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ᖫᖭ

Universo Canon / Fluff / Villan OC

《 En efecto, hice a la oc villana porque- era más creíble así que conviviera con Choso desde el inicio JSJAJASJ de esta forma se sentía todo más coherente por ser en el universo canon y así. Pero no problem porque en realidad como dice el dicho "no es una chica mala; sólo quiere ser ella misma" 🥰
Les daría contexto pero está medio complicado el lore aquí.


BAJO la luz de la luna menguante, Choso observó a Kyoko divertirse en el columpio en el parque vacío donde estaban en ese momento. Cuando se conocieron, mentiría si dijera que le importó desde el inicio. De hecho la mayoría del tiempo que la tenía alrededor desde que la conoció buscaba alguna excusa para no estar cerca de ella, pero como — por el momento — se encontraba teniendo que trabajar con ella, no podía evitarla porque era estar con Kyoko o estar con Mahito y entre esos dos la mujer era la menos molesta.

Apenas.

Y por si fuera poco, para la fémina era todo lo contrario. Desde que se conocieron buscaba excusas para estar con él o acercarse a hablarle; no le dejaba respirar ni tres segundos sin querer acompañarlo a donde sea que fuera y eso lo tenía loco. Es que, ¿quién en su sano juicio...? Pero de nuevo, ninguno de los que estaban ahí estaban muy cuerdos para empezar.

Lo que no se esperaba era que con el paso del tiempo que convivieron juntos se daría cuenta de que, increíblemente, tenían cosas en común. Y quizás no era tan insoportable después de todo, y quizás sus razones para hacer lo que hacía no eran terribles como pensó en un principio, y quizás su compañía era... agradable; quizás era linda. Un poco; sólo un poco.

La cantidad de tiempo que le llevó darse cuenta y aceptar los sentimientos que crecían en su interior acerca de esa mujer fue, como era de esperarse, muy extensa. Toda su vida se había preocupado sólo por sus hermanos, y por lo tanto el amor de otros tipos era un área en la que no estaba muy familiarizado. No sabía qué hacer ni cómo reaccionar, y como resultado terminaba ignorándolo y convenciéndose de que tal vez sólo se estaba volviendo loco, o era ella quien lo estaba confundiendo al dejarle tan en claro que estaba interesada. Le era tan fácil hablar sobre lo obsesionada que estaba con él que le daba un poco de miedo, pero al mismo tiempo le parecía curioso y casi sentía envidia por su facilidad para esas cosas. Si él pudiera identificar y aceptar sus emociones de la manera en que ella lo hacía, lo habría resuelto rápido.

No obstante, fue después de analizarlo unas cincuenta veces que Choso por fin decidió enfrentar la realidad. Le gustaba, y mucho. Kyoko, a diferencia del resto de personas con las que convivía, se preocupaba de forma genuina por él, lo defendería con su vida de ser necesario y lo escuchaba cada vez que lo necesitaba. Era una buena persona, y se le hacía hasta difícil creer que estuviera de ese lado de la batalla. De no saber que lo hacía sólo porque él también estaba ahí, no lo creería.

Cuando llegó el momento en que por fin confesó lo que sentía, se sintió nervioso, pero no por temer a que ella no sintiera lo mismo — ya sabía que sí desde siempre — sino porque, de empezar una relación con ella, sentía que se iban a complicar las cosas en general. Así que, salían a escondidas y trataba de actuar lo más indiferente posible si había alguien a su alrededor.

Así que ahora estaba ahí, viendo a su novia en el columpio como si fuera niña pequeña. Era rara esa palabra para él todavía. "Novia", "su novia". Pero... lo había feliz, de cierta manera. Porque a veces pensaba que, si sus hermanos siguieran con vida, lo querrían ver feliz; amando a más personas que fueran de su familia, y ahora lo había logrado.

Su mirada se suavizó, lleno de nostalgia, y se decidió a iniciar una pequeña conversación.

— Hey... ¿recuerdas cómo fue nuestro primer beso? — tal vez era porque estaba un poco sentimental con todo lo que pasaba por su mente, pero estaba de humor para recordar ese evento.

Kyoko asintió enérgicamente, deteniendo el columpio para contestar.

— ¡Por supuesto que me acuerdo! Como si hubiera sido ayer. — empezó a relatar. — Fue en este mismo parque, durante el día. Me confesaste tus sentimientos de manera muy apasionada, y luego nos besamos.

— Eh... no, no fue así para nada. — refutó. — Sí fue en este parque, pero fue de noche. Y no confesé mis sentimientos "de manera apasionada"; hablé normal. Y después fuiste tú quien me rogó que te besara.

— ¡No te rogué! ¡Fue mutuo! Tú también me querías besar en ese momento.

