ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER TWENTY EIGHT °•*⁀➷

—PAPOUILLE, ¿ESTAS LISTA PARA QUE COMIENCE LA SEMANA QUE VIENE EN EL GRAN PREMIO DE GRAN BRETAÑA?

Anthoine Hubert cuestionó a su amada amiga acurrucándose a su lado mientras estaban juntos en el avión, que estaba a punto de aterrizar en el Reino Unido.

—Estoy lista para patearle el trasero a Lewis, si eso es lo que quieres decir. No voy a dejar que gane un Gran Premio en casa. Me rebelaré, y los brasileños sabemos cómo hacerlo.— Larissa sonrió con cansancio en el brazo del hombre francés, ya que tenía un severo jet lag y estaba exhausta por volar de São Paulo a Francia solo para poder volar al Reino Unido con Anthoine.

Apenas había dormido desde que había renunciado a su apartamento en Mónaco para permitirle a Zahra un lugar donde quedarse sin tener problemas económicos.

Aunque sabía que era principalmente porque la casa de su padre en São Paulo siempre le había dado noches inquietas y pesadillas, desde que él había muerto.

Se debía principalmente al hecho de que la propiedad estaba completamente vacía, y solo ella se quedaba ahí, ya que había desalojado a su madre y la había sacado de su vida y por su tamaño, ya que era una mansión muy grande, había hecho notar la ausencia de su padre aún más de lo que ya lo había hecho, lo que la mantuvo despierta todas las noches.

Sus ojeras estaban oscuras y muy prominentes, casi de aspecto púrpura, ya que su piel se veía más gris que nada, sin bronceado, sin color, solo gris.

Desafortunadamente, había comenzado a perder peso de nuevo, y a pesar de sus mejores esfuerzos para volver a subir de peso con la ayuda de Toto Wolff y la comida extra que le había estado dando, simplemente no pudo volver a lo que era antes de haber entrado en la Fórmula Uno.

Muchas gracias, Franz.

—Papouille, ¿estás segura de que no quieres quedarte conmigo? Realmente necesitas dormir, y me preocupa que no recibas la cantidad de horas de descanso que tu cuerpo necesita.— Anthoine frunció el ceño preocupado por ella, viéndola bostezar varias veces mientras él hablaba con ella.

—Algunos Red Bulls resolverán eso, estaré bien.— Larissa tranquilizó a su preocupado amigo, apretando su mano para consolarlo, justo cuando una azafata llegó frente a ellos, diciéndoles que habían aterrizado y que podían desembarcar el avión.

—Por favor, ten cuidado.— Anthoine le rogó a su amiga.

—Asticot, cuidado es mi segundo nombre.

[...]

—¡Merda!

Larissa gritó cuando hizo un trompo por cuarta vez durante los entrenamientos libres en el circuito de Silverstone en preparación para el Gran Premio de Gran Bretaña.

Se había obligado a tragar un total de siete latas de red bull, y la bebida 'monster' de Lewis Hamilton para que no la vieran como parcial, ya que el cuatro veces campeón mundial se había enfadado un poco con ella por beber con Nico Rosberg.

Aún así lo volvería a hacer, le guste o no.

—Concentrate, Lis.— Se habló a sí misma en voz baja, con los ojos ardiendo por el cansancio.

En las últimas dos carreras, se había visto obligada a retirarse debido a problemas mecánicos, y solo podía esperar que su monoplaza realmente funcionara para esta carrera, porque en realidad quería terminarla.

—Zoooooom, zoooooom, zooooom.— Larissa murmuró para sí misma mientras pasaba por delante de un Sitrokin y su Williams en apuros. —Neowwwww.— La brasileña fingió imitar los ruidos del coche hasta que escuchó una tos en la radio.

—Niña, todos podemos oírte a ti y a tus, eh, ruidos.

Matthew, su ingeniero de radio, habló torpemente a través de la radio, esperando que se disculpara o se volviera incómoda.

—Brum brum, estoy en el coche de mi padre.— Larissa sonrió mientras ignoraba a su ingeniero de radio, citando un vine de su infancia. —Sal de mi coche.— Ella fingió una voz profunda, sonando sin saberlo exactamente como su padre mientras su director de equipo, Franz, se congeló en su lugar.

Por un segundo, solo un segundo, pensó que Luiz estaba en el coche.

Hasta que volvió a oír sus ruidos.

—Neowwwwwww.— Larissa se rió a carcajadas. —¿Cómo van mis estadísticas, jefe?

Franz agitó la cabeza para despejar la mente de los pensamientos de su padre, aclarando su garganta brevemente.

—Uh, bien. El coche está bien.

