieron del todo, ya que la híbrida uso su oído de vampiro para escuchar la conversación. Lo que menos la convenía a ella y a todos era que la obsesa de Sage estuviera por ahí.

—Odio a esas dos, una es una estirada y una víbora, y la otra hace justicia a su lado de mujer lobo, la encanta marcar territorio y mostrar quien es la que manda.— Le dijo Sage a Damon, haciendo que Astrid sonriera al ver que seguía siendo igual que hace mil años atrás.

—¿No crees que estamos siendo un poco evidentes? Pueden empezar a sospechar.— Comentó Astrid una vez que la conversación entre los dos vampiros dejó de interesarla.

—Tendré cuidado, con que no me descubran...— Empezó a decir Rabekah sabiendo que tampoco pasaría nada, nadie sabía que había otro roble blanco, solo los Originales, a excepción, evidentemente, de Finn.

—Nunca digas nunca.— La recordó Astrid sabiendo la de problemas que podían tener si se descubría.

—Debemos de descubrir que es lo que hicieron con ese árbol.— Sentenció Rebekah mostrando que aquello la estaba empezando a enfadar, y tampoco era recomendable hacerla enfadar. De hecho no era recomendable enfadar a ningún Original, todos tenían su carácter.

—Lo se, solo que... no quiero que cojan ventaja.— Admitió Astrid preocupada por lo podría suceder si lo descubrían, sobretodo ahora que todos estaban conectados por el estúpido hechizo.

—No lo harán, no saben nada.— La tranquilizó Rebekah sabiendo que la preocupación de Astrid venía por sus hermanos.

—Se acabaran enterando, alguien siempre nos apuñala por la espalda y ahora que tenemos el hechizo...— Alegó la híbrida mostrando que se estaba poniendo en el peor de las situaciones.

—Ya, lo se.— La interrumpió Rebekah mientras la dedicaba una sonrisa. —Fuimos el resto a los que nos afectó el hecho de que clavaran a Kol una daga.— Le recordó mientras sonreía, esperando que dejara de ponerse en la peor de las situaciones.

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—He visto a la bruja de Sage, ¿que hace aquí?— Inquirió Eliana mientras se cruzándose de brazos.

—¿Tu que crees?— Preguntó Astrid mientras Matt la dejaba delante de ella un vaso con bourbon.

—¿Sigue esperando a Finn? Dios es patético, sobretodo por que a él la dio igual.— Comentó la menor de las hermanas sorprendida, de hecho la parecía bonito, pero también triste, porque ella jamás sería correspondida, solamente jugaría con sus sentimientos.

—Lo que no se es porque tiene a Damon a su lado. Algo planean esos dos.— Comentó la vampira mientras las dos se sentaban en una mesa.

—¿Qué es lo que crees?— Preguntó Eliana apoyándose en el respaldo de la silla.

—Qué Damon ha usado en su beneficio la debilidad de Rebekah de que la presenten atención y la de Sage por Finn, pero no te preocupes. Me ocuparé de ello, hermanita.— La tranquilizó mientras se bebía de un trago el bourbon que había en su vaso, para después salir en busca de la pelirroja, la cual por su suerte no tardo en encontrar.

—Astrid, otra vez nos vemos.— Sonrió Sage al ver a la híbrida a su lado, la cual mostraba que estaba allí por otros intereses, no porque la intesara hacerse su amiga.

—Bueno, ya sabes que me gusta tener la zona en la que está mi familia protegida de cualquiera que quiera... hacerla daño.— Explicó la Original mientras ambas seguían caminando, haciendo que Sage supiera que Astrid de alguna forma la estaba amenazando, era algo evidente viniendo de ella.

—Yo no voy a haceros daño.— Dijo rápidamente la vampira sabiendo lo que podría pasarla si Astrid o Klaus se enteraran de lo que ella y Damon la habían hecho a Rebekah.

—Sage, por favor, no me mientas. Incluso sin ser una híbrida puedo deducir que me estas mintiendo.— Alegó con tranquilidad, algo que perturbo a la pelirroja. —Aprendí mucho con un padre vikingo.— La informó mientras las dos seguían caminando.

—¿Qué es lo que quieres?— Preguntó de nuevo Sage queriendo que Astrid fuera directa al grano, sobretodo porque no podría seguir ocultando cuanto la aterraba.

—La verdad, o sino tal vez te verás mucho más guapa con una mordida de hombre lobo, debo de advertir de que llevo sin matar a alguien de esa forma desde hace mucho, así que disculpame si te doy en alguna arteria.— Comentó justamente cuando la atacaba a velocidad vampirica y la metía en una callejón, para empujarla contra una pared, mientras mostraba sus dientes, sus ojos inyectados en sangre y de color dorado, junto a las marcadas venas de debajo de sus ojos.

—Me metí en la cabeza de Rebekah, le dije a Damon que buscaba un árbol, un roble blanco.— Dijo Sage rápidamente asustada por lo que la podría pasar, ya que sabía que un mordisco de hombre lobo o en su defecto de un híbrido era mortal para cualquier vampiro que no fuera un Original.

—Para matarnos.— Dijo mientras su expresión se endurecia, y su agarre sobre el cuello de la pelirroja se intensificaba.

—Me ha prometido que no matará a Finn.— Dijo haciendo que Astrid volviera a una apariencia humana para después poner una expresión de diversión.

—Te ha mentido, cariño.— La informó mientras aflojaba su agarre.

—¿Qué? ¿Por qué?— Preguntó confundida al no comprender porque ella creía que la estaban mintiendo.

