₊˚ˑ༄ؘ ┊ CHAPTER THIRTY °•*⁀➷

—¡TE LO HE DICHO UNA VEZ ANTES Y TE LO ESTOY DICIENDO AHORA!

Charles Leclerc frunció el ceño cuando llegó frente a la puerta de la casa de su mejor amigo en Italia, ya que Pierre lo había invitado a pasar unos días en Milán.

—¡DEJA DE ROBAR LA PUTA MASA MIENTRAS TRATO DE HORNEAR!

—¡PERO SABE MUY BIEN!

—¡NO ME IMPORTA! VOY A EMPUJAR ESTA CUCHARA DE MADERA TANTO POR TU GARGANTA QUE SALDRÁ POR TU-

Los gritos se detuvieron abruptamente cuando los nudillos del monegasco llamaron a la puerta.

La puerta fue abierta por el francés que había venido a ver, y Charles notó que Pierre tenía masa de pastel en sus dedos que estaba tratando de comer rápidamente.

—Bonjour...— Charles se detuvo torpemente mientras miraba a su mejor amigo.

Pierre hizo un gesto con la cabeza hacia adentro, indicándole al chico Leclerc que podía entrar antes de alejarse en silencio, mientras el monegasco lo seguía.

—¿Es Anthoine? ¿O Esteban? Dijeron que estaban en camino.— Larissa Cohen habló mientras horneaba, su atención solo en el tazón frente a ella.

—Nop.— Pierre habló, su voz ahogada por comer la masa del pastel.

—Pensé que ya habría más gente aquí.— El habla de Charles sacó a la brasileña de su trance inmediatamente.

La cabeza de Larissa se giró bruscamente hacia él, con la boca abierta por la sorpresa, sus ojos marrón oscuro se agrandaron al verlo.

Apenas le había hablado desde que se había enfadado tanto con Pierre como con él, y se sintió mal por la expresión de culpabilidad en su rostro mientras la miraba fijamente.

Ella colocó el tazón en la encimera antes de caminar hacia él, sus brazos serpenteando alrededor de su cintura mientras él disparaba los suyos a sus hombros y la sostenía contra su pecho.

—Je suis désolé, Coração.— Ella habló, su voz amortiguada contra su pecho, sintiéndolo apretar su agarre alrededor de ella ligeramente.

—No tienes nada de qué arrepentirte, ma princesse. Yo soy el que lo siente.— Charles le susurró al oído, cerrando los ojos mientras inhalaba su olor.

Los ojos de Larissa se abrieron de golpe después de un par de segundos, antes de salir disparada de su lugar contra su pecho para agarrar una toalla de cocina.

Golpeó la espalda del chico Gasly con la toalla, escuchando su grito de sorpresa por haber sido sorprendido robando la masa del tazón.

—¡Petite chienne!— Larissa le gritó al francés, mientras quitaba agresivamente el tazón de su alcance, viendo sus dedos cubiertos de masa para pasteles una vez más.

Pierre miró a Charles en busca de respaldo, pero descubrió que el monegasco sonreía alegremente y negaba con la cabeza.

—¡Tonio! ¡Esteban!— Pierre miró a los dos recién llegados que notaron la mirada asesina que él estaba recibiendo de la brasileña.

—¡No! Yo elijo la vida.— Esteban sonrió, negando con la cabeza mientras colgaba su chaqueta.

—Por favor, no me hagas elegir entre vosotros dos.— Anthoine hizo muecas tristes cuando se dio cuenta de la cara frenética y desesperada de Pierre.

—¡Tengo un club de fans, ÉL no!— Larissa alzó la voz sin apartar los ojos del hombre francés que había contaminado la mezcla de su pastel.

—¡Pero yo lo conozco desde hace años!— Pierre respondió.

—¡Yo también!

—Yo soy más importante que tú.

—¡No, no lo eres! ¡Soy mejor compañera de equipo!

