~ 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅, 𝒔𝒘𝒆𝒂𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒕𝒆𝒂𝒓𝒔 𝒇𝒐𝒓 𝒕𝒉𝒊𝒔 ~
[20]

En el árbol de los espíritus, Na'kia y Neytiri se habían sumergido para conectarse con el árbol y poder ver una vez más a Via'ly, dándole cierre a su despedida.

El resto de los Sully esperaban por ellas en la superficie, dándoles tiempo.

Neytiri tomó la mano de la chica y comenzaron a sumergirse. Al llegar lo suficientemente profundo, la mayor soltó a Na'kia, esperando el momento para unirse con Eywa.

Na'kia asintió dándole una señal a la mayor para decirle que estaba lista, Neytiri se unió con Eywa y cerraron los ojos, esperando por Eywa.

- Te dije que nos volveríamos a ver - Tsu'tey estaba frente a su hija con una enorme sonrisa

- Papá - suspiró la menor con una gran sonrisa, abrazando a su padre

Neytiri habia decidido quedarse atrás, dejando que Na'kia tuviera su momento con su familia.

- Fuiste muy valiente - Via'ly apareció detrás de Tsu'tey, sorprendiendo a su hija

- Mamá - la voz de Na'kia se quebró y pronto dejó los brazos de su padre para abrazar a su madre - lo siento - susurró mientras la abrazaba

- ¿por qué? - preguntó Via'ly confundida - No llores, mi niña - pidió limpiándole sus lágrimas

Ahí fue cuando Na'kia se dio cuenta que su madre no sabía que había muerto. Via'ly pensaba que seguía en su vida normal. No sabia todo lo que había sucedido y Na'kia decidió que continuara de esa manera, evitándole todo el dolor.

- Perdón, solo... te extrañé - susurró mientras le sonreía un poco

- Yo también te extrañé, aunque solo te fuiste por un minuto - respondió sonriendo con algo de confusión ante las reacciones de su hija - anda, ahora te enseñaré a usar un arco - mencionó estirándole un pequeño arco

Lo que Na'kia estaba viendo era una memoria en vida. Estaba recreando una situación en el pasado y ella podía volver a vivirla. Tsu'tey las miraba desde lejos, el sabía lo que sucedía, peor no dijo nada, prefería mantener la felicidad de sus dos chicas.

Neytiri también observaba con una sonrisa a un lado de un árbol sin ser vista. Un par de lágrimas cayeron de sus ojos al ver el momento que Na'kia compartía con su familia. Eran lágrimas nostálgicas y era una sonrisa genuina.

- ¡Mamá ¿viste eso?! - exclamó Na'kia con emoción - ¡le di en el centro! - Neytiri sonrió viendo cómo la chica volvía a ser una niña y se permitía sentir de nuevo

- ¡Esa es mi hija! - exclamó la mayor cargándola mientras ambas reían - es hora de dormir, Na'kia - susurró Via'ly cantando su nombre suavemente - buenas noches - murmuró mientras besaba su frente con cariño, dejándola recostada

- Buenas noches - repitió Na'kia viendo cómo su madre se levantaba para irse - mamá - la llamó antes de que se fuera - te amo - dijo mientras las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos

- yo te amo más mi niña - la mayor le sonrió a su hija una última vez y se fue, despertándola de su trance

Y ahí estaban. Diciendo buenas noches una última vez. Na'kia estaba en casa y aunque sabía que todo era un sueño y que pronto despertaría de el, ella disfrutó cada momento, cada segundo que pudo con la compañía de sus padres. Era algo que no volvería a tener. Pero ella agradeció ese momento porque así, ella fue capaz de dejarlos ir de una vez por todas; se dió cuenta que ellos estaban felices y que habían cerrado sus vidas por completo y sabía que era su momento de encontrar la felicidad en su vida.

Las dos chicas abrieron sus ojos, rompiendo su vínculo con el árbol de los espíritus. Neytiri vió a Na'kia con una triste sonrisa después d e haber presenciado todo lo que ella había hecho con sus padres. Ambas salieron a la superficie en silencio.

Neteyam había llevado a Na'kia en su Ilu hacia el árbol de los espíritus, así que la chica volvió a subir al Ilu de Neteyam en silencio.

Todos partieron de ahí dirigiéndose de nuevo a la aldea. En el trayecto, Na'kia había recargado su cabeza en la espalda de Neteyam con cariño. El estaba más que feliz por que ella hiciera eso. No había nada que le gustara más que estar con ella.

Al llegar a la aldea, Na'kia y Neteyam permanecieron en la playa mientras llegaba el atardecer. Ambos estaban en silencio mientras miraban el horizonte.

- ¿cómo está? - preguntó el chico refiriéndose a Via'ly

- Está feliz - respondió Na'kia sonriendo ligeramente - ella y mi papá son felices - agregó mirándolo

- ¿y cómo estás tú? - preguntó mirándola con cariño

- Estoy en paz - respondió desviando su mirada - estaré bien, Neteyam - dijo al sentir la mirada del chico sobre ella

- Se que lo estarás - aseguró tomando su mano - cuéntame como fue - pidió y ella sonrió un poco

- Fue hermoso - respondió con una sonrisa genuina - fue como si hubiera regresado al pasado, mi papá estaba ahí y ellos eran felices - relató con cierto brillo en los ojos - mamá no sabia que había muerto, pero estaba tan feliz de estar ahí - mencionó mirando a Meteyam, el cual escuchaba con atención y cuidado - fue como un sueño - concluyó mientras ambos se miraban

El se quedó callado mientras ella recostaba su cabeza en el hombro del chico, descansando mientras miraban el atardecer que se reflejaba en el mar.

