𝐈. 𝐚 𝐥𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐟𝐚𝐥𝐥 𝐚𝐧𝐝 𝐚 𝐬𝐜𝐡𝐨𝐨𝐥 𝐩𝐫𝐨𝐣𝐞𝐜𝐭

EL SOL BRILLABA CON GRAN ESPLENDOR SOBRE LAS CALLES DE SÉUL, la habitación del pequeño Omega se encontraba sumida en un profundo silencio logrando que sólo se escuchará el ruido del aire acondicionado siendo acompañado por el sonido de los pájaros cantando, definitivamente encantador.

El curvilíneo cuerpo del rubio descansaba plácidamente sobre aquel sube colchón mientras que las sábanas blancas cubrían por completo su bronceada piel. Un fuerte grito se escucho proveniente desde el primer piso, era la señora Kim madre del Omega.


—¡Taehyung levántate que es hora de ir a la escuela!—el fuerte grito de su madre se escuchó hasta la habitación del Omega, este se removió sobre su cama mientras se tapaba de pies a cabeza con su sábana.—¡Taehyung levanté ya! ¡¿O quieres que vaya y te despierte?!—y después de eso, un silencio total se escuchó sobre toda la casa.


El pequeño peli-rubio se sentó mientras tallaba sus ojos con la manga de su pijama, sus cabellos rubios todos parados y desordenados hacían lucirlo como si fuera un pequeño bebé. Soltando un fuerte suspiro quitó la sábanas de su cuerpo y se levantó logrando sentir el frío piso de madera, a paso perezoso se encamino rumbo al baño. Al entrar el delicioso aroma a vainilla y chocolate blanco inundó sus fosas nasales, todo el lugar estaba inundado por el aroma del Omega, se acercó hacia el lavamanos para echarse un poco de agua fría y así poder despertarse un poco. En cuestión de segundo el pequeño rubio ya podía sentir las gotas de agua tibia caer sobre su piel canela, no paso más de treinta minutos cuando el pequeño Omega ya se encontraba a fuera de la ducha arreglando la toalla alrededor de su cintura, estiró un poco su brazo para poder tomar su cepillo de dientes color verde el cual se encontraba en un pequeño vaso de color azul para así comenzar a lavar sus dientes, mientras los lavaba se miraba de reojo en el espejo causando que inevitablemente haga alguna mueca o gesto en el cual termina riendo al ver su rostro. Después de haber lavado sus dientes salió del baño y comenzó a caminar hasta el pequeño armario de madera color blanca, comenzó a rebuscar entre su ropa hasta que logró encontró su uniforme diario de la escuela ya planchado.

Ya arreglado tomo su mochila la colgó sobre sus hombros tomo su celular de la mesita de noche y salió de su habitación dando pequeño saltitos, el sonido se sus zapatos sonando contra el piso de madera resonó por toda la casa. Al entrar a la sala el delicioso aroma a tocino frito inundó sus fosas nasales siendo acompañado del aroma a jugo de naranja recién exprimido, dejo su mochila en el suelo logrando que se escuchar un pequeño ruido.

—Buenos días papá.—el Omega se acercó hasta donde estaba su padre, este se encontraba leyendo el periódico pero al escuchar la alegre voz de su hijo despegó la vista regalando le una hermosa sonrisa. Al estar junto a él, Taehyung, dejo un rápido beso en la mejilla de este.—Uhhhh, que guapo estás hoy papá, ¿Adónde tan arreglado?—pregunto con su característica sonrisa cuadrada, el señor Kim se encontraba vistiendo un traje color negro, una camisa balcón y una corbata roja.

—Hoy hay una reunión muy importante y nos pidieron ir vestidos de traje así que mira a tu padre con traje porque está será la última vez.—dijo el Alfa mientras extendía sus brazos, Taehyung sabía a la perfección que su padre odiaba vestirse de aquella manera pues este era más admirador de andar por la casa con una camisa dos tallas más grandes y unos pantalones holgados, aunque los días de verano el Alfa simplemente se la pasaba sin camisa por toda la casa.—Nada más porque necesito ese aumento.—se quejo el hombre mientras arreglaba su corbata fastidiado, el Omega al ver la expresión que su padre había puesta simplemente no pudo evitar reír escandalosamente.

—Buenos días mi pequeño.—la voz de su madre se escucho causando que su risa secara, Taehyung vio a la mujer entrar con un plato con lo que seguramente era su desayuno en la mano izquierda y un vaso con leche de plátano en el otro—Aqui está tu desayuno cielo y tú deja esa pobre corbata en paz.—la Beta dejo el plato sobre la mesa para después acercarse a su hijo y rodearlo con sus brazos en un fuerte abrazo mientras dejaba múltiples besos sobre las regordetas mejillas del Omega.

—Buenos días mamá.—saludo el rubio después de que su mamá se alejara de él, se encamino hacia la silla enfrente de sus padres y sentarse en ella dirigiendo su mirada hacia el que era su desayuno.

El delicioso aroma de los hotcakes entro por sus fosas nasales, estos tenían un poco de nutella sobre ellos con algunas rebanadas de plátano y ralladura de coco en sima de estos. No paso mucho cuando el menor metió la primera rebanada de hotcakes a su boca soltando un leve gemido ante el delicioso sabor de su desayuno, agarro el bazo de lecho a un lado de él y le dió un pequeño trago pasando más rápido el pedazo de hotcakes.

—Ve más lento pequeño o terminarás atragantando te.—advirtió su padre mientras le daba un sorbo a su amargo café, y fue aquello que logró que el menor recordara a su mejor amigo Alfa, Min Yoongi quién amaba tomar un americano todas las mañanas o mejor dicho a todas horas.

—C-creo que estoy ganando mucho peso últimamente, tal vez debería bajar comenzar a hacer una dieta.—hablo con dificultad gracias a la comida en su boca, pero logrando llegar hasta los oídos de los mayores y ante aquellas palabras, sus padres dejaron de prestar atención a sus cosas y miraron a su hijo.—¿Qué?—pregunto mientras veía con el ceño fruncido la expresión que tenían sus padres dibujada en el rostro.

