CAPÍTULO 13: RECKONING

—— RECKONING ——

—¿Porque se lo has dicho?— Le preguntó Stefan a Astrid al verla.

—Déjame, Stefan.— Pidió Astrid, la cual seguía conmocionada por lo que había pasado.

—No, respondeme. ¿Qué es lo que te ha prometido?— Inquirió Stefan poniéndose delante de ella. —¡Hazlo!— Gritó el vampiro agrrandola de los brazos.

—Te recuerdo que todavía soy un Original, así que merezco un respeto.— Le recordó Astrid mientras se soltaba de su agarre y le miraba con una expresión de pocos amigos al saber que había sido un terrible error ir a ayudar a Stefan, ¿de que la había servido? Solo se había complicado la eternidad, y está vez para siempre.

—Ha usado a tus hermanos.— Asumió Stefan al saber lo que había pasado.

—Me hizo creer que tiraría a mi hermana al fondo del puerto de Chicago.— Explicó Astrid mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. —Lo siento, Stefan.— Se disculpó mientras comenzaba a llorar. —Y-yo creía que estaba dentro... N-no puedo perderla, no les puedo perder. No a ellos.— Explicó mientras se limpiaba las lágrimas.

—Te ayudare a recuperarlos, te lo prometo.— Intentó Stefan tranquilizarla para después abrazarla. —¿Pero ahora que vamos a hacer?— Preguntó preocupado por el futuro de Elena.

—No lo se.— Suspiró Astrid mientras se separaba de él.

—¿Les vas a ayudar?— Preguntó Stefan sentándose en el remolque.

—Creo que le engañaron.— Admitió Astrid sin mirar al vampiro.

—¿A Klaus?— Preguntó Stefan confundido al no comprender algunas cosas.

—Sí, algo me dice... que no es así de sencillo.— Suspiró para después atacar al vampiro, rompiendole el cuello. —Lo siento, Stef.— Se disculpó para después dejarlo en el suelo y entrar en el instituto, reuniéndose con Rebekah.

—¿Quiénes son estos dos?— Le preguntó Rebekah a Astrid.

—Caroline, la vampira, y Tyler, el hombre lobo.— Les indicó la híbrida mientras los dos las miraban confundidos, ya que no sabían quienes eran ellas.

—¿Quiénes sois vosotras?— Preguntó Caroline confundida.

—Soy Rebekah, la nueva.— Se presentó Rebekah para después avalanzarse sobre Caroline y atacarla. —¿Y estos iban a ser los sacrificios?— Preguntó la Original, mientras Astrid agarraba a Tyler.

—Hasta que el ingenioso de Damon tomó la decisión de liberar a un hombre lobo en luna llena.— Respondió la híbrida mientras comenzaban las dos a caminar para reunirse con Klaus, el cual ya tenía a Elena.

—Vaya, ya estamos todos.— Sonrió el híbrido al ver que ambas le traían a Tyler. —Os presento a Rebekah, mi hermana. Y cuidado, puede ser perversa.— Añadió haciendo que Rebekah le mirase con una expresión de pocos amigos.

—Idiota.— Respondió la Original por su comentario.

—A Astrid ya la conocéis.— Añadió Klaus mirando a la híbrida la cual le acerco a Tyler, para que el híbrido le cogiera.

—Dejale en paz.— Le pidió Elena a Klaus.

—Os lo explicaré, es muy simple.— Dijo Klaus agarrando a Tyler. —Cada vez que intento convertir a un hombre lobo en un vampiro híbrido, muere durante la transición.— Explicó el híbrido.

—Una lástima.— Respondió Astrid sarcásticamente mientras se sentaba en una de las gradas.

—Es deplorable, la verdad.— Añadió Klaus ignorando el comentario que había hecho la híbrida. —Encuentra la forma de salvar a mis híbridos, Bonnie. Y por el bien de Tyler, date prisa.— Sugirió justamente antes de obligarle a tomar de su sangre para después romperle el cuello.

