VIII. Enchanted
A la mañana siguiente estaba en la sala jugando con Jasper.
—¡oye! Eso es injusto —Dijo Jasper soltando el control.
—al parecer señor Hale usted no es tan bueno como parece —Dije con una sonrisa.
—Vaya al parecer tengo una nueva enemiga—Dice Emmett cruzando los brazos.
—Así que te irás hoy ¿no?—pregunto Rosalie.
La cual note la cara de confusión de Jasper.
—Si, así es—Dije dejando el control a un lado.
—¿Por qué no me lo dijiste?—pregunto Jasper un tanto triste.
—Bueno, pensé que lo sabías—Dije.
—Anne—Me llamo Esme.
—¿Si?
—Cariño me alegra que estés con nosotros—Dice ella con una sonrisa—Eres muy especial para cada uno de nosotros te lo aseguro.
—A mí también me alegra estar con ustedes—Dije—y también son muy especiales para mí.
Hable poniendo mi cabeza en el hombro de Jasper.
—¿Es nueva?—pregunto Alice de la nada apuntando mi brazalete que comparto con Percy.
—Si—Dije con una sonrisa mirando la pulsera la cual tenía el símbolo del trínente de Poseidón y un rayo.
—Es muy bonita.
—Así es.
Pasaron unas cuantas horas y ya estaba en el aeropuerto con los demás Cullen.
—Espero volverla a ver señorita —Dice Jasper con una sonrisa abrazándome.
—Digo lo mismo —Dije separándome.
Me despedí de todos los Cullen y al rato ya estando en el avión me puse a escuchar "Enchanted" de Taylor Swift.
This is me praying that
This was the very first page
Not where the story line ends
My thoughts will echo your name, until I see you again
These are the words I held back, as I was leaving too soon
I was enchanted to meet you
—"Please don't be in love with someone else,
Please don't have somebody waiting on you,
Please don't be in love with someone else,
Please don't have somebody waiting on you"—Cante en forma de susurro mientras miraba por la ventana del avión.
(...)
Había llegado a New York, por lo tanto me dirigí a mi departamento, luego de bañarme, vestirme y comer.
Tome mi mochila y guarde algunas cosas por si acaso.
Se me ocurrió la idea de ir a visitar a Percy a su colegio así que tome un taxi para poder llegar.
El tráfico era terrible por lo tanto me encontraba en la calle Church.
Jure a ver visto a Percy entrar a un callejón junto a un chico de gran altura.
—Señor, déjeme aquí por favor— le pedí al señor del taxi.
—¿Seguro, señorita? Ya casi llegamos.
—Estoy segura, tome—Dije pagando le para abrir la puerta y salir.
Camine hacia aquel callejón y lo que vi era cierto.
Percy estaba ahí junto aquel hombre y Annabeth. Me escondí al lado de un tacho de basura gigante.
Juro que casi vómito.
—¿Dónde lo encontraste?— preguntó Annabeth, señalando al chico de gran altura.
—Es amigo mío.
—¿Es un sin techo?
—¿Qué tiene eso que ver? Puede oírte, ¿sabes? ¿Por qué no sé lo preguntas a él?
Annabeth pareció sorprendida.
—¿Sabe hablar?
—Hablo—Reconoció el chico —. Tú eres preciosa.
—¡Puaj! ¡Asqueroso!— Exclamó Annabeth apartándose de él.
Eso fue muy grosero de su parte.
—Tyson— Lo nombró Percy—. No tienes las manos quemadas.
—Claro que no —Dijo Annabeth entre dientes —. Me sorprende que los lestrigones hayan tenido las agallas de atacarte estando con él.
¿Lestrigones?, ¿De qué me perdí?
—Annabeth, ¿De qué estás hablando? ¿Lestri... qué?
Sí, señores ahí es cuando aparezco yo.
—Lestrigones.— Hablé saliendo de mi escondite haciendo que los chicos se sorprendieran— Son monstruos del gimnasio. Son una raza de gigantes caníbales que viven en el extremo norte.
—Lestri... Lo que sea, no consigo decirlo. ¿No tienen algún nombre más normal?
—Canadienses— Dice Annabeth —. ¿Y tú qué haces aquí?
