𝟎𝟖
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CAPÍTULO OCHO
RUMORS
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ALEX CON CADA paso que daba se sentía observada. Lo cual era muy extraño, si bien no era una inadaptada social o una Don nadie tampoco era alguien que resaltara mucho, por eso mismo no entendía que tanto le veían.
Se sentó en la banca frente a la pared donde los estudiantes dejaban anuncios de clubs o de trabajos revisando unos apuntes que tendría que entregar ese día. Aunque trajera la diversión y relajo del viernes aun había que cumplir con ciertas cosas. Y por más que no haya trabajado todo el semestre hizo un pacto consigo misma de que por lo menos se esforzaría en lo último.
Una par de chicas catalogadas como las más chismosas pasaron cerca de ella y al dirigirle una mirada comenzaron a chismorrear entre susurros, agudizó su oído pero igual no alcanzó a escuchar mucho solo algo que le llamó la atención y que también inquietó.
Luke.
¿Qué tendría que ver el con ella en una conversación?
Pensó en el acercamiento que tuvo con Luke en el baile. Todo fue tan mágico e irreal, quién iba a decir que esa misma mañana se odiaban y para la noche ambos bailaban gangnam style junto a Adam Sandler.
Aunque disfrutó mucho esa noche dudaba mucho que se repitiera, o siquiera hablar de nuevo con el. Sabía que habían dicho que ahora éramos amigos aunque de seguro a él ya se le olvido o se arrepintió, pero aún así, estaba satisfecha. Tuvo un buen baile a pesar de que no quería ir.
Miraba molesta como las chicas sin disimular la volteaban a ver con intriga y hasta con burla. Se levantó dispuesta a reclamarles, de ella no iban a estar hablando.
Pero el estruendo de un golpe hizo que todos en el pasillo voltearan asombrados a aquella dirección. Al parecer Rachel le dio una bofetada a Luke.
Hablando del Rey de Roma.
Todos quedaron petrificados apreciando aquella escena. Incluso el pecoso que miraba sin poder creerlo a la rubia que parecía que echaba humo hasta por las orejas.
Ella se marchó molesta dejando solo y confundido al de rulos. Este aun anonado giro en dirección de todos los presentes que lo observaban boquiabiertos incluida Alex.
Luke hizo contacto visual con la castaña, era la única de los presentes que le importaba, la miró apenado y después bajo la cabeza para irse sin decir una palabra. Alex en cambio frunció el ceño confundida en su dirección mientras que a las chicas detrás suyo aquel acontecimiento terminó por "afirmar" las sospechas de todos.
Alex y Luke aun no lo sabían pero desde su ofrenda de paz en el baile muchos rumores se habían esparcido. Habían tantas teorías unas más locas que otras, entre las habladurías estaba que Luke y Alex llevaban mucho tiempo de novios pero a escondidas de los demás ya que a la chica no la dejaban tener novio hasta que entrara a la preparatoria y como faltaban solo dos semanas para ello la pareja al fin salió a relucir. Decían que en un principio si se odiaban pero del odio al amor hay un solo paso y que esa regla aplicó con ellos, y después de gustarse simplemente fingieron seguir odiándose.
Todo encajaba para los demás, que raro que salieran juntos en la obra y después en el "¿Qué onda Walden?".
El único que no creía esos rumores era Henry por obvias razones. Luke le contaba todo, absolutamente todo y aunque fuera un secreto del gobierno él se lo diría y su odio por Alex era genuino hace algunas semanas, no entendía ni quería saber qué lo hizo cambiar de opinión.
Estaba lo que seguía de furioso con el pecoso. Primera vez que le gustaba una chica y el, su mejor amigo tenía que opacarlo, como siempre. Henry no era envidioso ni nada por el estilo, le daba mucho gusto por los logros de Luke aunque lo olvidara momentáneamente y no le había pasado solo una, sino muchas veces, no tuvo problema con eso muchos años. Pero esto que le hizo fue el colmo, poco a poco se estaba hartando, no tanto por qué estaba muy celoso por el asunto de Alex sino por la traición de Luke siendo su mejor amigo también se haya fijado en la chica que justamente también le gusta a él.
Así era él si a Henry le interesaba alguna actividad Luke entraba con él y se llevaba toda la atención. No dudaba para nada que en este caso hubiera ocurrido lo mismo.
Luke por otro lado se dirigía a su primera clase mientras que se daba cuenta de todo. Al fin su cerebro hizo click y comprendió lo que estaba ocurriendo.
