CAPÍTULO 24: ALL MY KIDS (PART I)

—— ALL MY KIDS ——

—¿Vais a estar bien?— Preguntó Astrid mientras terminaba de prepararse.

—Por décima vez, Astrid. Sí, estaremos bien. Ve a ver si la sonsacas información a la réplica.— Respondió Leonidas cansado por la actitud sobreprotectora de su hermana.

—Alguien debe de hacerlo, solo ella sabe lo que Esther debe de estar planeando.— Alegó Astrid mientras ponía los ojos en blanco, sabiendo que no debía de esperar nada bueno por parte de Esther, ella siempre estaba maquinando algo, y algo la decía que en aquella ocasión sería contra ellos.

—Pues por eso hay más motivos para hacerlo. Sino los descubris, algo me dice que tal vez todos acabaremos muertos.— Intervino Eliana, haciendo que sus hermanos mayores la mirasen confundidos al ver que el sexto sentido que la menor siempre había poseído contra los problemas seguía tan intacto como hace mil años.

—¿Por qué lo piensas?— Preguntó Leonidas preocupado pero también sabiendo que no había que ignorar aquel presentimiento que su hermana pequeña tuviera.

—Somos hijos de una bruja, en el pasado fuimos brujos, por experiencia sabemos que todas las brujas tienen un as bajo la manga, y si Ayanna preservo el cuerpo de Esther durante mil años, no creo que fuera por qué la tuviera en gran estima, sino hubiera hecho lo mismo por nuestra madre.— Explicó la menor haciendo que sus hermanos mayores intercambiarán una mirada al saber lo que la vampira estaba queriendo decir, y muy en el fondo ella tenía razón.

—Quiere que cumpla con algún propósito que haya prometido a los espíritus.— Asumió Astrid comprendiendo porque Esther seguía con vida, su misión era cumplir con lo que los espíritus naturales la habían puesto. La pregunta que quedaba por responder era, ¿cuál era esa misión? ¿Qué era lo que la bruja Original quería conseguir confabulando, seguramente, contra ellos?

—¿Estarás bien esta noche?— Preguntó Leonidas a su hermana mayor preocupado por lo que podía suceder, ya que desconocía de las capacidades que su hermana había estado aprendiendo desde que consiguió huir, el control no había sido fácil de tener, pero al menos le tendría aquella noche cuanta más ayuda necesitaban, porque era evidente que aquella noche tendría lugar el tan ansiado propósito de los espíritus y de la bruja.

—Se controlar la transformación, no os preocupéis.— Le tranquilizó mientras le dedicaba una sonrisa al mismo tiempo que alguien llamaba a la puerta.

—¿Vamos?— Preguntó Elijah al ver que quien le había abierto la puerta era Astrid, los cuales se iban a encargar de interrogar a Elena, a fin de cuentas proteger a la familia era lo que siempre habían hecho.

—Sí.— Sonrió Astrid mientras quitaba un abrigo de la percha para después marcharse junto al noble en busca de la réplica, había llegado el momento de tener una sería conversación con ella sobre la sinceridad.

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—Elena.— Saludo Astrid al ver que era la réplica la que les había abierto la puerta.

—Elijah, Astrid.— Murmuró sorprendida mientras les dedicaba una sonrisa intentando ocultar su nerviosismo.

—No queremos molestar, esperabamos que pudieras acompañarnos.— Añadió Elijah esperando poder convencer a Elena, pero eso solía ser sencillo, ya que por alguna inexplicable razón está confiaba en ellos. Pero tras lo que harían aquel día..., dudaban que después de ello lo hiciera.

—Queremos enseñarte algo.— Añadió Astrid manteniendo una sonrisa, haciendo que Elena accediera a ir con ellos a un punto, en concreto, del bosque. —Echaba de menos esta tierra.— Sonrió al ver aquel lugar, era tan diferente a como fue cuando era humana que la costaba pensar que fuera testigo de aquel impresionante cambio.

—No consigo imaginarme como era todo esto hace mil años.— Comentó Elena al escuchar el comentario de Astrid mientras los tres se adentraban un poco en el bosque.

—Tu instituto se construyó sobre un poblado indio.— Aclaró Astrid recordando aquel poblado del que seguramente descendía por línea paterna, pero eso tampoco estaba confirmado, así que... no había forma se confirmarlo.

—Allí vi mi primer hombre lobo.— Recordó Elijah al ver el tiempo que había trascurrido desde aquello. —La plaza del pueblo era el punto donde se reunían para la oración, y muy cerca había un campo, donde pastaban los caballos salvajes.— Recordó el noble haciendo sonreír a Astrid, en aquel campo aprendió que los animales siempre eran mejores que las personas, incluso el tiempo la había demostrado aquello, pero tampoco quería recordar aquellos tiempos, no la gustaba la nostalgia. No con lo que iban a hacer.

—Cuesta creerlo.— Comentó Elena al ver que llegaban hasta un conjunto de piedras. —¿También conocéis este sitio?— Preguntó Elena sorprendida.

