── 𝐭𝐰𝐞𝐧𝐭𝐲-𝐨𝐧𝐞.




⌗˚𓏲•🌿ʚ 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗑𝗑𝗂 ; 𝘦𝘭 𝘫𝘢𝘤𝘶𝘻𝘻𝘪.






El coche que Pope conducía aparcó en el jardín de la casa de John B. Él, Kiara y yo estábamos dentro, dispuestos a continuar con el plan del oro.

-Hay que acabar antes de mi entrevista de mañana para la beca -informó Pope.

-Sí, Pope, ya nos lo has dicho cuatro veces, te hemos entendido -respondí, cansada, saliendo del auto.

-Exacto. Tú céntrate si quieres terminar pronto -le aconsejó Kie.

-Ya, todo saldrá bien. -Parecía que el moreno lo decía más para tranquilizarse a sí mismo que a los demás-. John B y JJ estarán dentro del pozo, yo arriba contigo -Me señaló- y tú y Sarah estaréis afuera transportando el oro.

-Muy bien, Pope, se ve que has escuchado el plan después de haberlo hablado durante días.

-Hoy estás más sarcástica de lo habitual, ¿qué has desayunado? -preguntó el de tez oscura sonriendo irónicamente.

-Un Colacao con galletas, ¿y tú? -dije de la misma forma.

-¡Chicos! -nos interrumpió la de rulos.

-Lo siento, estoy algo nervioso -se excusó él-. Tengo un cabestrante. Y en ese bidón caben unos ciento treinta kilos -informó mientras Kiara abría la puerta del remolque.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por... obligarnos a hacer las paces. -Sonreí al ver que Kie había lo había admitido.

-¿Cómo sabes que fuimos nosotros? -cuestionó Pope.

-Sois los únicos con neuronas suficientes para armar un plan así -soltó con obviedad.

-Te sorprenderías si te dijera que John B fue al que se le ocurrió -susurré.

-¡No jodas...!

Sin darle tiempo a terminar, unas luces se encendieron por todo el jardín, callándonos a todos y dejándonos muy confundidos.

-¿Qué cojones? -murmuró Pope.

-¿Dios? -pregunté con algo de burla.

-¿Quién coño es? -dijo ahora Carrera.

No hizo falta que nos miráramos siquiera para que los tres empezáramos a caminar siguiendo el sendero de bombillas led que llevaba a la parte trasera del château. Todo estaba iluminando, incluso las ramas de los árboles, de las cuales se enrollaban cables de luces. También había hinchables de piscina, toallas, hamacas...

¿Qué mierdas era aquello?

Todas las preguntas se vieron respondidas en el mismo instante que vi a JJ metido hasta los hombros en un gigantesco jacuzzi cuadrado en medio del jardín. Parecía borracho. Estaba borracho. Una cadena de oro que llegaba hasta el comienzo de sus abdominales colgaba de su cuello, al igual que unas gafas de sol tapaban sus perlas azules. Su pelo era un revoltijo, parecía que por ahí había pasado un tornado, y su mano sostenía una botella de alcohol.

-¿Pero qué has hecho, JJ? -masculló Pope, observando incrédulo aquel lugar.

-Tengo un chorro apuntándome directo al culo -dijo bastante alto, mostrando lo pedo que iba-. Ya os podéis meter inmediatamente, ¿me oís? -Cogió como pudo tres copas de cristal que flotaban en pequeños flamencos de goma y los llenó-. ¡Salud!

Acto seguido procedió a beberse entero el vaso. Mi mandíbula probablemente tocaba el suelo en esos instantes, sin duda lo que menos me esperaba encontrar en ese lugar y ese momento era a un JJ colocado bañándose en un lujoso jacuzzi.

-¿Cuánto te ha costado? -Pope hizo la pregunta del siglo.

-Uh... Pues con el generador, la gasolina y... ¡Ah, sí! La entrega exprés... -realizó cálculos en su mente mientras miraba a un punto fijo en el agua-. Casi todo, sí.

No me lo puedo creer.

-¡¿Casi todo?! -exclamó el de tez negruzca con perplejidad.

-Sí, todo...

-¿Te lo has gastado todo en un día?

-Sí, me quemaba en el bolsillo, ¡pero venga, tíos, enserio! ¿Lo habéis visto? -Soltó una gran carcajada-. Es lo mejor en terapia de hidromasaje, o eso me han dicho...