—Lo ha matado.— Dijo Matt asustado.

—No lo ha matado, la sangre de Klaus le convertiría en vampiro.— Explicó Elena sabiendo lo que le terminaría pasando al hombre lobo.

—Y si Bonnie cumple su parte, sobrevivirá a la transición.— Garantizó Klaus sabiendo que terminaría consiguiendo sus ansiadas respuestas. —Venga, ve a consultar tus grimorios y tus encantamientos, yo me quedo con Elena, para asegurarme.— Le indicó mirando a Bonnie, haciendo que esta, junto a Matt, salieran corriendo.

—Así que esta es la última réplica, la Original era mucho más guapa.— Comentó Rebekah mirando a Elena.

—Y menos llorona.— Añadió Astrid, la cual se había tumbado en la grada aburrida.

—Ya basta.— Las interrumpió Klaus. —Rebekah, llévate de aquí al hombre lobo, anda.— Pidió su hermano, haciendo que esta obedeciera su orden y cogiera el cuerpo de Tyler del pie para después arrastrarlo.

—Stefan.— Murmuró Elena al ver a Stefan entrar en el gimnasio.

—Me has roto el cuello.— Le acuso Stefan a Astrid la cual le miró con una expresión de pocos amigos, ya que muy en el fondo ya nada la importaba.

—Deja de lloriquear, podría haber sido peor.— Respondió la chica con obviedad.

—Klaus.— Stefan pronuncio el nombre del híbrido, el cual le miró con una expresión de pocos amigos.

—¿Vienes a salvar a tu damisela?— Preguntó Klaus con burla, pero muy en el fondo sabía porque Stefan estaba haciendo todo aquello, y de alguna le admiraba por ser capaz de hacer todo ello tanto por su hermano como por la mujer que amaba.

—He venido a pedirte perdón y a prometerte lealtad.— Explicó el vampiro ignorando la presencia de Elena.

—Ya has faltado a tu lealtad una vez.— Le recordó Klaus mostrando que ya no confiaba en él.

—Elena ya no significa nada para mi.— Garantizó el vampiro, pero todos los presentes sabían que aquello era mentira. —No me importa, lo que me pidas, lo cumpliré.— Afirmó.

—Lo veo justo.— Sonrió Klaus divertido.—Brindemos por ello.— Sugirió mientras miraba a los dos humanos. —Matalos.— Le ordenó de nuevo, esperando que el vampiro lo hiciera. —¿A que esperas? Matalos.— Insistió, pero Stefan era incapaz de mostrar su otro lado, no delante de Elena.

—No, Stefan. No me hará daño.— Garantizó Elena, mientras Astrid miraba todo aquello con extrema curiosidad y de alguna forma sorprendida de que hubiera quienes fueran capaz de todo por la persona a la que querían.

—¿No significa nada para ti?— Preguntó Klaus viendo que aquello era otra mentira. —Se te están acumulando las mentiras, como a Astrid.— Acuso Klaus mientras sujetaba a Stefan.

—Suéltalo.— Le ordenó Astrid mientras se ponía de pies.

—Haré lo que tu quieras, te daré mi palabra.— Insistió Stefan.

—¿Tu palabra? Tu palabra no tiene ningún valor.— Respondió Klaus mostrando que ya no se creía nada que dijera el vampiro. —Llevo todo el verano confiando en tu palabra, pero ahora tengo que recurrir a esto.— Suspiró mientras miraba de reojo a la híbrida, sabiendo cual iba a ser su siguiente movimiento. —Astrid.— Al escuchar su nombre la aludida se quedó en el mismo lugar, temerosa de lo que podía ocurrir. —Ven o será peor para él y para tus hermanos.— La advirtió, haciendo que esta se acercara a él. —Así me gusta.— Sonrió el híbrido mientras seguía sujetando a Stefan del cuello.

—No lo hagas.— Pidió Stefan.

—Obedeceras cualquier orden que yo te dé.— Le ordenó Klaus a Stefan mientras usaba la coacción con él.

