Triana acababa de llegar del partido de Marruecos contra Tanzania en lo que era el primer partido para los marroquí en esta Copa de África. Para su suerte, su ex pareja no notó que se encontraba en el estadio haciendo el trabajo de la española más fácil de manejar por lo que regresó a su apartamento cómoda y escribir su reseña del partido, también a espera de que su equipo volviera con el reporte de los demás encuentros.

Disputaba de su licuado cuando escuchó como abrían la puerta dejando ver a Mar y Eustass llegando de la calle—. Tía! —exclama Eustass corriendo hacia la sala—. Te compramos estos cómodos zapatos. Mamá dice que los necesitas para tu trabajo —explica el chiquillo feliz dandole los zapatos.

La castaña sonríe—. Muchas gracias, mi niño. —Triana toma los zapatos para ponérselos.

—Eustass los eligió. —Resalta Mar.

—Pues tiene un muy bien gusto. —Comenta Triana. —En donde anduvieron? —desea saber cerrando su ordenador.

El pequeñín es quien responde— primero mamá me llevó a desayunar en este restaurante al aire y después fuimos a pasear por un centro donde fue que te compramos los zapatos. Pero no duramos mucho tiempo porque mami dijo que nos teníamos que ir. Actuó muy raro, incluso me jaló del brazo y me dolió mucho.

Mar rueda los ojos— ni te jalé tan fuerte. —niega— por qué no mejor te vas a bañar que vamos a cenar con tu tía más tarde.

—Ok, mami. —hace un puchero recordando lo de hace rato pero se va a ducharse.

La castaña alza una ceja sin dejar de mirar a su hermana—. Viste a Amine, cierto?

Se cubre la cara dejando sacar un suspiro de frustración—. Qué no se supone que está jugando este tipo?! —reclama —qué hacía en esa tienda? Nadie sabía que estaría ahí más que... —de repente, la española pensó una idea bastante descabellada. No creía que ellos dos se conocieran. En qué momento habrían concedido.

—Más que quién, Mar? —desea Triana saber pero se queda con la duda pues su hermana salió del apartamento hasta fuera del mismo lugar para tener un poco más de privacidad.

Le marca a cierto marroquí muy molesta quien le contesta hasta el cuarto tono— Mar, qué sucede...?

—Acaso Amine y tu planearon esto?! —pide respuestas exaltada.

Abde aún estaba procesando en su mente la pregunta— no sé de qué me hablas...

—Era su plan, cierto?! El que Triana y yo fuéramos juntas a África y nos encontráramos a ustedes para regresar?! —suelta la sopa.

Mierda, Gouiri. Maldice Abde en bajo—. Puedo explicarlo...

—Ahórratelo. Se cancela el plan —sentencia la morena a punto de colgar.

—No. —niega el atleta rotundamente—. Ahora tú respóndeme algo. Por qué eres tan cobarde y no enfrentas a Amine cara a cara?! Si mal no recuerdo, tu misma me llamaste cobarde y egoísta al principio que terminé las cosas con Triana.

—Ooh! No intentes voltear el problema hacia mí...! —estaba hecha una furia.

—Y resulta que estas actuando de la misma manera que yo. No permitiré que me llames así sabiendo que me estas imitando. —demanda para después tomar un profundo respiro para calmarse—. Mar, sólo dime lo que Gouiri te hizo y te prometo que yo mismo voy a darle su merecido.

La española traga saliva—. Lo abandoné —da una larga pausa antes de continuar—. En el momento que supe que quedé embarazada de él sabía que sería una carga y obstáculo para su carrera —lo deja fluir—. Contento?

Abde le da su espacio—. Bueno, creo que los dos nos parecemos más de lo que aparenta, no es así?

—Abandonaste a mi hermana porque no te sentías listo para comprometerte cuando simplemente tu situación se podia arreglar dialogando.

—Bueno, digo lo mismo contigo. Amine habría entendido.

Después de soltar un par de lágrimas más se digna a hablar—. Tienes razón, Abde. —se limpia su rostro—. El plan sigue adelante. Pero sufrirá un par de modificaciones. —avisa teniendo una idea en mente.