★彡[ʏᴜᴊɪ ɪᴛᴀᴅᴏʀɪ]彡★

ᖫᖭ

Universo Canon / Fluff

— Oye, oye, Kaede. — escuchó a Yuji llamarla, y al voltear lo vio señalar unas flores en el campo donde estaban caminando. Llevaban ya un rato allí, así que decidió sentarse ahí mismo y empezar a recoger las flores que más bonitas le parecieron. — Mira esto.

La chica de cabello azabache se sentó a su lado, observando con suma atención los movimientos de sus manos, pero se estaba moviendo extremadamente rápido. En un segundo logró armar una corona de flores como si no fuera nada, y procedió a sostener el objeto en el aire con mucho orgullo.

— ¡Woah! ¡Fuiste tan rápido que apenas te vi!

— Increíble, ¿verdad? — ella asintió, para luego ver a Itadori colocar la corona hecha a mano sobre su cabeza. — Para ti.

— ¿En serio? ¡Gracias! — le pareció increíble lo detallista que era, y queriendo devolver el gesto, ella misma comenzó a recoger flores del campo para hacer una corona solo para él.

Claro que Kaede era mucho más lenta en comparación, pero igual quería hacerlo.

— ¿Vas a hacer otra?

— Sí, es para ti. — sin agregar nada más, se concentró en su tarea. Hizo su mejor esfuerzo para que quedara tan bonita como la que le hizo él, pero no era tan habilidosa. Yuji la observó en cada movimiento hacía, admirando sus expresiones faciales y el semblante tranquilo que llevaba.

Como había estado teniendo días ocupados y estresantes, poder salir con ella y relajarse de esa manera era lo que necesitaba para evitar colapsar mentalmente. De hecho, si no fuera por ella, quizás hubiera pasado hace mucho. Agradecía tenerla a su lado, puesto a que el cariño que le daba era el pilar emocional que muchas veces lo mantenía en pie. Cuando estaba triste o no sabía qué hacer, cuando lloraba o se sentía al borde de la locura... en esos momentos, siempre la tuvo a ella. Kaede siempre fue capaz de hacerlo sentir mejor, ya sea con sus palabras o tan solo con hacerlo saber que estaba ahí para él. Nunca lo juzgó ni lo dejó abandonado; se aseguró de apoyarlo y ayudarlo en lo que sea que estuviera en sus manos para que la carga en sus hombros fuera menos pesada. Y ella no tenía idea, pero para Itadori era la persona más maravillosa en su vida sólo por eso. No habían palabras que pudieran expresar lo importante que era esa chica para él. Porque incluso en sus momentos de más oscuridad, ella estaba ahí para animarlo; sin importar lo mal que estuvieran las cosas.

Sí... siempre que la tuviera, estaba seguro de que estaría bien. No importaba lo mal que todo pudiera estar, ella siempre estaría ahí para hacerlo sonreír de nuevo.

— Te quiero. — sus pensar se escaparon en voz alta antes de que se diera cuenta, logrando llamar la atención de la fémina, quien paró lo que estaba haciendo un momento. Un sonrojo se esparció por su rostro al escucharlo, pero contestó.

— Yo te quiero más. — terminando la corona de flores, colocó el resultado de su pequeña artesanía sobre la cabeza del chico. Acto seguido, él se tomó la libertad de recostarse sobre el regazo de la contraria. Cerró los ojos y se acomodó como si estuviera a punto de tomar una siesta. — Yuji, estamos en medio del campo. ¿Seguro que quieres dormir ahí?

— Sí.

La mano de la fémina dio en su cabello, acariciando lenta y cariñosamente. A ese paso, iba a comenzar a darle sueño. Kaede jugó un poco con el cabello de Itadori mientras se quedaba dormido; su mano se fue desplazando con cuidado hasta su rosto, donde también le dio pequeñas caricias que lo hicieron ceder al sueño mucho más rápido que antes. Sus dedos rozaron justo alrededor de los ojos de Yuji, haciéndolo despertar, y se sobresaltó al sentir su mirada fija sobre ella.

— Ah, lo siento. Sólo... nunca había notado estas líneas debajo de tus ojos. Son como si tuvieras otros dos ojos ahí que están cerrados.

— No te tienes que disculpar; no hiciste nada malo. Sólo me sorprendí.

— ¿Qué son, por cierto?

— Son... ojeras.

— ¿No duermes bien?

— A veces, pero nada de lo que tengas que preocupar. — dio un suspiro corto, rodando en su lugar para poder quedar en su dirección. — Se me quitó el sueño.

