-1.
I:
JURAMENTO DE
UN NO SQUIB
(N/T: El dibujo en multimedia no es mío, solo lo descargué de pinterest para que se den una idea de cómo me imagino la madriguera, ya que me he guiado de ese dibujo para escribir. Créditos totales a su creador.)
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1 de Marzo de 1985 - La Madriguera,
RON LLEVABA UNA VIDA NORMAL, pues normal para un hijo de magos, con -muchos- hermanos magos y una vida llena de magia.
El pelirrojo no conocía nada más allá de eso, era apenas un bebé cuando el innombrable fue derrotado, su familia fue galardonada, habían tenido dos bajas, sus tíos gemelos habían muerto pero su madre y padre lucharon en su nombre volviéndose indispensables para la orden del fénix.
Los Weasley eran tal vez la familia más mágica que podía existir, su propia casa se sostenía con magia y eso ya era mucho decir. La madriguera era un lugar lleno de amor y unión familiar donde nunca faltaba comida sobre la mesa y Molly siempre se encargó de que sus hijos siempre se sintieran amados, preparándolos para que algún día ellos pudieran amar con igual o mayor intensidad a los demás.
Ron estaba cumpliendo 5 años, como siempre su madre había preparado una deliciosa comida, junto a sus hermanos (excepto Bill y Charlie que ya se encontraban en Hogwarts) y Violet y Romeo Lupin, que eran como parte de su familia decidieron reunirse para el cumpleaños del pelirrojo.
—¡Ron!—gritó una niña rubia oscura— ¡Feliz Cumpleaños Ronnie!
—Gracias Violet—dijo el pelirrojo menor abrazando a su amiga—, te extrañé mucho.
—Yo a ti Ron, no iba a perderme tu cumpleaños—respondió Violet dándole un beso en la mejilla causando que Ron quedara del color de su cabello.
—¿Por qué ella sí puede decirte Ronnie...—inició Fred.
—y nosotros no?—finalizó George.
—No puedo creer que no sepan la razón—añadió Romeo burlón.
—¡Cállense! Vi puede decirme Ronnie porque ella es mi mejor amiga—respondió el menor.
—¡Pero nosotros somos tus hermanos!—dijeron los gemelos al tiempo.
—Es distinto.
—Déjenlos, vamos a su habitación antes que Molly nos haga desgnomizar el jardín—dijo el castaño a sus gemelos pelirrojos, ambos asintieron y los tres se fueron por la escalera.
—Oye Vi, ayer estuvo lloviendo—Ron llamó la atención de su amiga—, y hay muchos charcos...
—¿Estás pensando lo mismo que yo?—dijo Violet con una sonrisita.
—¡Carrera de charcos!—dijeron al mismo tiempo.
—¿Trajiste botas de lluvia?—le preguntó el pelirrojo.
—Obviamente si, siempre hay días de lluvia las empaco—respondió.
—Perfecto, vamos a la cocina—dijo y mientras Violet sacaba sus botas de su mochila caminaron a la cocina.
—Mamá—llamó Ron a Molly—, Violet y yo nos preguntamos...
—Si podiamos ir a jugar en los charcos—completó con esa cara de extrema inocencia que convencía a cualquiera—, di que sí papá, por fis.
—No lo sé niños, ¿y si se resfrían?—cuestionó la matriarca Weasley—, Ron es tu cumpleaños, no querrás estar enfermo.
—Papá, dile a Molly que no pasará nada—habló poniéndose junto a su padre—, por favor, solo será hoy.
—Si mamá, además tú lo dijiste, es mi cumpleaños y me quiero divertir—añadió Ron.
—Vamos Molly, déjalos ir, Violet tiene mi permiso—dijo Remus, oh es que Violet Julieta era la debilidad de Lupin.
—De acuerdo, pero tienen que estar aquí temprano—sentenció la matriarca—, a las seis te cantaremos el cumpleaños, justo cuando tu padre llegue, así que debes estar cambiado y listo a esa hora.
—¡Gracias, gracias, gracias!—dijeron ambos niños tomando sus cosas de lluvia.
—Quielo il con Lon y Violet—dijo una pequeña pelirroja que estaba en brazos de Remus mientras Molly cocinaba.
—Aún estas pequeña Ginny, te puedes enfermar—le dijo Remus.
—¡Ño! Soy una niña glande—respondió cruzándose de brazos.
