046 || when juno realizes
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Chapter Fourty Six
Cuando Juno se da cuenta
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CUANDO JUNO SE ENTERÓ DE QUE HALEY Y JACK HOTCHNER debían mudarse lejos de todos no pudo evitar sentir su corazón lastimarse ante el pensamiento de que haría ella si en algún momento Spencer le pidiera irse. Nunca supo realmente que ocurrió, Spencer eligió no contarle y ella prefirió no preguntar. Se había acercado a Aaron para hacerle saber que ella estaría dispuesta a escucharlo si llegaba a necesitarlo, cosa que el hombre le agradeció.
Ya habían pasado varios meses desde que aquella partida había ocurrido. Juno ocasionalmente pensaba en ello, especialmente cuando Charlotte preguntaba porque no podía juntarse con Jack para jugar.
"Jack y su mamá están de viaje, corazón. Aún no vuelven, pero pronto podrás ir a jugar con él"
Esas eran las palabras que Juno utilizaba las veces que su hija llegaba a preguntar por el hijo de los Hotchner. A veces funcionaba, pero otras, Charlotte se preguntaba porque el viaje ya se había extendido varios meses. Y ante eso, Juno no sabía que decir.
Eran situaciones delicadas y Juno no deseaba meterse en el tema, por lo que solo se mantenía al margen del tema.
Y así había sido con muchas gracias de los asuntos con relación a su empleo. Juno le demostraba apoyo cuando él se notaba afectado por casos algo intensos. Spencer le contaba poco sobre los detalles más fuertes de las cosas que llegaba a ver.
Sin embargo, el día que Spencer le llamó lleno de preocupación y le informó que mandaría a un agente para protegerla y a Charlotte, supo que ya no podía permanecer tan ajena a las situaciones del empleo de su novio.
— Spencer, me estas asustando, dime que ocurre— pidió Juno mientras caminaba a la escuela de su hija— ¿Por qué un agente llegó por mi a la pastelería y me dijo que el buró lo había mandado? ¿Por qué estás actuando tan raro?
— Algo ocurrió y... se que el ataque no va contra mi, pero elegimos mandar seguridad a nuestras familias por cualquier clase se situación... de verdad perdóname Juno— decía Spencer al teléfono
— Dices que no va contra ti, ¿Entonces contra quién?— preguntó de nuevo la castaña
— No puedo darte muchos detalles, menos por teléfono... solo prométeme que Charlotte y tú se quedarán cerca del agente Anderson todo el tiempo que sea requerido— pidió Spencer
— Está bien, te lo prometo pero... voy a necesitar respuestas sobre esto
— Y te las daré... te diré todo lo que quieras saber— dijo el castaño— Debo irme. Te hablaré cuando pueda. Cuídense. Las amo
— Y nosotras a ti. Cuídate
Juno colgó el teléfono y suspiró al llegar a la puerta de la escuela de su hija. Para cuando una maestra abrió, la castaña pidió que le mandaran hablar a su hija e informó que la sacaría temprano de sus clases. La maestra asintió y le pidió esperar en lo que la pequeña salía.
— Anderson, ¿Te puedo preguntar algo?— dijo Juno con la voz apagada. El hombre asintió— ¿Alguien del equipo está en peligro?
— No creo que esté autorizado para responder eso...
— Anderson, por favor. Mi pareja es parte de ese equipo y tengo personas importantes para mi con él... solo quiero entender las cosas...— pidió Juno— ¿Quién está en peligro y por qué los allegados al equipo estamos siendo custodiados?
El hombre de traje se quedó callado por unos instantes, como si estuviera analizando sus opciones. Juno lo miraba algo impaciente, quería saber lo que estaba pasando, pero no quería que Charlotte escuchara.
— No sé que tanto hizo de su conocimiento el agente Reid... es sobre un hombre muy peligroso, su nombre es George Foyet
La piel de Juno se erizó al escuchar ese nombre. Aún sin Spencer, ella reconocería ese nombre. No por nada había escuchado todas las noticias sobre su detención y sobre su escape hace meses.