— Hey, ¿cómo va todo en la escuela? — se atrevió a preguntar, a pesar de que otras veces él se había mostrado cerrado a hablar directamente de lo que pasaba en su escuela. Por alguna razón, sentía la necesidad de preguntar de todas formas.

— Bueno, ya sabes... un poco de esto y un poco de aquello.

— ¿Te gusta estar ahí?

— Pues... me llevo muy bien con mis amigos y mis profesores son buenos, así que supongo que sí.

— Entiendo. Eso es lo importante.

— ¿Estás preocupada? — una risa nerviosa se le escapó a la contraria. La descubrieron.

— Lo admito, un poco. Es que te ves muy cansado desde que estás ahí.

— Todas las escuelas son difíciles, ¿no? ¡No quiero que te preocupes por mí! Estaré bien, ¿sí? — se sentó de nuevo junto a ella, para que pudiera tomarlo con seriedad, y esperó por su respuesta.

— Está bien, confiaré en que vas a estar bien. A diferencia de la corona de flores que te hice y ya se arruinó con tanto que te moviste. — el pánico se apoderó del rostro de Yuji, quien hizo su mejor esfuerzo por arreglar el regalo que le había hecho su novia. — Jaja, tranquilo. Ya no creo que esa sobreviva, pero te haré otra. A veces funciona así. Cuando no puedes arreglarlo, tienes que hacer uno nuevo.

— Pero trabajaste tan duro en esto...

— No te preocupes. — tomó el objeto, que él aún poseía en su mano, y lo dejó en el suelo. — Lograste usarla por un rato y te hizo feliz, ¿no? Así que mi esfuerzo no fue en vano. Ahora las flores volverán a formar parte de la tierra, y esa tierra ayudará a nacer a flores aún más bonitas.

— Eres tan positiva siempre... es increíble. Tú eres increíble.

— Yo creo que tú lo eres más que yo. — le respondió mientras empezaba a hacer una corona nueva, cuando Itadori se le acercó de forma repentina para darle un beso en la mejilla.

— Nah, definitivamente tú lo eres más. — y al ver su sonrisa, todas sus preocupaciones desaparecieron. Se sonrojó, sin lograr apartar la mirada de él. — Jaja, ¡te ves tan linda cuando te sonrojas!

— ¡Pero si me dices eso me sonrojo más!

— ¡Linda! ¡Te sonrojaste!

— ¡Basta! Voy a parecer un tomate...

— Un lindo tomate. — apretó las mejillas de la contraria, riéndose un poco más en el proceso.

— ¡Eso duele, Yuji!

— Jajaja, lo siento... es que eres adorable. — la soltó por fin. — Oye, nunca había visto este campo, ¿cómo lo encontraste?

— ¿Hm? Ah, venía aquí de pequeña veces con mis padres... — contestó, masajeando su rostro para aliviar el dolor.

— Salir contigo es tan divertido... gracias por traerme.

— Bueno, fuiste tú el que dijo que estaba un poco cansado y que querías relajarte. Pensé en este lugar por eso.

— Le prestas mucha atención a las cosas que digo, ¿eh? — comentó, esbozando una sonrisa. — Gracias por preocuparte y cuidarme.

— No me tienes que agradecer por esas cosas; soy tu novia. Es lo que se supone que hacen las novias, ¿no?

— Sí, pero aún así te quería mostrar mi apreciación. A veces no me doy cuenta de lo mal que estoy, pero tú siempre me haces sentir mucho mejor. — en un movimiento rápido, la envolvió en un abrazo, y acto seguido la besó de manera fugaz. — Te quiero.

—...Te quiero también. — esa acción, en adición a sus palabras, habían provocado a su pulso acelerarse. Aunque ya llevaban un tiempo saliendo, esas cosas la seguían poniendo nerviosa.

En vez de decir algo más, decidió expresar sus sentimientos con acciones. Se inclinó hacia él para besarlo de nuevo, cosa que él entendió de inmediato, y cerró los ojos en espera del tacto de sus labios juntándose con los suyos. Su manera de besar era tan tierna y dulce... que sentía que se derretía cada vez que tenía la suerte de besarlo. Podrían estar así todo el día de poder hacerlo, pero eran conscientes de que besarse todo el día no era posible.

De todas formas... iban a aprovechar ese momento bien. Mientras pudieran, tendrían citas y harían bromas tontas sobre cosas ridículas para luego volver a unir sus labios sobre el cielo despejado en un campo de flores... como en una fantasía; sólo que para ellos era una realidad.

🫀 Voy a admitir que escribir one-shots es mucho más complicado de lo que recordaba. Pero me esfuerzo y los hago con amor, en serio 😔

Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.

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