—Entonces a las niñas grandes ya no se les cuentan las historias del Lobo Nocturno y sus amigos los animales—le sentenció.
—¡Ay ño! Cleo que shi estoy chiquita—respondió secando sus lagrimas falsas y sonriendo con inocencia.
Ron y Violet por su lado habían pasado toda la tarde jugando y brincando de un charco a otro, incluso se unieron los gemelos y Romeo.
—¡Hey! Juegan en la lluvia y no invitan—se quejó el castaño.
—Ustedes se fueron a hacer no sé qué—le respondió su hermana.
—Pero ya estamos aquí, ¿podemos unirnos?—preguntó George. Ron les entrecerró los ojos.
—No seas malo Ron—añadió Fred.
—Está bien, vengan—les dijo y los tres mayores se unieron.
Saltaron, brincaron, rieron, Ron estaba pasando un cumpleaños genial, se sentía muy feliz. Todos reían estruendosamente porque Ron se había caído de cara en un charco.
—¡Hey! No se burlen, me golpeé fuerte—se quejó el pelirrojo menor, pero simplemente ninguno dejaba de reír—, genial, ahora me molestarán con esto hasta que se vayan a Hogwarts.
—Tranquilo Ron, solo fue una caída chistosa, creo que te faltan muchísimas en la vida—dijo Violet recuperando el aliento para calmarlo.
—Si...Ro-Ronnie...no fue...la gran cosa—añadió Romeo entre carcajadas más leves, la verdad si había sido chistoso.
—So-somos tus...hermanos ma-mayores...—dijo George riendo pero recuperando el aliento al mismo tiempo.
Pero Fred que siempre había sido más burlón, simplemente no podía dejar de reír como una foca.
—Es-es que....¿Lo vieron?...que-quedó peor que una mandrágora—Fred casi ni podía hablar de la risa.
—Cállate Fred, ya casi es hora de entrar—dijo un muy serio Ron, adorable pero serio.
—Eres una cosita muy linda enojada hermanito—respondió George. Mala idea.
—¿Verdad que si es adorable?—seguía riendo Fred.
—Ya chicos, entremos mejor ¿sí?—dijo Romeo intentando alivianar el ambiente, era divertido hacer enojar a Ron pero era su cumpleaños.
—Ron...—le dijo Violet a su amigo al ver que cerraba los puños y miraba a Fred molesto, Ron siempre fue una bomba a punto de explotar.
Y así fue, explotó, no de manera literal pero si lo hizo. De repente el impermeable de Fred empezó a inflarse como si fuera un globo.
Ok, Ron no era un squib.
—¡Fred! ¡Fred!—gritaban todos al ver como el pelirrojo empezaba a flotar.
—¿Fui yo?—preguntó Ron al aire, no sabía que podía hacer eso.
—¡Ron! ¡Detenlo!—le exigió George.
—¿Pero cómo? Me acabo de enterar que puedo hacer eso—decía mientras miraba todo con terror, se había molestado pero no quería hacer flotar a su hermano.
—Voy a llamar a papá—dijo Violet entrando a buscar a Remus.
—¡No te muevas Fred!—exclamó Romeo intentando detener a Fred con una rama gigante—, sostente de esto.
—¡No quiero morir! ¡Ni siquiera fui a Hogwarts!—un Fred de 7 años estaba empezando a llorar, se agarró de la larga rama, pero seguí sintiendo que su impermeable lo elevaba— ¡Llamen a...alguien!
—¿Qué está pasando aquí?—era Percy, que llegaba con Ginny en brazos.
—¡Perce! Por favor ayúdanos...—dijo George mientras su mejor amigo y su gemelo luchaban porque no se fuera volando—, tú eres listo, debes saber cómo arreglarlo.
—Mila Pechy, Fled está volando como una maliposa—Ginny reía y señalaba a su hermano flotante.
—¿Fred? ¿Cómo terminó ahí?
—Fred hizo enojar a Ron, suponemos que él fue quien lo hizo volar—le explicó.
—Así que Roonie no es un squib—añadió.
—Pechy, ¿Qué es un snip?—preguntó Ginny.
—Un squib—la corrigió—, es una persona que sea hijo de magos, pero no puede hacer magia.
—Que abulido—respondió y Percy asintió.
—¡En...estos momentos me encantaría que lo fuera!—lloriqueó Fred.
—Traeré a mamá...—dijo para voltearse y entrar a la casa, pero George lo detuvo.
