☪ 𝟭- 𝗗𝗮𝗻𝗱𝗲𝗹𝗶𝗼𝗻𝘀


❝𝗛𝗲 𝗼í𝗱𝗼 𝗵𝗮𝗯𝗹𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗹𝗲𝗴𝗮 𝘂𝗻𝗮 𝘃𝗲𝘇 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝘃𝗶𝗱𝗮.
𝗬 𝗲𝘀𝘁𝗼𝘆 𝗯𝗮𝘀𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝘀𝗲𝗴𝘂𝗿𝗮 𝗱𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘁ú 𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗲𝘀𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗺í𝗼.❞
—𝐑𝐮𝐭𝐡 𝐁/𝐃𝐚𝐧𝐝𝐞𝐥𝐢𝐨𝐧𝐬

____________________________________________






—Tenia como veinti tantos, ojos verdes, un metro setenta, su pelo era de color...

Cuando abre los ojos, en la camilla que estaba vacia hace unos segundos, ahora yacia una mujer muerta, con un detalle extraño en sus dedos y un mechón de cabello de color vibrante. Depronto una ira interior salio reflejada en su voz.

—De color escarlata....

Algo en Agatha sabia quien era esa mujer, la conocia, pero aún asi el nombre no aparecia en su cabeza. Agarra la tarjeta que indica el nombre del fallecido y por alguna razón esta llorando, maldice internamente el hecho de que esta mujer le cause... inseguridad.

—Wanda Maximoff.

—¿Entonces caso cerrado?

Agatha se gira lentamente, odia a Rio, pero tampoco recuerda por qué. ¿Por qué tanto desprecio si ni siquiera la recuerda?

—¿Cómo murio?

—Pregunta equivocada. Esa bruja se fue y todas las copias del Darkhole con ella—explica, apoyada contra la pared—. Y tú quedaste atrapada en este hechizo deformado.

—¿Pero no tienes que quedarte aqui, o si?

Su cuerpo se sentio pesado de la nada, se saco su chaqueta y descubrio que habia más capas de abrigos, vestidos, y se sorprendio cuando muchos de ellos eran vestidos y ropa de epocas distintas. Se lavo la cara creyendo que enloquecia y otra vez, habia un nuevo disfraz. Agatha tropieza, y al levantarse se encontraba en blanco y negro y esta vez, ya no podia oir a Rio, ahora era alguien más.

«Luna... »

—¿Quién... Quién es?

—¿De qué hablas?

«No la escuches.... »

—¿Qué?

«Agatha....»

«Soy Victoria.»

—Dos dias antes—

«Cuid....»

«¡Despierta!»

«Victoria...»

«¡Buscala!»

«buscala...»

«Agat...»

«Agatha Harkness.»

Toma una gran bocanada de aire y se levanta de golpe, asustada, mira para todos lados buscando a alguien, ignorando completamente que sus ojos tomaron un brillante color escarlata. Se encuentra en el bosque, sola, excepto por la casa en medio de lugar. Esta segura que esa casa no estaba ahi.

¿Quién le haria eso?

«Victoria... »

—¿Quién eres?

«Él... »

«Agatha... »

—Agatha...—recuerda—. Agatha... ¿dondé estas?—pregunta, esperando recibir una respuesta de la dueña del nombre.

«Busc...»

«Ayudame»

«ayudame»

«ayudame»

«ayudame»

—Basta...—suplica entre sollozos.

«ayudame»

«ayudame»

«ayudame»

«ayudame...»

—¡Basta!

«Ayuda»

—¡Detente! Por favor, para...

Victoria se agarra la cabeza con ambas manos, el dolor la golpeo de la nada, las voces eran muy fuertes. No entiende en donde esta, el lugar no se parece en nada a lo que recuerda, tampoco entiende por qué Agatha la dejaria sola en medio del bosque o por qué estaba veinte metros bajo tierra.

Se levanta y se sacude el vestido, todavia un poco aturdida. Las voces se detuvieron, pero no sabe por cuanto tiempo.

—Necesito encontrarla.

—1 Hora antes—

Cada minuto desde que desperto es una verdadera locura, aunque una parte se encuentra borrosa y no recuerda como llego exactamente al pueblo. Si recuerda las cosas extrañas llamadas telefonos, casas modernas y ropajes con poca tela. No se encontro con ninguna bruja que le pudiera decir donde esta su querida Agatha.