-Dios mío -susurré.

-¿Qué te pasa, Verónica? ¿Y a ti, Kie? ¿Es que no puede uno darse un capricho?

-Sí, pero no uno que cueste veinticinco mil dólares, JJ -le recordé de brazos cruzados.

-¡Venga, está bien ser un tirado! Digo yo... Chicos, solo se vive una vez, ¿no? Basta de sentimentalismos, ¡venid al Ombligo del Mundo!

-¿Al qué?

-Al Ombligo -soltó con mucho orgullo el rubio, como si le hubiera puesto el mejor nombre que podía existir-. Así lo he llamado.

-JJ, ¿qué ha pasado? -pregunté.

-¿A mí? ¡No me pasa nada, Nicki! -Frunció el ceño, como si de verdad le extrañara mi pregunta-. ¡Eh, eh! Casi se me olvida. -Pulsó un botón al lado del jacuzzi y de los bordes empezaron a salir chorros de agua dándole directamente en sus pectorales. Una bola de discoteca colgada del árbol también comenzó a girar sobre él-. Sí, es la caña. ¡Modo disco! ¡Esto es vida!

-¿Estás majara? -escupió Pope al fin-. ¡Haber pagado la indemnización!

-¡O habérselo donado a una entidad benéfica! -propuso también Kiara, igual de furiosa que el moreno.

No hablé. No podía gritarle a JJ y mucho menos reclamarle algo que decidió hacer él por su propia cuenta cuando nos dejó tirados. Me sentía mal pensando eso, pero era la verdad.

Dios, quiero matarme.

-¡O mejor, haber comprado suministros para sacar el resto del oro!

-¡Vale, ¿y qué queréis que os diga?! -alzó la voz JJ y se levantó apretando la mandíbula-. ¡No lo he hecho!

Mi vista cambió de sus ojos a su abdomen, y no porque estuviera bueno, sino por los gigantes hematomas que había en él. Por fuera no reaccioné, pero por dentro me acababa de derrumbar. Percibí mis ojos comenzar a cristalizarse y mi labio inferior, a temblar.

-JJ -susurré suavemente, no me podía creer lo que estaba viendo. ¿Cómo ese monstruo podía haber vuelto a maltratarlo así?

Él intentaba mantenerse fuerte mientras nos observaba en silencio, pero sus ojos rojos por el alcohol amenazaban con empezar a soltar lágrimas, delatándolo.

-¡He comprado esto!, para mis amigos... -Su voz se rompía más con cada palabra que salía de sus labios-. Se lo he comprado a mis amigos. Bueno, ¿sabéis qué? ¡De amigos nada! ¡Lo he comprado para mi familia!

-JJ, ¿a qué viene esto? -preguntó Kie, afectada.

-¡Es para vosotros! -insistió el de perlas azuladas-. ¡Mirad lo que he hecho por vosotros, ¿eh?! ¡MIRADLO!

-JJ -repetí tratando de no caerme del mareo.

-¡No te pongas sentimental! -exclamó mirándome bruscamente, lágrimas ya caían por sus mejillas, pero el agua del jacuzzi las disimulaba-. No pasa nada, ¿vale? -Los sollozos salieron finalmente, y mi corazón se rompió en pedazos.

No aguanté más con esa tortura. Caminé hacia él con decisión y metí poco a poco mis piernas en el agua, la cual, por suerte, estaba templada. JJ susurraba cosas como "¡Eso, métete!", pero no lo dejé hablar más cuando lo atraje hacia mí y envolví fuertemente mis brazos alrededor de su cuello.

El rubio enterró su cabeza en el mío y se rompió, temblando y con un mar de lágrimas en su rostro, abrazando mi desnuda cintura debido al top con sus frías manos y atrayéndome hacia él para que no me separase.

Pero eso no estaba en mis planes, porque jamás volvería a irme de su lado, no lo dejaría nunca solo, lo tenía más que claro.

-No he podido... -murmuró junto a muchas más cosas inaudibles mientras hacía movimientos exagerados e indefinidos con los brazos.

Yo le susurraba al oído para que se calmase, acariciaba su hermoso y despeinado cabello, lo juntaba a mí para que no corriera un milímetro de aire entre nosotros.

