~ 𝒍𝒆𝒕'𝒔 𝒄𝒆𝒍𝒆𝒃𝒓𝒂𝒕𝒆 𝒄𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒂𝒍𝒍 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍 𝒄𝒓𝒆𝒂𝒕𝒖𝒓𝒆𝒔 ~
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Na'kia fue al lado de Kiri. Ambas estaban sentadas viendo a la nada, sin poder creer lo que les había pasado.

- Ví a mi madre - habló Kiri girándose hacia Na'kia - le pedí que me dijera quien era mi padre pero... se fue antes de poder decir algo - explicó bajando la mirada

- yo vi a mi padre - dijo Na'kia llamando la atención de Kiri - me dijo que lo tenía que dejar ir - comentó mientras tomaba la mano de su amiga - ¿crees que lo que nos pasó fue justo? - preguntó la chica con inocencia y dolor en sus palabras

- Perder a tus padres nunca va a ser justo - respondió Kiri con dolor - pero me gusta pensar que son más felices con Eywa - mencionó sonriendo un poco

- Seguro lo son - aseguró Na'kia tomando la mano de su amiga

- ¡Kiri! ¡Na'kia! - Tuk llegó corriendo con felicidad - vengan a ver - pidió sonriendo

- Déjanos en paz Tuk - dijo Kiri desanimada

- Tienen que verlo - repitió con la misma emoción de antes

- ¿qué es? - preguntó Na'kia levantándose junto a Kiri

Cuando salieron de su hogar, enormes criaturas saltaban del agua y todos los Na'vi nadaban junto a ellos. Los Tulkun habían regresado de su migración.

- ¡Vengan, vamos a verlos! - la emoción de Tuk había contagiado a las chicas

Las tres saltaron al agua comenzando a nadar, pero un Ilu frente a ellas las detuvo.

- Ven conmigo - dijo Neteyam sonriendo extendiendo su brazo a Na'kia

- Ve - animó Kiri subiéndose a su propio Ilu junto a Tuk

Na'kia tomó la mano de Neteyam subiendo a su Ilu. El chico le pidió a su Ilu que avanzara y ambos comenzaron a fluir en el mar yendo con los Tulkun.

Neteyam puso su mano en la pierna de Na'kia para mantenerla en el Ilu, sin que pudiera resbalarse o soltarse de el. Cuando vieron a Aonung se acercaron a el. Les presentó a su hermano espiritual, los Tulkun eran hermosas y grandes criaturas espirituales que cuidaban de sus hermanos Na'vi.

- Este es mi hermano espiritual - habló Aonung en señas

- Es hermoso - respondió Na'kia de la misma manera

Después de lo que había pasado con Lo'ak, Aonung había dejado su odio hacia los Sully y comenzó a intentar ser parte de sus amigos.

- ¿entiende lo que le dices? - preguntó Neteyam refiriéndose a si el Tulkun entendía el lenguaje de señas

- Si, los Tulkun son criaturas sumamente inteligentes - explicó acariciando a su Tulkun - una vez que tienes a tu hermano espiritual, no encontrarás a otro, por eso son tan importantes para nosotros - comentó sonriéndole a su Tulkun

Ambos se despidieron de Aonung y se fueron a seguir nadando entre las criaturas. Los Tulkun saltaban del agua y jugaban con los Na'vi, algunos imitándolos como con Tsireya. Otros conversaban con sus hermanos y hermanas espirituales. Los Tulkun permanecían en la aldea por un periodo de tiempo hasta que regresaban a su migración.

Na'kia golpeó suavemente el brazo de Neteyam señalándole a un Tulkun y su cría. Cuando se acercaron vieron a Ronal conversando con su hermana espiritual hasta que notó la presencia de ambos chicos.