La parca de Boston. Un hombre extremadamente despiadado, pero también inteligente. El responsable de la muerte de diferentes personas durante algunos años.
"Alguien hirió a Hotch y ahora su familia debe alejarse por seguridad" recordó Juno.
Ahora todo cobraba sentido en la cabeza de Juno. El día que su relación con Spencer comenzó, tanto él como Aaron Hotchner estaban hospitalizados. Ese día ella estaba cuidando de Jack y fueron por él... después de ese día no volvió a saber nada de Haley o de Jack...
— Él... él fue quien hirió a Aaron hace unos meses. ¿No es así?— preguntó Juno con la voz temblorosa— Según supe por JJ, lo habían apuñalado en su casa después de un caso...
— Si, fue él— asintió Anderson— La parca suele siempre llevarse algo de sus víctimas... y el día que Foyet atacó al agente Hotchner se llevó una hoja de su agenda personal... la letra "B"
Todo en la cabeza de Juno parecía estarse acomodando. Las piezas parecían estar encajando por si solas y todo lo que descubría comenzaba a asustarla.
"Un sujeto atacó a Derek y se llevó sus credenciales... él dice estar bien, pero me niego a dejarlo solo, así que pasaré algunas noches con él" recordó que Zara había mencionado meses atrás
"Cuando Hotch fue atacado, lo dejaron en el hospital bajo el nombre de Morgan, eso le salvó la vida... aunque eso no lo hace mejor" recordó que Spencer le había contado en cuanto salió del hospital y ella preguntó por el estado de Aaron
"Hola, mucho gusto, soy Haley Hotch... Brooks. Lo siento, a veces es complejo el tema de dejar usar el apellido. Pero como elijas decirme está bien" recordó Juno que Haley había dicho el día que se conocieron en el parque.
— El apellido de soltera de Haley— decía Juno pero ahora recargada en el muro. Necesitaba un soporte en lo que procesaba todo lo que ocurría— Es por eso que tanto ella como Jack tuvieron que alejarse...
— Y sabemos que Foyet es alguien muy inteligente que no tiene escrúpulos... es por eso que el buró prefirió proteger a las familias de los agentes participantes en el caso. Hasta donde sabemos solo está tras la señora Hotchner, pero se quieren evitar riesgos— explicó Anderson
Juno entendía la situación, aunque desearía que no fuera así. Las cosas sonaban terribles y como una auténtica pesadilla.
Una pesadilla que de alguna manera no era nada nuevo para un agente del FBI...
La castaña ya no volvió a decir nada, sin embargo en sus pensamientos estaba la historia que Spencer le había contado sobre Jason Gideon, el hombre que amaba su trabajo pero terminó renunciando por todas las perdidas que había tenido durante su carrera. Pensó también en Elle Greenaway y en las pocas cosas que Spencer había compartido sobre ella, pero en especial en como ella también terminó abandonando el equipo a causa de las consecuencias del empleo.
Y fue entonces que un pensamiento atormentó la cabeza de Juno...
¿Qué cosas tendría que vivir ella estando con Spencer? ¿Qué hubiera pasado si Foyet o algún otro asesino hubiera tenido una fijación por Spencer? ¿Acaso ella también hubiera tenido que alejarse junto con Charlotte?
Detestó que esa idea llegara a su cabeza, sin embargo sabía que las posibilidades existían.
Sabía que el trabajo de Spencer era peligroso. En el poco tiempo que llevaban juntos lo visitó en el hospital en dos ocasiones y de los pocos casos que él le contaba, las cosas realmente sonaban aterradoras... pero, ¿acaso ella estaría dispuesta a soportar un estilo de vida como ese?
Un estilo de vida en donde ahora comprendía que no solo Spencer podía estar en riesgo, si no también ella, o peor aún... Charlotte.
— Señorita Clarke, su hija— habló Anderson sacando a Juno de ese terrible pensamiento— ¿Se encuentra bien?
