CAPÍTULO 🔞

Bañados por los últimos rayos dorados del atardecer, bajo el cobijo de un antiguo árbol, Haruko Uzumaki se fundía en un beso apasionado con Tn. Su lengua inexperta danzaba con la de él en un vals desesperado de deseo, mientras sus dedos tímidos exploraban su feminidad virginal, descubriendo sensaciones que jamás había experimentado. Cada caricia, cada roce, la arrastraba más profundo en un océano de placer del que no quería escapar, volviéndose adicta a la esencia del joven Gojo.

Tn ejercía un control absoluto sobre ella, sus movimientos calculados y expertos revelaban su maestría en el arte de la seducción. La sumisión natural de la Uzumaki ante su dominio solo intensificaba el fuego que ardía entre ambos.

Haruko: Tn-kun... -suspiró entre besos, su boca saboreando la lengua dominante del Gojo.- Siento cosas extrañas... -confesó con dulce inocencia mientras sus dedos jugueteaban con su entrada inmaculada, húmeda de deseo.

Tn: Silencio, pequeña... -la silenció con autoridad, sus manos apoderándose de sus glúteos con firmeza posesiva. -Déjate llevar por el placer... mi dulce Haruko-chan.

Tn devoraba cada gota de dulzura que emanaba de los labios de Haruko, excitándose ante la certeza de ser el primero y único en probar su inocencia. El pensamiento de convertirla en una más de sus devotas sumisas encendía un fuego primitivo en su interior, sabiendo que merecía un harén digno de su poder.

Sus manos expertas se deslizaron bajo la chaqueta naranja, encontrando aquellos pequeños montículos virginales que respondían a cada caricia con temblores de placer inexplorado.

Haruko: A-Ah... -sus gemidos inocentes escapaban entre suspiros mientras su intimidad empapaba la delicada tela rosada de sus bragas.- T-Tn-kun... Se siente... tan delicioso... -jadeaba mientras frotaba su feminidad contra la pierna de su seductor, buscando más de aquella sensación embriagadora.

Con movimientos calculados, Tn la despojó de sus prendas, encontrando en ella una sumisión natural que lo enloquecía. Haruko se entregaba por completo a su instinto, dejándose guiar por sensaciones que jamás había experimentado pero que la consumían por completo.

Tn: ¿Te gusta esto, mi pequeña Uzumaki? -La respuesta de Haruko fue un asentimiento vulnerable mientras él deslizaba sus pantalones naranjas y aquellas bragas rosadas empapadas de deseo.

Haruko: A-Ah... Me da tanta vergüenza... -susurró intentando ocultar su tesoro virgen tras sus piernas temblorosas.

Con autoridad dominante, Tn separó aquellos muslos delicados, recordándole silenciosamente quién era su dueño. Su lengua experta pronto encontró aquel botón de placer inmaculado, devorando su pureza bajo la sombra protectora del árbol mientras el sol pintaba el cielo de tonos carmesí, testigo silencioso de su iniciación en los placeres de la carne.

La lengua experta de Tn exploraba cada rincón de su intimidad virginal, cartografiando cada pliegue y secreto de su feminidad mientras sus manos maestras continuaban su dulce tortura sobre sus pequeños pechos erectos. Haruko, perdida en un torbellino de placer desconocido, gemía sin pudor, transformándose en una criatura de puro deseo. Sus delicados dedos se enredaban en aquella cabellera blanca como la nieve, empujándolo más profundo contra su flor palpitante, ansiosa por más de aquella deliciosa sensación.

Esta nueva experiencia la transportaba a dimensiones de éxtasis jamás imaginadas, y con cada lamida, con cada caricia, una verdad cristalina se formaba en su mente: ella sería una más en el harén de su poderoso macho, y esa idea, lejos de molestarla, la excitaba profundamente. Su corazón latía con la certeza de que se convertiría en la más devota de sus hembras. Un ser tan magnífico como Tn merecía poseer cuantas mujeres deseara, y ella encontraba una felicidad perversa en ser parte de su colección de placeres, decidida a destacar entre todas como la más sumisa y complaciente de sus posesiones.

Mientras devoraba la dulce intimidad de su nueva adquisición, Tn sonreía con satisfacción depredadora. Ver a Haruko perdida en el éxtasis confirmaba su dominio: una criatura tan pura e inocente como ella solo necesitaba la guía adecuada para despertar su verdadera naturaleza sumisa, para comprender y abrazar su destino como una más de sus devotas hembras.

El clímax llegó como una tormenta de verano, arrasando con la última barrera de su inocencia. Tn saboreó cada gota de su néctar virginal como un vino precioso, mientras el cuerpo de Haruko se convulsionaba en espasmos de placer puro. Sus jadeos entrecortados se mezclaban con la brisa del atardecer moribundo, y antes de que pudiera recuperar el aliento, Tn reclamó sus labios en un beso profundo y perverso, obligándola a probar la evidencia de su propia lujuria.

Sus lenguas danzaban en una batalla húmeda, compartiendo la esencia de su feminidad, un acto que solo servía para encender aún más el fuego en su interior. El sabor de su propia excitación en su lengua despertaba en Haruko un nuevo nivel de deseo, transformándola cada vez más en la devota adoradora que estaba destinada a ser.

