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Chapter Fourty Two
Lo siento mucho, Juno

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LOS ÚLTIMOS DÍAS EN LA VIDA DE JUNO no habían sido sencillos en absoluto. No podía negar que la compañía de Spencer la estaba ayudando a mantener la cordura cada vez que Declan le hablaba para seguir recopilando toda la información necesaria para el juicio, sin embargo, aún se sentía abrumada por toda la situación.

A pesar de todo, Juno intentaba mostrar su mejor semblante para Charlotte, quien en ciertos momentos hacía preguntas sobre todo lo ocurrido en los días anteriores. No era que Juno no quisiera responder sus dudas, simplemente no sabía cómo explicarlo todo de manera que la niña pudiera entenderlo.

Los días se volvían pesados, pero Juno trataba de mantenerse en pie para seguir trabajando en la pastelería. La cocina le proporcionaba un respiro, crear nuevas recetas, atender a los clientes habituales, todas esas actividades la hacían sentirse un poco mejor.

Esa tarde, Spencer aún se encontraba con ella, por lo que ambos estaban en la parte delantera del local mientras conversaban con Izzy sobre cómo el músico quería intentar ser un poco menos (según sus palabras) amargado y poco sociable.

— Por favor Juno, déjame atender a algunos clientes. El tratar con ellos puede ayudarme a no poner cara de odio cada vez que un desconocido me hable— pedía Izzy— Según mi banda, necesito aprender a ser más sociable y tú eres la persona más sociable que conozco.

— Izzy, yo detesto a las personas— se rió Juno mientras preparaba un café para Spencer— Trato con ellas porque trabajo en servicio al cliente, pero eso no significa que sea una persona sociable. Por Dios Iz, mi círculo social eres tú, Luna, Zara, a ratos Emily y Spencer

— Spencer no cuenta, él es tu novio.

—Ahí está, le restas una persona

Spencer rio ante los comentarios.

— Pero sabes tratar con las personas, es el punto. Yo no sé y tengo que aprender antes de que le vuelva a decir groserías al próximo productor que nos quiera contratar— explicaba Izzy mientras jugueteaba con los vasos de cartón— Todo porque según mi banda no puedo llamarles viejos mañosos cuando nos quieran pedir el 50% de las ganancias.

—No, Izzy, no vas a atender la caja o ser mesero. Te vas a acabar peleando con algún cliente...

— No, de verdad puedo hacerlo— insistía el de cabello largo— ¡Es más, atenderé a este cliente que va entrando, dame permiso!

El corazón de Juno se detuvo al ver quién había entrado a la pastelería.

—Izzy, no creo que...

— Buenas tardes, señor. Bienvenido a Pastelerías Thirwall. Mi nombre es Izzy, ¿en qué le puedo servir?— exclamó Izzy, interrumpiendo a Spencer.

—Izzy, detente. Yo lo atiendo— habló Juno con fuerza, haciendo que el pelinegro mirara extrañado la escena— ¿En qué le puedo servir?"

Juno trataba de mantenerse lo más posible en calma. No podía creer la cantidad de cosas que le estaban ocurriendo en tan poco tiempo, todo parecía una broma de mal gusto.

Era como si la vida la estuviera poniendo a prueba para ver qué tanto podía resistir antes de volverse loca.

El hombre mantenía la vista al frente, y sus ojos se encontraron con los de Juno por un breve momento antes de que él desviara la mirada un tanto avergonzado. La tensión en el aire era palpable, como si estuvieran rodeados por un campo de fuerza invisible que los mantenía separados.

— ¿Podemos hablar?

— Lo siento señor, pero me encuentro en horario laboral. Lo único que puedo ofrecerle es alguno de nuestros diversos postres o una bebida caliente— respondía Juno, contando mentalmente para no perder el control.

— Juno... por favor.

—¿Lo conoces?— preguntó Izzy lleno de confusión— ¿Qué está pasando aquí? Me siento perdido...

¿Qué se supone que Juno debía hacer ahora? ¿Gritarle que se fuera? ¿Armar otro escándalo en la pastelería y asustar a los clientes que estaban entrando? ¿Correrlo?

La cabeza le daba vueltas y se sentía a solo unos instantes de volver a desmoronarse. Justo lo que llevaba estos últimos días evitando.

— Spencer, cariño. ¿Podrías hacerte cargo de la caja en lo que vuelvo?— pidió Juno— Izzy, entregarás y prepararás los pedidos. No tardo.

— ¿Estás segura de esto?— le preguntó Spencer al oído a su novia— No tienes que hablar con él si no quieres...