— Si... lo siento. Mucho por procesar en muy poco tiempo— contestó Juno forzando una sonrisa
Charlotte salió de la escuela en compañía de una profesora. Juno le sonrió y le agradeció.
— Mami, ¿Quién es él?— preguntó Charlotte al ver al agente junto a su madre— ¿Por qué no estás en la pastelería? Es muy temprano
— Él es el agente Anderson y Spencer lo mandó a que nos cuidara. Saluda corazón— dijo Juno fingiendo una sonrisa y cargando la mochila de su hija
— Hola agente Anderson— saludó la pequeña, recibiendo un saludo por parte del hombre— ¿Y por qué él nos tiene que cuidar y no papá Spencer?
— Spencer está muy ocupado, pero no quería dejarnos solas, así que estaremos siendo acompañadas por el agente Anderson por un tiempo indefinido— explicaba Juno— Ahora, ya basta de preguntas y vámonos a casa que tenemos muchas cosas que hacer
— ¿No iremos a la pastelería?— preguntó Charlotte tomando la mano de su mamá
— Tengo que preparar un pastel y tú me vas a ayudar, ¿Te parece?
— Si, si quiero— asintió Charlotte con emoción
Juno volvió a fingir una sonrisa y se encaminó con Charlotte a su departamento, todo esto mientras los pensamientos sobre el empleo de su novio aún la atormentaban.
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Juno estaba sentada en el borde de su sofá, mirando con ansiedad el reloj en la pared de su departamento. Las agujas parecían moverse a un ritmo tortuosamente lento, cada segundo que pasaba aumentaba su angustia. Habían pasado horas desde que tuvo noticias de Spencer o de alguien del equipo.
Dos horas antes Zara ingresó al departamento en compañía de su madre, ambas también bastante nerviosas por la situación que Derek se había encargado de explicarle a su novia.
Minerva intentaba que ambas chicas se mantuvieran en calma o que el ambiente no se sintiera tan pesado, sin embargo ambas chicas estaban demasiado preocupadas por la seguridad de sus parejas.
El sonido de la lluvia golpeando las ventanas solo servía para amplificar su nerviosismo. Juno recordó la última conversación que tuvo con Spencer antes de que todo esto ocurriera. Ambos habían planeado una reunión con Declan al día siguiente para arreglar los últimos detalles sobre el tema de la demanda por parte de Austin. Habían acordado incluso que después de eso irían a cenar al restaurante favorito del castaño para comenzar a planear un pequeño viaje para que Juno y Charlotte pudieran conocer a Diana Reid... ahora ese plan parecía una fantasía.
El agente Anderson estaba en la puerta, vigilando silenciosamente. Su presencia, aunque tranquilizadora, no podía calmar del todo la tormenta de pensamientos que cruzaban la mente de Juno.
"¿Estará bien Spencer? ¿Habrá pasado algo?" Las preguntas sin respuesta la consumían.
Se levantó y empezó a caminar de un lado a otro, su mente repasando cada detalle de su última conversación. Intentó llamarlo varias veces, pero todas las llamadas iban directamente al buzón de voz. La preocupación se transformó en un nudo en su estómago, y sus manos temblaban levemente al pasar una y otra vez por su cabello.
— Señorita Clarke, por favor trate de relajarse— dijo el agente Anderson con un tono calmado— Estoy seguro de que pronto recibiremos noticias
Pero sus palabras no lograban calmarla. La incertidumbre y el miedo eran demasiado abrumadores. Se acercó a la ventana y miró la ciudad iluminada por las luces, esperando ver la figura conocida de Spencer aparecer en cualquier momento.
