── 𝐟𝐨𝐮𝐫.




⌗˚𓏲•🌿ʚ 𝖼𝗁𝖺𝗉𝗍𝖾𝗋 𝗂𝗏 ; 𝘭𝘢 𝘣𝘳𝘶́𝘫𝘶𝘭𝘢.







Pope conducía, Kie iba de copiloto y John B en la parte trasera, tumbado inconsciente. JJ estaba enfrente de mí, con la espalda apoyada en el asiento de Kie. Miraba sus pulseras y jugaba con ellas, nervioso.

Esa escena me habría dado ternura de no ser porque tenía a mi amigo medio muerto a mi lado izquierdo y acababa de presenciar como lo casi lo ahogaban.

Le di un leve golpecito a mi amigo con el pie, haciendo que levantara la vista. Su mirada era furia y tristeza junta, me dio mucha pena verlo así.

Intenté sonreírle, pero cuando lo hice, solo me salió una mueca. Me levanté y me coloqué a su lado derecho. No estaba dispuesta a irme sin hablar con él.

Cogí su mano y lo miré a los ojos, dándole una mirada tranquilizadora. Él apretó mi mano, mirándome, y después giró su cabeza hacia el lado contrario.

-No te preocupes, JJ. -le susurré en su oído- No pasa nada, hiciste lo que creías oportuno. Yo habría reaccionado igual. -deposité un beso en su mejilla y le sonreí.

Su agarre se relajó, y me sonrió de vuelta con algo de tristeza aún. Apoyé mi cabeza en su hombro sin soltar su mano, esperando a que me avisaran de que ya habíamos llegado a mi casa.









-Levántate ya, vaga. -la voz de mi tía hizo que abriera los ojos y viera su silueta desaparecer por la puerta de mi cuarto.

Después de despedirme de mis amigos anoche, recuerdo que entré a duras penas por la ventana de mi cuarto y que no me cambié de ropa por el cansancio. Luego seguramente me tiraría en la cama y me dormiría nada más hacerlo.

Todavía adormilada, me levanté de mi cama estirando perezosamente los brazos y bostezando de una forma que si alguien me hubiera visto me habría llamado de todo. Luego me lavé la cara, desayuné y finalmente me duché, necesitaba hacerlo para espabilarme de una vez por todas. Además, apestaba a alcohol.

Volví a mi cuarto y me puse un bikini blanco sencillo. La parte de arriba tipo crop-top con tirantes, y la parte de abajo, un tanga normal y corriente. Después me puse una camisa de rayas anchas rojas y blancas, unos shorts blancos de mezclilla y las mismas deportivas. Cogí los dos extremos de la camisa y les hice un doble nudo, quedando corta.

Salí de mi casa despidiéndome de mi tía y fui al Château. Al llegar, vi a Kie tocando los bombos, a JJ apoyado en una mesa tirando piedras al agua y a Pope apoyado en una columna. Me senté al lado de mi mejor amiga y ella me abrazó como saludo.

—Bueno, se acabó, ¿vale? —Me giré al oír la voz de John B. Sonreí al ver que estaba bien, excepto por su ojo morado, claro—. Si me alejo de las marismas me ayudará con lo de protección de menores.

—¿Y la has creído? —insinuó JJ sin dejar de tirar piedras.

—Sí, la he creído, JJ.

—A una poli, John B. Has creído a una poli. —La piedra que tiró esta vez fue con mucha más fuerza que las anteriores.

—Solo tengo que alejarme de las marismas unos días y me ayudará —informó el pecoso—. Y no ha ayudado que tú te liaras a tiros.

—¿Sabes? Tendría que haber dejado que Topper te ahogara.

—¿Me iba a ahogar? —El de ojos verdes soltó una risa amarga.

-Tenía toda la pinta. -JJ se acercó a nosotros- ¿Te has mirado en el espejo, por casualidad? Siempre nos ganan. Kooks contra Pogues. Siempre, siempre ganan. -al terminar esa frase, le pegó a una boya que colgaba del techo del porche con fuerza.

—¡Tío, tranqui! —intentó calmarlo Kie.