Lo ultimo que recuerda de ella, es que las brujas de su aquelarre la ataron a un poste  para matarla. Luego de eso, no hay nada.

—¡Hola! ¿eres nueva, jovencita? Te ves perdida.

Victoria voltea asustada, pero se calma al ver a una mujer mayor de baja estatura arreglando las flores. La rubia sonrie con timidez, y sus manos se entrelazan como reflejo de sus nervios y desconfianza.

—Buenas tardes, señora. Mi nombre es Victoria Eleonor Gray, tengo una pregunta ¿usted conoce a una mujer llamada Agatha?

—Mucho gusto querida, llamame Sharon—se presenta, frunce el ceño pensativa al oir el nombre—. Mmm...tengo una vecina que tiene un nombre similar.

—¿En serio?

—Si, debido a los sucesos de hace tres años ella termino aqui. Nosotros la ayudamos con la comida, le conseguimos una casa y bueno, sale de vez en cuando, aunque siempre es divertida y amigable, cada dia tiene una nueva historia.

—¿Cómo se llama esa mujer, Sharon?

—Su nombre es Agnes y ultimamente esta muuy, muy obsesionada con los programas de crimenes reales. Lo admito. No soy fan de esos programas.

—¿A-agnes?

—Sip, ¿la conoces?

<Yo le puse ese apodo...>

—Si, si, es mi... ¿Podria guiarme hasta su hogar, por favor?

—Ah, si, claro, sigueme... ¿Cómo prefieres que te llame?

—Cómo usted prefiera—responde con una sonrisa amable.

—Okey, me gusta tu segundo nombre. Y también el primero, pero el segundo suena elegante. ¿Sabes qué? Te dire Victoria, me recuerda cosas bonitas... ¡Sigueme!

—jajaja, de acuerdo.

Sharon la tomo del brazo pero enseguida lo solto, sintio una especie de rechazo, cómo si su cuerpo recordara algo y su mente solo tuviera una mala sensación. Se rie nerviosa y vuelve a tomar el brazo de la joven que la miro preocupada, creyendo que solo


                                [•   •   •]


—Bueno, te dejo aqui, ¡que la pasen bonito!

—¡Gracias, Sharon!—se despide agitando su mano, la mujer fue muy linda con ella.

«¡No te vayas!»

—¡Ahg!

El dolor de cabeza regreso con más intensidad lo que la obligo a tirarase al suelo, toma su cabeza con ambas manos mientras sollozaba.

«No, no, no puedes irte...»



—PRESENTE—







Agatha mira a su alrededor, importandole muy poco su desnudez. No reconoce la casa, pero recuerda muy bien lo que le hizo la bruja escarlata, robandole todo su poder luego de humillarla.

—¡Maldita! ¡Ahhhh!

Sale de la casa, con pasos apresurados y muy enojada. Se acerca a su vecino y este evita mirarla debido a su figura desnuda.

—¿Agatha, estas bien?

—¡Callate! ¿Cuanto tiempo llevo aqui?

—¿Qué?

—Que cuanto tiempo llevo viviendo en este... ¡Insignificante pueblucho!

—¿Ya se te olvido?

Agatha intenta recordar pero su mente no logra recordar nada màs alla que el momento en que Wanda la convirtio en Agnes.

—Ayudame un poco.

—Como tres años...

—Tres años...Wanda...

—Oh, no nos gusta mencionarla.

—Porque son cobardes. ¡Porque son ovejas!—aprieta los labios, frustrada—¡¿Y qué estuve haciendo todo este tiempo?!

—Generalmente fuiste una buena vecina, aveces ignoras el espacio personal...

—Di chismosa y te corto esa lenguota.

—T-te has portado rara los ultimos dias, te obsesionaste con los programas de crimenes reales.

—¿y qué? ¿S-solo estuve repitiendo tonterias y todos me dejaron por mi lado?

—Todos aqui trataban de ayudarte. Pasaban a dejarte despensa y... A ver como estabas—dice cubriendose los ojos cuando Agatha voltea.

Agatha ve aqui en eso eran los personajes de sus alucionaciones, la bibliotecaria, el jefe de policia, y el joyero. Todo habia si do su imaginación.

Siente la chaqueta de su vecino en los hombros, se lo quita y lo arroja.

—Como que te ves bastante lucida, algo agresiva y poderosa...

—¿Qué dijiste?

