𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓
"NUEVO INICIO"
REPIRÓ ENTRECORTADAMENTE, Narcissa había decidido salir a correr y cuando llegó a la playa optó por descansar un momento.
Mientras observaba la playa no podía evitar sentirse nostálgica, estar en ese lugar le recordaba a todos los momentos compartidos con su familia.
El primer recuerdo que se le vino a la mente fue uno de los más antiguos que conservaba en su memoria. Ella era tan solo una pequeña niña.
Una pequeña pelirroja de siete años estaba siendo cargada por su madre mientras que hablaba con su hermana mayor, quien estaba siendo cargada por su padre.
—Bella —dijo la menor a la adolescente de trece años—. ¿Podemos hacer un gran castillo cuando lleguemos a la playa?
—¡Claro que si! —replicó la chica con una sonrisa—. También podemos buscar algunas caracolas y así decoraremos la casa.
Entonces Bellatrix empezó a decir todas las cosas que podrían decorar con las conchas, Narcissa le escuchaba con atención más no opinaba nada.
A pesar de la corta edad de Narcissa sus padres notaron lo diferente que era a su hermana, Bellatrix adoraba hacer amigos y hablar y hablar. Por su lado Narcissa era feliz sola y escuchar a los demás.
Las dos hermanas al ser tan opuestas se lograban complementar bien, Narcissa era seis años más joven pero a Bellatrix eso no le interesaba, a la mayor le encantaba convivir con su hermana menor.
Al llegar a la playa Bellatrix y Narcissa se bajaron de sus padres y corrieron hacia la orilla del mar.
—No vayas tan profundo —le advirtió Narcissa a su hermana mayor, quien estaba adentrándose más al mar.
—Tengo la situación controlada Cissa, no te preocupes —fue lo que respondió su hermana.
Narcissa se quedó en la orilla, el agua a penas y cubría sus pies.
No es que no supiera nadar, la cuestión es que temía un poco al mar, era una niña bastante temerosa y precavida. Por eso mismo a veces a su madre, Mariana, le exasperaba un poco.
Mientras que Bella se adentraba más al mar, Narcissa le observaba con preocupación así que no dudo en correr hacia su papá.
—Papá ¿Es seguro que Bella se aleje tanto de la orilla? —cuestionó mientras observaba a su hermana con preocupación.
—No, no es muy seguro, iré a decirle que-
—Deja a la niña en paz, Orión —le cortó Mariana mientras tomaba la mano de su esposo—. Bella sabe lo que hace, sabes que Narcissa solo se preocupa de más.
Fue en ese momento que los tres observaron a Bellatrix alejándose cada vez más.
—No es seguro que ella se aleje mucho, Mariana —replicó el hombre—. Y Cissa solo se preocupa por su hermana, a veces parece como si-
—¡Papá, papá, ayúdala! —chilló Narcissa al observar cómo su hermana parecía ahogarse.
Había llegado quizá un poco demasiado lejos.
Orión no dudo en correr e ir a salvar a su hija mayor mientras que Mariana abrazaba a Narcissa con fuerza, temerosa de lo que podía ocurrirle a su primogénita.
El mayor logró sacar a su hija, a quien le había dado un calambre en la pierna, por suerte aún seguía consciente y gracias a la rápida reacción de Orión y Narcissa no tragó mucha agua.
La pelirroja menor corrió hacia su hermana y la abrazó, Mariana tardó un poco en reaccionar pero en cuanto lo hizo corrió hacia su familia.
—Dios Cissa, tenias razón, no debí alejarme tanto de la orilla —espetó Bellatrix mientras le correspondía el abrazó a su hermana.
Narcissa no dijo nada, solo abrazó con fuerza a la mayor.
—¿Te encuentras bien cariño? ¿Te duele algo? ¿Quieres que nos vayamos?
—Estoy bien, estoy bien, solo ingerí un poco de agua —respondió la adolescente mientras acariciaba la cabeza de su hermana—. Y no podemos irnos, Cissa y yo ni siquiera hemos hecho un castillo.
A pesar de la insistencia de Mariana en irse y consultar a un doctor, tanto Bellatrix como Orión se negaron alegando que solo fue un incidente.
—No es la primera vez que ocurre, sabes que Bella es algo imprudente en ocasiones —espetó Orión—. ¿Y ella se encuentra bien cierto? —cuestionó a su hija quien asintió múltiples veces.
Fue entonces que Narcissa y Bellatrix se encaminaron por toda la playa en busca de conchas ya que su padre iba a ser él encargado de hacer un castillo.
—Eres un poco cruel con Narcissa en ocasiones, Mariana —espetó Orión seriamente mientras tomaba arena para empezar a hacer el castillo.
—No puedo controlarme —admitió la mujer—. Ella es... tan diferente a mi y a Bella que no se como tratarla.
—Yo era igual que Narcissa y nunca me tratabas mal —replicó el hombre.
—Ella solo es igual de tímida que tú, lo demás no sé de donde lo saco —contesto la mujer mientras empezaba a hacer otra torre.
—Amor mío, es claro que Narcissa es mucho más reservada que cualquiera de nosotros, pero eso no nos da el derecho de tratarla mal —empezó a decir Orión mientras miraba a su esposa—. No dudo que la ames pero si eres algo cruel con ella.
