CAPÍTULO 11: THE SISTER
—— THE SISTER ——
—¿No falta una pieza del vestido?— Preguntó Rebekah desde el interior del probador.
—No.— Respondió Klaus aburrido.
—Pues las mujeres de este siglo visten como prostitutas.— Garantizó Rebekah saliendo del probador.
—Golpe bajo para el feminismo y la igualdad por la que se ha estado luchando desde el siglo pasado.— Sonrió Astrid por el comentario que había hecho la chica.
—Me miraron mal por llevar pantalones.— Alegó la vampira al no creerse que ahora la gente vistiera así.
—Los llevaste para que la mujer actual no llevara nada.— Respondió Klaus mientras seguía bebiendo champán.
—¿Y qué es esa música? Parece un choque de tranvías.— Se quejó la vampira.
—Es Dance, Rebekah.— Respondió esta vez Stefan, el cual estaba ya, aburrido.
—¿La gente la baila?— Preguntó confundida al no entender nada de aquel nuevo siglo
—¿Estas ya?— Preguntó Klaus cansado.
—¿Por que estás tan gruñón?— Preguntó Rebekah confundida por la actitud de su hermano.
—Seguramente llevará un milenio así.— Respondió Astrid llevándose una mala mirada por parte del híbrido.
—Por que necesitaba una cosa para que mi bruja averiguara porque mueren mis híbridos. Solo una, tu colgante, y le has perdido.— Se quejó Klaus.
—No lo he perdido, lleva noventa años desaparecido.— Respondió Rebekah con obviedad, haciendo reír a Astrid por su comentario, mientras la vampira regresaba al probador.
—Vigilala.— Le ordenó Klaus a Astrid mientras él y Stefan se iban.
—Mejor que aguantaros a vosotros.— Garantizó Astrid aliviada de que se fueran.
—¿Se han ido?— Preguntó Rebekah sacando un momento la cabeza del probador.
—Sí, finalmente.— Respondió Astrid aliviada.
—¿Cómo dio Klaus contigo?— Preguntó la vampira confundida.
—No sois los únicos Originales que Stefan conocía, y me pidió ayuda. Y como dos idiotas Elijah y yo creímos que nos llevaría hasta nuestros hermanos.— Respondió Astrid mientras tenía una incómoda sensación.
—¿Elijah está...?— Empezó a preguntar Rebekah.
—Por desgracia, aunque era predecible. En quinientos años las cosas no han cambiado mucho.— Comentó la híbrida mostrando que Klaus seguía siendo exactamente igual que cuando le abandono.
—Creo que esperas demasiado, todos lo hacemos.— Admitió Rebekah. —¿Qué te parece este, As?— Preguntó la vamoria saliendo fuera del probador y viendo que esta no estaba en el lugar en el que había estado sentada previamente. —¿Astrid?— Rebekah miró a todas partes pero no había rastro de la híbrida, ¿a dónde se habría ido?
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
—Al fin, creía que ibas a tardar toda la eternidad, hermanita.— Comentó Klaus al ver a aparecer a Rebekah en el bar se Gloria.
—Tenemos un problema, bueno, tu le tienes en realidad.— Rió la canpiea sabiendo que le iba a hacer muy poco gracia saber que Astrid se ha ido vuelto a marchar, y por segunda vez.
—¿Qué pasa?— Preguntó Klaus acercándose a su hermana.
—Astrid ha desaparecido, parece ser que se ha vuelto a ir. Que suerte la suya y que gran habilidad.— Respondió Rebekah viendo que la expresión de su hermano se endurecia.
—No habrá podido ir tan lejos y dudo que esta vez tenga una bruja más poderosa que la mía.— Respondió Klaus dándo a entender que la ubicación del collar había pasado a un segundo plano.
—Rebekah, querida.— Sonrió Gloria al ver a la Original.
—Es de Astrid rastrealo.— Le dijo Klaus a Gloria, mientras la daba el cuaderno de dibujo de Astrid.
—La buscas como vampiro, no como lobo. Va a ser más complicado.— Respondió la mujer confundiendo a los dos Originales.