—¿No te lo ha dicho?— Preguntó la híbrida con obviedad, viendo que ella no conocía aquel particular detalle que les afectaba a todos. —Toda la familia Original esta unida como uno, si matas a uno matas a todos, y por desgracia Finn esta dentro del pack.— La explicó con tranquilidad.

—No, mientes.— Negó Sage creyendo que eso era imposible, de que Damon no sería tan rastrero como para jugar con lo sentimientos que ella tenía sobre el mayor de los Mikaelson.

—¿Qué ganó yo mintiendo? Si por mi fuera me daría igual lo que quisieras con Finn, sus decisiones a mi no me afectan, pero sí el pequeño detalle de que le claven una estaca en el corazón, o una daga.— Explicó Astrid mientras la miraba con tranquilidad, pero disfrutando de tener el control de aquella situación, echaba de menos hacer aquello, muy el fondo la encantaba. —Y sabes lo violenta que puedo volverme si les pasa algo a mis hermanos, así que Sage, decide, estas conmigo o contra mi.— La indicó haciendo que la vampira supiera que lo mejor para ella era estar de parte de Astrid, cualquier cosa era mejor que ser su enemiga y terminar muerta.

—No voy a ser idiota, estoy de tu parte.— Afirmó Sage con sinceridad, pero ya no solo lo hacia por miedo, sino porque estaba enfadada por el hecho de que el mayor de los Salvatore se hubiera aprovechado de ella.

—Bien, ¿sabes algo más acerca de dónde está ese roble?— Preguntó la rubia mientras la soltaba y se quedaba delante de ella, a la par que se cruzaba de brazos.

—La madera del puente donde nos hemos encontrado esta mañana, está hecha con esa madera.— La informó sabiendo que lo último que podía permitir era que los Salvatore se hicieran con aquella madera, porque entonces la usarían para matar a todos los Originales, a Finn entre ellos.

—Genial, gracias por tu cooperación. Siempre es bueno saber que llegamos a un acuerdo, ¿no crees?— Alegó Astrid mientras se separaba más de ella dando a entender que ya no necesitaba sonsacarla más información, ya tenía lo que quería.

—¿N-no vas a matarme?— Preguntó la pelirroja sorprendida por el comportamiento de ella al dejarla con vida, cuando la conoció Astrid no era tan benevolente.

—¿Por quién me tomas? ¿Por Klaus?— Preguntó riéndose. —Pero sí te daré un consejo, que Rebekah no te encuentre en los próximos días, cuando se enfada tiene un fuerte carácter.— La aconsejó sabiendo que la menor de los Mikaelson podría llegar a hacerla, únicamente, por meterse en su cabeza.

—¿Por qué me dices eso?— Preguntó Sage sorprendida de que Astrid la hubiera ayudado.

—Por que muy en el fondo soy benevolente, algo horrible teniendo en cuenta a la cantidad de personas a las que quiero arrancar el corazón. Pero... también entiendo porque lo has hecho, jugar con lo que queremos es un truco muy rastrero, y esperar a alguien por tanto tiempo es admirable.— Admitió mientras soltaba un suspiró. —Ah, por cierto, ten cuidado, por muy amiga que seas de Damon no dudará en clavarte una estaca en el corazón, así que no confíes en ellos.— La aconsejó mientras se marchaba del callejón sorprendiendo a Sage con su comportamiento, pero sabiendo que debía de hacerla caso. Sobretodo después de todo de lo que se había enterado en cuestión de un par de minutos.

★★★

Lo se, adorais a Astrid.

Sí es cierto que creo que nunca había mostrando esa parte de su personalidad, como la de los animales a la hora de marcar territorio. Pero como siempre digo, hay que demostrar quien manda, y todos sabemos que Astrid es la que manda, no Klaus por mucho que lo crean.

No se exactamente que destacar de este capítulo, porque no es algo muy relevante, más allá de la escena entre Sage y Astrid, espero haber marcado esa diferencia que espero que haya entre Astrid y Klaus, por supuesto se parecen en muchas cosas, pero desde un principio mi objetivo siempre había sido que la diferencia fueran sus impulsos.

En mi opinión Astrid no es tan impulsiva, sí tiene momentos, como todos, pero creo que son veces muy puntuales, no como Klaus.

Con respecto a la escena del principio, no se pero adoro el dúo que Astrid y Rebekah hacen, sin duda me parecen icónicas.

Bueno, ya nos estamos acercando al final de esta primera parte, por así decirlo, y os puedo asegurar que van a pasar muchas cosas entre este mes y el próximo, porque puedo asegurar que... todo se va a desmadrar.

Y hablando de finales, puedo confirmar, finalmente, que la próxima semana habré terminado de escribir Forever and Always, y realmente me siento muy contenta con ello. Evidentemente el final... aun le estoy pensado, bueno algunas partes, pero puedo aseguraros que será agridulce, es algo inevitable, pero creo que es el final perfecto para la historia. Porque como ya he dicho no voy a hacer legacies, la serie me gusta y todo eso, pero... no me veo cómoda haciendo la historia, cuando muchos puntos giran entonar a la orfandad de Hope, y os aseguro por mi parte que no voy a matar a Klaus y menos a Astrid, aunque si que lo pensé para el final, pero... ¿matar a mi protagonista? Daría para otra parte con mucho drama y caos, que creo que es mejor ahorrarnos.

Por cierto, no se por que, pero me gustaría que hubiera más gente que comentara, me gustaría saber vuestra opinión sobre como estoy afrontando todo, si os gusta lo que estoy haciendo, sí os gustan mis personajes, sus historias. En definitiva me gustaría saber vuestra opinión, porque a fin de cuentas, y aunque tenga todo escrito, significa mucho para mi, más de lo que podéis creer.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️

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