—¿Por qué dices eso Taehyung?—chillo su madre mientras hacía un puchero, aquella mujer amaba de sobre manera a su pequeño hijo y odiaba con todo su ser, ver cómo este solía quejarse mucho sobre su peso.—No importa si ganas peso o no pequeñín, nosotros te amamos de igual manera.—una sonrisa se dibujo en el rostro de la Beta, está estiró un poco su brazo y comenzó a dar leves caricias en las manos de su hijo.

—Pero los Alfas de la escuela dicen que...—pero antes de que pudiera seguir un fuerte ruido logró que callara, su padre había golpeado la mesa con sus mano mientras con la otra apretaba con fuerza el periódico.

—¡No le hagas caso a esos Alfas!—la voz de su padre sonó con molestia, soltó el periódico entre sus manos y tomo la taza de café dándole un gran sorbo para después seguir hablando.—Todos ellos se fijan en lo físico y no ven el hermoso interior que uno tiene, mira hijo, tarde o temprano la belleza se acaba pero no la forma de ser. Ningún Alfa merece estar con alguien como tú, eres increíble y tienes muchos dones cariño.—una sonrisa se dibujo en el rostro del menor con aquellas palabras, Kim Taehyung amaba con todo su corazón a aquel Alfa y se sentía honrado de poder llamarlo padre.—Si esos Alfas siguen molestándote dime, esa escuela de niños mimados no es muy buena ¿Qué hay de malo que un Omega gane una beca ahí? Por dios Taehyung eres increíblemente inteligente. Todos en ese lugar son uno hijos de...

—¡Cariño!—interrumpió la mujer mientras le daba un leve golpe en las costillas para que no siguiera hablando, el hombre hizo una expresión de dolor demasiado exagerada logrando sacarle una sonrisa al Omega de aquella familia.

—Esta bien, lo siento querida, pero es que me enoja que todos ellos se crean mucho mejor sólo porque tengan dinero.—el hombre soltó un fuerte bufido de molestia, aquel Alfa amaba de sobre manera a su pequeño hijo y lo que más odiaba en el mundo era que alguien insulte o lastimé a su familia.

—Pero no todos en ese lugar son así papá, Yoongi y Seok-Jin hyung no son así conmigo, ellos me cuidan mucho y son muy buenos conmigo.—dijo con una sonrisa de tan sólo recordar a aquellos chicos que siempre cuidaron de él desde el momento en que piso aquella escuela.—Por eso son mis mejores amigos.

—Eso es verdad cariño, Yoongi y Seok-Jin cuidan muy bien de Taehyung.—hablo la mujer mientras dejaba leves caricias en los hombros de su marido, aquella Beta sabía de ante mano la muy buena relación que tenía su hijo con aquellos chicos.—Por cierto, ¿A ti no te interesa Yoongi o algo por el estilo? Ya sabes algo más haya que una amistad y...

—¡Mamá!—grito rápidamente mientras negaba eufóricamente con la cabeza, el hombre de cabellos negros miró a su mujer y luego a su pequeño hijo con las mejillas notoriamente sonrojadas—¡Claro que no mamá! Puede que Yoongi hyung sea un gran Alfa, pero sólo lo veo como un hermano para mí y él me ve de la misma manera. No hay ningún cariño más haya que fraternal.—explico rápidamente el Omega, desde hace unas semanas su madre había comenzado a preguntar sobre su relación con aquel Alfa pero él siempre se había encargado de negar que hubiera algo más que una amistad entre ellos.

Min Yoongi era como aquel hermano mayor que nunca tuvo, este lo cuidaba de todos aquellos de grados superiores que solo querían lastimarlo. El pequeño Omega le había agarrado un gran cariño a aquel Alfa a pesar de sólo conocerlo unos cuentos meses, pero aquel cariño no iba más haya que un cariño de hermanos como lo pensaba su madre pues pude que sea muy cariñoso con el Alfa pero es que hacía era Taehyung, un Omega muy hiperactivo y cariñoso pero a la vez demasiado serio y reservado.

A pesar de llevar solo un par de meses en aquella escuela, todo a su alrededor cambio por completo llegando a conocer a las personas más desagradables que pudo llegar a ver en toda su vida pero de la misma forma llegando a conocer a los seres más increíbles y bondadoso que jamás había visto, Kim Seok-Jin un Omega demasiado inteligente y el cual era catalogado por muchos en aquel lugar como un Omega “Descompuesto” por el simple hecho de ser diferente a todos los demás, su actitud algo rudo en algunas ocasiones y por no ser el típico Omega sumiso que obedece a su Alfa, Seok-Jin era mucho más que una cara bonita, siempre se encontraba entre los cien mejores estudiantes, su forma de defender los derechos de los Omegas era todo aquello que lograba que el menor deseará ser como su hyung, para él Kim Seok-Jin era el mejor Omega que había conocido. Luego estaba Min Yoongi, aquel Alfa el cual lo había conocido cuando unos estudiantes dos grados mayor que él intentaban meter su cabeza en el inodoro de los baños, el Alfa lo defendió a capa y espada logrando así que una hermosa relación de hermandad comenzara a florecer. Min era el típico Alfa reservado y codiciado por las y los Omegas por su manera de ser muy dominante, despreocupado causando que de vez en cuando tuviera promedios bajos pero este sólo se defendía diciendo “La escuela no sirve para nada” logrando obtener alguno que otro golpe por el Omega más mayor de aquel pequeño grupo, y algo que tanto Kim Taehyung como Kim Seok-Jin conocían a la perfección de su amigo Alfa era lo mujeriego que podía llegar a ser, la mayoría de sus relaciones terminando en fallidas por el hecho de que a las chicas no les gusta que su Alfa este rodeado por dos Omegas sin marca o pareja alguna.

Kim Taehyung veía a aquel Alfa como aquel hermano mayor que siempre quiso tener, pues a pesar de su fría y reservada personalidad detrás de todo eso se encontraba una gran persona con un gran y noble corazón listo para ayudar a todo aquel que lo necesite y sobre todo que se lo merezca.