—¿Cómo sabes que se ha transformado?— Preguntó Klaus mirando a Gloria, al ver que ella parecía saber algo que ellos desconocían.
—Digamos que tiene una desventaja el hechizo que su madre la hizo, una que comparte con los hombres lobo.— Explicó mientras los dos hermanos intercambiaban una mirada al comprender lo que estaba diciendo.
—Debe de transformarse una vez por mes.— Respondió Klaus con frustración y confundido, ya que esa condición llevaría con ella desde que despertó la maldición y de ello hacia mil años, ¿como es que no se había dado cuenta en todo el tiempo que habían estado juntos?
—Puede prolongar el tiempo, pero siempre acaba llegando.— Aclaró Gloria, haciendo que ambos comprendieran como es que lo había ocultado tan bien.
—¿Tu como sabes eso?— Preguntó Rebekah confundida.
—Hace ochenta años vino a mi para que la ayudará con ese problema. Como veis, es imposible de solucionar, no sin su consentimiento.— Explicó Gloria haciendo que Klaus comprendiera a que estaba haciendo referencia y era a nada más y nada menos que el tema que más discusiones causó entre los dos antes de que la híbrida se marchara.
—Hacerse híbrida pro completo.— Respondió Klaus entre dientes y mostrando que estaba bastante enfadado al desconocer de aquel pequeño detalle.
—Sí, y por lo que se vais a tener que daros prisa si queréis dar con ella. Stefan a su lado..., es muchísimo más limpio y discreto que ella.— Les informó Gloria, haciéndoles ver que no iban a tratar con una criatura racional, sino con una que había sucumbido a su lado animal por completo.
✶⊶⊷⊶⊷❍❍⊶⊷⊶⊷✶
Astrid observó a la mujer que la había metido dentro de su casa y que la había dejado algo de ropa, para que no estuviera tapada únicamente con una manta. La chica no tendría más de veinte años, era pelirroja y alta, pero había algo que llamaba la atención de la híbrida y era el olor de la sangre, ese olor que percibía por el corte que tenía vendado.
—¿Qué es lo que te ha pasado? ¿Alguien te ha hecho daño? Las cosas hoy en día.... con tango loco y tanto monstruo.— Explicó queriendo saber lo que la había pasado.
—Por desgracia, cariño, a veces no hay que confiar en un rostro inocente. ¿Nunca te han dicho que las sonrisas más hermosas esconden a los monstruos más diabólicos?— Sonrió mientras sus ojos se intentaban en sangre, haciendo que la humana saliera corriendo como alma que llevaba el diablo.
—Por favor, ayudame.— Le suplico la humana a Klaus, el cual estaba en la entrada.
—¿Qué sucede?— Preguntó fingiendo preocupación, pero también apareciendo como un salvador aunque la chica no se la pasó por la mente que él pudiera ser otro depredador.
—Ahí..., dentro.— Murmuró asustada.
—¿Qué hay ahí adentro? Si me dejas pasar te podré ayudar.— Insistió el hombre haciendo que ella asintiera mientras le miraba desesperada, haciendo que ambos entrarán en la casa, mientras Klaus intentaba buscar a Astrid, pero rápidamente la puerta de la entrada se cerró rápidamente, haciendo que la pelirroja soltara un grito de miedo.
—¿Ahora quien es el aburrido?— Preguntó Astrid al ver que el plan de Klaus no era, precisamente, de dejarla continuar con la pequeña masacre que había hecho.
—Ha sido difícil dar contigo.— Observó Klaus impresionado por la buena habilidad que tenía por huir.
—¿Os conocéis?— Preguntó la humana mientras intentaba zafarse del agarre de Klaus.
—No he pedido que me busquen.— Alegó Astrid con una expresión de mala gana, mientras los dos ignoraban la pregunta de la chica. —¿Me la devuelves? Es mi cena.— Le pidió volviendo a fijar su mirada en la humana la cual seguía intentando zafarse del agarre del híbrido.
—¿Y los seis que llevas?— Preguntó haciendo alusión a los seis cadáveres que la híbrida había dejado como si fueran migas de pan.