—Orión-
—Hace un rato solo demostró su preocupación por Bellatrix y tú despreciaste sus sentimientos, no creas que ella no lo notó. Pero lo sabe ocultar muy bien.
—Intentaré mejorar, no me gustaría que ella y yo tuviéramos una relación como la que mi madre y yo tenemos —finalmente dijo la mujer.
Entonces las dos pequeñas llegaron con una pequeña cubeta llena de conchas, Bellatrix sonreía en grande mientras le decía algo a su hermana menor.
Narcissa simplemente la observaba y asentía o negaba ante la conversación que estaba teniendo con la mayor, y cuando llegaron, fue la mayor de las Pollux quien habló.
—¡Obtuvimos muchas conchas! —exclamó la adolescente mientras señalaba la cubeta.
—Eso está muy bien cariño —le dijo Orión mientras sonreía—. ¿Nos ayudan con el castillo?
Las dos asintieron, una con más efusividad que la otra. Fue un bonito día para la familia Pollux.
Narcissa observó la caracola que estaba frente a ella, una pequeña lágrima se resbaló. Tenía tantos recuerdos en los que su familia era la protagonista.
Habían más con su hermana mayor, luego iba su padre y por último si madre. Era irónico considerando que Mariana fue la última en morir.
—Espero se encuentren bien donde quiera que estén —murmuró ella mientras se acercaba a la orilla.
No paso más allá, simplemente estuvo un rato sintiendo el agua rozar sus pies.
[...]
Narcissa estaba caminando de regreso a su casa en tranquilidad, el haber ido a la playa le brindó una reconfortante sensación.
Se sintió mejor al haber ido a la playa. Recordar los buenos momentos cuando era una niña y toda su familia estaba completa le hizo bien.
Mientras abría la puerta de su casa escuchó que le hablaron.
—Vine hace un rato para invitarte a desayunar y claro que no ibas a responder si no estabas en casa —fue lo primero que Finnick dijo.
Narcissa se giró con una expresión de disculpa, ella no se acostumbraba a importarle a alguien, la última persona que se interesó por ella verdaderamente fue Bellatrix.
—Siempre me gusta correr en las mañanas —respondió la pelirroja—. Siempre termino en la playa por si en otra ocasión no me encuentras.
—Para la próxima ya se donde buscarte —murmuró el rubio.
—¿Gustarías pasar? —cuestionó ella con cierta duda, no sabía cómo socializar.
—Pensé que nunca lo preguntarías —fue la respuesta de Finnick.
Entró en la casa con cierta curiosidad, no sabía muy bien los gustos de Narcissa como para saber cómo estaría decorada su hogar.
No le sorprendió encontrarse con una casa muy sencilla. La sala tenía muebles y una pequeña mesita en el centro. Habían bastantes libreros, se notaba el gran amor por la lectura que Narcissa tenía.
Habían algunas fotografías e incluso retratos muy bien hechos. Observó con cierta ternura a una pequeña Narcissa de cinco años junto a una Bellatrix de once. Las dos se encontraban haciendo un castillo de arena.
La pelirroja por otro lado había decidido preparar algún bocadillo para ambos.
—Te gustan mucho los libros eh —dijo el rubio mientras entraba a la cocina. No había nada fuera de lo normal, todo estaba en perfecto orden.
—Mi padre era amante de los libros. Lo irónico es que mis abuelos maternos tenían una librería donde mamá solía trabajar después de las clases. Cuando ella se fijó en él.... no tardó en acercarse y bueno, no tardaron mucho en volverse pareja.
—Debo suponer que has leído una buena cantidad de estos libros.
—Todos —respondió la chica dejando sorprendido al rubio—. Tanto tiempo libre provocó eso.
—Una completa cerebrito —mencionó divertido el rubio.
—Me gusta estar informada sobre cualquier tema —se defendió con una mueca—. Aunque todos estos libros son los que menos me gustan.
—¿Y donde tienes los que más te gustan?
—En mi habitación —respondió ella simplemente—. Esos me los he leído posiblemente más de una vez.
—¿Un género en específico que te guste?
—Los de romance —contestó sin pensarlo—. Me hacen creer que incluso yo puedo encontrar a alguien que me ame sin importar que.
Finnick no comentó nada al respecto, simplemente observó con fijeza a la chica.
—¿Nunca has estado enamorada?
—Ni una sola vez —murmuró con cierta vergüenza—. ¿Y tú?
—Me han gustado personas pero nunca me he enamorado de alguien —fue su respuesta.
Inevitablemente terminaron conectando miradas, verde mar contra verde jade. La pelirroja le dió una leve sonrisa que el rubio correspondió e incluso se atrevió a abrazar a la chica.
Puede que, en un futuro no muy lejano, los dos terminaran enamorados.
Author's note:
Feliz año nuevo, espero que cumplan sus metas este año y que todo les salga como tienes planeado.
Cuídense y beban mucha agua <3
New author's note:
Y por fin terminé de editar el primer acto. Agregué muchas escenas de la infancia de Narcissa y corregí muchos errores ortográficos :D
Espero les haya gustado, estaría muy agradecida si votan y comentan.
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