╰►NUESTRO HUÉSPED SEA USTED; SEIS.

Al abrir la puerta me encontré con un criado para avisarme que el desayuno se llevaría a cabo en la terraza y que ya me estaban esperando. Además me entregó un arreglo de flores que me habían mandado.

Al verlo Delila me miró con una expresión como quien dice "Te lo dije" pero al leer la tarjeta su sonrisa desapareció.

"Lamento si te ofendí. No soy mi padre -Jay."

-Parece que dejaste a más de uno ilusionado- Se burló Delila. 

Hice caso omiso a su comentario y ambas subimos a la terraza.

Bella y Bestia se encontraban conversando con mis padres cuando llegué.

-Buenos días- Saludé con una reverencia y Bella me sonrió- ¿Dónde está Benjamín?- Bestia miró su reloj.

-Está atrasado- Hizo una mueca- Por favor siéntate- Hice caso.

No pasaron 5 minutos cuando Ben llegó corriendo y pidiendo disculpas por todos lados. Cuando terminó tomó asiento a mi lado.

-Me imagino que en Auradon la puntualidad no es algo que manejan muy bien- Susurré burlándome a lo que él rió.

-Tal vez si hubiera sabido que ya te habías ido me habría ahorrado el tiempo que estuvé afuera de tu habitación esperando a que salieras- Me reí.

-¿Por eso llegaste tarde?- Ben asintió.

El desayuno comenzó con solo el sonido de la charla de nuestros padres comentando lo bien que se había portado Ben cuando los acompañó más temprano. Yo solo trataba de terminar lo más rápido que pudiese para retirarme a alimentar a él tigre hambriento que estaba en mi habitación.

-Hey tranquila, nadie te está apurando- Habló Ben a mí oído llamando mi atención.

-No nadie, solamente un tigre en mi habitación- Bromeé.

-Tranquila que antes de retirarme de tu habitación ordene comida para él, y la comió antes de que me fuera.

-¿¡La comió!? Wow, ni siquiera mi padre había podido alimentarlo ¿Cómo lo hiciste?- Pregunté incrédula.

-Digamos que soy demasiado genial para que me rechazara, seguro ahora me quiere más que a ti- Bromeó y le di un pequeño golpe en el hombro a lo que ambos reímos.

Cuando terminamos de reír nos percatamos de que los padres de ambos nos miraban con una sonrisa.
Era incómodo en cierto modo ya que realmente no nos habíamos percatado de que nos miraban y aún más con esa expresión en el rostro.

-¿Qué sucede?- Preguntó Ben confundido.

-Nada nada- Respondió Bella deprisa- Es sólo que se ven tan lindos juntos. Scarlett por cierto te miras preciosa con lo que llevas puesto. Ben ¿Acaso no se ve hermosa?

Sentí como mi cara ardía de vergüenza.
Quería que la tierra me tragara ya mismo y me llevara a la isla de los perdidos.
Miré a Ben negando disimuladamente intentando decirle que no respondiera y que cambiara de tema.

-Se ve preciosa- Dijo mirándome con una sonrisa e involuntariamente yo le sonreí de vuelta.

-Se parecen a nosotros cuando éramos jóvenes- Comentó emocionada Bella mientras Ben y yo aún sosteníamos nuestras miradas con sonrisas estúpidas en nuestros rostros.

-Parece que nadie me informó del desayuno- Dijo Mal anunciando su llegada.

El contacto que teníamos Ben y yo se rompió en cuanto escuchamos la voz de Mal. Enseguida Ben se levantó de su asiento acomodando su saco forma nerviosa.

-Mal, yo...- Comenzó a decir Ben.

-No hace falta que te expliques, sólo me preguntaba porque si soy tu dama de la corte no se me notifico nada... Ni siquiera a Evie, que por cierto ES TU CONSEJERA- Subió el tono de voz.

-Mal, no hay necesidad de gritar- Intentó calmarla Ben- No dije nada porque no tuve tiempo.

-Soy tu novia ¿No tuviste tiempo para mí? ¿No pudiste haberme pedido ayuda si la necesitabas?

-Estás tan ocupada buscando a Uma que pensé no tendrías tiempo. 

Mientras Ben y Mal peleaban mis padres cuestionaban a Bella y a Bestia el porque Mal aún no estaba enterada de la boda.
Desesperados de escuchar la pelea de él rey y su novia decidieron levantarse de la mesa e irse llevándome con ellos.

Mi madre me llevó a mi habitación y mi padre se fue aún enojado a su habitación.
Sabía que lo hacían para no pelear, mayormente porque no era un pleito entre ellos, aunque eso hacía peor el asunto.

Mi madre se paseaba lentamente por la habitación hechando fuego por la mirada, algo que disimulaba muy bien, pero yo era su hija y sabía que estaba más que furiosa. Yo sólo la miraba desde la cama.

-No tengo mucho en contra de los hijos de los villanos a menos que ofendan así la corona de Auradon- Hablaba entre dientes- Esa chica Mal podría aprender algo de la consejera real, al menos ella fue educada por una reina... Claro que eran villanos pero por lo menos sabe como llevar su puesto con honor.