JJ no paraba de llorar, pero a mí no me molestaba en absoluto, quería que supiese que estaba con él y que no lo dejaría solo.

-¡No aguanto más, joder! -gritó frustrado y lamentado, apretando mi cintura sin pinta de querer soltarme.

-Estoy contigo y estaré contigo por siempre.

-No me dejes, por favor.

-Jamás.

Cerré mis ojos para contener las lágrimas y giré la cabeza para besarle el cuero cabelludo. Cuando volví a mi posición anterior noté dos pares de brazos rodearme a JJ y a mí, los de Pope y Kiara, creando un abrazo de grupo que dejaba claro que éramos un equipo y no lo abandonaríamos.

-Y-yo solo quiero hacer lo correcto -sollozó, podía notar sus labios moverse en mi clavícula.

-Lo sabemos -dijo rápidamente Kiara.

-No quiero fastidiarla -alzó levemente la cabeza y sus ojos azules cristalizados conectaron con los míos verdes.

En ese momento me sentía como en una situación entre Louis Tomlinson y Harry Styles. Me ponía triste que ellos dos no pudieran cruzar mirada debido a que éstas demostraban lo mucho que se querían. Era la situación exacta que me pasaba con Maybank, no podía demostrarle lo que sentía por la maldita regla, al igual que Harry a Louis por lo que dijeran los demás.

JJ era mi Louis y yo era su Harry.

Y estaba segura de que no sería capaz de aguantar mucho más sin confesarle lo que llevaba dentro de mí durante toda la puta vida, no podía.

Cuando reaccioné y volví a la realidad, me di cuenta de que Kie y Pope se habían separado y habían entrado al Château, dejándonos solos.

JJ, quien había bajado la cabeza de nuevo, seguía sollozando sin calma. Yo intentaba contenerme a llorar frente a él, solo lo pondría más triste.

-Lo siento tanto, Verónica. Lo siento por todo, lo siento...

Suspiré entrecortadamente y acaricié su mejilla, incitándolo a alzar la mirada. Él lo hizo, aunque tenía los ojos cerrados, disfrutando de la tranquilidad que le estaba provocando mi contacto.

-No tienes la culpa de nada, JJ. Lo arreglaremos. Juntos.

Mi corazón latía con fuerza, tanto que sentía que iba a salirse de mi piel y caer al suelo. Temía que JJ notara las pulsaciones aceleradas debido a la poca distancia en la que nos encontrábamos.

Se ve que el rubio se había percatado de que detenía las caricias, porque abrió los ojos lentamente y me observó, pero no como otras veces. Esta vez era diferente, sus ojos expresaban millones de sentimientos y sensaciones, parecía que trataban de decirme algo, pero no lograba descifrar aquel mensaje todavía.

Lo tenía a centímetros, incluso podía notar su aliento rozando mi rostro. Olía a alcohol y marihuana, pero ya me había acostumbrado a eso, era JJ. Incluso me atraía levemente.

Volví a mover mis delgados y fríos dedos alrededor de su bronceada piel, recorriendo sin prisa sus perfectas facciones: la mandíbula, la mejilla, la oreja, el cabello. Llegué a este último y hundí mis dedos en él.

Quería a JJ, y me rompía verlo así, pero en esos momentos no podía dejar de mirar sus gruesos labios, me incitaban. Volví a alzar la mirada y vi que él observaba los míos, pero no dejó de hacerlo en ningún momento.

Entonces, lo besé.

Exacto, lo acerqué a mí bruscamente y junté su boca con la mía.

Y de repente, noté que estaba paralizado. No movía los labios y no hacía ningún amago de ir a hacerlo.

Efectivamente, gente, la había cagado. Otra vez.

-Mierda. -Mis ojos se cristalizaron casi enseguida. Se me había secado la garganta y formado un nudo en ésta. Casi ni podía respirar-. L-lo siento. De verdad. P-pensé que yo te gustaba y eh... entonces te... Joder. -Me alejé de él, causando que su agarre de la cintura se deshiciera, y me pasé las manos por el cabello soltando maldiciones por lo bajo.

La acababa de liar. Y esta vez no iba a conseguir arreglarlo fácilmente.

Acababa de perder la amistad de JJ por un estúpido impulso.