Pierre se detuvo temporalmente, mostrando su cara que estaba debatiendo claramente sus palabras, antes de hablar. —Cierto.

Charles y Anthoine se dieron un facepalm físicamente mientras Esteban trataba de esconder su sonrisa en su mano. Larissa soltó un resoplido mientras se obligaba a darse la vuelta, ocultando su sonrisa.

—Team Larissa es, entonces.

—¡Tonio!

[...]

—Ti sfido a picchiarlo e a fingere che non fossi tu.

Larissa habló en italiano, con una sonrisa en su rostro mientras tenía el brazo de Charles Leclerc envuelto alrededor de sus hombros.

Charles soltó una risita mientras sacudía suavemente la cabeza, notando que la brasileña inconscientemente se volvía hacia su lado mientras él lo hacía.

Charles guiñó un guiño a la brasileña antes de inclinarse hacia adelante, abofeteando a Pierre en la parte posterior de su cabeza y golpeando la gorra que estaba hacia atrás, de su cabeza.

Pierre se dio la vuelta para enfrentarse a ellos, confundido, pero los encontró a los dos mirándose y hablando en portugués.

¿Desde cuándo Charles había aprendido portugués?

Pierre no pudo evitar sentirse orgulloso de los dos, feliz de que estuvieran superando la discusión que él había causado al arreglarlos juntos.

Su pecho se contrajo cuando vio que la mano del monegasco se movía hacia su mejilla para mover con cuidado un mechón de su cabello que se había caído y colocarlo detrás de su oreja.

Se dio cuenta de la sonrisa brillante y radiante en los labios de sus dos mejores amigos mientras hablaban entre sí, y podía decir que si alguna vez estuvieran juntos, serían increíblemente felices.

Duele.

Charles siempre había sido su mejor amigo, y aunque amaba a su compañera de equipo, tampoco pudo evitar sentirse celoso de que ella ahora fuera la persona principal que tenía la atención del monegasco.

Larissa también era su mejor amiga, pero también una compañera de equipo. La amaba, y aunque también amaba a Charles, también estaba celoso del chico Leclerc por tener su atención tanto como él.

Era casi como si estuviera perdiendo a los dos cuando estaban juntos, incluso cuando quería que fueran felices.

Pero eran felices cuando estaban juntos.

—Pierre, estás mirando.— Anthoine habló con una sonrisa cuando se dio cuenta de que el francés miraba fijamente a sus dos amigos.

—¿Eh?— Pierre frunció el ceño porque no había escuchado la conversación que había estado teniendo con los otros dos franceses.

—Si te gusta, díselo.— Esteban negó con la cabeza con una sonrisa mientras miraba suavemente a su mejor amigo.

—¿Qué?— Pierre frunció el ceño mientras miraba fijamente a los dos hombres que le sonreían.

—Si te gusta, díselo.— Esteban repitió.

—Está celoso.— Anthoine se dio cuenta cuando notó que los ojos de su amigo se abrieron como platos ante las palabras pronunciadas por el hombre de Ocon.

—No es así.— Pierre jadeó, cruzando los brazos frente a su pecho.

—Hmm, claro.— Esteban se burló de él.

—Estás celoso porque ambos son tus mejores amigos y no quieres perderlos.— Anthoine habló mientras Pierre asentía.

—Si se juntan, no se olvidarán de ti, si eso es lo que estás pensando. Seguirán saliendo contigo.— El tono burlón de Esteban bajó al notar la mirada seria en el rostro del chico Gasly.

—¿Qué pasa si no lo hacen? ¿Qué pasa si cuando se junten, siempre son los dos, haciendo cosas de pareja y luego me quedo como la tercera rueda?— Pierre exhaló.

Anthoine colocó su mano sobre el hombro de su amigo con calma. —Es posible que ni siquiera se junten y tú inmediatamente estás pensando en lo peor.

