—— AN UNCOMMON DINNER ——

—Elijah...— Comentó Astrid sorprendida al ver al vampiro frente a ella.

—Me alegro de verte, pero necesito tu ayuda.— Sonrió el vampiro justamente después de que ella le abrazara.

—¿Mi ayuda? ¿Para qué?— Preguntó Astrid sin comprender que estaba pasando, ya que había estado inconsciente demasiado tiempo.

—Una cena que Damon y yo hemos organizado, y necesito que estés ahí.— Resumió, haciendo que la híbrida le mirase sorprendida por lo que había dicho. ¿Qué podía salir mal en un lugar cerrado con Klaus, Stefan, Damon, Elijah y ella?

—Oh, vaya. ¿Qué puede salir mal?— Preguntó la vampira sarcásticamente.

—Tu solo ve, necesito que vayas.— Insistió el noble, esperando convencer a la vampira de que fuera, más que nada porque necesitaba que estuviera ahí.

—Bueno, ya no corro riesgo de que Mikael me use como cebo para luego matarme, así que...— Comentó Astrid mostrando que ella iría, a fin de cuentas a quien le estaba haciendo un favor era a Elijah.

—Lo se, Niklaus me lo contó.— Suspiró Elijah al saber que podrían haber ocurrido cosas muy malas si Astrid hubiera llegado a morir.

—¿Todo?— Preguntó mientras se cruzaba de brazos y le miraba encarnando una ceja.

—Todo.— Garantizó el trajeado sabiendo que ya no podía tener más sorpresas, por desgracia quien sí las tendría sería Klaus.

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—Niklaus, Astrid, han llegado nuestros invitados.— Les informó Elijah, haciendo que los dos híbridos se acercaban.

—Damon, Stefan.— Saludo Klaus. —Elijah me dijo que queriais verme. Muy audaces.— Comentó mientras miraba a los dos vampiros. —Discutamos los términos de nuestro acuerdo como gente civilizada.— Les pidió, haciendo un gesto para que pasarán al comedor.

—Eso sí que va a ser divertido de ver.— Comentó Astrid sarcásticamente, ya que era poco común que Klaus fuera alguien civilizado.

—Será mejor complacerle.— Les aconsejo Elijah a los hermanos Salvatore.

—No he venido a comer, Klaus. De hecho, lo cierto, es que yo no quería venir, pero me han dicho que accediera porque nos escucharias.— Intervino Stefan, mostrando que por su parte no iba a haber una muestra de cooperación.

—Bueno, yo no esperaba que robaras los ataúdes con mis hermanos dentro, ni de que Damon me clavara una estaca en el pecho.— Intervino esta vez Astrid mirando a los dos Salvatore mientras se cruzaba de brazos. —Así que, tal vez debais de ceder o tal vez quienes no van a salir de aquí esta noche sois vosotros, de hecho sino os sentáis tal vez os saque las tripas por la garganta.— Sugirió mientras les sonreía, mostrando que podía llegar a ser mucho peor que Klaus, a fin de cuentas Astrid podía ser muy vengativa y rencorosa, sobretodo tras usarla como cebo.

—Será mejor hacerla caso, tiene muy mal carácter cuando se trata de sus hermanos pequeños.— Les aconsejo Klaus sabiendo que debía de aplicarse aquella amenaza, porque por muchos híbridos que tuviera, con Astrid no tendría posibilidad alguna, menos aún cuando se enfadaba, porque se motivaba.

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—Gracias, encanto.— Le sonrió Damon a una de las camareras.

—Has perdido el apetito.— Comentó Klaus mirando a Stefan, el cual era el único que no estaba comiendo.

—Come, has dicho que dejarías en casa al Stefan gruñón.— Le advirtió su hermano mayor, haciendo que Stefan cediera para empezar a cenar.

—Esa es la actitud.— Sonrió Klaus mirando a los presentes. —¿A que es agradable? Los cinco cenando juntos.— Comentó el híbrido mientras Stefan mantenía una expresión de pocos amigos y Astrid ponía los ojos en blanco.