—¡Ya me tengo que ir!—grito mientras metía la última rebanada de su desayuno y daba un gran sorbo a la leche dejando completamente vacío su baso mientras miraba la hora en el reloj colgado en la pared, aquel grito alarmo a la pareja Kim quien sólo asintió lentamente mientras veían a su hijo.—Adiós, los amo.—se levanto se su asiento y acercándose hacia donde se encontraban sus padre y dejando un rápido beso en las mejillas de cada uno.

—Nosotros también te amamos Taehyung.—dijeron los dos adultos a coro mientras movían su mano en forma de despedida, la Beta lanzo un beso al aire recibiendo una hermosa sonrisa cuadrada del pequeño Omega.

El peli-rubio tomo su mochila la cual se encuentra tirada en el suelo y se encamino a paso rápido hacia la puerta de madera color negro, agarro la perilla y giro de esta logrando sentir el suave y refrescante viento de esa mañana chocar contra su rostro al momento de abrir la puerta, dando una última mirada hacia sus padres movió sus manos eufóricamente en forma de despedida y segundos después saliendo así de su casa comenzado a caminar rumbo a su escuela.

Podía sentir el suave y refrescante viento de aquella mañana chocar contra sus mejillas mientras corría por aquella pequeña pendiente con su estruendosa pero alegre risa, los vecinos que se encontraban afuera lo saludaban como de costumbre logrando recibir un “Que tenga lindo día” por parte de aquel encantador Omega. Taehyung había crecido y vivido gran parte de su infancia en aquel vecindario tan tranquilo y alegre, su carismática personalidad siendo complementado de un gran corazón era una increíble combinación que logró cautivar a todos en aquel lugar llegando así a ganarse el cariño de todos desde muy pequeño, Taehyung era conocido por el nombre de “El Omega de vainilla” por el dulce y encantador aroma que poseía del cual no se quejaba pues a él también le agradaba.

—¡Que tengas lindo día Taehyung!—la voz de la señora Kang se escuchó a sus espaldas, el Omega detuvo su andar y miro hacia atrás. Rápidamente se acercó a la mujer que cargaba tres cajas de maderas llenas de fresas, tomo con una sonrisa tomo las dos primeras cajas logrando recibir una espléndida sonrisa de la Omega—¡Si tú eres todo un angelito Taehyung!—chillo la mujer, las mejillas del menor se tornaron de un color rosado logrando que su apariencia se vea mucho más tierna.—Gracias por ayudarme.

—No tiene nada que agradecer.—el menor se encamino junto a la mujer hacia el pequeño local, al empujar la puerta el sonido de la campana sonó en todo el lugar, el olor a café y a pan recién horneado inundó sus fosas nasales, el matrimonio tenía un pequeño local en dónde se encargaban de hacer panes y pasteles, era el más conocido de aquel pequeño vecindario. A lo lejos Taehyung pudo mirar a la mujer Alfa la cual se encontraba anotando en una pequeña libreta color marrón .—Buenos días señora Kang.—saludo alegremente mientras dejaba las cajas de fresas sobre la mesa más cercana.

La mirada de la Alfa se levantó rápidamente al escuchar que la llamaban logrando así mirar a el pequeño Omega que ayudaba a su esposo con la última caja de frutos, dejando a un lado sus cosas se levantó y tomo entre sus manos un pequeño trapo color blanco que se encontraba cerca de ella.

—Muchas gracias Taehyung-ah.—la mujer apretó con sus arrugadas manos las mejillas regordetas del pequeño Omega, este era la adoración de los mayor en aquel vecindario pues aquel muchacho se había encargado de enamorar los corazones de todos en aquel lugar.—Ten esto como agradecimiento.—la Alfa comenzó a agarrar algunas fresas y las colocaba en el trapo que traía en mano, los ojitos color azul del Omega menor se iluminaron al ver las rojas, y jugosas fresas las cueles desde pequeño eran sus favoritas.

—¡Muchas gracias señora Kang!—chillo emocionado mientras hacía múltiples reverencia en forma de agradecimiento, la mujer extendió sus manos arrugadas con el pequeño trapo blanco lleno de fresas. El menor estiró sus dos brazos al frente logrando sentir la suave tela sobre sus manos, estaba por desenvolver el nudo que le había hecho la mujer pero entonces el fuerte sonido del reloj cucu que tenía aquella tienda sonó informando así que ya eran alrededor de las siete y media, el menor cayó en cuenta de la hora.—Ya me tengo que ir señoras Kang, que tengan lindo día.

El menor salió casi corriendo del pequeño local y siguió su camino cuesta abajo mientras agarraba con fuerzas el trapo lleno de fresas, dando pequeños saltitos mientras tarareaba su canción favorita caminaba rumbo a la parada de autobús. No le alegraba mucho el hecho de ir a la escuela, simplemente lo hacía por obligación.

Antes de que culminar su preparatoria el director de esta le proporciono una beca en una de las mejores escuelas de Séul, todo esto gracias al desempeño que tuvo todos los años convirtiéndose así en el mejor de su clase y llegando a estar entre los cien mejores estudiantes de todo el plantel, cuando sus padres se enteraron no tardaron en decir cuan orgullosas estaban de su pequeño Omega además de que ese día hicieron una pequeña fiesta invitando a casi todo el vecindario, Taehyung lo recuerda a la perfección pues paso la mitad de su fin de semana limpiando junto con sus padres la casa y el jardín trasero. El pequeño Omega creía que aquel lugar sería increíble pues no sólo le daría oportunidad de acercarse más al medio de diseño de modas sino que también podría conocer a nuevas personas y ser buenos amigos, pero tan sólo el primer día que puso un pie en aquella escuela las burlas, los apodos ofensivo y golpes comenzaron con ello las inseguridades, baja autoestima y rechazo hacía su persona.