—¿Cómo no?— Inquirió Astrid con obviedad, todos los Originales conocían aquel punto. —Debajo hay una cueva en la que jugábamos de pequeños, conecta con un sistema de túneles que recorre toda la zona.— Explicó la híbrida con tranquilidad, recordando la de veces que su madre se enfado porque se metían en ella estando solos, tanto Leonidas como ella siempre habían desobedecido a su madre cuando eran niños.

—Puede que la naturaleza nos protegiera así de de la ferocidad de la luna llena.— Suspiró Elijah al recordar que en esa compleja red de cuevas ellos se resguardadan.

—Mi madre decía que debía de haber un equilibrio.— Añadió Astrid recordando lo mucho que aprendió sobre Carina, a pesar de todo ella no guardaba rencor a su madre, hasta el día de su muerte intentó hacer lo correcto por el bien de sus hijos.

—Tengo que marcharme ya.— Dijo Elena sin saber muy bien que hacía allí, pero sabiendo que les había mentido a la cara y que aquella misma noche ambos, junto a sus hermanos, morirían.

—Te admiro Elena, me recuerdas cualidades que admiraba antes de que nos convirtiera.— Comentó Elijah mientras miraba a la chica, decepcionado por el hecho de que les hubiera mentido. —Engañar no es propio de ti, y aun así cuando te pregunte sobre la charla con mi madre, me mentiste a la cara.— La acuso mostrando que sabía que le estaba ocultando algo.

—Vaya, eso no se hace, Elenita.— Se burló Astrid mientras se cruzaba de brazos.

—Eso no es cierto, te dije que tu madre solo quería empezar de nuevo.— Insistió Elena intentando mantener la calma, mientras seguía mintiendo, sin saber que su corazón era quien la estaba delatando.

—Estamos escuchando el latido de tu corazón, se acelera cuando mientes.— Aclaró Astrid, dando a entender de qué todos los esfuerzos o mentiras que llegara a decir no iban a servir de nada.

—Me mentiste en el baile, me estas mintiendo ahora.— Dijo Elijah mientras su expresión reflejaba que estaba comenzando a enfadarse. —Dinos la verdad, ahora.— La ordenó con seriedad.

—No pretendía que pasará esto.— Empezó a decir la chica haciendo que los dos Originales se mirasen confundidos.

—¿Qué pasará el que, Elena?— Preguntó está vez Astrid sabiendo que ellos también habían sido engañados, algo muy común entre los espíritus.

—Nos dijeron que lo que había dentro de ese ataúd mataría a Klaus. Y cuando vimos que era tu madre... no sabíamos que pensar.— Empezó a decir sin saber como habían podido dejarse engañar tan fácilmente.

—Desde que ha vuelto insiste en que quiere reunir a la familia.— Aclaró Elijah, mostrando que eso era lo que le hacía desconfiar tanto de su progenitora.

—Cuando pidió verme pensé que a lo mejor podría ayudar, que encontraría la forma de matar a Klaus. Pero, no sólo quiere matar a Klaus.— Explicó mientras en su rostro se reflejaba la preocupación que tenía respecto a lo que iba a suceder.

—Quiere matarnos a todos, ¿verdad?— Preguntó Astrid al ver la expresión de Elena. —Quiere enmendar el mal que ha creado.— Añadió mientras soltaba un suspiró de frustración.

—Lo siento, desearía poder ayudar de alguna forma.— Se disculpó la réplica sabiendo que no existía forma alguna de poder enmendar lo que había hecho. Ella solo quería matar a Klaus, no llevarse al resto con él.

—He aprendido algo en el tiempo en el que llevo en este mundo, ten cuidado con lo que deseas.— Comentó Elijah justamente cuando daba un fuerte pisotón en el suelo, haciendo que el suelo se rompiera, dejando ver una cueva para después Astrid meter en su interior a Elena.

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—Sigo sin creer que quiera matarnos.— Comentó Eliana mientras caminaba por el pasillo del apartamento.

—Bueno, debido de ser muy castigada cuando Klaus la mató.— Comentó Leonidas sabiendo que todo venía, también, por lo que la hicieron cuando estuvo en el Otro Lado.

—¿Tu crees eso?— Preguntó Eliana mirando a su hermano, incapaz de creerse de que Carina fuera capaz de infringir dolor a los demás.

—Madre la tuvo que castigar, sabemos que nos protegía, y que el hechizo era de su grimorio.— Explicó el mayor mientras se sentaba en uno de los sillones.

—Astrid se lo proporcionó.— Asumió la vampira al comprender todo.

—Engañada, pero sí, lo hizo.— Suspiró su hermano mientras se levantaba y se dirigía a la puerta mientras se ponía su cazadora.

—¿A donde vas?— Preguntó confundida al ver que su hermano tenía la intención de marcharse.

—Si voy a morir al menos quiero cogerme una última borrachera con Kol.— Sonrió sabiendo que si esos iban a ser sus últimos momentos quería al menos divertirse y no estar en casa lamentándose por ello. —Bueno, más les vale que den con una solución, o ambos sabemos de lo que nuestra hermana les hará.— Sonrió haciendo sonreír a su hermana por el comentario que había hecho.