Sollocé, sin creérmelo todavía; seguía en shock. Me atreví a mirarlo, él tenía sus ojos fijos en mí. Estaba quieto, ni siquiera pestañeaba.

-JJ, lo siento muchísimo. La he cagado, joder, perdóname, no es el momento y yo no soy la persona -susurré llorando, tapándome los ojos para secarme las lágrimas. Parecía que estaba empezando a tener un ataque de ansiedad, me sentía horriblemente mal. Volví a observarlo. Nada. Seguía inmóvil-. Mierda, ¡di algo! ¡JODER!

De pronto, sin darme tiempo a reaccionar, JJ salió el jacuzzi y entró al château, sin importarle estar empapado.

-Mierda. -Rugí y solté un gemido de tristeza. ¿Qué iba a hacer ahora?-. Siempre jodiendo todo, Verónica. Me pregunto por qué no te podrás estar quieta un puto minuto. -Grité frustrada y me arañé los brazos con rabia y fuerza, es algo que hacía cuando me estresaba o sentía que había hecho algo mal y podría haberlo evitado.

Salí del jacuzzi minutos después de estar mirando un punto fijo, me sequé con una toalla y me tumbé en la hamaca. Dormiría allí, pasaba de entrar a la casa de John B.

Mientras observaba el cielo oscuro estrellado, no pude evitar sobrepensar todo lo que había ocurrido a la vez que mis ojos cristalizados se cerraban y mi corazón bombeaba sangre a tutiplén por los nervios.

¿Y si JJ solo me veía como una amiga pero yo había malinterpretado las cosas? ¿Y si todas sus acciones eran solo de cariño? ¿Y si jamás había pensando en mí como algo más?

No sabía cómo lo miraría a la cara al día siguiente, solo esperaba que el alcohol le hiciera olvidar lo que ocurrió.





JJ no me había dirigido la palabra en todo el rato que llevábamos despiertos. Creo que ni siquiera me había mirado. Eso me dejaba poco de pensar sobre cómo se tomó que lo besara.

En ese momento estábamos probando el método que utilizaríamos para bajar a John B por el pozo y que cogiera el resto de oro que había en la casa de la señora Crain.

-¿Cómo lo ves? -le preguntó Pope a Kiara, quien estaba sentada dentro del cubo para ver si sostenía el peso de una persona humana.

JJ se encontraba sentado en el borde del jacuzzi con una cerveza en la mano y su gorra roja puesta del revés. Llevaba una camiseta de tirantes blanca y unas bermudas verde militar. El jardín estaba hecho un desastre, lleno de hinchables de flamencos sin aire, agua sucia y desorden por todas partes.

La única que parecía hacer algo productivo era yo, ya que estaba recogiendo toda la mierda para que John B no nos estrangulara en cuanto viera cómo le habíamos dejado la casa. O al menos que nuestra muerte se retrasara un poco, no creía que fuera a estar muy contento cuando entrara al château, allí también estaba todo bastante... desordenado.

-Bien -respondió simple Kie.

-Venga, te bajo.

JJ hizo una especie de bufido y habló, dejando la botella a un lado y metiendo ambas piernas en el jacuzzi, salpicándome levemente. Lo miré mal, pero ni siquiera me vio.

-John B se ha quitado del medio -dijo.

-Eso, ¿dónde está? -se quejó el moreno, algo estresado.

-Pescando -contesté-. Se ve que los peces están algo dormidos hoy y no les apetece picar el anzuelo -murmuré de mala leche. Todavía estaba algo enfadada con él.

-Pues más le vale aparecer pronto. Tengo mi entrevista para la beca mañana por la mañana, hay que hacerlo. -Y siguió bajando a Kiara para que pudiera tocar el suelo finalmente.

Justo en ese momento distinguí a John B aparecer entre los árboles. Parecía de peor mal humor que yo debido a su cabeza gacha y sus grandes pero decididas zancadas.

-¡Mira por donde, hola! -exclamó JJ al verlo con visible sarcasmo en su tono de voz. Salió del jacuzzi para ir seguirlo-. Ya he preparado lo del cabestrante para sacar todo el oro.

-De eso nada, lo he hecho yo -le recordó Pope riéndose. Sonreí para mis adentros, JJ siempre tratando de llevarse el mérito por algo en lo que no había participado.