—Una delicia.— Respondió la híbrida sarcásticamente 

—¿Esto buscabas cuando le quitaste la daga a mi hermano?— Le preguntó Klaus a Damon, los cuales estaban a cada lado de Astrid.

—Sabía lo que sentía por ti, y pensé, cuantos más, mejor.— Respondió Damon con su característico humor, para después seguir comiendo.

—Elijah y yo hemos tenido nuestras diferencias, pero siempre las solventamos.— Afirmó Klaus mirando a su hermano mayor, el cual le dedico una sonrisa de que así era.

—Igual que con Rebekah y con Astrid, ¿verdad?— Preguntó Stefan mirando a Klaus. —Por cierto, ¿dónde está? La última vez que la vi tenía la daga clavada porque temía que la plantaras cara.— Añadió mirando al híbrido sabiendo que aquello le haría enfadar.

—Si te refieres a que sabe que mate a nuestra madre, ya me he sincerado con Elijah.— Les informó Klaus mostrando que de momento no tenía tema con el que atacarle.

—Stef, ¿recuerdas cuando mataste a papá? Vamos a dejar el juicio para el postre.— Le pidió Damon a su hermano, dando a entender que él no era quien para tirar en cara el matar a un padre.

—Hemos venido a hacer un trato, no tenemos que besarle el culo toda la cena.— Alegó Stefan a su hermano, haciendo que Klaus riera con su comentario.

—Solo digo que aún queda mucha noche, tranquilito.— Le pidió Damon esperando poder tener una velada tranquila, aunque eso parecía que iba a ser complicado.

—Stefan, ¿dónde está la adorable Elena?— Preguntó Elijah algo desconcertado.

—No se, pregúntale a Damon.— Respondió el menor de los Salvatore desconcertando al noble con su comentario.

—Te has perdido muchas cosas, problemas en el paraíso.— Resumió Astrid divertida por la situación que se estaba fraguando.

—Una palabra más de Elena y se acabó la cena.— Les advierto Stefan mostrando su enfado.

—Sí..., va a ser mejor dejar a Elena en el montón de temas a evitar.— Comentó Damon mientras ponía los ojos en blanco.

—Tienes razón.— Afirmó Klaus, mientras volvía a reír. —Es que la atracción de la réplica Petrova sigue siendo muy fuerte.— Garantizó para después mirar a Astrid y a Elijah. —¿Qué decís? ¿Les hablamos de Tatia?— Sugirió para volver a mirarlos.

—¿Por qué sacar asuntos zanjados hace tanto tiempo?— Preguntó Elijah confundido, mostrando que no quería recordar aquellos tiempos.

—¿Por que no dejas a los muertos en paz?— Preguntó está vez Astrid, incómoda ya que desde que Tatia murió, nunca la había vuelto a nombrar.

—Dado su afecto común por Elena y Katerina, nuestros invitados tendrán curiosidad por saber del creador del linaje Petrova.— Aclaró Klaus esperando convencer a los dos Originales.

—No vamos a movernos de aquí, Astrid. Por favor, contad.— Comentó Damon mirando a la vampira, la cual le miró con una expresión de pocos amigos.

—Cuando nuestras familias llegaron aquí había una chica, Tatia, de una belleza exquisita.— Explicó Klaus con tranquilidad. —Todos aspiraban a pretenderla pese a que había tenido un hijo con otro hombre, y ninguno la ama más que Leonidas.— Añadió el híbrido haciendo que la expresión de la híbrida cambiará al escuchar el nombre de su hermano.

—Yo diría que mi hermano no era el único que la amaba en igualdad.— Sugirió Astrid mientras miraba a Elijah.

—Un momento, esperad, ¿Elijah y Leonidas, tu hermano, amaban a la misma chica?— Preguntó Damon sorprendido de aquello, sobretodo porque después se habían vuelto, de alguna forma, familia.