Sus padres no sabían eso pues sabía que si se llegarán a enterar ellos harían hasta lo imposible por sacarlo de aquel lugar, pero él no podía irse de ahí pues quería cumplir su sueño y aquella escuela le daba más posibilidades de poder lograrlo. A tan sólo dos semanas de haber entrado conoció a el Alfa Min Yoongi cuando otros estudiantes intentaron meter su cabeza en el inodoro de los baños, después de defenderlo Taehyung no se separó de él y este no ponía negación o resistencia alguna e incluso le presento a su otro amigo, Kim Seok-Jin quien de la misma manera que él era un Omega pero este era igual de rudo que el Alfa, aquellos dos se volvieron los mejores amigos de Taehyung logrando que las burlas y golpes cesarán un poco.

Soltando un leve suspiro, habían pasado meses desde la última vez que lo molestaron y en ese lapso de tiempo logró que un poco de amor hacia si mismo creciera aún más, todo gracias a los cariños de sus padres y amigos.

Taehyung detuvo su andar y comenzó a buscar entre los bolsillos delanteros de su mochila logrando así, después de varios segundos, encontraba sus audífonos de cable color blancos. Coloco esto en sus orificios auditivos para después enchufar el aparato a su teléfono, rápidamente se metió a la aplicación de música y comenzó a buscar entre las miles de canciones cual podría acompañarlo en aquel viaje rumbo a su escuela, después de un rato Taehyung al fin logró encontrar un canción de su agrado volviendo así a guardar su celular en el bolsillo trasero de su pantalón escolar.

Caminado a paso apresurado mientras escuchaba la canción “Unchained Melody” resonar sobre sus oídos fue cuando llegó al fin a la pequeña parada de autobús, está no se encontraba tan llena como las veces anteriores pues sólo se encontraba en esta alrededor de tres personas. Camino unos cuentos pasos hasta lograr encontrar un espacio disponible en aquellas bancas de metal, haciendo un pequeño reverencia se sentó a un lado de un pequeño niño de seguramente cinco años que movía sus pequeños piecitos adelante y atrás al estos no poder tocar el suelo.

Taehyung miró con discreción al pequeño niño junto a él, el Omega de aroma a vainilla adoraba a los cachorros y eso no era mucha sorpresa para nadie pues en las vacaciones de verano este se dedicaba a trabajar como niñero.

De repente su Omega comenzó a dar pequeños saltitos en su interior miente que comenzaba a aullar de alegría con gran intensidad, el pequeño peli-rubio frunció su ceño confundido ante tal acción de su Omega pero toda esta confusión se vio nula en el momento en el que vio el convertible color rojo estacionarse unos segundos frente a él. El aroma a chocolate amargo siendo acompañado por un fuerte aroma a menta inundó sus fosas nasales, su Omega comenzó a aullar pidiéndole ir con su Alfa pero Taehyung simplemente se aferró aún más a su asiento, discretamente dirijo su mirada a la pareja frente al logrando sentir a su Omega triste. El chico azabache reía alegremente junto con la chica peli-negra sentada junto a él, de todos los Alfas que pueden existir en el mundo tuvo que tocarle Jeon Jungkook, pues si, aquel Alfa era su predestinado y después de algunas semanas de a verlo visto lo descubrió después de ábrelo investigado en libros y con sus abuelos, Jeon no sabía nada y Taehyung planeaba dejarlo de esa manera pues lo que menos quería era salir lastimado por culpa de un corazón roto.

Mirando de reojo como aquella parejita se marchaba en aquel auto soltó un fuerte suspiro, su corazón dolía y su Omega no dejaba de aullar por aquel Alfa, todo un completo caus. Agradeciendo internamente en el momento en el que el autobús llegó levantándose de la pequeña banca de metal y subiendo de inmediato a aquel vehículo, rápidamente paso su tarjeta por el escáner para después seguir su camino y comenzar a buscar algún asiento disponible logrando encontrar uno en la última fila, mientras caminaba logró escuchar uno que otro susurro criticando su figura. “El Omega gordo” logro escuchar a una chica la cual pudo reconocer al instante, una chica de cabellos negros y de nombre Park Chaeeun, la cual era uno año mayor que ella y siempre lo estaba molestando e incluso poniéndole apodos demasiado ofensivos. Tratando de ignorar los susurros de aquellas Omegas siguió su camino hasta lograr sentarse en el asiento que desde hace unos segundos había visto, teniendo toda su atención a la venta sintió como el autobús comenzaba a avanzar dando inicio así a su rumbo.

El bullicio de los estudiantes hablado se podía escuchar cada vez con más claridad conforme Taehyung seguía caminando, los autos con fuerte música pasaban a toda velocidad logrando sobresaltar de vez en cuando al pequeño Omega. Finalmente detuvo su andar cunado por fin estuvo frente de aquel plantel educativo como él lo llamaba “El infierno no tan infierno”, a paso rápido entro a aquel lugar mientras trataba de pasar lo más desapercibido posible, en su caminar logrando mirar de reojo los hermosos girasoles que comenzaban a florecer en los jardines de aquel lugar, “Debo felicitar al señor Choi” pensó logrando que le viniéndose a la mente aquel Omega de edad avanzada y cabellos canosos que siempre se encargaba de el mantenimiento de los jardines en aquel lugar además de ser el que solía ayudar a Taehyung cuando más lo necesitaba.

Subiendo las pequeñas escaleras de piedra blanca que se encontraba en la entrada de aquella enorme institución para después comenzar a escabullirse entre la multitud de estudiantes, tambaleándose de un lado a otro por los constantes choques que le daban los demás al no darse cuenta de su presencia, era de esperarse pues la altura del pequeño Omega era tan alta como le gustaría. Tratando se no llamar mucho la atención logró salir de entre todo ese gentío para finalmente respirar libre, a lo lejos pudo divisar los cabellos color menta de su preciado amigo Alfa y junto a este los cabellos rosados del Omega mayor, con una enorme sonrisa dibujada en su rostro se encaminó rápidamente hacia ellos mientras daba pequeños saltitos, en todo el fin de semana no había podido verlos por lo cual los había extrañado demasiado, estos parecían estar hablando tranquilamente mientras esperaban al Omega menor de todos.