—El aperitivo.— Respondió con obviedad, pero antes de que Astrid pudiera abalanzara sobre ella, el híbrido clavo sus dientes en el cuello de la chica, haciendo que la híbrida le mirase molesta por el simple hecho de que la había quitado la cena.
—Era mía.— Se quejó molesta.
—Una lástima.— Se burló el híbrido haciendo que Astrid le mirase con una expresión de pocos amigos, puede que en el pasado todos compartían cena, pero desde el momento en el que Astrid mató quien la quitaba a sus víctimas se vía con su cara menos amable. —No la he vaciado, puedes terminarla.— Dijo mientras la ofrecía el cuello de la chica, y en aquellos momentos aunque Astrid estuviera molesta porque la hubieran quitado su presa, sí era cierto que la gustaba terminar lo que empezába. Y puestos que aquella iba a ser la séptima víctima de la noche, prefería ser ella la que la diera muerta.
—La próxima vez que me robes la cena, matarás a gente con un muñón.— Le advirtió mientras se acercaba a la chica, la cual estaba aturdida por la falta de sangre. Sin esperar más, la híbrida clavo sus dientes en el otro lado del cuello donde Klaus la había mordido, para terminar de matar a la pelirroja, la cual segundos después cayó al suelo completamente muerta y seca por dentro. —Bueno muerta esta a por otra.— Dijo mostrando su intención de seguir cazando.
—De eso nada.— Negó Klaus sabiendo que Astrid no iba a parar, y no le convenía hacer asesinatos en masa.
—Fomentas a qué Stefan mate, ¿y yo no puedo? Eso es hipócrita.— Se quejó, sin comprender porque con Stefan fomentaba su lado de destripador y ella no podía darse un festín, pero la realidad era diferente, Astrid era capaz de volverse una destripadora, y eso viniendo de un Original no era nada bueno.
—Necesito que él sea el destripador, no que aspires a serlo, amor.— Respondió Klaus con obviedad, haciendo que Astrid pusiera los ojos en blanco, al mismo tiempo que se daba cuenta de que había alguien más, haciéndola sonreír para a continuación moverse a velocidad vampirica en busca de la segunda persona, que resultó ser un hombre.
—Hola, tu debes de ser la amiga de Bethany.— Comentó el hombre mientras miraba de arriba abajo a Astrid.
—Yo también soy amigo de Bethany.— Intervino Klaus rompiéndole el cuello.
—Puedes dejar de quitarme a mis presas, búscate a las tuyas.— Se quejó Astrid cruzandose de brazos.
—Nos vamos, ahora. Ya tengo suficiente con que Rebekah no tenga el collar, como para aguntar tus matanzas por tu lado de mujer lobo.— Alegó Klaus molesto por el comportamiento de Astrid, en otras circunstancias no le importaría pero en aquellos momentos el no tener respuesta respecto a los fallos de sus híbridos le hacía enfadarse.
—No voy a irme, si tan enfadado estas vete con tu amigo y deja al resto en paz. Tus híbridos fallaron una lastima, tal vez sea una señal del universo de que no debes de crearlos.— Alegó con obviedad en señal de burla, ya que aunque ella sabía el motivo no era tan idiota como para decirle la verdad. Lo que menos les convenía a todos era que Klaus tuviera un ejército de híbridos.
—Nos vamos ahora.— Sentenció de nuevo.
—¿O que?— Preguntó Astrid retándole, haciendo que Klaus se moviera rápidamente, para a continuación agarrarla del cuello, lo que la hizo reír al ver que había conseguido su objetivo, hacerle enfadar. La primera idea que pasó por la mente de la híbrida, era que Klaus la rompería el cuello, ahora era el más poderoso de todos, pero su idea cambió cuando él la soltó, para a continuación besarla.
Klaus empujó a Astrid contra la pared, mientras la rubia pasaba sus manos por detrás de su cabeza intentando atraerlo más a ella. Evidentemente en ambas partes había sentimientos, pero de alguna forma eran diferentes. Mientras que por parte de Klaus era atracción y deseo, por parte de Astrid solo era lujuria, a fin de cuentas sus sentimientos hacia él estaba muertos o por lo menos lo suficientemente ocultos bajo capas de dolor, odio, ira, impotencia y resentimiento como para que estos llegarán, de alguna forma, a florecer.