—¿Querías que viera esto más en directo?— Preguntó Astrid mientras se cruzaba de brazos.

—Sabes lo que quiero que hagas.— Sonrió, haciendo que ella comprendiera que era lo que quería. —Hazlo, Astrid, o sino...— Empezó a decir haciendo que ella le lanzada una mirada asesina.

—Apaga tu humanidad.— Le ordenó a Stefan, pero sin usar el control mental, haciendo que el vampiro supiera que debía de seguirla el juego.

—Ahora, destripador, matalos.— Ordenó el híbrido, haciendo que este se abalanzara sobre los dos humanos matandolos. —Siempre es agradable ver a un vampiro en su salsa, la especie se estaba haciendo muy blanda.— Suspiró orgulloso.

—No, se lo has hecho tú.— Afirmó Elena sabiendo que él era el culpable de todo.

—Yo no le he obligado a apagar su humanidad.— Rió Klaus haciendo que Astrid apartará la mirada furiosa.

—¡¿Dónde está?! ¡¿Y mi colgante?!— Preguntó Rebekah entrando en ese momento.

—¿De qué estás hablando?— Preguntó Klaus sin entender que estaba queriendo decir.

—Tiene mi colgante, mira.— Respondió su hermana mientras le dejaba un teléfono, mostrándole una foto.

—Vaya, vaya, más mentiras.— Comentó Klaus sorprendido.

—¿Dónde está?— Preguntó Rebekah agarrando a Elena.

—Ya no le tengo.— Respondió la réplica intentando mostrar que no tenía miedo.

—Mentira.— Garantizó Rebekah justamente antes de clavar sus dientes en su cuello.

—Basta.— Intervino Klaus separando a su hermana de la réplica.

—¡Qué me diga donde está, Nik!— Exigió Rebekah, mostrando que quería el objeto.

—¿Y el colgante, cielo? Se sincera.— Klaus miró a Elena esperando una respuesta por su parte.

—Te digo la verdad, lo robo Katherine.— Respondió Elena con sinceridad.

—Katerina como no, aprendió bien de Astrid.— Comentó Klaus para después mirar a la híbrida, la cual sonrió orgullosa.

—Que le voy a hacer, soy buena enseñando a la gente ha joder los planes de otros.— Sonrió, mientras le miraba con orgullo, ya que Katherine había sido muy habilidosa a la hora de aprender de ella.

—Pues que mala suerte, el colgante le facilitaría las cosas a vuestra bruja. Pero si queréis hacerlo por las malas...— Comentó Klaus mientras su expresión mostraba que estaba maquinando algo. —Vamos a poner un tiempo, ¿vale?— Sonrió mientras se acercaba al temporizador. —Veinte minutos, si Bonnie no me da una solución para entonces quiero que vuelvas a comer, solo que esta vez, la sangre será la de Elena.— Le indicó a Stefan, haciendo que las expresiones de Elena y Astrid cambiaran. —Te mueres de ganas.— Afirmó al ver la expresión del vampiro.

—No, Klaus, no hagas esto.— Le pidió Astrid sabiendo que aquello destruiría a Stefan para siempre.

—Que nadie salga, si intenta huir rompele la columna.— Le ordenó a Stefan para luego irse, obligando a Astrid a irse con él.

—Son críos.— Le recordó.

—Estoy comenzando a cansarme de que seas tan benevolente con ellos.— Se quejó Klaus mostrando que la híbrida estaba comenzando a consumir su paciencia.

—Pues deja que me vaya y así dejas de escuchar como les defiendo.— Sugirió Astrid sabiendo que las cosas no iban a ser así de sencillas.

—Más quisieras que eso sucediera, pero no va a ser tan fácil. Ahora ya no.— Aseguró Klaus haciendo que Astrid viera que todo se la había complicado, mucho más que al resto. —Y por mucho que lo quieras no vas a poder huir.— Puntualizó.

—Cuestión de tiempo.— Respondió Astrid sabiendo que volvería a irse y a esconderse.