— El agente tiene razón. Yo sé que estás preocupada, pero si sigues así, Charlotte va a hacer más preguntas y esto no es algo que le podamos explicar... no ahora— habló Minerva, quien sujetaba las manos de su hija, quien se encontraba igual de nerviosa que Juno— Todos van a estar bien y pronto recibiremos noticias
— Estamos hablando de la parca de Boston... ese hombre es un monstruo y es capaz de todo con tal de salirse con la suya. Sabemos que está detrás de Aaron, pero nada nos asegura que se detenga con él— respondió Juno sintiendo su respiración agitarse
— Ese hombre... estuvo apunto de matar a Derek hace meses... lo único que lo salvó fue que estaba inconsciente— habló ahora Zara, quien contenía sus lágrimas— Juno tiene razón. Nada nos asegura que se detenga con el daño a Aaron... no podemos estar tranquilas
Juno se apartó de la ventana y se dejó caer de nuevo en el sofá junto a Minerva. La inquietud la invadía, haciendo que cada fibra de su ser anhelara algún tipo de señal, cualquier indicio de que Spencer estaba bien.
— Solo quiero que esto termine— dijo Juno recargando su cabeza en el hombro de Minerva— Quiero que todos estén bien...
De repente, el teléfono fijo del departamento sonó, rompiendo la calma tensa. Juno saltó del sofá, su corazón latiendo a mil por hora. Corrió hacia el teléfono y, con manos temblorosas, contestó.
—¿Hola?— su voz apenas era un susurro.
— Juno, soy yo— se escuchó a voz del otro lado, haciendo que la castaña sintiera como si su alma volviera a su cuerpo
— Spencer, estás bien— sonrió la chica— ¿Qué pasó? ¿Cómo están los demás?
Otro sonido hizo que todos voltearan. Era el celular de Zara, quien al ver el nombre en la pantalla sonrió, cosa que hizo que la castaña también sonriera. Esa era la señal que tanto había esperado. Spencer y Derek estaban bien.
— Nosotros estamos bien, pero... algo ocurrió— le dijo Spencer, haciendo que la sonrisa que recientemente se había formado, ahora desapareciera— Escucha... las cosas van a estar algo complicadas durante las siguientes horas, por lo que voy a tardar en volver
— Spencer, ¿Qué pasó?— preguntó Juno sintiendo el nudo en su garganta volverse a formar
— Haley murió...
Juno de inmediato cubrió su boca con su mano. Tuvo que recargarse de manera ligera en el sillón para no perder el equilibrio ante tal noticia.
— ¿Y Jack? ¿Cómo está? ¿Él está bien?— preguntó nuevamente
— Está bien... ahora está con JJ mientras los paramédicos atienden a Hotch— contestó Spencer con cansancio— Escucha, Foyet también está muerto así que los agentes que protegen a nuestras familias no tardan en retirarse... tenemos que hacer muchas cosas, por la manera en la que todo se dio es probable que nos tomen declaraciones...
— Se que no estás en condiciones de decirme lo que pasó con exactitud... pero tu tono de voz me hace creer que necesitas hablarlo, así que cuando vuelvas hablaremos— dijo Juno— Extiéndele mis condolencias a Aaron... cualquier cosa que necesite, aquí estoy
— Se lo diré
Hubo un silencio entre ambos después de eso.
Juno comprendía que Spencer debía sentirse agotado después de todo, además de que entendía que el castaño sintiera tristeza por lo ocurrido. Ella por su parte aún se encontraba en estado de shock, como si una parte de ella aún no pudiera procesar lo ocurrido.
Por lo poco que tuvo la oportunidad de conocerla, Juno sabía que Haley había sido una mujer increíble que definitivamente no merecía lo que le había pasado...
— Debo irme, te llamaré más tarde— habló Spencer después del silencio— Te amo
— Yo también te amo, cuídate
La llamada se cortó y Juno colgó el telefono casi al mismo tiempo que Zara, quien también se notaba visiblemente afectada por las noticias.
Minerva miraba a ambas mujeres en espera de que alguna pronunciara algo. Sin embargo las dos permanecieron en silencio, procesando el resultado del día tan intenso que habían tenido.
Juno quiso llorar. Aunque no estaba segura de si era por el fallecimiento de Haley o porque ahora ya comprendía que formar parte de la vida de un agente significaba que el peligro respiraría en su nuca de manera constante...
Y no estaba segura de si podría con algo como eso.
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¿Qué sería de la vida sin algo de drama? jsjs
K. 🦋
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