—Que cosas, ¿eh? La historia siempre se repite.— Respondió Astrid con un tono de burla.

—Nuestra madre era una bruja poderosa, trato de poner fin a nuestra enemistad por Tatia y se la llevó.— Prosiguió esta vez Elijah con la explicación. —Más tarde, supimos que fue la sangre de Tatia la que consumimos en el vino la noche en la que madre hizo el hechizo que nos convirtió en vampiros.— Añadió el noble con tranquilidad. —Tatia no pudo decidirse entre los dos, así que por un tiempo, Leonidas y yo nos distanciamos.— Terminó de decir.

—Eran como una y carne.— Les informó Astrid mientras bebía de su copa de vino.

—Intercambiamos insultos y llegamos a las manos, ¿verdad?— Aclaró Elijah, esperando una respuesta por parte, principalmente, de Astrid.

—Pero al final reconocieron el vínculo sagrado de la familia.— Añadió Astrid dando a entender que cuando aquello pasó ella ya estaba casada con Klaus.

—La familia ante todo.— Respondió Klaus mientras alzaba su copa para brindar con los dos Originales.

—La familia ante todo.— Dijeron al unísono Astrid y Elijah para después brindar, haciéndoles ver a los dos Salvatore que ante todos los problemas que Astrid pudiera tener con Klaus, ella a fin de cuentas, se posicionarla del lado de la familia Original, ya que era evidente que quien conspirase en su contra lo haría también en la de ella.

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—¿Por qué no vamos discutiendo los términos de la propuesta?— Preguntó Elijah esperando ver cuales iban a ser esos términos.

—Es muy simple, le devolvemos a Klaus su ataúd y a cambio él y toda la familia Original se largan de Mystic Falls para siempre, y Stefan, Elena y yo vivimos felices sin rencores.— Resumió Damon con tranquilidad.

—Un trato justo, hermano.— Le indicó Elijah a Klaus, pero era evidente que esa propuesta no era, en absoluto, agradable para el híbrido.

—Veo que no lo entendéis, la sangre de la réplica me asegura la creación de más híbridos para luchar contra mis oponentes.— Les explico Klaus con tranquilidad. —Jamás me iré sin ella.— Añadió con seriedad.

—Y ahí está la paranoia.— Puntualizó Astrid llevándose una mala mirada por parte del híbrido.

—Digamos que la dejo aquí, bajo vuestra protección, ¿cuanto tiempo tardareis en convertirla en vampiro? O peor, ¿cuanto tardará en morir víctima de vuestra rivalidad?— Inquirió Klaus sabiendo que ese era el destino que la esperaba a Elena, eso era evidente desde el momento en el que ella conoció el mundo sobrenatural.

—Los dos os creéis que sois la única persona que puede protegerla, pero eso es lo que os gustaría. Caballeros, lo peor para Elena Gilbert sois vosotros.— Les informó Astrid con seguridad en sus palabras, las cuales no alegraron a ningún de los Salvatore.

—Voy a tomar el aire.— Respondió Damon poniéndose de pies.

—Déjame a mi.— Le pidió Elijah a los tres.

—Te ayudare, Elijah.— Suspiró la híbrida sintiéndose algo culpable de ello, pero por muy triste que fuera, era verdad. —¿Seguro de que no vamos a terminar muertos?— Le preguntó a Elijah una vez que se alejaron.

—Les quieres recuperar, ¿no?— Inquirió Elijah mientras entre Damon y él quitaban las dagas.

—Más que nada en mi vida.— Admitió Astrid con sinceridad.

—Venga, Klaus, pon tus cartas sobre la mesa.— Pidió Damon una vez que regreso al comedor, seguido por los dos Originales. —Ya hemos hecho nuestra oferta, te toca a ti.— Le indicó con tranquilidad.

—Muy bien, os ofrezco la futura felicidad de Elena. Lo que necesita ahora es perderos de vista y enamorarse de un humano, tal vez ese jugador de fútbol, el rubito.— Sugirió Klaus, haciendo que las expresiones de los dos hermanos cambiaran.

