— Tsukasa el estudiante primate más fuerte — El castaño dio un respingon — Un nombre un poco largo, no crees?

— Si, si lo creo — Rio, Sacandole una sonrisa al azabache.

— Asagiri Gen — Se presentó — Un gustó.

— Shishio Tsukasa, el gusto es mío — Estrecho su mano con la del mago.

— Gen,¿te gustaría una escapada?

— Claro

Ambos sonrieron, olvidándose por completo de todo lo demás. Una tarde divertida para ellos.

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— Siento el ambiente muy triste — Senku posó su dedo en el oído, como era costumbre — Gen, quita esa cara.

— Lo siento Senku-chan, pero es la única que tengo...

— Nah.

Gen solo río bajo y salió del laboratorio.

— ¿A donde? — Pregunto Senku skn despegar su mirada del plano.

— No lo se...

— Pensé — El de puntas verdes dudo en seguir hablando — Pensé que te quedarías a estorbar como siempre...

— Oh, lo siento Senku-chan, no escuché — Mintió — ¿Que dijistes?

— Que te vayas...

— Adiós.

Salio del laboratorio, llendo al bosque. Necesitaba irse.

Claro, lo haría si tuviera ha donde ir.  No podía simplemente irse a lo idiota, como era costumbre.

¿Era normal pensar tanto en algo que no tenía solución o simplemente no valía la pena?

El como el psicólogo que era creía que no, que tenía que dejar esas cosas en el pasado.

¿Como demonios podía dejar de pensar en eso? Talvez la respuesta estaba en una buena sesión de sexo, pero no se podía por ese camino.

Su mano derecha viajó hasta su mejilla donde la cicatriz de su ojo estaba. Cuando lo hizo su mente recordó el primer día en este nuevo mundo, el como le fue tan difícil asimilar tanta informacion.

Se levantó de la roca que estaba sentado, retomando camino ha la Aldea.

Su mente fue interrumpida al recordar el árbol en el cual Senku talló la fecha apenas despertar de la petrificacion.

Senku era alguien de admirar, alguien en el cual el confiaría su vida.

¿Por que no conoció un Senku en lugar de un Tsukasa antes?

Esas preguntas no lo dejaban dormir.