— Sí, pero tú te lanzaste encima de mí sin dejarme ni terminar de hablar.

— ¿No que te había rogado?

—...Bueno, fue hace mucho. Pero en definitiva estás mal; ¿cómo iba a ser durante el día? Fue en la noche.

— Se veía todo muy brillante ese día.

— En tus fantasías.

— ¡Que no! ¡Te digo que no! — él arrugó la nariz con desagrado. A veces se le olvidaba lo infantil que podía llegar a ser Kyoko cuando se lo proponía.

Entonces se quedaron un rato más ahí, discutiendo acerca de cómo sucedió su primer beso ya que lo recordaban de maneras tan distintas. Que si era de día o de noche, si sucedió rápido o lento, si ella se había lanzado o no hacia él... como sea, parecía que nunca se iban a poner de acuerdo.

— No hay nada complicado para recordar. Llegamos aquí y te dije directamente lo que sentía, sin rodeos. Luego nos besamos.

— ¿Sin rodeos? Dudaste como cien veces antes de decirlo.

— Mentira, no perdí tanto el tiempo. Ni tú tampoco porque apenas me confesé te lanzaste hacia mí.

— No soy tan desesperada...

— Sí, lo eres un poco.

— ¡No fue así como pasó! — Choso suspiró con fuerza, y caminó a paso veloz hasta estar frente a ella. Tomó su rostro entre sus manos y le dio un beso bastante apasionado. La dejó callada para cuando se separaron, y volvió a hablar justo después.

— Fue justo así como pasó; así te lanzaste a besarme ese día. ¿Ya te queda claro?

— Ah... sí. — hubiera insistido, pero su cerebro dejó de funcionar por algunos segundos. Él casi nunca era de iniciar contacto físico de forma tan directa y repentina, por lo que verdaderamente había logrado sorprenderla.

Y tenía razón; así fue exactamente como se sintió su primer beso. Eso sí que lo recordaba bien. Bueno, con eso terminó la discusión, y de todos modos ¿a quién le importa cómo fue? El punto era que tuvieron un primer beso y ya está. No iba a decir nada más al respecto.

Sin saber qué más hacer, empezó a columpiarse de nuevo con mucha suavidad. Miraba de reojo a Choso, cuyos ojos estaban centrados en algún punto fijo del piso. Se sentía un poco avergonzado de haber hecho eso nada más para probar su punto, y si evitaba mirar a Kyoko por un rato, quizás ella no notaría que se había empezado a sonrojar.

Que vergüenza...

El relato de su primer beso: Lo que pasó en realidad.

Ya había llegado su momento. Después de pensarlo muchas veces, analizar los pros y los contras, aclarar sus sentimientos y pensarlo un poco más, Choso se había decidido a confesarse a Kyoko. Cuando nadie los estuviera viendo, claro, porque no quería que nadie pensara que se estaba volviendo suave o algo así. No lo era; solamente iba a declararse. Esas cosas eran normales, eso creía. Tal vez no en sus circunstancias, pero a fin de cuentas eran cosas que pasaban.

Así que aprovechó al primer momento que tuvo para hablar con ella a solas, cuando la vio quedarse parada en un parque vacío mientras observaba a la nada. Eso hacía cada vez que no tenía nada urgente que hacer.

— Kyoko. — la llamó por su primer nombre, cosa que casi nunca hacía, para llamar su atención. Como ya era costumbre, la fémina se mostró abiertamente emocionada cuando lo vio.

— ¡Choso! ¿Qué haces aquí? ¿Viniste porque me extrañabas? ¡Yo te extrañé también!

— Oye, no te emociones tanto. No dije que te extrañé, ¿o sí?

— Ya, no te amargues.

— A decir verdad... hay algo de lo que quiero hablar contigo. — ella giró su cuerpo por completo hacia él, prestándole toda su atención.

— Claro, lo que quieras.

— Pero no le puedes decir a nadie.

— Entiendo.

— Y te lo tienes que tomar en serio.

— ¡Yo siempre me tomo las cosas en serio!

— No, pero en serio, en serio.

— Estoy escuchando; tienes mi atención total y absoluta.

— Bien. — entonces dudó. No sabía con exactitud qué palabras debería usar para expresar lo que sentía, por lo que se tomó unos cuantos segundos para reflexionar sobre ello. ¿Cómo podría describir sus sentimientos por ella? ¿Por dónde debería comenzar? — Entonces... últimamente has estado animada.

— ¿Sí? Es porque me siento feliz cada vez que estoy contigo.

— Seguro. — su corazón latió con fuerza al escucharla, ya que podía decir que compartía ese mismo sentimiento. — Yo también... he estado feliz, supongo... cuando estoy contigo.