—¡Hyungs!—la voz del Omega se escuchó lo demasiado fuerte para llamar la atención de sus mejores amigos, pero para no llamar tanto la atención de todos los demás estudiantes a su alrededor, los dos amigos miraron con una pequeña sonrisa dibuja en su rostro a su pequeño amigo cercarse mientras daba pequeños saltitos.

—Hola Taehyung-ah.—saludo alegremente el Omega de hombros anchos y cabellos rosados, el peli-menta al lado de este movió un poco su cabeza en madera de saludo mientras sacaba y miraba algo en celular, “Típico de Yoongi” pensó Taehyung mientras negaba con una pequeña sonrisa.—¿Cómo estás el día de hoy?—pregunto su amigo mientras le regalaba una de las más radiantes sonrisas, definitivamente Kim Seok-Jin era el Omega más hermoso que sus ojos habían visto.

—Muy bien ¿Y ustedes?—como repuesta obtuvo unos asentimiento de cabeza por parte de sus mayores, rápidamente saco de su mochila el pequeño trapito blanco hecho bolsa el cual guardaba las fresas del menor.—Mira, la señora Kang medio por ayudarle.—extendió un poco sus brazos para que su mayor logrará verlo a la perfección, los dos mayores miraron entretenidos al menor frente a ellos, ese brillo tan característicos que se veía reflejado en sus ojos y esa sonrisa cuadrada que lograría cautivar a cualquiera.

—Se ven muy deliciosas Taehyung, pero deberías ir por tus cosas.—hablo rápidamente el Omega peli-rosa mientras veía atentamente como metía la primera fresa a su boca, aquel pequeño puchero se formó en cuestión de segundos mientras masticaba con entusiasmo aquella fruta, definitivamente una de sus favoritas.—No falta mucho para que toquen la campana y las clases empiecen, o quiero volver a llegar tarde a clases ¿O sí?—pregunto logrando notar a la perfección, como el menor abría sus ojos un poco más mientras tragaba duro la fruta entre su boca y para que finalmente negara varias veces con la cabeza de manera inmediata, los dos mayores simplemente rieron enternesido y comenzaron a seguir al pequeño chico de cabellos dorados.

A paso un poco apresurado comenzó a avanzar hasta donde su casillero se encontraba, hace una semana había llegado tarde a clases logrando recibir un castigo no sólo por parte de su maestro sino también de sus padres, quitándole así su computadora por tres semanas. Todo ese tiempo tuvo que ir caminando hasta la biblioteca que se encontraba cerca de su casa, además de el enorme sermón que le dió su padre después de haber recibido la llamada de su director. Finalmente se detuvo frente a ese enorme objeto de metal siendo este incluso aún más alto que el pequeño Omega de tes morena, rápidamente coloco la contraseña que abría el candado que cerraba su casillero dándole de manera casi inmediata, una vista de todas sus cosas muy bien ordenadas en aquel estrecho lugar.

Con un fresa presa en su boca comenzó a sacar aquellos libros y cuadernos que necesitaría en aquella jornada estudiantil, de manera casi inmediata termino guardando todo lo necesario en su pequeña mochila a excepción de alguno que otro los cuales necesitaría para su primera hora, y de igual manera las fresas regaladas de la señora Kang las cuales se encargó de guardarlas muy bien, evitando que estás de alguna manera salieran lastimada o se apachurran.

Cerrando sin fuerza alguna su casillero, comenzó a caminar rumbo a su aula correspondiente siendo seguido por sus dos grandes amigos detrás de él, su mirada puesta sobre el lustroso suelo de mármol blanco que poseía aquellos pasillos de la institución, esto impidió que pudiera notar siquiera al chico que de igual manera caminaba incluso con aún más velocidad hacia su dirección, logrando que de manera casi inmediata los dos cayeran al suelo. Sus nalgas golpearon con fuerza aquel lustrado piso siendo acompañado por el audible sonido de sus libros cayendo y el pequeño chillido para nada masculino que soltó Seok-Jin.

—L-lo siento, no me fijé.—de manera casi inmediata, el pequeño Omega comenzó a levantar los objetos suyos tirados y esparcidos por todo el suelo mientras inclinaba un poco su cabeza para adelante, siendo esto como una pequeña reverencia. Sus mejillas ardían gracias a las atentas y chismosas miradas que sentía sobre él, y su pequeño Omega no lo estaba ayudando en nada en aquellos momentos pues este no debajo de aullar y mucho menos dejaba de correr en círculos, ¿Que te sucede tonto Omega? se pregunta mientras con sus manos temblorosas tomaba su cuaderno en brazos.

—Está bien descuida, no hay problema alguno, de igual manera yo tengo en gran parte la culpa.—hablo rápidamente aquel chico mientras de igual manera ayudaba a reunir todas sus cosas. Con un poco de intensidad comenzó a morder la parte inferior de su labio gracias a las atentas miradas que lograba sentir sobre su persona, lo único que podía alcanzar a mirar era aquellas lechosas manos venosas que lo estaban ayudando en aquel momento.

—Jungkook Oppa, deja de estar ayudando a la ballena andante.—una voz femenina se escuchó en aquel sofocante silencio que reinaba en los pasillos del primer piso y de manera casi inmediata, levantó su cabeza y con sus azulados ojos miró al Alfa frente a él, su ojos color marrón conectaron de manera rápida con los suyos propios logrando sentir como un pequeño escalofrío recorría todo su espina dorsal.

