Ryan y Harry Lynn notaban la alegría y felicidad que le había brindado la pelirroja a Dilay después de aquel verano dónde perdió a su madre.

— Dilay — Ryan entró a la habitación de su hija — Necesito hablar contigo.

La castaña se sentó en su cama y apagó el toca discos — Está bien.

Antes de que su padre hablará Dilay vió como su hermano pasó con algunas cajas, claramente con cosas guardadas en estás.

— ¿Harry donará algo? — preguntó confundida.

— Justamente tenemos que hablar de eso — comentó sentándose a un lado de ella.

— ¿Qué ocurre? — cuestionó empezando a preocuparse.

— Iremos a Illions — soltó viendo a su hija.

— Genial — sonrió emocionada — Siempre quise ir de vacaciones a Illions.

Ryan negó — No iremos de vacaciones, nos mudaremos, Dilay— informó.

La castaña relajó su rostro confundido — ¿Qué? ¿Por qué? — interrogó desconcertada.

— Sabes que aquí no me pagan muy bien — Dilay asintió — En Illions me pagarán más y te podré dar una mejor vida, al igual que a Harry.

La pequeña Lynn se quedó callada unos minutos, pensaba en reclamar, pero al escuchar tal información se paró a pensar, entendía la situación, sin embargo le dolía por tal pelirroja.

— ¿Qué pasará con Max? Lo de nosotras — preguntó parándose.

Encogió sus hombros — Es decisión de solo ustedes dos, pueden seguir a distancia, o terminar — dió algunas sugerencias.

— ¿Cuándo nos iremos? — preguntó mientras guardaba algunas cosas en su pequeña mochila.

— En 2 semanas — respondió — La mudanza ya se llevó mis cosas, sólo faltan las tuyas y las de tu hermano.

Dilay asintió — ¿Puedo ir a ver a Max? — preguntó aguantandose las lágrimas, Ryan asintió sin algún problema.

— Claro, pero recuerda que tienes que empacar — asintio dándole permiso.

La chica de ojos cafés estaba pedaleando lo más rápido hacía la casa de su novia.

Al llegar dejó caer su bicicleta al pasto, y corrió hasta quedar frente a la puerta.

Empezó a tocar la puerta varias veces, mientras que cada vez más el sonido al golpearla aumentaba.

Max abrió la puerta con una expresión enojada, al ver que se trataba de su novia formó una sonrisa relajando su rostro.

La castaña al ver a la pelirroja soltó algunas lágrimas, lo que causó preocupación en ella.

— ¿Qué pasa? ¿Te hicieron algo? ¿Te dijieron algo? — empezó a preguntar preocupada por su pareja.

Dilay negó ante tales preguntas, limpió sus lágrimas mientras aguantaba las demás — Me voy Max — confesó dejando perpleja a la chica.

— ¿Qué? — fué lo único que pudo formular Mayfield.

— Me voy a Illions — confesó — Me mudare, Max

La ojiazul se quedó viendo fijamente a la chica sin decir algo, Dilay notó como los ojos de la pelirroja aguantaban algunas lágrimas.

— ¿Cuándo te vas? — preguntó con su voz quebrada y limpiando las lágrimas.

— En dos semanas — contestó.

Las  adolescentes se abrazaron sin decir algo, la castaña escondía su rostro en el cuello de su novia.

Maxine Mayfield y Dilay Lynn pasarían juntas esas dos semanas, esperando que todo fuese mentira, aunque realmente sabían que no lo era.