—Esto no significa nada.— Le advirtió Astrid mientras se separaban quedando a escasos centímetros el uno del otro.
—Por supuesto, amor.— Respondió Klaus con una sonrisa cínica ante las parabas que ella había dicho, para a continuación volver a besarla, agarrandola de la cintura para atraerla más a él, para a continuación moverse a velocidad vampirica y sentar a Astrid sobre una de las mesas.
Ambos siguieron besándose de forma apasionada, era evidente de que llevaban sin hacer aquella clase de contacto demasiado tiempo, pero a pesar los cinco siglos que habían estado separados, cada uno recordaba a la perfección cualquier detalle del otro, a pesar del tiempo y de otros amantes que habían tenido, ninguno podía negar que habían hecho de todo por olvidarse del otro, pero todo evidentemente sin éxito.
El híbrido comenzó a descender sus besos hasta el cuello de la rubia, lugar en el que hizo aparecer sus colmillos para a continuación clavarlos en su cuello, haciendo que ella ahogara un pequeño quejido ante la herida, para a continuación apoyar sus manos sobre la mesa, evitando así caerse debido a la fiereza de Klaus estaba ejerciendo sobre ella, a la par que ella movía su cuello para darle mejor accesibilidad, por su parte él seguía subcionando el líquido carmesí mientras que con la mano que tenía agarrándola por la cintura comenzó a descender hasta llegar a la mitad de su muslo, para a continuación empezar a subir, de forma lenta, el vestido que la humana la había dejado. En el instante en el que Klaus la rozó la piel, está se erizo mientras sentía una descarga eléctrica que recorrió todo su cuerpo por completo.
Unos segundos más, el híbrido separó sus labios del cuello de Astrid, haciendo que un pequeño hilillo de sangre saliera de las marcas que había en su cuello y comenzará a descender.
★★★
Se que todos queríais que todo de volviera más intenso de lo que hay, pero os juro que es lo que he conseguido hacer, llevaba toda la semana instando ponerme y ha sido sin existo, ayer a última hora de la noche conseguir desarrollarla más, pero hasta ese punto. Aún así lo siento mucho, porque siendo sinceros quería hacerlo perfecto y bien pues porque es la primera escena así de ellos, y bueno tardaremos en ver la siguiente aunque habrá guiños, siempre les hay.
Bueno, afrontando otros puntos del capítulo.
Primero, el gif, sin duda creo que es uno de mis favoritos y encajan ambos a la perfección.
Segundo, se desvela el gran secreto de Astrid. Y sí, es un secreto que ha ocultado por muchos años, ¿como no se dio cuenta nadie? Bueno, todo tiene relación a como rompió la maldición, que adelanto que esta relacionado con Los Cinco (adoro el flashback de Klastrid).
Tercero, sí es cierto que cuando Astrid se transforma muerta una doble personalidad, porque ya veis que es algo diferente a como habéis estado viendo. Pero en realidad no es del todo diferente, es esa parte de su misma que nadie ve. Todos los vampiros tienen ese lado, Stefan cuando apaga su humanidad, Elijah sin recuerdos..., y podría poner más ejemplos pero creo que no es necesario.
Sí confirmo que Astrid en algún punto de esta historia romperá, por así decirlo, su hechizo. Trayendo consigo algunos problemas, sobretodo los relacionados con Hope.
PERO, lo importante es lo que va a suceder en el próximo capítulo, porque lectores, el paraíso se va a convertir en infierno. Y ya sabemos lo que eso puede suponer y quien será el responsable, en este caso sí es Klaus. Pero que le voy a hacer, es un dramas, tal vez por eso le adore.
Con respecto al problema que ha habido en wattpad de la caída de los gifs, he añadido los de algunas historias y los de esta, pero espero que se arregle. Más que nada porque pierdo más tiempo buscando gifs para vosotros que escribiendo.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
Os leo ❤
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top