—¡A mamá no! ¿Seguro que no puedes ayudarnos tú?—pidió George.
—Georgie...en estos momentos...aguanto el regaño que sea—dijo Romeo mientras intentaba no ser arrastrado por Fred—, no...creo aguantar...mucho más.
George corrió a ayudarlo.
—Romeo tiene razón, además yo no podría hacer nada George, aún ni siquiera tengo mi varita—explicó Percy—, y sí Bill o Charlie estuvieran aquí tampoco pudieran hacer nada, no se puede hacer magia fuera del colegio hasta los 17.
—Va a encerrarme hasta que llegue mi carta de Hogwarts—dijo Ron llorando.
Para su mala suerte el viento comenzó a soplar, Romeo y George sostenían la rama con todas sus fuerzas, ambos tenían los ojos llorosos y las manos rojas, en cualquier momento se soltarían, si la ayuda no llegaba rápido Fred se iría volando.
—¡Niños!—se escuchó esa conocida voz, dejando claro que no fue necesario— ¿Qué está pasando aquí?
—E-eh mmm...¿cómo te explicamos?—empezó a balbucear Percy, Ginny se reía de cómo hablaba su hermano.
—¡Mamá! Te...ju-juro que...yo, yo no quería que...—Ron casi no podía hablar del llanto—...Fr-Fred saliera volando.
—Papá, Ron cree que fue el culpable pero yo no lo vi hacer nada—le dijo Violet a su padre que había salido con Molly.
—¡Papá! Gracias al cielo—dijo Fred cuando desde el aire vio llegar a Arthur— ¡Papá! Tu hijo quería mandarme volando a China.
—¡Fred! No fue intención de Ron—le regañó su madre—, es su magia accidental.
—¡Oh Fred!—exclamó Arthur bajando—, eso significa que Ron no es un squib ¡fantástico!
—Hey...alguien...ayuda...gracias—decían George y Romeo mientras la fuerza se los llevaba.
Remus lanzó un hechizo y atrajo a Fred al suelo de nuevo, el impermeable se desinfló y aunque Remus lo hizo bajar de pie, Fred se tiró al piso.
—¡Oh! Que bello es el suelo, amo el suelo, te amo tierra—decía mientras daba besos al césped.
—Ya levántate Fred—le dijo su gemelo tendiendole la mano.
—No volveré a despegarme del piso si no es en una escoba manejada por mi, de resto no me apetencias saber más de las alturas.
—Lo siento Fred, enserio no quería hacerte ir volando—dijo Ron acercándose, tenía los ojos hinchados y lágrimas secas en sus mejillas.
—Tranquilo Ronnie—dijo poniéndose a la altura de su hermano—, eres mi hermanito y te amo, no tengo resentimientos.
—Graciaa Fred, también te amo.
Los Weasley y Lupin entraron a la casa, lo sucedido se convirtió en un chiste y todos rieron, además que saber que Ronald no era un squib también era motivo de celebración.
Ron sopló sus velas, comieron de ese delicioso pastel de fresa que Molly sabía hacer.
Se hizo de noche, los Lupin regresaron a su hogar y los Weasley se dispusieron a dormir.
—Fred, ¿sin remordimientos cierto?—dijo Ron asomándose a la puerta del cuarto de los gemelos, con una mano cargaba su nuevo oso.
—Tranquilo Ron, en serio no pasa nada.
—Buenas noches entonces—dijo y se despidió.
Ron se fue hasta su habitación ubicada en el último piso de la extravagante casa y se dispuso a dormir.
Pero sus hermanos definitivamente tenían otros planes.
—Entonces le ponemos la araña en la frente, le hacemos cosquillas con la pluma y se asustará—le dijo Fred a George—. Ojalá supiera cómo convertir su oso en una araña de nuevo, como hace dos años.
—Pero Freddie, no fue a propósito y tú te reíste de él, ¿seguro de esto?—le dijo su gemelo.
—Tal vez no fue a propósito, pero no podemos quedarnos sin una venganza, así que vamos.
Se dirigieron al último piso para iniciar con su plan, George se subió al techo y Fred entró en la habitación.
Claro, Fred ni loco se subiría al techo si no era sobre una escoba, solo de pensar estar tan alto le daban escalofríos, todo desde esa tarde.
—¿Listo, George?
—Listo, Fred.
—Perfecto, baja la araña—le dijo y el gemelo mejor empezó a descender poco a poco la araña muerta que estaba amarrada a un hilo, todo por un hueco que lograron hacer en el techo de madera—, sigue así...
