OO6
—
¿Qué fué lo que hice?
—¿Por qué creés que eres la responsable?
—Porque estábamos conversando normalmente, luego decidiste irte y te encontré llorando.
—Pues me acordé de algo... No eres el centro del mundo, Hanni.
—Lo sé... Disculpa ¿Entonces puedo saber qué te pasa?
—No quiero hablar de eso.
—Okey... ¿Puedo hacerte compañía?
—Preferiría estar sola.
—No me iré hasta que estés bien.
Me senté en el suelo frente a ella con las piernas cruzadas y ví su expresión de poker, si ella de verdad hubiera querido que me fuera se hubiese esforzado más.
Unos segundos después, ella bajó para sentarse en el suelo frente a mí en la misma posición que yo, pero no me miró, de hecho parecía que lo que sea que hubiera detrás de mi brazo derecho era lo más interesante del mundo.
No quería arruinar las cosas así que no hablé, más no pude evitar mirarla. Normalmente solo me concentraba unos momentos en los ojos de las personas que me atraían para luego poner toda mi atención en sus labios, pero todo lo que componía el rostro de Haewon era perfecto y no solo eso, por primera vez bajé un poco más y miré su cuello y lo que se veía de su clavícula ¿Estaba abusando de nuestra confianza?
Desvié la mirada pero pensé que era la primera vez que alguien me atraía de esa manera, primero sus perfectos labios, luego sus besos y ahora su rostro por completo, hasta los detalles, ya me había fijado en lo perfectas que eran sus cejas y sus bellos ojos en forma redonda y ni hablar de sus finas pestañas, era sin duda preciosa.
Sí me sentí atrapada por haber visto labios tan lindos en el pasado no me importaba porque si tenía la oportunidad de detallar todas sus facciones otra vez, esa sería mi nueva costumbre, apreciar cada detalle de ella ¿Debía aceptar que me gustaba? Pues claro que lo hacía sería muy idiota si llegaba a negarlo otra vez.
Pensé, los tres besos que compartimos fueron gracias a ella porque tomó la iniciativa y ¿si me atrevía a hacerlo yo ahora?... Aunque corriera el riesgo de que me apartara debía intentarlo, quería hacerlo, anhelaba todo aquello que ella producía en mí. La miré y sus ojos seguían perdidos en el mismo punto, me levanté, no sabía si hacerlo o no.
¿Sería muy tarde para escapar de mis deseos?
Tal vez no, me dí la vuelta y como una cobarde intenté escapar pero me llamó, quedé paralizada tomando el pomo de la puerta, me dí la vuelta y nuevamente me perdí en su rostro. Estuvo a punto de hablar pero como alguna vez lo hice con otra persona, me acerqué y le robé un corto beso...
La palabra 'corto' ¿A cuánto tiempo equivalía? Porque podría haberme separado pero mi cuerpo no pudo resistirlo, mis manos fueron a sus suaves mejillas y las suyas se colaron por debajo de la chaqueta del uniforme para posarse en mi cintura.
Era imposible sentirse así por otra persona, si tenía que ver y besar unos labios por toda mi vida en ese momento anhelaba que fueran los de Oh Haewon. Estaba consciente y a la vez no ¿Debía separarme? Solo lo hice luego de sentirme muy abrumada ante lo que podía pasar después, tenía miedo pero ella no se apartó y aún con los ojos cerrados apoyó su frente en la mía..
—No beses a nadie más... Por favor
¿Cómo Podría? Me separé un poco, para ver su expresión y me topé con sus maravillosos ojos marrones.
—No quiero hacerlo... Porque encontré a la persona perfecta con labios perfectos que pueden darme el beso perfecto... Tú... Si es la última vez que me permites tener la dicha de posar mis labios sobre los tuyos, al menos podré recordar ese fragmento de tiempo que quedó congelado para siempre en mi mente... Sé que no te gusto, y sé que dije que tú no me gustabas, pero aunque intenté ignorarlo y negarlo no pude controlarlo y ya no son solos tus labios, no puedo dejar de verte... Me gusta tu personalidad, esa forma que tienes de burlarte de mí, me gusta tu rostro, cada parte de el, me gustan tus besos y lo que me hacen sentir... Me gustas por completo Haewon.
—Lily... Tú en realidad si me gustas y mucho... Sé que todo comenzó casi como un juego, un acuerdo silencioso y aunque siempre llamaste mi atención de alguna forma, lo que existía y estaba dormido no despertó hasta que te besé por primera vez... Desde entonces tuve la ilusión de que tu curiosidad desapareciera y fuera suficiente si te besaba otra vez o una tercera vez, pero estabas tan enfocada en encontrar algo que pensé que mis besos no significaron nada ni que tampoco te hicieron sentir algo... De cualquier manera nunca me dijiste lo que pensabas... No creía ser tu beso perfecto pero me sentí triste, y con la idea de que Haneul había provocado algo en tí fue peor.
—Lamento haberte hecho sentir así... quería saber si había algo distinto pero me encontré solo con decepciones, nadie sé comparaba a tí, nadie lo hace, no porque las personas a las que besé no sean suficientes pero no son para mí ni yo para ellas.
Por inercia la besé otra vez, pero ella se separó unos segundos después.
—¿Sería loco si dijera que creo que tus labios calzan a la perfección con los míos?
—No, yo pienso lo mismo.
Desde esa tarde, besarla se convirtió en algo habitual y no quería besar a nadie más, porque esos labios tan dulces como la miel me atraían una y otra vez.
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