-¡No, de tranqui nada! -el rubio de giró mirándonos- ¡Si no quieren que vayamos a las marismas es porque allí hay algo gordo y lo sabes! -apuntó con su dedo índice a John B- Sé que lo sabes... y entiendo que no quieras ir. -señaló a Pope- Eres el chico de oro, te la juegas. Y tú... -ahora lo hizo con Kiara- Ya estás podrida de pasta, para qué molestarte. -ahora me miró a mí y luego a John B- Pero nosotros tres... nosotros no tenemos nada que perder.

He de decir que me molestó bastante su comentario, pero no quería empezar una discusión.

Vaya, eso de no querer empezar peleas verbales no es propio de mí. ¿Qué coño me ha pasado?

—Ya sé que antes no era vuestro caso... —El de ojos claros fue interrumpido por el castaño.

—No quiero hablar de eso.

—¿Y ya está?

—Quita del medio, joder. —John B empujó al rubio y pasó de largo.

—John B. escúchame. Tengo un plan. Tienes la llave del vasco de Cameron, ¿verdad?

—JJ, no...

—Dentro hay equipos de buceo. Los cogemos y esta tarde bajamos al barco. Eso es lo que te va a salvar, macho. Los niños ricos no van a hogares de acogida.









Y John B le hizo caso a JJ. Hace tiempo debería haber aprendido a no hacerlo, pero, es John B.

Hacer cosas estúpidas es algo normal en su día a día.

Después de estar esperando un rato, el castaño llegó con varias botellas de oxígeno. Nos montamos en el barco y fuimos hasta la zona donde se encontraba el Grady-White.

—Esta está vacía —informó Kie soltando una botella que acaba de comprobar.

Cogí una botella y la coloqué en mi oreja.

—A esta le queda un cuarto, suficiente para uno —les dije a mis amigos.

—Me encanta que los planes salgan bien —ironizó Pope, sentado en la silla enfrente del volante, con los pies apoyados en éste.

—¿Alguien sabe de buceo? —preguntó la morena. Ninguno respondió—. ¿Nadie?

—Yo he leído sobre el tema —dijo el de tez morena.

—Genial, has leído sobre el tema —comenté sarcástica—. Alguien morirá.

Me quité los pantalones y los dejé a un lado, para después volver a sentarme al lado de Kie.

—Bueno, te pones eso en la boca y respiras. No será tan difícil —le quitó importancia JJ.

—Si subes demasiado deprisa te entra nitrógeno y sufres descompresión —lo calló Pope.

-Te descomprimes... ¿por el culo...? -se burló mientras se agachaba y echaba el trasero hacia atrás. Negué sonriendo.

JJ siendo JJ, nada nuevo.

—Puede ser letal —lo cortó de nuevo el moreno y él se incorporó, algo avergonzado.

—Yo lo haré —se ofreció el pecoso.

—¿Desde cuando buceas? —preguntó retóricamente la castaña.

—Haré unos cálculos rápidos. —Pope se levantó y comenzó a escribir en un papel.

Kie, John B y JJ se acercaron en círculo para observar. Yo me puse en pie en la proa, mordiéndome levemente la uña del dedo índice.

—A ver, el barco está a unos 9 metros. —John B asintió ante las palabras de su amigo—. A esa distancia serán unos 25 minutos. Lo que significa que tienes que hacer la parada de seguridad a unos 3 metros.

Al escuchar lo último, me quité el nudo de la camisa y me desabroché los 3 botones que tenía abotonados. Me la quité quedando en bikini y me lancé al agua.

Abrí los ojos y calculé unos 3 metros desde la superficie, para después atar mi camiseta al ancla. Salí y respiré profundamente mientras echaba mi cabello hacia atrás. JJ me miraba, y los demás seguían haciendo cálculos con Pope.

—He atado mi camiseta a unos 3 metros —avisé a mis amigos, haciendo que todos se giraran hacia mí- Ahí tendrás que hacer la parada de seguridad.

—Guay —me contestó John B mientras yo nadaba hacia el barco.

—Asegúrate de tener aire para la descompresión —le advirtió Pope.

—¿Cuánto necesito?

—No lo sé... respira lo menos posible.

—Modo zen —dijo JJ mientras yo subía al barco.

—Si nos pillan aquí, en las marismas, nos las cargamos —nos tranquilizó de una manera sorprendentemente buena y eficaz el moreno (por favor, que se note el sarcasmo).

Pude ver como Kie se acercaba a John B y le daba un beso en la mejilla, para después susurrarle algo.