—No puedo evitarlo

Anthoine sonrió tristemente. —Lo sé. Oye, si lo hacen y sucede, entonces fingiré ser gay para tener citas dobles contigo. Así no serás la tercera rueda.

Pierre sonrió y notó que su amigo le guiñó un ojo. —No te voy a besar.

Anthoine se encogió de hombros. —Entonces yo te besaré a ti.

Esteban se inclinó mientras se reía. —Yo estaré en la parte de atrás, con bigote, gafas de sol y un periódico enorme.

—Trae a Zahra.— Anthoine y Pierre le sonrieron, viendo sus ojos abrirse como platos por la sorpresa.

—¿Qué?

—Ooooh, pensabas que no lo sabíamos.— Pierre se burló, viendo a su amigo perder todo color.

—No eres sutil, ¿sabes?— Anthoine palmeó el hombro del hombre Ocon. —La vemos escabullirse de tu apartamento y de tus habitaciones de hotel.

—¡Merde!— Esteban maldijo, con la mano frotándose sobre su cara. —No pueden decírselo a Lar.

Anthoine y Pierre soltaron unos resopidos mientras se miraban el uno al otro.

No se lo dirían, pero sabían que ella lo sabía.

En realidad, ella había sido la que se lo había dicho.

—Claro, por supuesto que no lo haremos.

[...]

—¿Por qué acabo enterarme de tu fiesta en tu yate?

Alex Albon lloriqueó cuando llegó al punto de encuentro que su mejor amigo le había dado.

—¿George no te lo dijo?

George Russell miró con confusión a su amiga. —Le dije a Lando que se lo dijera.

Los ojos de Lando se abrieron de par en par cuando supo que era su culpa que el chico Albon no hubiera sido informado de la fiesta.

—¡LO OLVIDÉ!

Alex miró fijamente al chico de Norris con una expresión molesta.

—¡AMIGO! ESTOY CONTIGO CASI TODOS LOS DÍAS, ¡SEGURO QUE TE HABRÍAS ACORDADO!

—¡LO HICE, PERO LUEGO LO OLVIDÉ DE NUEVO!

George y Larissa se rieron del dúo que se gritaba el uno al otro, mientras ella se recostaba contra el pecho del chico Russell, sintiendo cómo sus brazos se apretaban alrededor de su cintura para mantenerla en equilibrio mientras estaba parada sobre una pierna.

George le dio un suave beso en la nuca mientras sus dos amigos no miraban, y notó como la brasileña se estremeció, no lo esperaba.

—No cuando hay gente alrededor, Georgie.— Larissa susurró en silencio, antes de sentir que el agarre del chico Russell en su cintura se debilitaba ligeramente.

—Está bien.— George asintió con cuidado, con un ligero tinte de tristeza en su pecho.

Le dolió un poco que ella se hubiera sacudido de su agarre porque estaban en público, pero sabía por qué.

Él conocía el trato.

No podía culparla en absoluto por eso, sabía por qué ella le había ordenado que actuara como un amigo en público, o que nunca le dijera a nadie cómo se sentía o qué pasó en el pasado entre ellos.

Lo hizo por su carrera.

Ella sabía que si alguien o los medios de comunicación descubrían que había perdido su virginidad con el chico Russell, y que ocasionalmente se acostaba con él si estaba enojada o estresada, entonces la gente la acusaría de usarlo para su carrera.

Ella sería acusada de llegar a la Fórmula Uno solo por su culpa.

Ella sería acusada de hacer que él fuera "suave" con ella, ya que ella lo había vencido muchas veces a lo largo de sus carreras en la pista.

Además, era solo una cosa ocasional, y aunque él había captado sentimientos por ella en el proceso, sabía que ella no sentía lo mismo, y él estaba de acuerdo con eso.

Porque eso estaba en "la letra pequeña" de su acuerdo.

Sin sentimientos.

Le dolía saber que nunca podría mostrarse afectuoso con ella públicamente, o ser el hombre vivo más afortunado por salir con ella, pero estaba bien con eso, realmente lo estaba.