-Hola, John B -lo saludó alegremente la de rizos, siendo ignorada, como todos nosotros, por el castaño. Él entró al château sin mirarnos y sin salir una palabra de su boca.

-Bueno, pues... Vale -soltó el rubio.

-¿Y a este qué le pasa? -susurré con el ceño fruncido, aunque se ve que no era la única confundida debido a que mis amigos estaban igual que yo.

-Eso iba a preguntar yo -admitió JJ, parecía que se acababa de percatar de mi presencia entonces.

Todos nos encaminamos hacia la casa de Routledge, preocupados por su extraño estado de ánimo. El chico andaba rebuscando algo entre todos los trastos, parecía estresado y bastante desesperado.

-John B, ¿estás bien? ¿Qué pasa? -cuestionó Pope, pero seguíamos siendo invisibles para John.

-¿Qué estás buscando? -dijo esta vez Kiara.

-¿De qué va esto, tío? -masculló JJ.

Y de repente, John B alzó uno de los cojines del sofá y cogió la pistola que nos había traído tantos problemas desde que Maybank decidió quedárselo el día del motel. Parecía tan lejano... Y eso que había sido hace unas semanas.

-No, John B -habló rápidamente Kie.

-¿Para qué quieres la pistola? -preguntó JJ intentando arrebatársela, pero lo único que consiguió fue que forcejearan y el de ojos verdes lo empujara contra el sofá, cayendo JJ en él.

Luego se interpuso Pope y lo esquivó, empujándolo también.

-¡¿Qué coño haces?! -me sobresalté, parándolo con una mano. Él me hizo a un lado pero fui rápida y lo empujé contra la nevera. Su agarre de la pistola se intensificó, y eso me dejó confundida-. Oh, ¿me vas a disparar? -ironicé, sabía que no iba a hacerlo, pero necesitaba provocarlo para ganar tiempo y que se calmara.

John B aprovechó que hablaba y se escabulló. Maldije en voz baja.

-¿Pero qué haces? -le soltó Kie.

-¿Qué pasa? ¿Ahora eres JJ? -lo comparó el de piel chocolate.

Yo ya había salido. Routledge se subió a su moto y arrancó el motor.

-¡John B, ¿pero qué coño estás haciendo?! -gritó Kiara.

-¡John B, deja tus putos jueguecitos, me estás tocando los huevos! -exclamé ya harta de los numeritos que montaba una y otra vez sin explicarnos, aparte de que seguía sin olvidar mi enfado con él.

-¡Ward sabe lo del oro! -habló por fin, mirándonos de reojo-. ¡Mató a mi padre!

Y sin más dilación, se fue rápidamente. La mulata corrió detrás de él inútilmente; no lo alcanzaría.

¡¿Qué cojones?! ¿Ward? ¿Cameron? ¿El padre de Sarah? ¿Su suegro? Esto había dado un giro de ciento ochenta grados, mi cabeza no daba lo suficiente como para procesarlo. Solo sabía una cosa:

-Tenemos que ir con él.






...






¡SU ESCRITORA FAVORITA VOLVIÓ!
después de... *hace cuentas*. en realidad no tengo ni idea, pero si sé que como mínimo cuatro meses... ¡actualicé!

lamento de verdad tardar tanto, últimamente no estoy pasando por buenos momentos, aunque afortunadamente ya estoy mucho mejor (eso es lo que me ha animado a escribir).

bueno, este capítulo es... ¡GUAU! demasiadas cosas, ¿no? ¿POR QUÉ COÑO JJ NO LE SIGUIÓ EL BESO A VERÓNICA, TAN DIFÍCIL ES? que yo nunca he besado eh, pero creo que con mover un poco los labios ya se crea uno.

*recuerda que ella creó a los personajes* pues supongo que solo yo lo sé ;) me gusta hacerles sufrir a ellos y a ustedes, pero con amor<3.

¡NO SABEN CUÁNTO OS AMO! casi casi 22K de leídas y 2.6K de votos<3 ¡cómo vamos creciendo poquito a poco!

¡y gracias por los 1K de seguidores antes de año nuevo! estoy muy agradecida con todos ustedes, nunca imaginé que llegaría cuando entré a wattpad<3.

bueno, me enrollo mucho, ¡nos vemos en el siguiente capítulo!

¡voten y comenten!

los leooo :)


•.* ʟᴜᴜ *.•

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