— ¡¿En serio?! — un sonrojo se extendió por su rostro, y se tapó la boca en un intento no muy efectivo de ocultar su sonrisa. Balanceó una de sus piernas, emocionada, y trató como pudo de contenerse. Oírlo decir esas cosas la emocionaba muchísimo. Aún sonriendo, colocó sus brazos detrás de su espalda antes de continuar. — Entonces, ya que has estado feliz te lo diré. Ya llevo casi un día entero sin decirlo. Sa-

— Salgamos.

Su boca se cerró de inmediato, tratando de procesar lo que había escuchado. Durante todo ese tiempo que pasaron juntos y le pidió salir con él al menos varias veces durante la semana, siempre le decía que no, y por eso era un poco difícil de creer que de pronto fue él quien se lo dijo a ella. Siempre se lo imaginó y esperó con paciencia a que ese día llegara; mantenía la esperanza y no se daba por vencida a pesar del constante rechazo, pero hasta ahora se había tratado de no más que una fantasía. Y cuando la fantasía se vuelve realidad, es normal cuestionar tu propia sanidad.

Quizás su mente le estaba jugando trucos de nuevo y lo estaba alucinando, sí, eso debía ser.

— Es... ¿como una broma o...?

— Hablo muy en serio. — ya se imaginaba que ella no le iba a creer, así que le comenzó a explicar. — Lo pensé mucho, ¿sabes? Que me sigues a todos lados y... me acostumbré a tu presencia, así que cuando ya no estabas me preguntaba si estarías bien. O a veces... me encontraba sintiendo un peso en el pecho si llegabas a salir herida, aunque las heridas fueran pequeñas. Sentía pena por ti cuando estabas triste y, por primera vez, sentí la necesidad de proteger a alguien además de a mis hermanos. Y a menudo me preguntaba por qué, pero creo es obvio. Es porque me enamoré de ti.

— Oye...

— ¿Qué...? — sin dejarlo terminar la pregunta, la vio correr en su dirección para lanzarse directamente a sus brazos. Envolvió su cuello en un abrazo y lo besó sin contener más sus sentimientos. Lo besó con la misma intensidad que tenía su amor hacia él, lo cual era demasiado.

Viendo que se había lanzado con tanta fuerza, Choso la tuvo que sostener de la cintura para que no los terminara tirando a ambos al suelo. La dejó ser, sintiéndose también satisfecho con el beso. Ahora que había tenido la oportunidad de besarla, todas las dudas que tuvo antes se esfumaron. Esa sensación que le estaba dando el juntar sus labios... definitivamente era amor.

El pulso de Kyoko se aceleró con cada segundo que pasaba. Era la primera vez que lo hacía, pero ya se sentía adicta a besarlo. Mientras más seguía, menos quería parar. Le daba igual estarse quedando sin aire, incluso; solamente quería quedarse con él toda la noche y besarlo hasta que los labios le dolieran.

Y lo hubiera hecho de no ser porque fue él quien rompió.

— Mmmm... — soltó un pequeño quejido por lo bajo cuando Choso la empezó a poner en el suelo, e intentó volver a acercarse a su boca.

— Creo que ya fue suficiente. — tenía suerte de que ella escuchara casi todo lo que decía, porque apenas la empujó con ligereza hacia atrás no insistió de nuevo. — Todo esto es... nuevo para mí. Y por favor, no digamos nada acerca de esto alrededor de... bueno, tú ya sabes. A como son las cosas, o les dará igual o no lo van a dejar pasar, y la verdad no quiero correr el riesgo. Cuando estemos a solas bien, pero trata de contenerte si estamos en público. ¿Sí?

— ¡Por supuesto que puedo hacer eso! Y de todas formas siempre muestro mis sentimientos de forma abierta; eres tú el que me rechaza.

—...Sí, bueno. Sólo trata de actuar normal por el momento. No lo podremos ocultar para siempre, pero lo resolveremos con el tiempo. Es por el bien de ambos. ¿Lo comprendes?

— ¡Claro!

— Bien... ya viene siendo hora de que regresemos.

Y era de noche, así que Kyoko estaba mal.

🫀 Te amo Choso 😔🫶✨️

Este escenario es un poquitito más largo de lo normal.

POR CIERTO, yo sé que el escenario está medio flojito pero es porque hay un montón de contexto que no está aquí, y era demasiado como para incluirlo todo en un one-shot. PERO he tomado la decisión de hacer una historia entera basada en este escenario. Los que están aquí y me siguen de antes me van a matar, pero es que las ideas que tuve son demasiado buenas como para no aprovecharlas.

En otras palabras voy a sacar historia de Choso. Si les interesa anden pendientes JAJAAJSJ (sólo si quieren)

Nos vemos la próxima.

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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