Esos labios rosados y carnosos que desde el primer momento en que los vio en su cabeza rondaba la pregunta de si serían tan suaves a la hora de juntarse con los suyos, esas mejillas lechosas y delgadas que poseía aquel Alfa siendo una de estas adornada por una diminuta cicatriz que ante sus ojos era sumamente hermosa, definitivamente la vista que sus ojos estaban teniendo era simplemente perfecta, algo que a su Omega le agradaba pues este mismo no dejaba de mover su cola de manera inmediata, “¡Alfa! llamo de manera tan emocionada su pequeño Omega logrando que sus mejillas se volvieran de un leve color rosado. Pero rápidamente los marrones ojos del azabache se apartaron de los suyos, rompiendo así, la pequeña conexión que se había formado entre ellos y de igual manera a volviendo a tirar las cosas recién recogidas, siendo este acto acompañado con una notoria expresión de asco en su rostro mientras poco a poco se levanta y se retiraba de aquel lugar mientras era acompañado por aquella Omega de piernas largas. “Alfa no te vayas, tu Omega te quiere cerca pidió con dolor y tristeza su pequeño lobo, el cual de manera inmediata se hecha en una esquina mientras soltaba pequeños aullidos de tristeza, su Alfa lo había rechazo.

Sin duda alguna Taehyung odio aquel sentimiento que recorría su cuerpo, por esa y muchas más razones se negaba completamente a acercarse a su predestinado. En cuestión de segundos logró sentir las cálidas y largas manos de su amigo sobre él viendo como el Alfa de cabellos menta levantaba rápidamente los pocos libros que Jeon había tirado, sin duda alguna amaba a sus mejores amigos, sintiéndose aún más calmado gracias a que la mayoría de miradas no estaba sobre él se levantó de aquel suelo, siendo ayudado por su amigo de cabellos rosados.

—El estúpido de Jeon creé que puede hacer lo que quiera, sólo por ser de rango mayor y que su padre sean un famoso empresario no le da el derecho de tratar así a los demás.—comenzó a quejarse el Alfa mientras le extendía los libros y arreglaba la mochila en sus hombros, un pequeño gruñido se escuchó proveniente del mayor mientras miraba con rabia el lugar por donde el azabache se había ido hace unos momentos.—Como me encantaría partirle su cara de niño mimado.—confeso mientras comenzaba a tronar con fuerza sus largas y pálidas manos. Ambos Omegas sabían a la perfección sobre el pequeño odio que sentía Min Yoongi por aquel Alfa de apellido Jeon, a pesar de todo ni siquiera sabían con exactitud el por qué de este sentimiento pero no prestaban mucha atención a esto.

—Ya Yoongi Hyung, es mejor dejar todo como está y no meterse en problemas.—interrumpió rápidamente el rubio mientras sacudía un poco su uniforme y agarraba con más firmeza el agarre de sus libros, ambos mayores lo miraron con un notorio sentimiento de lastima reflejado en sus ojos. Claro que Kim Seok-Jin y Min Yoongi sabían sobre aquel sentimiento que sentía el menor por ese estúpido Alfa, de igual manera ambos sabían sobre el tema de ser predestinados algo que incluso había molestado a ambos pues algo que aquel par tenían en común, era el odio y enojo que sentían cada que molestaban al pequeño Omega.—Será mejor que ya me vaya a clases, y ustedes dos también deberían hacer lo mismo. Los veo al rato.—dijo mientras con una de sus cuadradas y encantadora sonrisa miraba atentamente a sus amigos, mientras que movía su mano libro de un lado a otro en manera de despedida. Estos de igual manera hicieron lo mismo para tiempo después cada quien ir a sus respectivas aulas.

Para su buena suerte, su salón de clases quedaba demasiado cerca de donde se encontraba así que sólo tuvo que caminar unos cuentos metros para que finalmente quedará frente a aquella puerta de madera blanca. Soltando un gran suspiro se dió un poco de aliento para que, después de unos segundos parado frente aquella puerta, pudiera tomar aquella manija entre sus ya sudorosa manos y por fin pudiera abrir aquella puerta logrando sentir de manera casi inmediata el fuerte viento del aira acondicionado, chocar contras su regordetas y adorables mejillas que tanto amaba pellizcar su abuela. En cuestión de segundos todas las miradas de todos en aquella enorme aula, se posaron sobre su persona, causando que de manera inconsciente bajara la miraba hasta sus tenis ya algo sucios y agarrara con fuerza las correas de su mochila, con las piernas temblando le como gelatina y su corazón latiendo de manera desenfrenada, comenzó caminar rumbo a su asiento logrando escuchar a cada paso que daba como todos a su alrededor se comenzaban a burlar de él. “Ese Omega no merece estar en esta escuela, es una completa vergüenza” aquellas palabras llegaron hasta los oídos del pequeño rubio, no importaba cuánto pasará el tiempo, su corazón dolía cuando los demás lo criticaban mientras que su tonto Omega pedía por la protección de su Alfa.

Finalmente aquel infernal recorrido de sólo quince segundo término y de manera casi inmediata, coloco sus cosas sobre el pupitre te madera clara y ponía su regordete trasero sobre la silla de platico blanco. Mientras mordía con fuerza su labio inferior, comenzó a mirar por aquel gran ventanal tratando de despejar un poco su mente y tratar de retener aquellas lágrimas que amenzaban por salir junto con el aullido de su Omega que pedía a gritos los brazos de su Alfa, Patético” pensó mientras escuchaba como el sonido de la campana resonaba con fuerza sobre todo el salón indicando así, el inicio de las primeras clases. No pasaron ni dos minutos cuando por fin el profesor Han finalmente entro al aula mientras acomodaba sus lentes de media luna.

—Buenos días estudiantes.—saludo con su característica sonrisa aquel Beta de edad ya un poco avanzada mientras se encaminaba hasta su escritorio de madera y dejaba su portafolio sobre esta misma superficie. La azulada mirada del Omega se poso sobre aquel señor de pantalones color caqui, camisa blanca la cual era cubierta por un suéter sin mangas, tejido a mano y de color verde.—Bueno alumnos, como sabrán hoy empezamos un nuevo semestre lo cual significa que empezaremos con un nuevo proyecto, y este se realizará en parejas.