Todos pensaban que él y Alex tenían algo. Ellos solo hicieron las paces y se la pasaron bien en el baile, nada más, no tenía lógica de porque salieron todos los rumores, estaban por encima de puras incongruencias.
Solo estaba el baile, no tenían otras pruebas pero la gente prefería creer otra cosa. Incluso Rachel, aunque lo haya rechazado se molesto con él. Según ella, los rumores decían que él utilizó a la rubia para darle celos a Alex porque habían tenido una pelea y qué tal plan funcionó ya que más tarde ambos estaban bailando muy felices a la vista de todos.
Suspiro derrotado mientras tomaba asiento abatido.
El asunto con Rachel era la menor de sus preocupaciones, lo que lo tenía tan inquieto era su relación con Henry. Solo hasta que su ex enamorada le hablo sobre los rumores entendió la situación, supo el porqué Henry no le hablo en todo el fin de semana, el porqué no fue a su casa para irse juntos en la mañana, el porqué le volteó la cara cuando lo saludo en la entrada.
No esperaba menos, se lo merecía. Si bien no hizo nada malo ya que Alex no le gustaba y solo la ve como una nueva amiga comprendía su enojo, pues si el caso hubiera sido al revés el también estaría molesto.
Se mataba con la idea de cómo lo convencería de que no es lo que piensa.
Y por otro lado eso no impediría que creara una amistad con Alex, su odio se había esfumado y de verdad estimaba a la chica por lo que hizo por el esa noche, fue un gesto lindo de su parte.
En la clase de matemáticas simplemente pensaba que hacer, tendría que hacer algo muy bueno para Henry y que este lo perdonara. No fue hasta que vio un triángulo en el pizarra cuando una gran idea le pasó por su mente.
💕
Alex llevaba su bandeja de comida a través de la cafetería y estaba por sentarse en su mesa de siempre hasta que sintió como alguien la jalo del brazo.
— Luke... hola — saludo con voz temblorosa.
Estaba muy nerviosa y a él se le veía igual, era tan incomodo después de que ambos se enteraran de los chismes. Alex se terminó por dar cuenta cuando escuchó a unas chicas hablar sobre ello en los baños.
— H-Hola...
Ninguno dijo nada por largos segundos hasta que justo al mismo tiempo ambos se armaron de valor.
— Necesito hablar contigo. — rieron torpemente por la coincidencia.
Luke se rasco la nuca nervioso y la señaló dándole a entender que ella podía hablar primero. Alex trago saliva nerviosa.
— Emm... supongo ya oíste los chismes... — Miró su comida como si fuera lo más extraño del mundo no queriendo encarar al chico.
— Si — el rio nervioso — ¿Lo puedes creer...? Pfff piensan que tú y yo...
— Si... que bobo. — Ambos se miraban incómodos hasta que la chica decidió ponerle fin a esa rara platica.
— Y también quiero que sepas que yo no inicie nada, — aclaro en seguida — y entiendo si no quieres hablarme, podemos seguir igual que antes.
Luke frunció el entre cejo confundido, definitivamente eso era lo último en sus planes.
— No, no... — la callo — Me gusta tu compañía y creí que si podíamos ser amigos... — Exclamó con la cabeza gacha preso de los nervios.
Se sentían tan tontos hablando de eso pero a fin de cuentas era algo que tenían que resolver.
— Si podemos, — respondió rápidamente — solo que no pensé que tú querrías...
— ¿Bromeas? — preguntó divertido liberando tensión — Me acabas de quitar una gran peso de encima.
El chico tenía una sonrisa en la cara y sin pregúntale a Alex la tomó de la mano para después guiarla junto a él a la mesa donde suele sentarse junto a otros chicos populares.
Alex en cambio estaba más ansiosa que antes, pues aunque le hablara un poco a algunos de ellos no se sentía en total libertad de convivir a tal grado. No entendía que trataba de hacer Luke.
— ¿Qué haces? — le susurró deteniéndose a mitad del camino con muchos pares de ojos puestos en ellos, pero ni cuenta se daban al estar tan enfrascados en su conversación.
— Llevándote a mi mesa — dijo como si fuera lo más obvio del mundo — estoy emocionado de tener una nueva mejor amiga.
La chica sintió como si le hubieran echado un balde de agua fría.
— ¿Qué? — preguntó sin aliento.