- Acérquense - llamó Ronal en señas haciendo que ambos se acercaran - está es mi hermana espiritual - comentó con tranquilidad - esa es su cría - agregó señalándo al pequeño Tulkun

Ronal le hizo algunas señas a su hermana, pidiéndole permiso para que se acercaran a su cría. La actitud de Ronal había cambiando hacia los Sully, aún era defensiva y estaba alerta con ellos, pero cada vez los Sully demostraban que querían ser parte de su clan, así que se permitió bajar la guardia un poco

- Pueden acercarse a su cría - informó con una expresión un poco seria - sean gentiles - agregó con una cara seria, alerta si algo le sucedía a la cría

Na'kia asintió con agradecimiento y luego le agradeció a la Tulkun por permitirles estar con su cría.

Ambos chicos se acercaron a la cría y está velozmente se emocionó con una actitud juguetona.

- Hola pequeño - saludó Na'kia sonriendo - oh, quieres jugar - mencionó al ver como el Tulkun movía sus aletas con emoción - a ver quien lo atrapa primero - retó hacia la criatura refiriéndose a Neteyam

El chico se alarmó al ver que el era el juguete. El pequeño Tulkun se removió con emoción y comenzó a nadar tras Neteyam el cual nadaba por su vida, dejando atrás a Na'kia. La cría logró alcanzar a Neteyam haciendo que el chico se sostuviera de su aleta para llevarlo de regreso con Na'kia.

Ronal y su hermana espiritual rieron un poco al ver como se divertían. La líder cambiaba su perspectiva sobre los Na'vi del bosque poco a poco.

Neteyam le hizo una seña a la chica informándole que subiría por más aire a lo que ella asintió.

- En un momento regresamos - comentó la chica hacia el Tulkun, la cría cerró sus ojos como asintiendo a lo que Na'kia le había dicho y regresó con su madre

- No es Justo que yo sea el juguete de la enorme criatura - se quejó Neteyam cuando ambos estaban en la superficie

- No seas enojon - respondió Na'kia bromeando. Neteyam abrió sus ojos procesando lo que había dicho la chica, retándola - no, no, Neteyam - Na'kia nadó alejándose de el cuando vio su expresión

- ¿me llamaste enojon? - preguntó con ironía acercándose a ella mientras la chica se alejaba - oh, no, no te alejes de mi Na'kia - dijo sonriendo malévolamente - retráctate - pidió acercándose más

- No - respondió la chica riendo un poco mientras se seguía alejando hasta que sintió algo detrás de ella

La cría Tulkun se había puesto detrás de ella para evitar que escapara, ganándose una sonrisa de Neteyam.

- Gracias - dijo en señas sonriendo

- Traidor - reclamó Na'kia hacia el Tulkun

Cuando Neteyam estuvo lo suficientemente cera de Na'kia el Tulkun volvió a sumergirse, su trabajo estaba hecho.

- Incluso hasta el Tulkun sabe que estás mal - mencionó Neteyam cerca de ella

- No me equivoco, eres un enojon - repitió bromeando con el

- Estás contradiciendo a una criatura y cito "sumamente inteligente" - mencionó recordando lo que Aonung les había dicho antes

Na'kia sonrió cuando Neteyam tomó su mano. La chica besó la mejilla de Neteyam justo antes de llamar a su Ilu. Tomó a su criatura y comenzó a alejarse del chico riendo. Neteyam imitó su acción llamando a su propio Ilu y se fueron persiguiéndola.

Ahora estaban jugando a una especie de carrera la cual la cría Tulkun se unió a aquella pequeña carrera. Los Ilus brincaban y regresaban al agua al igual que los Tulkun.

Via'ly y Neytiri veían con sonrisas como sus hijos se divertían. Estaban felices por que sus hijos por fin se habían sentido que pertenecían, se sentían felices el uno con el otro. Por un momento, Neteyam había dejado de sentir ese peso de cumplir las expectativas de sus padres y tener que cuidar de todos; Na'kia dejo de sentirse decaída por su conexión con el árbol de las almas y por fin en mucho tiempo, los dos se sintieron libres.

En ese instante no había ningún otro lugar en el que Na'kia o Neteyam querían estar. Eran felices, nadaban juntos y todos en el clan estaban felices, no había nada que podría cambiar su felicidad. Al menos no en ese instante.