—Es una historia muy larga— Dije respondiendo a su pregunta.
Mire detalladamente a él tal Tyson, algo me parecía muy raro.
A chiné mis ojos esperando ver algo más y lo que vi fue...
—Oh. Por. Los. Dioses— no podía creer lo que mis hermosos ojos estaban viendo.
Tyson tenía ¡un solo ojo!, Ya tiene sentido del porqué es muy gigantesco.
Es un cíclope, pero ¿Qué hace un cíclope aquí?.
—No lo puedo creer, Anne se dio cuenta de lo que es Tyson y tú no— le dijo Annabeth a Percy— Sabes que vamos. Hemos de salir de aquí.
—La policía debe de estar buscándome.
—Ese es el menor de nuestros problemas, Percy— susurré hacia él.
—¿Has tenido sueños últimamente?— preguntó de la nada Annabeth.
—Sueños... ¿Sobre Grover?
—¿Grover? ¿Qué pasa con Grover?— Pregunté.
Al decir eso Percy nos contó sobre las pesadillas que había tenido.
-¿Por qué me lo preguntas, Annabeth? ¿Sobre qué has soñado tú?
La expresión de sus ojos era sombría y turbulenta, como si tuviera la mente a cien mil kilómetros por hora.
—El campamento—dijo Annabeth dejándome confundida.
Hablando en serio de que me perdí.
—Hay graves problemas en el campamento.
—¡Mi madre me ha dicho lo mismo! ¿Pero qué clase de problemas?
No estoy entendiendo nada en este instante.
—No lo sé con exactitud, pero algo no va bien. Tenemos que llegar allí cuanto antes. Desde que salí de Virginia me han perseguido monstruos intentando detenerme ¿Ustedes han sufrido muchos ataques?
Percy negó con la cabeza.
—Ninguno en todo el año... hasta hoy.
—¿Ninguno? ¿Pero cómo...?-Se volvió hacia Tyson—. Ah.
-¿Qué significa -ah-? Tyson levantó la mano, como si estuviera en clases
—Yo sufrí un ataque— los chicos al escucharme se voltearon hacia mí — un Minotauro y una furia mientras estaba en Forks.
—¿Qué hacías en Forks?
—Vuelvo a decir. Larga historia.
—Los canadienses del gimnasio llamaban a Percy de un modo raro... ¿Hijo del dios del mar?
Annabeth, Percy y yo nos miramos.
—Grandullón —dijo Percy—, has oído hablar de esas viejas historias sobre los dioses griegos? Zeus, Poseidón, Atenea
—Sí.
—Bueno, pues esos dioses siguen vivos. Es como si desplazaran siguiendo el curso de la civilización occidental y vivieran en los países más poderosos, de modo que ahora se encuentran en Estados Unidos. Y a veces tienen hijos con los mortales, hijos que nosotros llamamos mestizos.
-Vale-dijo Tyson, como esperando que llegara a lo importante.
—Bueno, pues Annabeth, Marianne y yo somos mestizos—dijo—Somos como... héroes en fase de entrenamiento. Y siempre que los monstruos encuentran nuestro rastro, nos atacan. Por eso aparecieron esos gigantes en el gimnasio. Monstruos.
—Vale.
Lo miré fijamente. No parecía sorprendido ni desconcertado.
—Entonces... ¿Me crees?
Tyson asintió.
-Pero ¿tú eres... el hijo del dios del mar?
—Sí—Reconoció Percy— Mi padre es Poseidón.
Genial lo que faltaba.
Él frunció el ceño. Ahora sí parecía desconcertado.
—Pero entonces...
Se oyó el aullido de una sirena y un coche de policía pasó a toda velocidad por delante del callejón.
—No hay tiempo para esto ahora —dije—. Hablaremos en el taxi.
—¿Un taxi hasta el campamento? —Hablo Percy—. ¿Sabes lo que nos puede costar?
—Tú confía en mí.
❥︎ 𝙑𝙤𝙩𝙚𝙣,𝗖𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻 𝘆 𝘀𝗶𝗴𝗮𝗻𝗺𝗲❥︎
Dato random: Cuando el capitulo tenga el título de una canción de Taylor Swift es cuando sale una parte de esa canción en el libro.
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