—Hazlo, y te juro que les mataré. Buscaré la forma de hacerlo.— La amenazo para después mirarla, haciendo que Astrid viera que iban muy enserio sus palabras.

—Bien. Venga, hazlo. A fin de cuentas yo no voy a ganar nada y perderlo, ya lo he perdido todo, por tu culpa. Así que, que importa.— Respondió Astrid mostrando que ya todo la daba igual, una parte de ella había tirado la toalla, nunca más volvería a ver a sus hermanos fuera de un ataúd, Klaus nunca cambiaría y la felicidad que tiempo atrás tuvo, jamás volverá.

—Dice que Elena no debería de haber sobrevivido al ritual, los híbridos no sobreviven porque Elena sigue viva.— Explicó Matt a Bonnie mientras Astrid se acercaba a ellos, dejando a Klaus en mitad del pasillo sorprendido por su comentario.

—Tyler...— Murmuró Bonnie al saber lo que le sucedería al hombre lobo.

—Va a morir, ¿verdad?— Afirmó Matt preocupado por su amigo.

—Yo no estaría tan seguro, puestos a elegir entre la réplica y el híbrido, me quedo con el híbrido.— Intervino el híbrido.

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—Siempre nos encontramos así.— Comentó el híbrido evitando que Elena siguiera corriendo. —Esto es fascinante, nunca había visto algo así. Nunca había visto algo más fuerte que tu deseo de sangre, pero le supera tu amor por esta chica.— Se burló Klaus. —Sigue tu instinto.— Insistió mirando al vampiro.

—No.— Negó Stefan.

—Vamos, o va a parecer que Astrid no ha hecho un buen trabajo...— Comentó mientras se daba cuenta de que Stefan no había apagado su humanidad. —Más engaños.— Suspiró con resignación. —Eres fuerte, pero no como yo.— Le recordó a Stefan, el cual le había intentando atacar. —Anula tus sentimientos.— Le ordenó.

—No, Klaus, no hagas eso.— Pidió Astrid sabiendo lo que eso podría desencadenar.

—¡No!— Gritó Stefan.

—¡Anulalos!— Ordenó el híbrido usando la coacción.

—¿Qué has hecho?— Preguntó Elena asustada.

—Lo he arreglado.— Garantizó el Original.

—No, lo que has hecho ha sido destruirlo.— Afirmó Astrid viendo que una vez más, Stefan estaba perdido y está vez ella no iba a poder hacer nada para ayudarlo.

—Suelta eso, Astrid.— Le advirtió Klaus a Astrid al ver que está tenía la mano sobre el pecho de Tyler mostrando sus intenciones de matarlo.

—¿O que? Prefiero que muera a que se vuelva la misma clase de monstruo que quieres que sea, la misma clase de monstruo que tú eres.— Le atacó Astrid sabiendo que sin Tyler, Klaus no tendría a un hombre lobo y tendría que perder tiempo, otra vez, buscando a uno.

—Vamos a ver a quien decides salvar.— Sugirió sabiendo como impedir todo. —Destripador, te apetece un trago del cuello de la réplica.— Sugirió mirando a Stefan mientras le mostraba el cuello de Elena.

—Sí la matas...— Empezó a decir Astrid.

—¿Qué? Podre hacer híbridos.— Afirmó Klaus, mostrando que el destino de la réplica era la muerte.

—No, no podrás.— Dijo finalmente la híbrida creyendo que la sangre de Elena tenia otra clase de función.

—¿Qué es lo que sabes?— Preguntó Klaus acercándose a ella. —Habla.— Exigió agarrandola de los brazos.

—¿Crees que la bruja Original te ayudaría? ¿Después de lo que hizo? Me sorprende que seas tan idiota, aunque bueno, siempre lo has sido.— Respondió haciendo que Klaus se diera cuenta de lo que estaba queriendo decir.

