━━━━━━━ CHAPTER TWO ━━━━━━━
❝DESCUBRIMIENTOS Y ANSEL❞

—¿Sigue sin aparecer?—cuestionó Rebekah con cansancio.

—Debemos darle tiempo, no es fácil asimilarlo.—Elijah suspiró.

—Pues que lo asimile rápido por que cambiarle los pañales a Hope no es tan divertido cómo parece—Kol negó con falso escalofríos.

En ese momento los pasos de alguien llamaron la atención de los hermanos.

Miraron a Klaus quién venía sonriente. Hope al ver a su padre chillo feliz.

Lo había extrañado, pues Klaus había desaparecido por tres días desde la noticia de su madre.

—Miren que trajo el viento.

—¿Como estas Nik? —Rebekah preguntó con delicadeza.

—Bien, la gente muere no. Después de todo enterarse de que tu madre no es tu madre y que por cierto la verdadera esta muerta por tu culpa es algo completamente normal.—comento mientras cargaba a Hope.

—Finalmente sucedió. Se volvió loco—negó Kol con miedo.

—Escucha Klaus—comenzó Freya a decir para ser cortado por su hermano.

—No quiero orirlo solo quiero jugar con mi hija. Si me disculpan—salió de la habitación con su hija en brazos.

—El no está bien.

—¿Y que podemos hacer?—se frustró Elijah por no poder ayudar a su hermano.

—Si no es como si pudiéramos revivirla.—comento de forma sarcástica Kol.

Freya al saber sus intenciones lo miró de forma pensativa.

—¿No hablaras en serio?—Rebekah miró a su hermano como si se volviera loco.

—No es tan mala idea.—hablo de forma pensativa Elijah.

—Y luego que; Hola tía somos tus sobrinos hijos de la persona que te mató y quito a su hijo. Bienvenida de los muertos—sonrió sarcasticamente Rebekah moviendo sus manos.

—Pues si—dijo en tono de obviedad Kol.

—Pues no.—negó ella.

—Ya basta—los detuvo el mayor de ellos viendo como se preparaban para pelear.—¿Freya?—miró a su hermana esperando alguna respuesta.

—Creo que puedo hacer algo al respecto. Necesito tiempo solo eso.—buscó en su grimorio de forma apresurada.

—Es hermosa cierto—Klaus le sonrió a su hija quien aplaudió feliz.

Actualmente los dos se encontraban en el estudio de Klaus quien pintaba un retrato de su madre. Tenía el recuerdo de su rostro grabado en sus pensamientos.

Lo que más destacaba de él eran sus ojos azules y su gran sonrisa.

—Es tu abuela pequeño lobo—tomó a su hija en brazos una vez que terminó de pintar.

Miró la pintura y suspiró con anhelo.

Hope hizo unos ruiditos levantando sus brazos hacia la pintura como si qusiera que la abrazara.

—Si yo también quiero abrazo amor—suspiró abrazando más a su hija.

—Soeurs et freres, mwen rele sou nou. Mennen me sa me chache.—recitó Freya quién estaba sentada en medio de la sala.

Las velas a su alrededor se encendieron creciendo más cuando la Mikaelson recitaba.

Rebekah, Kol y Elijah veían atentamente todo desde la esquina.

—Contexto—susurró Kol a sus hermanos quienes rodaron los ojos.

Freya abrió los ojos y miró a su alrededor. Sus hermanos habían desaparecido al igual que su casa.

Estaba en medio de una habitación negra, se puso de pie mirando a su alrededor buscando a la que sería su tía.

Se supone que el hechizo tendría que llevarla a buscar a su tía Kira para poder verla y sacarla del limbo en donde estaba.

Siguió caminando hasta que encontró una pequeña luz en una choza. Se acercó lo suficientemente para poder escuchar las voces que provenían del lugar.

—¡¿Que hiciste?!—vio a su tía Dahlia mirar a Esther con enojó.

—¡No lo entiendes!—negó la mujer llorando.

—¡¿Entender? Mataste a nuestra hermana menor!—gritó con furia.

—Tuve una visión y ese niño sería su perdición—murmuró en voz baja.

Freya se acercó aún más para escuchar.

—Es sólo un niño—negó. —Es eso o es el hecho de que Ansel ¿no te amaba a ti?—preguntó de forma fría.

Esther la miró alarmada.

—N-no, nunca. —tartamudeo negando.

—No dejaré que mi hermana pague tus estupideces Esther.—se acercó a ella haciendo que la rubia retrocediera.—Vamos a arreglar lo que hiciste.

Le tendió la mano y Esther supo de inmediato lo que harían.

Freya no logró escuchar lo que ellas decían por más que quería. Miró a su alrededor y vio una cabellera rubia, se acercó con urgencia para poder verla pero fue demasiado tarde la mujer no estaba.

Había salido del limbo.

Y Freya sabía lo que eso significaba.

Abrió sus ojos cuando sintió que algo la movía. Vio a sus hermanos mirándola preocupados.

Ahora Klaus estaba junto a ellos con expresión confusa.

—¿Estas bien hermana?—cuestionó Rebekah con preocupación.