—Una gran ventaja tener a Astrid como hermana mayor, siempre fue la más despiadada.— Puntualizó la menor sabiendo que si se lo proponía la híbrida podría llegar a causar mucho caos y dolor.

—Y vengativa.— Añadió el moreno con obviedad.

—Y capaz de regresar de la muerte solo para matar a Elena y a cualquier criatura que hubiera colaborado en ello.— Garantizó Eliana sabiendo que si se trataba de la venganza y de ser una perra, su hermana era la mejor haciéndolo.

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—No la encuentro en ningún sitio.— Dijo Stefan entrando por la puerta de su casa.

—Hola, Stefan.— Le saludo Elijah, el cual estaba sentado en uno de los sillones que había junto a la chimenea, en el otro se encontraba Astrid, la cual tenía un vaso con bourbon.

—Tienen a Elena.— Se limitó a decir Damon para informar a su hermano de lo que estaba aconteciendo.

—En realidad esta con Rebekah.— Le corrigió Astrid mientras sonreía, al ver que ellos llevaban la ventaja.

—Y como supondreis se muere por partirle el cuello.— Añadió Elijah algo divertido por la situación.

—Asi que, si queréis salvarle la vida, ayudarnos a detener a Esther.— Les indicó la híbrida esperando que los hermanos Salvatore cooperasen, al parecer tenían un buen incentivo.

—Me avergüenza un poco admitirlo, pero en el tema de matar a brujas de mil años, resucitadas, estoy un poco verde.— Comentó Damon mientras ponía una mueca de duda.

—Por desgracia aún cuando la matas, mi madre se niega a seguir muerta.— Explicó Elijah mientras se levantaba y se colocaba la chaqueta de su traje.

—La ayudan los espíritus naturales.— Añadió Astrid con tranquilidad, mientras permanecía en el mismo lugar.

—¿Y qué queréis que hagamos?— Preguntó Stefan sabiendo que esta vez eran ellos los que debían de actuar en nombre de los Originales.

—Que os ocupeis de las brujas que liberaron a mi madre.— Sentenció Elijah haciendo que ambos comprendieran que se estaba refiriendo a Bonnie y a Abby.

—Va a absorber el poder de su linaje, así que la estirpe debe de romperse.— Añadió esta vez Astrid mientras dejaba el vaso en la mesa y se ponía de pies.

—¿Romperse?— Preguntó Stefan sin entenderles.

—Se refiere a...— Empezó a decir Damon mientras hacían un gesto en señal de que lo que los dos Originales querían es que una de las dos terminara muerta.

—Queréis que las matemos.— Asumió Stefan al entender el gesto que su hermano había hecho.

—Lo haríamos nosotros, pero no tenemos la menor idea de dónde están.— Explicó Astrid sabiendo que esta vez era trabajo de los Salvatore, además de que la divertía de que fueran ellos, porque estaba comenzando a enfadarse, y eso no era recomendable de que sucediera.

—Además de que al vernos sabrían nuestras intenciones, pero no se lo esperaran de vosotros.— Aclaró Elijah con obviedad.

—Tenéis hasta las nueve y seis minutos para encontrarlas.— Les informó Astrid con seriedad.

—¿Por qué nos dais una hora tan concreta?— Preguntó Damon confundido.

—Entonces la luna estará llena y tendrá el poder para matar a nuestra familia.— Les explico Elijah con tranquilidad.

—Sino conseguís detenerla antes, Rebekah matará a Elena.— Les advirtió Astrid sabiendo cual sería el destino de la réplica sino actuaban rápidamente.

—Vamos todos contra reloj, os sugiero que empecéis.— Les aconsejo Elijah para después ambos marcharse.

★★★

Por motivos como este oído a Elena, se hace la santa aún sabiendo que van a morir criaturas que no la han hecho nada. Me pregunto que hubiera sentido si Damon, Stefan, Tyler y Caroline hubieran muerto debido al hechizo de Esther. Por un lado me hubiera gustado verlo, pero solo para verla sufrir.

Vale, ya paro con mis ideas de querer ver a Elena sufrir.

El capítulo tiene cosas importantes, como el detalle de que Eliana sigue conservando como una especie de Don que tenía cuando era humana.

Además Astrid asume que su padre podría ser un indio, tal vez incluso de la manada del padre de Klaus. Pero eso se debe a que no sabe lo que significa la marca, evidentemente ella nunca ha oído hablar como tal de los media luna, en específico de la marca del hombre, pero no os preocupes porque todas las preguntas tienen su respuesta. Y no va a venir por parte de Klaus, aunque hubiera sido divertido hacer una escena donde él explica como sabe eso. Jejejej.

A un lado ello, no se que me dio pero hice bastantes gifs en esta parte, luego ha sido algo complicado hacer otros, pero como os he dicho quienes queráis verlos y llevaros alguna sorpresa, buscarme en tumblr con el nombre de mi segunda cuenta.

Y bueno, con respecto al próximo capítulo sucederán un par de cosas, que a largo plazo tendrán su importancia en la historia, además de que ya queda menos para que algunos secretos salgan a la luz, y creerme, no vais a verlo venir.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️

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