- Estoy aliviado de que ya todo terminó - mencionó Neteyam con voz suave - Ya no hay que ocultarnos - agregó sonriendo

- Estamos a salvo - dijo Na'kia sonriéndole al chico con cariño

- ¡Na'kia, mira esto! - Tuk llegó corriendo con una sonrisa traviesa mientras tomaba la mano de la chica para levantarla

La pareja siguió a Tuk. A lo largo del camino, Na'kia notó las sonrisas que compartían Tuk y Neteyam, habían estado planeando algo. Al llegar a la choza de los Sully, Jake y Neytiri los esperaban afuera.

- Bienvenida a casa, Na'kia - dijo Neytiri con una sonrisa y voz suave

Neytiri y Jake se abrieron dejando que Na'kia entrara. Ahí estaba Kiri, la cual la esperaba con una sonrisa.

- No es tan grande como la que tenías antes, pero te aseguro que es muy acogedora - dijo Kiri mientras le mostraba el lugar donde dormiría, justo a su lado

- ¡Podemos hacer pijamadas! - exclamó Tun llegando a su lado

- Quizás podríamos salir a explorar como solíamos hacerlo en el bosque - mencionó Lo'ak un poco apenado, aún sin ser capaz de mirarla a los ojos sin sentirse culpable

Na'kia estaba estática. No sabia que decir o hacer. Los Sully le habían dado un hogar y mucho más que eso, una familia. Na'kia miró a Lo'ak el cual estaba a su lado mirando al suelo. Ella por fin se movió y lo abrazó, tomándolo por sorpresa. El no se movió y estuvo tenso por unos segundos, pero luego relajó su cuerpo y la abrazó de vuelta. El necesitaba ese abrazo.

Lo'ak recargó du cabeza en el agujero entre el hombro y cuello de Na'kia, abrazándola con cariño.

Luego de unos minutos, Tuk arrastró a Na'kia hacia otro lado mostrándole todo lo que podían hacer. Luego, Tonowari, Ronal, Tsireya y Aonung llegaron.

- Se que no es como la de tu mamá y jamás será lo mismo, pero creí que te gustaría - dijo Tsireya estirando un collar

Era igual al que su madre siempre usaba. Na'kia tomó el collar con cuidado y sonrió.

- Mamá y yo estuvimos buscado las piedras toda la mañana - mencionó Aonung con una pequeña sonrisa

- No fue toda la mañana - minimizó Ronal intentando que no vieran su lado suave

- Gracias - agradeció Na'kia con una sonrisa

Neteyam se acercó a ella tomando el collar de sus manos. Ella retiró su cabello dejando libre su cuello para que el pudiera ponerle el collar más fácilmente.

Por primera vez mientras la noche caía, Neytiri y Ronal hablaban tranquilamente mientras se servían la cena. Aonung y Lo'ak conversaban con tranquilidad descubriendo que eran parecidos en ciertas cosas, Neteyam también estaba adentrado en la conversación, aunque también estaba involucrado en la conversación de su pareja y Tisreya; ellas estaban hablando de a donde saldrían juntas o como a Lo'ak y a Neteyam les gustaba llamar: estaban planeando su próxima cita. Spider y Kiri jugaban con Tuk persiguiéndola alrededor de su choza.

La guerra había terminado. Neytiri y Ronal se habían dado la mano, dejando todo resentimiento atrás mientras Tonowari y Jake las miraban con orgullo. Spider por fin fue libre de las torturas de las personas del cielo y ahora era feliz con los Sully a su lado. Via'ly había pagado el precio de la guerra con su vida pero ahora era feliz al lado de su único amor. Na'kia y Tisreya se convertían en hermanas sintiéndose cómodas con la compañía de la otra. Jake y Lo'ak por fin empezaban a arreglar su relación y ahora sus conversaciones no solo eran regaños y reclamos.

Na'kia pasó de tener solamente a su madre a tener una familia entera. Hermanos y hermanas, un par de madres y un par de padres. Tenía grandes amigos y un creciente amor. Todo el dolor y todo el sufrimiento de vieron compensados con el momento en familia que estaba pasando.

Y al final de todo, había una persona que tomaba su mano. Estando sentados Neteyam nunca soltó su mano, ni por un momento. El le mostró que incluso en las peores atrocidades el estaría con ella. El la vió reír, llorar, sonreír y la vió consumida por la venganza y la violencia, peor aún así se mantuvo a su lado en todo momento, desde que la conoció.

Quizás Na'kia jamás volvería a ser aquella niña que Neteyam conoció pero el estaba seguro que amaba cada fase y cada cambio en ella.

Su mayor miedo era terminar estando sola, pero después de años temiéndole a eso, finalmente descubrió que jamás lo estaría. Tenía una gran familia de corazón fuerte que siempre llevaría con ella.

No supo en qué momento fue, pero finalmente se sintió en paz. Ya no estaba escapado y por fin escuchó el sonido de las olas chocando contra las rocas, escuchó las risas y las voces de las personas que más amaba y sintió la mano de Neteyam sobre la suya. Parecía ser que había logrado alcanzar la luz al final del túnel.

Y así fue como la agonía de sentirse incompleta terminó. Cómo se redimió ante el sentimiento de la pérdida, porque sabía que la muerte no era el final. Y ella estaba segura de que aún no era el final de su historia.

El final.