No dije nada. Solo esperé a que se calmara y saliera en silencio de mi habitación.
Cuando se fue me tiré completamente en la cama con los ojos cerrados.

"Pobre Ben, no tienes más opción que traicionar a tu corazón para no traicionar a tu pueblo"

Abrí los ojos y me levanté de un salto, tanto drama me ponía los nervios de punta y necesitaba relajarme o en cualquier momento podría explotar.
Escribí una nota para Delila diciendo que había salido y que no le dijera a mis padres, no quería molestarlos más.

Salí del castillo y pensé en no ir tan lejos pues no sabría cómo regresar después.
Contaba mis pasos y recordaba objetos para poder encontrar el camino de regreso cuando llegué al lugar donde muchos chicos practicaban algún tipo de juego.

-¿Mirando a los chicos entrenar Tourney, eh?- Dijo una chica asustandome- No te preocupes mi madre también miraba chicos desde lejos en su juventud. Bueno, no chicos exactamente, solo humanos, pero cuando vió a mi padre solo tuvo ojos para él- Mientras ella más hablaba, más me confundía- Oh, lo siento. Soy Lydia, hija de Ariel.

Aquella pelirroja me sonrió amigablemente extendiendo su mano y yo la estreché.

-Soy Scarlett, hija de Jasmín y no, no estaba viendo a los chicos solo estaba de paso. La verdad no conozco mucho y solo pasaba por casualidad.

-¿Entonces no te gusta ninguno de los chicos del equipo?- Negué con la cabeza- ¿Ni siquiera Jay?

-¿Jay está en el equipo?- Respondí sorprendida y Lydia soltó una risita.

-¡Claro! Es el capitán, además también es el capitán del equipo de esgrima ¡Y es súper apuesto!

Mordí el interior de mi mejilla buscando a Jay con la mirada para comprobar y como digo Lydia aquel moreno se encontraba ahí, liderando a sus compañeros.

-¿Crees que este muy ocupado?- Pregunté bobamente- Bueno, no importa- Repusé avergonzada.

-¡Claro que importa! ¡Mira, están en descanso y Jay siempre tiene tiempo para sus fans!- Dijo para luego tomar mi mano y llevarme en dirección al chico.

-No soy su fan- Mascullé mientras era arrastrada por Lydia hacía Jay.

A medida que nos acercábamos mi corazón latía más rápido y sentía como mi cara ardía de vergüenza.
Definitivamente era una mala idea, yo no debía estar ahí, yo no debía ir con Jay y en ninguna circunstancia debía dejarme llevar por una "Desconocida"
Para cuando intenté detener a la pelirroja ya estaba frente a frente con Jay.

-Hey... Hola- Saludó Jay rascando su nuca tímidamente- ¿Qué haces aquí?

-Bueno y-yo venía a agradecer por las flores, no debiste enviarlas- Respondí torpemente.

Por detrás de Jay un chico rubio y rizado se unió a la conversación sin ser invitado.

-Disculpa ¿Escuche bien? ¿Alguien de aquí dijo que este chico te envío flores?- Preguntó con un tono de voz entrometido e irritante.

-Disculpa ¿Alguien aquí te invito a la conversación?- Dije fríamente.

-No yo sólo quería saber...

-Esfumate rizitos- Interrumpí y el chico rodó los ojos ridículamente.

-Ni siquiera quería saberlo- Masculló mientras se iba.

Lydia y Jay rieron mirando como aquel entrometido se unía a sus demás compañeros.
A decir verdad presentí que aquel chico no era muy bien recibido a cualquier charla. Aún así gracias a él mi nerviosismo se fue disipando poco a poco.

-Cómo sea, solo quería agrader. No tenías porqué hacerlo pero lo hiciste. Dejas en claro que no eres igual a tu padre- Terminé de decir y sin esperar respuesta me di la vuelta para volver al castillo.

-Espera- Me detuvo la voz de Jay- Aún no crees en mí.

-¿Disculpa?- Cuestioné notablemente confundida.

-No crees que sea IGUAL que mi padre, no crees que SOY mi padre... Pero crees que soy como el, no exactamente lo mismo pero parecido- Enfatizó- En cualquier otro caso me daría igual que crean eso, pero tú- Dió un paso hacía mí quedando frente a frente- tendrías que ser mi enemiga por herencia, y aún así quiero demostrarte lo contrario, quiero demostrarte que no soy lo que tú piensas que soy.

-¿Qué estás tratando de decir?- Cuestioné.

-Sal conmigo hoy y déjame demostrarte que podemos ser amigos sin dudas ni prejuicios ¿Qué te parece?

-¡Scarlett! ¿Qué haces aquí?- Escuché gritar a alguien a lo lejos.

Oh oh.

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HOLAAAA lamento no actualizar en siglos, espero aún haya personas esperando y leyendo esta historia... Cómo sea les prometo actualizar más seguido.
Los amo mucho.💗