—Está bien.— Ella respondió, sonando bastante vertiginosa. —Soy la necesidad de velocidaaaad.

Franz no pudo evitar la sonrisa que cubrió su rostro ante su voz, que sonaba más feliz que nunca la había escuchado.

—Culpa a las siete latas de Red Bull.— Matthew se rió entre dientes de su jefe, antes de que escucharan su voz a través de la radio una vez más.

—¡Red Bull te da alas!— Ella recitó un anuncio que había escuchado sobre la bebida enlatada, lo que hizo que todos en su garaje se rieran un poco.

—La única e inigualable Larissa Cohen, amigos.

[...]

A los fans británicos de Fórmula Uno les encantaba un underdog.

Y este año, esperaban que el Toro Rosso de Larissa Cohen fuera ese underdog.

Mientras que ella esperaba que el underdog fuera su compañero de equipo, Pierre Gasly.

Todavía estaba enojada con él, pero aún quería que le fuera bien porque él todavía era su compañero de equipo y no estaría bien si no quería que le fuera bien.

—Vamos, Gasolina. Veamos qué tienes.— Larissa habló en la radio de su compañero de equipo mientras él se preparaba para establecer una vuelta de clasificación.

—Mon Cherie, ¿es tú?— La voz de Pierre crujió a través de la radio, su tono sonaba sorprendido ya que sabía que ella todavía estaba enojada con él.

—Es la semana de carrera, idiota. ¿Dónde está mi comida?— Larissa trató de contener una sonrisa mientras trataba de permanecer enojada con el francés, y se encontró luchando para hacerlo.

—La tendrás tan pronto como uno de nosotros consiga la pole, te lo prometo.— Pierre sonrió brillantemente mientras respondía a través de la radio, justo cuando se dispondía a hacer su vuelta.

No exactamente pole.

—Es tu turno, mon cherie.— Pierre Gasly sonrió con adoración a su compañera de equipo mientras caminaba de regreso al paddock, y la vio reprimiendo desesperadamente una sonrisa.

Larissa se puso de puntillas y le dio un suave beso en la mejilla, haciéndolo suspirar de alivio y provocando que sus mejillas se sonrojaran de un rosa brillante.

—Prepara mi comida, me muero de hambre.

[...]

—LARISSA COHEN VA A EMPEZAR DESDE LA POLE EN EL GRAN PREMIO DE GRAN BRETAÑA, ¡OH, POR DIOS!

Un comentarista gritó mientras Larissa sonreía de deleite mientras volvía al garaje, viendo a su compañero de equipo con una sonrisa radiante mientras la miraba fijamente, con una bolsa de papel marrón llena de comida en la mano y lista para que ella la llevara.

Había logrado vencer a Lewis Hamilton y a su tío Sebastian Vettel por la pole position en Silverstone, ya que su compañero de equipo Pierre había logrado clasificarse en la octava posición.

—Su comida, su majestad.— Pierre guiñó un ojo burlonamente a su compañera de equipo, antes de inclinarse ligeramente mientras fingía un acento británico.

El cual fue horrible.

—Por favor, prométeme que nunca volverás a hacer un acento inglés.— Larissa rió con diversión mientras sacuía la cabeza de un lado a otro, antes de abrir la bolsa de comida que él le había comprado, llamada 'Subway', algo que nunca había probado antes.

—Prometo no volver a hacer un acento inglés, si prometes que no te enfadarás más conmigo.— Pierre sonrió tímidamente a la brasileña. Se dio cuenta de que los ojos de su compañera de equipo se agrandaron ante su propuesta. —¿Por favor? Lo siento mucho, lo juro, solo quería verlos a los dos felices juntos, ya que creo que los dos estaréis bien juntos. Eres mi compañera de equipo, mi mejor amiga, no soporto saber que estás enfadada conmigo.

Larissa respiró hondo, con el oxígeno llenando sus pulmones, antes de soltar un gran suspiro. —Está bien, pero a partir de ahora, tienes que prometerme que me dejarás elegir con quién puedo ir a citas, ¿de acuerdo?

La cara de Pierre se iluminó en lo que Larissa solo podía describir como una adorable sonrisa. —¡Por supuesto! Prometo absoluta y completamente que nunca más te volveré a arreglar con nadie y te dejaré elegir con quién quieres salir.

Larissa sonrió suavemente al hombre francés antes de pararse contra su pecho, envolviendo sus brazos alrededor de su torso mientras él inmediatamente aceptó el abrazo y la apretó con fuerza.

Se habían echado mucho de menos.

—Tú también eres mi mejor amigo, docinho.

[...]

—¿Huelo a un gran perdedor? ¡Oh, vaya, mira, lo hago!

