-Tobias!- de inmediato le arrebato a Joshua a mi hijo sin despegar la vista de mi hijo -Por qué me soltaste la mano?!!! No te puedes perder y menos aquí!! Qué te pasó!? Dios! La cabeza me da vueltas- abrazaba a mi hijo quien estaba desangrándose.

-Mamá, no puedo ver bien- Tobias se queja.

De inmediato me separo de él y se veía más sangre salir de su frente. No sé qué hacer -Autumn?- la voz de Joshua solo me hacía poner aun más confundida.

-Qué le pasó?- pregunto sin mirarlo.

-Solo sé que salió corriendo cuando vio a Robert y chocó conmigo cuando traía mis tacos- explica Joshua.

Mierda! Esos tenis y sus tacos. Debían ser de fierro. Maldito Joshua!

-Mierda!- trataba de relajar la hemorragia con mis algodones de mi bolso.

-Deja te ayudo...- Joshua trata de acercarse a ambos.

-NO! Ya hiciste suficiente- regaño con nervios.

-Solo déjame llevarlo al cuarto donde nos curan nuestras cortadas. Es lo menos que puedo hacer- convence.

-Bien- no me quedaba de otra, así que cargo a mi hijo y Joshua me lleva al cuarto del que habló. No había notado que ni siquiera se había cambiado, seguía con su jersey y todo sudado, pero aún así no se veía mal, de hecho jamás se ha visto mal.

-Qué le pasó?- pregunta una de las enfermeras cuando llegamos.

-Se estrelló contra mis zapatos y creo que tiene una cortada profunda- explica Joshua.

-Ok, bien- me piden que deposite a Tobías en la camilla -Vaya! Ha perdido mucha sangre y será necesario que cosamos la herida.

-Qué?!

-Lo siento, srta. Es usted la madre de su hijo?- ay no!

-Si...- contestó con pena.

-Ok, necesitamos su sangre, pues su hijo ha perdido mucha.

-Bien- iba a ir con la enfermera, pero Joshua toma mi muñeca antes de irme.

-Autumn, qué mierdas está pasando?!!- pregunta Joshua desesperado.

-Te lo explicaré más tarde- solo dije aquello y me zafé de su agarre.