—¡Fred una ave me ataca!—exclamó George desde el techo. Al parecer una paloma empezó a picotearlo— ¡Largo ave inútil!
—¡George no sueltes la araña!
—¡Si una paloma no me estuviera atacando fuera más sencillo!—eso fue lo último que dijo George antes de resbalarse y caer dentro de la habitación destrozándose el techo— ¡Auch!
—¡George! ¡George!—el gemelo menor había quedado inconsciente.
Ron se levantó por el sonido que produjo George al caer, posiblemente toda la casa se despertó.
—¿Qué está pasando aquí?—dijo Ron al ver todo lo que estaba pasando.
—¡Por tú culpa! ¡Si no me hubieras hecho volar el no hubiera subido al techo para ayudarme en mi venganza!—le gritó Fred.
—¡Pero dijiste que no había remordimientos!—gritó el menor.
—¡Casi me mandas a Hogwarts volando!
—¡No fue mi intención!—respondió Ron mientras se cubría con su oso.
—¡Cállate! Estás buscando que vuelva a convertir ese oso en una araña...—le dijo Fred señalándole con el dedo, Ron tembló y abrazó a su oso aún más fuerte.
—Fred, ¿estás ahí?—habló George recuperando la conciencia.
—¡George! Por Godric estás vivo—dijo abrazándolo.
—Si estoy vivo, ¿están peleando? ¿convertirás tu oso en una araña?
—¡Todo menos eso!—pidió Ron—, te juro que no volveré a hacerte nada pero no más arañas.
—¿Lo juras?—preguntó George—, que exagerado Ronnie ni que fueras a hacer un juramento inquebrantable.
—¿O si? Creo que papá dejó su varita en la cocina—añadió Fred
—¿Si lo hago no habrá más bromas ni arañas?—preguntó Ron, los gemelos se miraron y asintieron con malicia—, perfecto, trae la varita de papá.
Fred bajó por la varita de Arthur que reposaba sobre el mesón de la cocina, la tomó y subió rápidamente, cuando llegó se la entregó a George.
—Perfecto...yo seré el testigo y ustede jurarán—dijo George recibiendo la varita y poniéndose de pie lentamente pues estaba adolorido—, ¿listo, Fred?
—Listo, George—respondió tomando a Ron del brazo y ambos poniéndolas en alto.
George levantó la varita e iba a empezar a hablar cuando...
—¿Qué está pasando aquí?—era Arthur que había subido a la habitación por los ruidos— ¿Que le pasó al techo? y ¿que creen que hacen ustedes?
—Un juramento inquebrantable, para que no hayan más arañas—dijo Ron con inocencia, su hermanos quería estrangularlo en ese momento.
—¡¿Qué estás haciendo qué?!—exclamó su padre, se puso rojo de furia y los separó— ¿Cómo se les ocurre orillar a su hermano a eso? ¡Podrían dejar su vida en juego!
—Pe-pero era un ju-juego—tartamudeaba George, Fred simplemente no podía hablar.
—¡Salgan de aquí ahora!—le dijo a los gemelos, ellos caminaron y Arthur le quitó su varita a George para lanzar un hechizo y arreglar el techo—, ya está Ron, puedes volver a dormir.
Dicho esto cerró la puerta y puso un hechizo silenciador para que nadie más se despertara con el escándalo.
—Ustedes dos, ¿a donde creen que van?—dijo cuando vio que los gemelos intentaba escabullirse a su habitación— ¡No saldrán librado de esta!
—Papá, ¿sa-sabes que te a-amamos?—tartamudeó George.
—Cuando uno habla mucho y el otro no, es porque fue idea del otro—habló furioso, los chicos jamás lo habían visto tener una rabia así— ¡Vengan aquí ahora mismo!
Fred y George intentaron escapar del regaño de su padre, Ron abrió un poco la puerta para ver desde las escaleras que estaba pasando.
La nalga izquierda de Fred no volvió a ser la misma.
§
¡Primer capítulo de la historia publicado!
El fic está de vuelta, he estado escribiendo capítulo por lo que decidí editarlos para publicarlos, nos leemos esta noche :)
La imagen en multimedia es la madriguera que utilizo de referencia en todos mis fics.
No es mía, créditos completamente a su creador.
Espero les guste, voten, comenten y me sigan.
Xoxo, Ela.
§
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