Porque ella todavía estaba en su vida, y eso era suficiente para él.

[...]

—ANTONIO GIOVINAZZI, ¡MI SEMENTAL ITALIANO FAVORITO!

Larissa Cohen chilló mientras corría hacia el italiano, saltando de su yate y corriendo descalza por la carretera hacia él, viendo su cara iluminarse al verla.

—¡LARISSA COHEN, MI PILOTO DE FÓRMULA UNO FAVORITA!

Antonio se rió mientras la brasileña saltaba a sus brazos, sabiendo que la atraparía y la arrojaría al aire, ya que era tan pequeña y ligera.

Daniel Ricciardo apareció con una cerveza en la mano en la cubierta de su yate, para ver al italiano, con los dos hombres asintiendo el uno al otro con sonrisas en la cara.

—¿Vienes a bordo?— Gritó el Capitán Nico Hulkenberg mientras se ponía una gorra de Capitán en la cabeza, incluso si era una de niño que le había dado el hombre Ricciardo.

—Diablos, sí.— Antonio se rió, cargando a la chica Cohen como princesa, antes de subirse al yate y aceptar una cerveza del australiano.

—¡EQUAL MACHINERY!— Larissa gritó mientras la colocaban en la cubierta de su yate.

Nico Rosberg salió a cubierta y vio que la chica le sonreía, sabiendo que le encantaba bromear con el nombre.

—Pequeña mierda, sabes que tengo dolor de cabeza, tus gritos fuertes no ayudan en absoluto.

—Por eso yo soy su favorito.— Lewis Hamilton pasó por delante de su antiguo compañero de equipo, su lenguaje corporal frío.

—Ice ice baby.— Daniel, Antonio y Larissa se susurraron notando la hostilidad entre los dos ex compañeros de equipo.

—¿Quieren saber quién es mi favorito?— La brasileña sonrió burlonamente al par.

—Yo.

—No, yo.

—En realidad, soy yo.

Jenson Button subió a bordo, viendo a la joven que era su piloto favorita de fórmula uno actualmente.

—Hey, Jensie.— Larissa habló con una pequeña sonrisa mientras se acurrucaba a su lado antes de ser agarrada por detrás por un australiano que reía.

—¿Y qué hay de mi, Joey?— Mark Webber sonrió a la chica que inmediatamente frunció el ceño. —Soy tu australiano favorito.

—No, ese es Kylie Minogue.— Larissa negó con la cabeza mientras se movía hacia el hombre Ricciardo.

Se dieron cuenta de que tan pronto como ella se acercó a él, su brazo la tiró hacia su pecho, apoyando su barbilla sobre su cabeza.

—¡TE DIJE QUE QUERÍA ESA HABITACIÓN!

—¡SOY EL MÁS JOVEN, TIENE QUE SER MÍA!

El grupo soltó un gemido combinado cuando Alex Albon y Lando Norris aparecieron desde la cubierta inferior del yate, todavía discutiendo sobre qué habitación querían.

—¡LISSY! LISSYYYYY! ¡ALEX NO ME DEJA TENER LA HABITACIÓN GRANDE!

Larissa miró fijamente a Jenson y Nico Rosberg, viéndolos a los dos sonriéndole sabiendo que ella tendría que decidir quién se quedaría con la habitación más grande.

—Lissy, Lando no me dijo nada de esto, así que es justo que obtenga la habitación grande. ¡Además, es pequeño, así que no necesita el espacio extra como yo!

—¡Te dije que lo OLVIDÉ! ¡Y no soy pequeño!

—¿Por qué habitación están discutiendo?— Larissa soltó un gemido ante sus disputas.

—La de la parte de atrás, con la ducha y la bañera.— Alex lo admitió con una sonrisa.

—Jensie, tienes esa habitación. Ustedes dos pueden compartir la habitación que Lando tuvo la última vez.— Larissa habló, antes de irse para que no pudieran discutir con ella.