En tan sólo segundos el aula se llenó de fuertes murmullos mientras se podía escuchar la emoción en las voces de los jóvenes que planeaban entre ellos con quién hacer pareja para aquel nuevo proyecto, mientras que aquel pequeño Omega de cabellos rubios se encogió en su lugar mientras miraba sus manos sobre el pupitre y mordía su labio. Odiaba con todo su ser cada que era la hora de hacer algún equipo en clase pues mayormente (por no decir siempre) todos terminaban eligiendo a alguien más pues nunca nadie quería ser compañero del Omega gordo, por lo cual aquello era una de las razones más notorias por la cual nadie se sienta junto a él. La emoción en los alumnos se vio interrumpida por fuerte golpe que resonó en todo el lugar, aquel Beta había golpeado su mano contra el pequeño escritorio de madera logrando así la atención de todos en aquel lugar.

—Guarden silencio todo.—y nuevamente aquella aula se llenó de un incómodo silencio el cual era acompañado por el sonido del aire acondicionado y los fuertes gritos de la prefecta Lee, la cual se encontraba regalando a los alumnos que habían llegado tarde.—En ningún momento dije que ustedes podían formar los equipos, yo mismo me encargaré de eso.—hablo rápidamente mientras comenzaba a rebuscar entre los papeles de portafolio la lista de aquel salón, hasta que después de uno segundos finalmente la encontró y comenzó a mirar atentamente cada nombre escrito en aquel trozo de papel.

—Espero y no me toque con el gordo de Taehyung.—susurro en tono burlón mientras junto a sus demás amigas comenzaban a reír a pequeñas carcajadas, tragando con fuerzas el nudo formado en su garganta siguió mirando aquel pizarrón blanco en dónde lo único que se podía apreciar era la fecha de aquel día.

—Jovencita Lee Ji-eun, le informo que tanto su compañero como yo no somos sordos, así que le pido de la manera más amable que se retire de mi clase y vaya rumbo a la dirección.—todos en aquel lugar miraron sorprendidos al anciano frente aquel escritorio para después mirara a ambos Omegas implicados, Taehyung logró sentir sobre él la furiosa mirada de la peli-negra sobre él. “Lo que me faltaba” se quejo mientras mordía su labio, agradecía al maestro Han por defenderlo pero hubiera preferido que dejara pasar aquello.—En mi clase está completamente prohibido ese comportamiento ante sus demás compañeros, así que por favor salga y vaya a por un castigo con la directora.—pidió o más bien, ordenó aquel Beta mientras acomodaba sus lentes y se cruzaba de brazos.

—P-pero maestro...

—Pero nada alumna Ji-eun, retire se de mi clase ahora mismo, por favor.—interrumpió rápidamente mientras se encaminaba nuevamente hasta la puerta de madera para tomar la manija que esta poseía y abrirla de manera casi inmediata. La Omega peli-negra se levantó de su asiento mientras que poco a poco se encamino hasta donde se encontraba el anciano y finalmente salir de aquel lugar, siendo cerrada aquella puerta tan sólo unos segundos después.

Después de ese pequeño Show el Beta volvió a encaminarse hasta el pequeño escritorio y comenzar a re leer aquel trozo de papel, poco a poco fue nombrando a cada alumno dándole así pareja de trabajo, ante esto varios soltaron alguna que otra queja al saber sobre su compañero más no le quedaba de otra que conformarse con eso. Pasado menos de dos minutos, finalmente llegó el momento en dónde por fin lo nombrarán para formar su pareja, algo que definitivamente logró llenar todo su cuerpo de nervios y terror, odiaba hablar o si quiera participar en clase algo que para su desgracia tenía que hacer muy seguido si quería seguir manteniendo aquella beca.

—¿Kim Taehyung?—pregunto mirando el hombre mientras miraba por el rabillo de sus lentes de media luna, todos en aquel lugar dijieron de manera inmediata su mirada sobre aquel Omega rellenito sentado junto al ventanal.

—A-aquí.—respondió con su voz notoriamente nerviosa causando cierta ternura en el corazón de aquel Beta anciano, mientras que levemente alzaba su brazo izquierdo para hacerse notar entre los demás estudiantes.

—Usted hará pareja con el alumno... Park Jimin.—informo mientras miraba atentamente la hoja entre sus manos para después posar su vista en el pequeño Omega peli-rubio sentado junto al ventanal.

—¡¿Qué?!—se escuchó a lo lejos un fuerte quejido, logrando que todas las miradas se posará en aquella Alfa de cabellos rojos que se encontraba sentada en una de las últimas filas. Taehyung pudo notar a la perfección la mirada llenada de enojo de aquella Alfa, sin duda alguna la idea de ser pareja de aquel chico peli-gris ya no le estaba gustando.—¡Con Park Jimin no!—varios reproches se escucharon por parte de algunos compañero causando que de manera inmediata, Taehyung se encogiera en su lugar y las lágrimas comenzaron a amenazar en salir, sin duda alguna estaba considerando en pedirle al profesor Han hacer el proyecto él solo.

—Joven Park, ¿Ustedes tiene problema alguno en trabajar con su compañero?—pregunto el anciano mientras acomodaba sus lentes de media luna, todas las miradas se posaron en el Omega peli-gris sentado en medio del aula, este miró un momento al Beta frente al escritorio y luego al chico peli-rubio ojiazul que se encontraba encogido en su lugar, ambos Omegas se miraron por unos segundos siendo el menor de los dos, quien recibió una pequeña y humilde sonrisa por parte del chico Park.

—No maestro, a mí me encantaría trabajar con Taehyung.—y sin duda alguna aquella respuesta fue una completa sorpresa para el peli-rubio y para todos en aquella aula, ya se había imaginado alguna excusa por parte del Park para que evitarán juntarlos como pareja, más creía nula la posible de que esté terminara aceptando.

—Bien, entonces prosigo.—el anciano una vez más acomodo sus lentes mientras aclaraba su garganta y proseguía a formar las parejas de aquel proyecto. La ojiazul mirada del Omega se mantenía posada en aquel ventanal que daba a los enormes y bellos jardines que poseía la escuela, sin duda alguna eran sumamente magnífico para sus ojos, algo destacado de aquel pequeño Omega de vainilla era el gran amor que sentía hacia la naturaleza pues esto transmitía paz y tranquilidad a su alocado corazón.