— Escucha, tú me ayudaste mucho aquella noche, y lo que te dije fue verdad, quiero empezar contigo de nuevo, y no como dos personas que se odian, quiero hacer las cosas bien, ahora ven.– Aun sorprendida por sus palabras el enrollo su brazo al de Alex con cuidado de no tirar su comida y la llevo arrastrando por la cafetería hasta su usual mesa en la cual no estaba Henry.
Luke dio una mirada rápida y al no verlo cerca suspiro triste, esperaba por lo menos encontrarlo ahí. Era duro para él que el rubio lo ignorara por algo como eso, pero ya estaba arreglando el asunto y pronto el mal entendido acabaría.
Alex intentando acoplarse y no sentirse tan incomoda escogió un lugar que por suerte estaba a lado de Luke y del otro lado Jacob con el cual mantenía aún una buena relación a pesar de lo qué pasó con Humbert.
Después de varios minutos con la personalidad extrovertida de Alex ella logró unirse al grupo sin molestias llegando a reír no solo con Luke y Jacob, sino con todos en la mesa.
Mientras tanto por otro lado se encontraba Henry solo en una mesa muy alejada de donde se encontraba su supuesto mejor amigo mirando la situación con tristeza. Se sentía tan mal que no pudo evitar que se le saliera una lágrima.
Si no fuera por el raro chico de rulos rubios que lo interrumpió seguramente se seguiría lamentando todo el día.
— ¡Hola Henry! — Dio un brinco en su lugar limpiando rápidamente la gota de agua que se deslizaba por su cara.
Carraspeo antes de hablar.
— Hola ¿quién eres? — preguntó extrañado.
No sabía quién era él y hasta donde recuerda nunca lo había visto.
—Soy Jasper. — se presento — He estado en el mismo salón que tú por 2 años — dijo emocionado sin molestarse del porque el otro rubio no lo reconoció pero Henry se sintió terriblemente mal.
— Oh... ya veo... — respondió cabizbajo, tampoco tenía las mejores ganas del mundo.
— Supongo que no me habías notado porque eres de los chicos cool, — hablo como si nada — por cierto, ¿por qué no estás con Luke? Creí que eran mejores amigos... — Le dio una mordida a su empanado y miraba expectante al chico.
Jasper al igual que todos supo de los rumores que se esparcieron por todo su grado y tenía curiosidad del porqué le había afectado a Henry. No se acercó a él para enterarse de los chismes y tener la historia completa, él no era así pero le dio mucha lástima verlo triste y solo alejado de los demás que no dudó en acercarse aún con el riesgo de que lo mandara a volar por su "estatus social". No conocía para nada al rubio, nunca cruzó palabra con el siquiera pero en el pasado tuvo un encuentro no muy lindo con Luke y Henry siendo su mejor amigo creyó que este era igual.
— Tuvimos un problema. — respondió Henry cortante no queriendo entrar en detalles, apenas lo conocía.
Pero Jasper ni cuenta en ello, el solo estaba concentrado en mejorar el ánimo del rubio.
— ¿Por eso estabas llorando?
— Yo no estaba llorando.
—Lo que tú digas. — Henry rodó los ojos comenzando a hartarse.
— ¿Por qué te sentaste aquí? — preguntó sin más algo extrañado desviando el tema.
— Está es mi mesa. — Aparte de verlo triste y querer ayudar, también estaba ese otro detalle que lo inclino a acercase.
— Ohh ya veo... — hablo pensativo — No lo sabía, he estado un poco distraído...
— Triste. — Corrigió el otro niño.
—Distraído.
— Si tú dices... — Jasper estaba por darle otra mordida a su sándwich cuando recordó una gran detalle — Oye te presentaré a mi amiga Charlotte, ella siempre me hace sentir mejor, ¡ven! — El chico robusto llamo a una niña morena que los observaba de lejos insegura.
Antes de que Jasper se acercará, él y la de afro habitan tenido una acalorada discusión sobre si ayudar al chico o no. Ella estuvo en desacuerdo pues ella estuvo en la confrontación con Luke y desde ese entonces no los puede ver de una buena manera, pero ahora ya no podía hacer nada ya que Jasper la había arrastrado.
— Mmm hola... — Saludo incomoda y cortante pero Henry no le dio importancia.
El resto del receso el otro rubio no dejó de hablar y por varios momentos si logró animar a Henry pero este no podía dejar de observar la mesa al otro lado del lugar.
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