Miré a JJ y él me miró a mí. Ambos teníamos una mueca de desagrado en la cara. Me miró de nuevo y rápidamente cogió una toalla y me arropó por la espalda con ella.

—Vaya, gracias —dije, y luego lo miré alto burlona—. ¿Desde cuando te has vuelto tan caballero?

—Que te jodan, la próxima te dejo morirte de una hipotermia. —Me miró con los ojos entrecerrados, pero después ambos nos reímos.

El sonido del agua chapotear nos hizo volver a centrarnos en nuestra misión: John B acababa de tirarse a la marisma.

—Muy bien, a esperar —sentenció Pope.

Suspiré y me fui a sentar con Kie; teníamos pendiente una conversación.

—¿Qué acaba de pasar? —pregunté nada más colocarme a su lado y alcé las cejas de arriba abajo repetidamente de manera pervertida.

—¿A qué te refieres? —Se hizo la tonta.

-Ah, no lo sé, no lo sé... quizás a que, cada vez que miras a John B, parece que estás teniendo un orgasmo visual.

—¡Cállate! —me ordenó Kie dándome una colleja en la cabeza, ya que lo había dicho bastante alto.

Antes de poder decir otra palabra, unas sirenas de policía resonaron por la zona en la que nos encontrábamos.

—Mierda, JJ. La poli —susurró Pope.

—Joder —gimoteó JJ.

Cerré los ojos con fuerza y maldije por lo bajo; nunca nos puede salir nada bien, manda cojones.

El barco se acercó y una policía nos tendió una cuerda.

—Buenas tardes, agentes —saludó el inteligente del grupo, mientras JJ cogía la cuerda y amarraba los dos barcos con ella.

-¿Qué estáis haciendo? -preguntó Shoupe- ¿Sabéis que esto está cerrado?

—¿Cerrado? ¿Por qué? —Se hizo el loco Pope.

—Estamos en mitad de una búsqueda, se ha hundido un barco. ¿Habéis visto algo? —Nos miramos entre nosotros falsamente confundidos, como si no supiéramos nada sobre el tema.

—No, nada de barcos, no.

Me levanté del lado de Kiara y me puse de nuevo al lado de JJ, él me hacía sentir más segura y me tranquilizaba tenerlo cerca.

-¿Y ese amigo que siempre va con vosotros? -dijo el Sheriff refiriéndose al que ahora estaba sumergido en el agua.

—Y a usted qué le... —JJ me metió un codazo nada disimulado para callarme. Shoupe nos miró con una cara sospechosa y miró al resto del grupo nuevamente, esperando una mejor (y bastante más educada) respuesta que la mía.

—Trabajando... —mintió Kie después de unos segundos de silencio en los que a ninguno se nos ocurría una excusa.

—Voy a inspeccionar vuestro barco —nos informó el viejo saltando al yate—. ¿Tenéis otro chaleco?

—Sí, sí, por supuesto —respondió JJ sacándolo de donde estaba guardado y enseñándoselo.

Dispuesta a distraerme un poco para no parecer tan nervios, me quité la toalla y fui a ponerme mis pantalones vaqueros. Me los subí y los abroché.

Al subir la cabeza, me encontré con la espalda de JJ delante de mí, pero no entiendo por qué.

Salí de detrás de JJ y vi como Shoupe se dirigió a la proa.

—Tenga, cuidado, no se vaya a resbalar —le advirtió Pope.

Rodeé con mi mano el antebrazo de JJ, asustada porque descubriera a John B, y él puso su otra mano encima de la mía para calmarme, formando círculos con su pulgar sobre ésta.

Después de unos interminables segundos, Shoupe quitó la vista del agua que rodeaba nuestro barco.

—Bonito día, ¿verdad? —comentó, observando el cielo anaranjado debido a la luz del atardecer, pronto sería de noche.

—Precioso —solté susurrando, intentando que se largara de una vez.

-En fin. -continuó caminando y subiéndose a su barca- Avisadnos si veis algo.

—Claro, nos iremos muy pronto —le despreocupó el moreno.

—Más os vale.

Ambos policías se fueron alejando del barco rápidamente. Solté un suspiro de alivio y me asomé al borde, como los demás.

—Se habrá quedado sin aire —nos esperanzó Pope (que se note bien el sarcasmo).

Justo después de decirlo, John B salió a la superficie y se quitó las gafas de buceo.