—Dije poderosa, mira, Agnes...

—Soy Agatha.

—Si, Agatha, ¿quieres ponerte algo de ropa? Porque... Estas desnuda.

Agatha ya estaba de camino a su casa, pero su vecino grita su nombre dos veces obligandola a girar y mirarlo enojada.

—¡¿Qué quieres?!

—¡Una chica te estaba buscando! Se desmayo frente a tu casa, pero como estabas ocupada tuve que ayudarla y desde entonces no para de decir tu nombre.

La bruja frunce el ceño y mira el suelo.

—¡¿Cómo es ella?!

—¡Cabello dorado, piel palida, pecas, y con un vestido como de epoca medieval!

En cuanto dijo eso, sintio sus piernas debiles, todo su cuerpo quizo caer al suelo ante los abrumadores recuerdos de una mujer con esas caractericas. Pero en lugar de eso, dio la vuelta y comenzo a caminar hacia su casa nuevamente.

—¡Traela! Me voy a cambiar.


                              [•   •   •]


Escucha murmullos y pasos que van de un lado  a otro, quien quiera que fuera esa persona parecia estar muy nerviosa. Victoria tiene miedo de abrir los ojos, otra vez, no sabe en donde esta. No recuerda haberse acostado no nada parecido.

Abre los ojos cuando oye el ruido de un jarron romperse.

—Mierda, mierda, mierda...

—Ag-Agatha...

La nombrada voltea lentamente, temiendo la reacción de la rubia ante su presencia. O tal vez era ella misma y su miedo de quebrarse si la ve a los ojos luego de ser la causa de su muerte. También sus dudas de como era posible tenerla en su sofa, como podia estar viva.

—¡Agatha!

Victoria practicamente salta del sofa para abrazarala bruja, no sabe que sucede pero esta muy feliz de ver a Agatha con vida.

—Te amo, te amo, te amo Agatha.

—Y-yo...

—Crei que moririas, no puedo creer que tu madre quisiera matar a su propia hija—lamenta si separarse de la mayor—. Lo lamento, siento que pude haberte ayudado...

—Victoria...

—Fue horrible, yo...

—¡Victoria!

Agatha la toma de las manos, rompiendo el abrazo que apenas habia podido responder.

—¿Qué sucede?

—Tengo muchas cosas que explicarte. Y...

Las dos miran hacia la cocina y se dan cuenta que algo o alguien esta golpeando una puerta.

—Sigueme.

La menor asiente y la sigue hasta la cocina, Agatha agarra una cuchara de madera como arma de defensa y se prepara para abrir la puerta.

—Oh, creo que tu arresto, fue más bien como un secuestro.

—Ay, pobre niño.

Victoria se agacha y le quita la cinta de la boca, pero mientras hace eso la puerta se destruye y debido a la explosion Agatha cae hacia atras y termina en el suelo.

—¡Agatha!—mira al adolescente y le acaricia la cabeza—. Quedate aqui, ¿si?

—E-esta bien.

Cierra la puerta otra vez para proteger al adolescente y corre hacia Agatha, la ayuda a levantarse, pero siente como el cuerpo de la bruja se tiensa cuando una mujer festival de negro aparece en el marco de la puerta que destrozo.

—¿Quién eres?

—Victoria, ¿y tú?

—Victoria...¿tú no habias muerto? Que interesante.

—¡Cierra la boca!—grita Agatha.

—Yo no...No importa, ¿quién eres? ¡¿Cúal es el sentido de entrar de ese modo?!

—Me llamo Rio. Y... Vengo a matar a Agatha.

Los ojos de Gray se pintan de rojo, y una luz del mismo color envuelve sus manos.

—No lo creo.

Con un movimiento de su mano la bruja se estrella contra la pared, Victoria se levanta y deja a Agatha en shock. La menor avanza y con solo mirarla la piel de la bruja de negro comienza a quemarse.

—¡Ahg!

—Victoria...

—Nunca, jamás, vas a lastimarla. Agatha es mia. Y voy a matar a cualquiera que crea una amenaza hacia ella.

Con eso utiliza su magia para detener el fuego y con un ligero movimiento de muñeca la desaparece.

Con lentitud da media vuelta y cuando mira a Agatha a los ojos, ya no hay rastro de esa aura escarlata.

—Victoria, ¿cómo...

—Tranquila, Agnes. Te voy a proteger.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top