Los minutos fueron pasando y con forme estos, poco a poco fueron terminando de elegir las parejas para aquel proyecto del semestre. El reloj colgado en la pared indicaba que faltaba muy poco para que la primera clase del día diera fin, algo que le importaba muy poco al rubio sentado hasta el fondo.

—Ya cada uno tiene su pareja asignado así que les pido que tomen asientos juntos, todo esto por el resto del semestre. Por lo cual les pido que se conozcan, trabajen y lleve se bien entre ustedes... Bien, siéntense en sus respectivos lugares.—ordenó mientras comenzaba guardar aquella hoja blanca y en su lugar tomaba varias las cuales contenían cada tema de trabajo para asignar. Un fuerte bullicio se comenzó a escuchar en todo el aula junto con las quejas de algunos alumnos, Taehyung, pudo distinguir entre la pequeña multitud la cabellera gris de su nuevo compañero acercarse hasta donde se encontraba, siendo notoria la enorme sonrisa que se encontraba dibujada en su rostro.

Vio como la pequeña y esbelta figura del Omega se movía con agilidad entre los demás estudiantes hasta que finalmente, y con una espléndida sonrisa (la cual era causante de que los verdosos ojos del Park se cerrarán) se poso frente a él mientras movía su mano de un lado a otro en manera de saludo, para tiempo después comenzar a sentarse en la silla que se encontraba a su lado.

—¡Hola Taehyung! ¿Cómo estás?—pregunto con entusiasmo en su voz y poco notable nerviosismo en esta, aquel Omega de cabellos grises era sumamente hermoso a los ojos del menor, sus mejillas regordetas y levemente sonrojadas, sus ojos verdosos tan brillantes e hipnotizante, esos labios regordetes rosados y perfectamente humectados haciendo que aquel Omega ser viera sumamente encantador, no por algo Park Jimin era catalogado como un Omega perfecto.

—Bien, ¿Y tú?—respondió devolviendo de igual manera una pequeña sonrisa, el de mejillas regordetas comenzó a sacar sus cosas de manera inmediata sin dejar de mirar de reojo a su compañero de al lado.

—Igual, espero y te moleste el trabajar conmigo.—hablo mientras un pequeño puchero se formaba en esos regordetes labios, sin duda alguna Taehyung sintió su corazón derretirse ante aquella expresión por parte del peli-gris. Seok-Jin era de esos Omegas para nada delicados y que muy pocas veces lo puedes ver haciendo algún gesto tierno, una de las razones por la cual muchos Alfas preferían mantenerse alejados de el rosado.

—Tranquilo, no hay problema.

—La verdad me da un poco de pena decirte esto pero, no soy muy bueno con los estudios y tú eres alguien muy bueno e inteligente para todo eso. M-me encantaría mucho aprender de tí.—confesó mientras jugaba nerviosamente con sus dedos regordetes y pequeños, para Taehyung le fue casi imposible el evitar que una sonrisa se formase en sj rostro.

—Muchas gracias.—fue lo único que pudo salir de su boca mientras inclinaba un poco su cuerpo hacia delante en manera de reverencia, Taehyung esperaba que las palabras del Park fueran verdaderas pues lo último que quería era terminar haciendo todo el proyecto él solo.

Cuando finalmente todos terminaron de acomodarse en su nuevos y respectivos lugares, el profesor Han comenzó a repartir los temas a cada pareja, siendo un de los primeros el pequeño equipo de aquel par de Omegas. Para su buena suerte aquel tema asignado era uno de los favoritos del menor, además de que conocía este a la perfección.

—Bueno jóvenes esos son sus temas, tienen alrededor de cinco semanas para realizarlos y entregarlos, lo cuál es mucho tiempo para hacerlo por eso espero que lo hagan bien, este proyecto vale el treinta porciento de su calificación.—advirtio mientras comenzaba a guardar los últimos papeles su portafolio negro, las horas había pasado de manera rápida por lo cual no fue ninguna sorpresa cuando el sonido de la campana se escuchó en toda el aula, indicando así el fin de la primera clase.—Nos vemos el día de mañana jóvenes, tenga un buen día.

Y el maestro Han finalmente salió de aquella aula, mientras que los alumnos comenzaban a guardar todos sus libros y sacar los correspondientes a la siguiente clase. Tan sólo unos segundos después, la puerta fue abierta por Ji-eun quien rápidamente poso su mirada furiosa sobre el pobre Omega fe cabellos dorados, este de manera inmediata y por puro mecanismos, se encogió en su lugar mientras desvía su mirada. La chica estaba por decir algo pero se ví interrumpida por la presencia de la Alfa que acababa de entrar por aquella puerta, causando que la Omega se sentara en su respectivo lugar.

—Buenos días alumnos.—hablo la mujer con su imponente voz resonando por todo el lugar, aquella maestra no era muy bien querida por los estudiantes gracias a su mal carácter y los castigos que solía ponerle a estos, sin embargo Taehyung no tenía problema alguno con aquella Alfa, pues mayormente él nunca se metía en problemas y cumplía con todos los deberes. No pasaron más de quince segundos cuando la mujer de cabellos negros comenzó a hablar, dando así de esta manera, el inicio a la segunda clase.

꒰🍋﹆.©𝐇𝐨𝐧𝐞𝐲_𝐨𝐟_𝐋𝐨𝐯𝐞🌻‧⁺✨⤾·

𝙿𝚞𝚋𝚕𝚒𝚌𝚊𝚍𝚊:
23/08/21

Finalmente y después de tanto tiempo, el primer capítulo de KILOS PERFECTOS por fin fue publicado. Lamento mucho la demora pero últimamente me he estado preguntando si en verdad les gusta lo que escribo porque para ser les sincera siento que todo está muy mal narrado y no les voy a mentir, he estado pensado en borrar todas mis historias lo cual puede explicar el porque de mi inactividad en mis dos cuentas. ¿Creen que la espera valió la pena? Yo la verdad no pero bueno, ojalá y les haya gustado. Cuidense mucho.

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