—Ahí está —suspiró el rubio y fue a ayudarlo a salir—. ¿Cómo te ha ido ahí abajo? ¿Has encontrado algo?

-¿Qué si he encontrado algo? -John B sonrió y sacó del agua una bolsa negra bastante grande.

—¡Eso es! —celebró JJ—. ¡Eres genial! Flipa, colega.

—¿Estás bien? —le pregunté al de ojos verdes, al verlo toser levemente y su expresión exhausta.

—Sí, me he quedado sin aire.

—Nos has dado un susto de la hostia —dijo Kie y yo asentí, todavía con el pulso algo acelerado por el riesgo que habíamos corrido hace unos minutos.

—Sí, ha venido la poli —le informó el de tez oscura—. Pero solucionado. Lo siento, tío.

—Sí, te lo has perdido —rio el de ojos azules.

—Chicos. —Kie nos miró con un poco de preocupación en sus ojos—. Se acerca alguien por ahí. —Se giró detrás suyo y todos dirigimos la mirada hacia allí. Una lancha blanca se acercaba a nosotros, y no parecía que fuera amistosamente.

—¿Reconocéis ese barco? —cuestionó el de piel húmeda.

—No, ni la más puta idea. —respondí sin apartar mi vista del vehículo.

—¿Qué harán aquí? —susurró Kiara—. Las marismas están cerradas.

-Van a hacer un pase de modelos en tanga. -ironicé- Joder, Kie.

Conseguí una mala mirada por parte de mi amiga, aunque ya estaba acostumbrada a verla. John B interrumpió mis pensamientos.

—No sé que harán aquí, pero no nos quedaremos a averiguarlo. JJ, el ancla. —se dirigió al volante y se sentó, comenzando a encender el motor.

—Voy —contestó el nombrado y comenzó a recogerla.

—¿Les esperamos? —preguntó el moreno.

—Si quieres quédate tú, yo por mi parte quiero llegar viva a mi casa esta noche —dije sarcástica.

Nada más terminar mi comentario, observé como el barco cogía una mayor velocidad.

—Joder.

—No me esperéis, chicos. No me esperéis. —JJ intentaba recoger el ancla lo más rápido posible. Me acerqué corriendo y lo ayudé, mientras nuestro HMS Pogue comenzaba a moverse. El barco enemigo se acercaba más y más. Debíamos irnos.

—Esto no pinta bien. —murmuró John B.

—¡Cállate y arranca! —lo presioné estresada.

—¿Vendrán a por nosotros? —se cuestionó el rubio.

—No lo sé, a lo mejor están pescando —intentó tranquilizarnos Pope.

-Y una mierda. He visto en las pelis cosas parecidas. -comenté sentándome con mis piernas temblando levemente por mi nerviosismo y el HMS navegando- ¿Sabes cómo termina? Con un montoncito de cadáveres escondidos entre los arbustos y el asesino suelto, vivito y coleando.

—Ve hacia la marisma —le ordenó Pope a John B, ambos ignorándome.

—Va, dale, dale —lo reprimió JJ.

—¡Vamos, John B! —gritó Kie.

—¡Ya voy! —chilló presionado el castaño. Torció el volante hacia la izquierda y se metió en una marisma, lo suficiente ancha para casi dos barcos.

—Actuad con normalidad.

Los hombres que nos "seguían" aceleraron su bote.

—¡Mierda, mierda, mierda! —solté exasperada.

He de decir que soy una persona que se estresa por todo, da igual lo pequeña que sea la situación, yo me estreso y hasta parece que estoy teniendo un ataque de pánico.

-¡Joder, ve más rápido, John B!

—¡Ya voy, ya voy!

Giré mi cabeza nuevamente, el barco no hacía ningún ademán de detenerse, no se desviaba.

Iba-directo-hacia-nosotros.

Me volví para mirar al actual conductor, y nada más hacerlo, un sonido de bala resonó en el aire y un objeto diminuto metálico pasó por mi lado derecho y chocó contra el metal de nuestro bote.

Abrí los ojos horrorizada. Mi cerebro le mandó la orden a mi cuerpo de moverse y cubrirse, pero éste no respondió. Estaba completamente paralizada, no podía moverme.

La mano de Kiara tiró de mí hacia abajo y me sacó de mi trance, por lo que pude agacharme y resguardarme de aquellos hombres.