En la oficina de Danzo Shimura, el ambiente era pesado, cargado de una quietud que sólo se interrumpía por el suave crujir de los papeles que él revisaba meticulosamente bajo la luz de una lámpara tenue. La noche envolvía la aldea de Konoha en un manto de sombras, pero la mente de Danzo estaba lejos de encontrar descanso. Su semblante era el de siempre: inescrutable y severo, reflejo de un hombre acostumbrado a maniobrar entre las sombras del poder.

De repente, una voz interrumpió sus pensamientos, una voz que no debía estar allí, pero que resonaba con un tono burlón y sarcástico. Era Tn, el joven que había logrado infiltrarse sin ser detectado, un hecho que provocó que Danzo abriera los ojos con sorpresa e incredulidad. La seguridad de Raíz, su organización secreta, había sido comprometida, y si Tn estaba allí, significaba que sus agentes habían sido reducidos con una facilidad alarmante.

Tn: Vaya, Danzo, parece que la seguridad de Raíz no es tan impenetrable como pensabas -dijo Tn, su tono goteando sarcasmo mientras se acercaba con una despreocupación que rayaba en la insolencia.

La expresión de Danzo era un reflejo de su sorpresa, una mezcla de incredulidad y una furia contenida que amenazaba con desbordarse. Sin embargo, se mantuvo en silencio mientras Tn se acercaba, sus pasos resonando suavemente en el suelo de madera. El joven, con una confianza desbordante, se aproximó hasta el escritorio de Danzo, extendiendo la mano para tomar los papeles que el anciano había estado revisando. Los ojeó con desdén antes de dejarlos caer al suelo, como si fueran meros desechos sin importancia.

Danzo: ¿Qué es lo que buscas, Tn? -preguntó Danzo, su voz intentando recuperar el control de la situación.- ¿Es esto sobre lo ocurrido con la aldea de la arena?

Tn, con una indiferencia que parecía desafiar todo lo que Danzo representaba, negó con la cabeza, sus ojos brillaban con un destello de desafío.

Tn: No, Danzo, las cinco grandes aldeas Shinobi podrían desaparecer y no me importaría un carajo -respondió Tn, su tono despectivo y desinteresado. -Estoy aquí para hablar de otros temas.

Danzo, intrigado y cauteloso, escuchó atentamente mientras Tn se ponía de pie, comenzando a recorrer la oficina con un aire de dominio que parecía pertenecerle por derecho propio. Sus palabras eran indirectas pero cargadas de intenciones claras, apuntando a la ambición de Danzo de ascender al puesto de Hokage, un tema que rápidamente capturó la atención del anciano.

Danzo: ¿Y qué es lo que quieres? -preguntó Danzo, su interés evidente mientras intentaba desentrañar las intenciones del joven intruso.

Tn sonrió con una arrogancia que era casi palpable, su tono era sarcástico y altanero, reflejando la actitud de alguien que había nacido con todo y a la vez nada.

Tn: Un favor, Danzo, un favor por muchos favores -dijo Tn, su voz resonando con una seguridad inquebrantable.

Danzo observó al joven con una mezcla de interés y cautela, intentando discernir las verdaderas intenciones detrás de aquella petición. Mientras tanto, Tn continuó, su voz llenando la habitación con una presencia que no podía ser ignorada.

Tn: Quiero que agregues a la nómina de mí harem a Kurenai Yuhi -dijo Tn, su voz era suave pero firme, sus palabras llenas de una posesividad que era imposible ignorar.- La he estado observando, y está bastante bien para mi colección de chicas.

Danzo, con una ceja levantada, respondió con una mezcla de escepticismo y curiosidad.

Danzo: Ella parece estar relacionada con Asuma Sarutobi, pariente de Hiruzen...

Tn lo interrumpió, su tono ahora más agudo y claro.

Tn: Precisamente por eso te lo pido a ti -respondió Tn, su voz casi una orden disfrazada de petición.- Quiero a Kurenai para mí, solo para mí.

La firmeza en sus palabras era inconfundible, una declaración de intenciones que no dejaba espacio para la negociación. Danzo, aún procesando la audacia del joven, preguntó con un tono que buscaba comprender más que desafiar.

Danzo: ¿Y qué gano yo con esto? Además, ¿por qué no se lo pides directamente a Hiruzen?

Tn, con una sonrisa sarcástica, respondió con una franqueza que era tan cortante como el acero.

Tn: Ambos sabemos que Hiruzen no es el líder que Konoha necesita -dijo Tn, su voz cargada de un desprecio apenas contenido.- Estoy harto de sus sermones, y quiero tener más "libertad".

La palabra "libertad" resonó en el aire, una promesa de caos y cambio, de romper las cadenas que lo ataban a un sistema que despreciaba. Tn, con una mirada intensa, se acercó a Danzo, sus palabras ahora llenas de una frialdad calculada.

Tn: Mataré a Hiruzen, y tú tomarás el poder -dijo Tn, su voz era un susurro que prometía revolución.- A cambio, me dejarás hacer lo que me plazca en la aldea.

Danzo, cautivado por la audacia del joven, sintió una chispa de interés que se encendía en su interior. Las palabras de Tn eran como un veneno dulce, una promesa de poder que lo tentaba a pesar de los riesgos. En aquella oficina, bajo la tenue luz de la lámpara, se tejían pactos oscuros, un juego de poder que podría cambiar el destino de Konoha para siempre.

CONTINUARÁ.

Regresamos fuerte, ya hacía falta una actualización 🫰

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