Larissa Cohen sonrió mientras se deslizaba hacia el garaje de Mercedes, viendo a su hermano de pie con su compañero de equipo, con el director de su equipo a su lado.

—¿Se refiere a mí?— Valtteri Bottas parecía confundido mientras miraba entre el grupo de Larissa, Lewis y Toto.

—Por supuesto que no, Valtree. Me refiero a Alexander Hamilton, por supuesto, ya sabes, el gran perdedor gordo y apestoso.

Larissa sonrió brillantemente mientras el finlandés le besaba suavemente la mejilla para felicitarla por conseguir la pole position.

—Bully.— Lewis tosió burlonamente a su hermana pequeña, a la que amaba.

—Mi garaje, mis reglas.— Toto miró fijamente a la brasileña con los brazos cruzados frente a su pecho, cuando se dio cuenta de que la chica Cohen llevaba una gorra de Toro Rosso.

Larissa soltó un gemido de molestia al notar la mirada severa en su rostro antes de alcanzar su bolso que llevaba en el hombro y cambiarse la gorra por una gorra Mercedes. Le dedicó al director del equipo una dulce y enfermiza sonrisa antes de gruñir de incomodidad y poner en blanco sus ojos castaños oscuros.

—Tan injusto.— Ella jadeó con disgusto.

—Larissa.— Toto le dirigió una mirada mordaz mientras soltaba una burla.

—Está bien, lo siento, papá.— Ella se burló de él, sin darse cuenta de la sonrisa conmocionada y feliz que inmediatamente se formó en su cara tan pronto como la palabra salió de sus labios.

Lewis y Valterri intercambiaron miradas de asombro, con las cejas levantadas por la sorpresa.

Ambos sabían que la única persona a la que ella alguna vez había llamado por ese nombre, era su amado padre, Luiz Cohen, e incluso cuando se burlaba de la gente, principalmente de sus tíos, nunca había usado ese nombre.

Excepto por... ¿Toto?

—Estar en el garaje de Mercedes significa usar merchandising de Mercedes, ya conoces las reglas, Larissa.— Toto no pudo ocultar la sensación de calidez que se estaba formando rápidamente en su pecho por el hecho de que ella lo había llamado papá, incluso si ella no lo dijo en serio y lo llamó así para burlarse de él.

—Conoces las reglas.— Larissa se burló con una voz aguda, antes de esconderse detrás del hombre finlandés cuando recibió una "mirada de padre decepcionado" del director de equipo, lo que hizo que el hombre finlandés se riera a carcajadas.

Valtteri Bottas se rió de alegría cuando ella se acurrucó detrás de él, escondiéndose detrás de su espalda, mientras él le acariciaba la cabeza como si fuera un perro.

Toto no pudo contener más la mirada hacia ella, y el hombre al instante estalló en una sonrisa suave y afectuosa, que casi nunca usaba, pero que se había encontrado usando mucho más a menudo.

Con la chica Cohen.

—Lew, creo que papá está enojado conmigo porque obtuve la pole con mamá.— Larissa se burló del hombre austriaco con el nombre una vez más, aunque todavía estaba acobardada detrás del hombre Bottas.

—¿Y qué quieres que haga al respecto, eh?— Lewis sonrió maliciosamente, burlándose de su hermana pequeña.

—¡Defiéndome! ¡Es mi culpa que él haya perdido la batalla por la custodia con Toro Rosso! ¡No puedo evitar ser una hija del divorcio!

Toto sonrió suavemente a la chica que había comenzado a ver como una hija, una a la que quería profundamente, sacudiendo la cabeza mientras comenzaba a reír, el cariño en su corazón por la brasileña, creciendo más y más cada segundo.

Solo podía esperar, en lo más profundo de él, tanto en su corazón como en sus entrañas, que ella lo hiciera. Que estuviese de acuerdo con lo que él había dicho la última vez que ella estuvo en el garaje de Mercedes.

Él realmente, realmente esperaba que ella aceptara su oferta.

max es campeón🫶🏻❤️‍🩹
por dios, estoy muy feliz por él!!
fue una carrera muy caótica, desde la lluvia hasta la maldita grúa metida en la pista cuando aún habían coches dirigiéndose a boxes, fue raro de ver, y me generó muchas emociones por todo lo de jules, pero me alegro de que todos estén bien.
en fin, con respecto a la historia, aún no puedo creer como nadie esperó que fuera george el desconocido del otro capítulo, cuando literalmente en unos capítulos atrás se dice que larissa ya tuvo algo con él, pero bueno, suele pasar, yo también tengo memoria de dory.
no olviden votar, comentar y compartir<33