—¡La hostia!

—¡Joder!

—¡Me cago en la puta!

—¡John B, agáchate! -gritó JJ, tirando de su bañador.

Sonó otro disparo, lo que causó que me estremeciera y comenzara a sentir los latidos de mi corazón se aceleraran peligrosamente. Mi frente empezó a sudar y mi respiración se volvió entrecortada. Y tampoco es que precisamente los murmullos pesimistas de Pope, como: "Estamos muertos" o "Nos van a matar" me ayudaran.

Agarré la mano de Kie, que estaba a mi lado, aterrorizada. Ella la apretó fuerte, pero su agarre se aflojó y la chica se levantó.

—¡¿Qué coño haces, Kiara?! —exclamé.

Puse ambas manos en mi frente mientras me tumbaba boca-arriba. Me estaba mareando. El estrés, la situación, los gritos, la aceleración de mi ritmo cardíaco y la subida de temperatura de mi cuerpo estaban causando eso.

Logré ver como intentaba desatar una red de pesca. Intenté levantarme para ayudarla, pero no me dio tiempo, ya que consiguió su propósito y lanzó el objeto al agua, por lo que pudimos sacarle ventaja al bote de los hombres, ya que su palanca de aceleración se quedó atascada.

JJ se levantó, se agarró a un metal del barco y alzó su brazo libre en forma de puño, eufórico.

-¡Así nos las jugamos los Pogues! -les gritó.

Sonreí levemente y apoyé mi espalda en la popa del barco, aliviada. Cerré los ojos escuchando los chillidos victoriosos de mis amigos, intentando mantener el control y relajarme.

Kiara se acercó y me levantó, para seguidamente abrazarme. Tardé unos segundos en corresponderle el abrazo, pero cuando lo hice aproveché y escondí mi cabeza en su cuello. Al minuto aproximadamente me separé, con mi respiración y mi ritmo cardíaco más relajados.

—Gracias —susurré de una manera casi inaudible.

A los pocos minutos, llegamos al Château, pero estábamos tan ilusionados en abrir la bolsa para ver lo que encontrábamos, que no esperamos más y nos colocamos en el pequeño muelle. Me senté enfrente de John B, con la bolsa separándonos, mientras que mis amigos se colocaban de pie alrededor nuestro, apoyados en las vigas de madera del puerto.

—¿Qué creéis que habrá? —nos preguntó Kie.

—Debería haber dinero, o algo parecido —le contestó el que tenía ahora las manos en la cremallera.

—Eso, o un par de llaves de coche de gama alta —imaginó el rubio.

Sonreí y negué con la cabeza, mientras me imaginaba en un coche de esos de color negro y descapotable, con el viento azotando mi cara y una sonrisa en ésta, y con mis amigos a mi lado o detrás de mí, liándola todos juntos, como siempre.

-¿¡Podemos abrir la bolsa de una vez!?

—¡Esa boca, Pope! —le reproché al que había gritado.

—Sí, esos arrebatos no son propios de ti —se siguió burlando el de ojos claros.

John B abrió la bolsa sonriendo. Dentro de ésta había una bolsa más pequeña, y cuando la volcó para ver lo que contenía, se encontró con una cápsula metálica. Era de color marrón y parecía vieja, por lo que deduje que en su interior tendría que haber algo valioso o antiguo.

El castaño volteó éste haciendo que cayera un objeto pequeño, redondo y marrón. Por la forma presentí que era una brújula, y tenía algo que me resultaba familiar...

-¡Qué increíble! -dijo sarcástico JJ, interrumpiendo mis pensamientos- Sí, ahí lo tenemos. Buen trabajo, gente, hemos encontrado una brújula.

Todos comenzaron a quejarse, pero yo me mantuve callada, observando lo ensimismado que parecía John B al ver el objeto.

—Tío, ¿qué pasa, colega? No vale nada.

John B sonrió levemente, sin quitar la mirada de la brújula, y contestó:

—Era de mi padre.








...








Buenooooo capítulo 4, tardé toda la tarde escribiéndolo pero hacía mucho que no actualizaba y os lo debía.

Espero que os haya gustado muchísimoooo<333

Díganme que piensan sobre la actitud/personalidad de Verónica, si les gusta, se parece a ustedes, cambiarían algo...

Los leooo :)


•.* ʟᴜᴜ *.•

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