La chica Cohen se dirigía a la cocina, forzando un gran trago de tequila por su garganta, antes de chillar al ver a su mejor amiga.

—¡Z!

Zahra Bailey se rió mientras Valtteri Bottas cargaba su bolso al yate, con Arthur Leclerc ayudando a la mujer Bailey a subir ya que su taco se había roto tan pronto como bajó del taxi.

—Tu amiga está usando mis zapatos, porque estas cosas se rompieron.— Arthur sonrió a la chica brasileña, sosteniendo los tacos rotos de la mujer Bailey.

—Arthur aquí, no me dejaría caminar con los pies descalzos.— Zahra sonrió al chico, viéndolo sonrojarse mientras miraba fijamente a la chica Cohen.

La sonrisa de Zahra se transformó en una mueca cuando sintió que sus manos se volvían húmedas y sudorosas cuando su mejor amiga besó al joven Leclerc en la mejilla.

El pobre chico.

—No podía dejar que se lastimara los pies, así que le di mis zapatos.— Arthur sonrió con orgullo, no se molestó por el hecho de que ahora solo llevaba sus calcetines.

—Aww, eres un cachorro lindo, ¿verdad?— Larissa se burló de él suavemente haciendo que Zahra soltara un resoplido.

—¡Soy el mejor Leclerc!

—He conocido a Lorenzo, siento decir que no es cierto.— Zahra habló, escuchando las risas de Arthur y Larissa.

—Yo también he conocido a Lorenzo, y Arthur es mejor que él.— Larissa apretó la mejilla del chico mientras se burlaba de él una vez más.

—¿Y Charles?— Zahra habló con la ceja levantada.

Arthur observó a la brasileña con cuidado, sonriendo suavemente cuando notó que sus mejillas comenzaban a volverse de un rosa suave, una sonrisa iluminando su cara.

—Es mi tercer hermano Leclerc favorito.— Larissa guiñó un guiño al menor de los tres hermanos, viendo la cara de Arthur iluminarse con una adorable sonrisa brillante.

—¡Eres mi piloto favorita!— Arthur respondió antes de gritar cuando lo golpearon en la parte posterior de la cabeza.

—¿Cómo es que yo no soy tu piloto favorito? ¡Soy tu hermano!— Charles Leclerc se molestó con su hermano, que inmediatamente saltó al lado de la chica Cohen.

—Sí, pero ella es mejor que tú.

—Eso es muy cierto.— Zahra respondió al instante sin pensarlo, mientras estaba de pie directamente al lado del Leclerc mayor, quien le lanzó una mirada falsa, con una sonrisa en los labios.

—¡Todos estamos de acuerdo con el más joven!— Gritó Jenson Button hacia el grupo, con todo su compacto observándolos con orgullosas sonrisas.

—Me siento como un primo orgulloso, viéndola interactuar con chicos por primera vez.— Nico Rosberg le susurró a Daniel Ricciardo, que no podía ocultar su risa.

Daniel asintió rápidamente con la cabeza. —Si algo sale mal cuando Lara finalmente salga con alguien, rezo por el tipo que tendrá a unas cincuenta personas acercándose furiosamente a él.

—Oh, sí.— Anthoine se unió a la conversación en voz baja.

—Será toda una escena del crimen si alguien le rompe el corazón.

bueno... arrancamos con los trece capítulos que tengo ya completamente listos para publicar!!
me muero de amor con larissa interactuando con todos ellos<33
no olviden que el capítulo debe llegar a 90 votos y 30 comentarios para que publique el siguiente inmediatamente.
aclaración: no se vale comentar solo letras y palabras sueltas solamente para llegar a los 30 comentarios, no les cuesta nada comentar algo bonito relacionado con lo que están leyendo, así que para saber cuándo debo actualizar, voy a contar yo todos los comentarios uno por uno, así que comenten acerca de la historia!!
no olviden votar, comentar y compartir<33