—Vaya, parece ser que sigues siendo de mucha ayuda.— Sonrió Klaus orgulloso de que la híbrida le siguiera ayudando. —Vamos a comprobarlo.— Sonrió para después quitarle algo de sangre a Elena e irse, junto a Astrid, en busca de Tyler. —Sangre de Elena, bebetela.— Le ordenó mientras le daba el vial.

—No, no. Tyler no.— Le pidió Caroline, sabiendo que a fin de cuentas el chico podría terminar muriendo.

—Sino come morirá igualmente, considéralo un experimento.— Respondió Klaus. —Buen chico.— Sonrió al ver como el hombre lobo se bebía la sangre.

—¡Tyler!— Exclamó Caroline preocupada al ver como este empezaba retorcerse de dolor.

—Buena señal.— Sonrió Klaus al ver que Tyler había pasado con éxito la transición, y mostrando así que lo que necesitan para completarla era la sangre de la réplica, no su muerte.

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—¿Vives aquí?— Preguntó Rebekah al ver el pequeño apartamento que Astrid tenía en Mystic Falls.

—Aquí vivíamos Lexi y yo cuando vigilabamos de lejos a Stefan. Supongo que sí vino...— Suspiró al ver que había una marca, idéntica a las que hacía Lexi, en uno de los cuadros que había de decoración.

—¿Lexi?— Preguntó Rebekah confundida.

—Una amiga, era muy divertida pero muy ingenua, aún así te hubiera caído bien, supongo.— Suspiró al recordar que también estaba muerta, las personas a las que quería o estaban muertas, encerradas, condenadas o... la decepcionaban hasta un punto donde no podía quererlas, o eso creía ella.

—¿Cómo la conociste?— Preguntó Rebekah con curiosidad.

—Lexi era esa clase de criaturas que la gustaba ayudar a aquellos que estaban perdidos.— Suspiró Astrid mientras se acercaba a una de las puertas del apartamento.

—Tu no estás perdida.— Alegó Rebekah, viendo que todo lo que había ocurrido y lo que estaba ocurriendo estaba afectándola, y por muy unidas que ambas estuvieran ella sabía que nunca la diría nada. Solo había dos personas con las que Astrid se sinceraba, una era Leo y estaba en un ataúd, y la otra era Klaus, y evidentemente él no era una opción.

—Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras y siempre que quieras, considérala como tu casa.— Dijo Astrid cambiando de tema.

—Gracias, Astrid.— Sonrió Rebekah por aquel gesto.. —Y siento lo que hizo yo...— Empezó a decir sin saber que palabras usar.

—No hace falta que te disculpes, Rebekah. Yo haría lo mismo por mi hermano.— La tranquilizó Astrid mientras se encerraba en una de las habitaciones, dejando a Rebekah algo preocupada por todo lo que estaba ocurriendo, y sabiendo que por muy fuerte que Astrid fuera aquello podría traerla problemas, tanto a ella como a todos.

★★★

Bueno han pasado muchas cosas, la mayoría relacionadas con el episodio pero aún así creo que hay detalles que bueno son importantes de mencionar.

Lo primero de todo, es que a pesar todo lo que ha sucedido, Astrid quiere proteger a Stefan, sin duda para Stefan era de esos personajes que de merecían su final feliz, no el final que tuvo como muchos otros.

Otro punto que creo que debo remarcar, es el simple hecho de que Astrid no es como Klaus o como cualquier Original, que por el simple hecho de serlo se creen invencibles, ella intenta ayudar a los demás, a pesar de las constantes amenazas por parte de Klaus.

El tercer punto, y creo que de los más importantes, el simple hecho de que Astrid odie a Klaus. Sí es cierto que esos sentimientos cambiaran, pero en estos momentos tiene un profundo odio hacia él, por todo lo que ha ido haciendo. Pero las cosas irán cambiando.

El cuarto y último punto, la escena final. Ese apartamento creo que es el lugar donde más cosas van a suceder, pero sin duda lo que todos queréis saber es sobre cómo Lexi y Astrid se conocieron, puedo adelantar que habrá un flashback de ello, pero tardará en aparecer.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤

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