—¿Matt Donovan? ¿Enserio?— Preguntó Damon sorprendido.

—¿Por qué no? Se casaran, tendrán una vida próspera y una familia perfecta.— Alegó el híbrido con obviedad.

—Y continuará el linaje Petrova, cada pocos siglos tendrás una réplica a la que drenar y no te faltaran híbridos, ¿no, Klaus?— Alegó Stefan viendo cuál iba a ser el objetivo del híbrido.

—Es un pequeño beneficio por mi inversión en su bienestar.— Alegó el Original. —Cuando me devolváis el ataúd le garantizare seguridad toda su vida natural. Sabéis que es lo mejor para ella.— Añadió, sabiendo que lo único que aquellos dos vampiros querían era la felicidad de la humana. —Bien, ¿que me dices, Stefan?— Inquirió esperando una respuesta por el menor. —¿Trato hecho?— Klaus estiró su mano, en señal de acuerdo.

—¿Qué haces?— Le preguntó Damon a Stefan al ver como este se acercaba al híbrido.

—Buen intento Klaus, pero no hay trato.— Respondió Stefan soltandose del agarre de Klaus, al mismo tiempo que este le metía la mano en la chimenea, y Astrid y Elijah se encargaban de Damon.

—¿Pero que hacéis?— Preguntó Damon confundido. —¡Para!— Le pidió a Klaus el cual no soltaba a Stefan.

—Darme mi ataúd antes de que lo queme vivo.— Le amenazó al mismo tiempo que Astrid le soltaba.

—Te lo traeré.— Respondió Damon en señal de que le haría caso.

—Acompañarle, no quiero trucos.— Les ordenó a Astrid y a Elijah, haciendo que ambos vieran como su plan estaban marchando tal y como ellos querían y habían planeado. —Y cuando vuelva, cumpliré con lo que os he prometido y os entregaré a nuestra familia.— Añadió sabiendo que con esa frase conseguiría que ambos le hicieran caso, o por lo menos eso creía. Ya que era evidente de que jamás les entregaría los ataúdes a los dos, pues Klaus sabía que si eso sucedía Elijah dejaría libres a todos, y eso le traería muchos problemas y peleas familiares que el híbrido quería evadir.

—Más te vale.— Le advirtió Astrid mientras se marchaba siguiendo, junto a Elijah y Damon; sabiendo, como el noble, que él jamás cumpliría su palabra y si lo hacía era para encerrar de nuevo a Elijah en un ataúd y volver a chantajear a Astrid para que hiciera todo cuanto él quisiera así como mantenerla cerca para que no volviera a huir.

★★★

Ya queda menos para una reunión familiar como dios manda.

Pero aún así hay detalles que quiero puntualizar.

Por motivos evidentes el triángulo amoroso emite Klaus-Elijah-Tatia, ha cambiado, siendo su integrantes Leonidas el hermano pequeño de Astrid. Sin duda Leo creo que es un personaje que aunque no le doy ese protagonismo excesivo, tiene momentos muy divertidos y constantemente busca ayudar a su familia. Así como dato de lo que sucederá.

Ahora, tocando la cena, que es más incómoda que cualquier otra cosa, sin duda sí creo que los Salvatore son los responsables de que Elena tuviera tantos problemas, aunque la sugerencia de Klaus de que ella debía de terminar con Matt..., a ver no se si es adivino o lo ha visto, pero era siniestro.

Con respecto todo lo demás, bueno vemos la cara menos amable de Astrid, y es que quien hace daño a sus hermanos... despierta a la bestia, nunca mejor dicho.

Con respecto al próximo capítulo... me muero de ganas, y no os podéis hacer una idea, de que llegue. Principalmente para que veías las escenas de los tres hermanos, sin duda creo que son de mis partes favoritas de ellos. Aunque hay otras que les supera.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️