—Si, si.

—¿Que es lo que viste?—preguntó con curiosidad y emoción Kol.

—¿Se puede saber que están haciendo?—Klaus los miro seríamente.

Los hermanos se dieron una mirada negándose a hablar pero para su mala suerte, kol no entendió nada.

—Estábamos buscando a tu madre para poder revivirla. —le explicó de forma casual.

Elijah se dio una palmada en al frente mientras negaba.

Klaus los miró con los ojos abiertos.

—¿Ella?—Freya supo que Klaus quería preguntar si la había visto.

—No, ella no estaba ahí.—admitió bajando las esperanzas de la familia.—Pero descubrí algo más.—confesó.

—Pues habla.—insistió Kol por el dramatismo.

—Ella no estaba ahí, pero tampoco encontró la paz por que lo hubiera sabido. —comenzó a hablar,—Y también vi un recuerdo entre Esther y Dahlia.

—¿Qué estas insinuando?

—Que nuestra madre no nos contó toda la historia y que hay una poca probabilidad de que ella esté... —no terminó la frase mientras miraba a Klaus al igual que todos.

—Viva.—susurró el.

Freya asintió.

—Tengo miedo Ansel.—murmuró Kira mirando a su esposo quien le sonrió cariñosamente.

—¿Qué es lo que sucede mi amor?

Kira le sonrió tímidamente.

Ella y Ansel se habían conocido en un viaje que él hombre había hecho. Después de un tiempo contrajeron matrimonio y Kira fue a vivir con él a su aldea.

No le molestaba el saber que el era una criatura de la noche. Estaba enamorada de él. Tampoco el hecho de que él era mayor impidió que estuvieran juntos.

Tiempo después su hermana Esther llegó a la misma aldea que ella por la muerte de su hija Freya.

—¿Si soy una mala madre?—habló en susurró Kira.

—Eso sería imposible. Eres la persona más buena que conozco y estoy seguro de que serás la mejor madre para nuestro pequeño.—acarició su cabello moviendolo un poco de su rostro.

Kira sonrió mientras se inclinaba a besarlo.

Al separarse Ansel miró al rededor buscando a su esposa por su casa. Solo encontró a su pequeño hijo llorando.

Cargo a Niklaus con urgencia para buscar a su mujer. En el camino se encontró con una vieja amiga Ayana.

—Muchacho.—lo llamo la urgencia estaba pegada en su rostro.—Ellos la tienen.

Ansel supo que hablaba de Kira dejó a su hijo con la mujer mientras corría. Llegó a la parte inicial del bosque para ver a la persona que amaba ser consumida entré el fuego.

Quiso correr en su auxilio pero fue detenido por la multitud, a pesar de su fuerza no pudo hacer nada.

Lloro desconsoladamente, había pedido a la mujer que amaba, a la madre de su hijo y a su alma gemela.

Había perdido a su kira y a Klaus esa misma noche.

Esther se negó a darle el niño, Ansel no lo aceptó pero la mujer lanzó un hechizo sobre una de las personas de su manada quien fue hechizada hasta la muerte.

Lo amenazó diciéndole que si volvía insistir esta ves sería la manada completa.

El se negó a hacerle caso, pero sus padres fueron los que pagaron las consecuencias muriendo por el hechizo de la mujer.

Siempre se dedico a ver a su hijo desde lo lejos. Vio como Mikael lo golpeaba y el no pudo hacer nada.

Se sintió como un cobarde toda su vida. Por haber elegido a su manada sobre su hijo. Sentía que le había fallado a ambos.

Se casó de nuevo y tuvo más hijos pero nada llenaba el vacío en su corazón como lo harían Kira y Klaus.

Y finalmente Mikael mató a toda su familia y a él mismo.

Encontraría la paz y se re encontraría con su amada Kira.

Pero la vida y el destino no era lo que querían.

El hecho de que fueran almas gemelas no significaba que ellos terminarían juntos.

Tal vez en otra vida Kira y Ansel pudieron vivir su vida junto a su pequeño Klaus.

Solo tal vez fueran felices.

En Nueva Orleans Klaus despertó de un solo golpe por el extraño sueño que tuvo.

¿Que había sido eso? ¿Un sueño o un recuerdo?

Mientras que en Londres una chica rubia despertaba igual de agitada.

—Oye, oye—el chico la calmo lentamente—Solo fue un mal sueño cariño.

La chica lo miró y asintió.

—Si un mal sueño.—susurró en voz baja.

—Estaré aquí para ti de acuerdo. Intenta dormir de nuevo florecita—le sonrió con amor mientras se acurrucaban juntos.

—Sigo sin saber por qué me llamas así.

—No lo entenderías florecita.

La chica solto una risa negando y recargo su cabeza en su pecho hasta quedarse dormida.

El chico solo le acarició el cabello viéndola descansar mientras sonreía feliz.

—Descansa mi preciosa Kira.

Quise poner un poco de Ansel en la historia por que eso no cambiará el seguirá siendo el papá de Klaus.

Teorías y preguntas aquí para el próximo capítulo.

Los amo amores, gracias por el apoyo <3