— Los clientes comienzan a acumularse, no quiero que se repita la escena del día que Austin apareció... solo quiero resolver esto antes de que Charlotte vuelva de clases— suspiró Juno derrotada— Estaré bien. Izzy, ¿Puedo contar contigo?

— Siempre— le sonrió el músico— Ni lo tienes que preguntar.

Juno se retiró el delantal que usaba y salió detrás de la barra para caminar en dirección al hombre que parecía mirarla con tristeza en el rostro.

— Tienes solo cinco minutos. Ven conmigo— habló Juno, a lo que el hombre asintió en silencio y optó por seguirla.

— ¿Quién es él?— le susurró Izzy a Spencer.

— Es el padre de Juno— contestó Spencer con seriedad.

Izzy sintió el enojo recorrerlo por dentro al escuchar eso. Sin embargo se frenó de hacer cualquier clase de escena.

Juno, por su parte, agradeció que Spencer no insistiera más en que no debía de hablar con su padre.

•••

— Juno...— comenzó Zack, pero ella levantó la mano para interrumpirlo.

— No quiero excusas— dijo Juno con voz firme, aunque temblaba por dentro— No quiero justificaciones ni intentos de explicar lo que pasó en el pasado. Solo quiero terminar con esto pronto y que me digas que haces aquí

Zack asintió, entendiendo el mensaje silencioso de su hija. Se quedaron en silencio por un momento, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Juno se sentía agotada emocionalmente por todo lo que había pasado en las últimas semanas: la muerte de su madre, el juicio, la reaparición de su padre en su vida. Pero sabía que esta conversación era necesaria para su propia sanación.

— Lo siento, Juno— dijo Zack finalmente, rompiendo el silencio— Lo siento por todo lo que pasaste cuando eras joven. No deberías haber tenido que irte de casa. No debería haber permitido que eso pasara...

Juno respiró profundamente, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con brotar. Escuchar esas palabras de su padre era algo que nunca pensó que sucedería.

— Lo sé— respondió Juno con voz suave— Pero ya pasó. No podemos cambiar el pasado... solo aprendes a vivir con todas las consecuencias de los errores de otros, o incluso de los propios...

Zack asintió, mirando a su hija con una mezcla de tristeza y arrepentimiento en sus ojos. Sabía que no podía borrar el dolor que había causado en el pasado, pero esperaba poder empezar de nuevo, construir una relación nueva y mejor con Juno.

Había pasado años arrepintiéndose de sus errores, sin embargo no sabía con que cara podría volver a buscar a su hija después de tanto tiempo.

— Estoy aquí ahora, Juno— dijo Zack con sinceridad— Quiero ser parte de tu vida. Quiero estar ahí para ti, si me lo permites... quiero conocerte, saber que fue de ti y apoyarte en todo lo que no pude estos últimos años

Juno se quedó sin palabras y miró a su padre, notando la sinceridad en sus ojos, sintiendo un nudo en la garganta. No sabía si podía confiar en él después de todo lo que había pasado... ni siquiera sabía si podía perdonarlo.

Habían sido tantos años de ausencia y olvido por parte de Zack, que estaba segura de que aunque quisiera hacerlo, no podría perdonarlo en ese momento.

Estaba enojada, vaya que si... pero ya no quería estarlo. Su vida se había estado complicando demasiado últimamente y lo último que necesitaba era estar molesta con su padre, el cuál parecía estar realmente arrepentido de sus acciones.

— Yo... no lo sé— negó Juno confundida— Debo de decirte que agradezco tus palabras y me sorprenden

— Llevo varios años pensando en una manera de enmendar mis errores, pero nunca pensé que pudiera ser posible el volver a vernos como para disculparme...— decía Zack— Y admito mis errores... se que me costará ganarme tu perdón, pero lo quiero intentar

— ¿Por qué haces esto?

— Después de que te fuiste, no tardé en descubrir que Anastasia me estuvo engañando, me sentí miserable... no podía creer que esto me hubiera ocurrido de nuevo— dijo Zack con tristeza— Entonces me di cuenta que la única mujer que realmente fue incondicional a mi, que me quiso aún con todos mis errores... fuiste tú, mi hija... aquella a quien le rompí el corazón con mis malos tratos y a quien nunca debí abandonar

Las lágrimas rodaron por el rostro de Juno. Sintió como si un torbellino de emociones la golpeara de repente por escuchar las disculpas de su padre.

Pero también estaban todos esos años de ausencia, de sentirse abandonada y despreciada por el hombre que debería haber sido su protector. El enojo ardía dentro de ella, una llama que había sido alimentada durante años de dolor y resentimiento.

Pero también estaba la sorpresa, la incredulidad de escuchar esas palabras salir de los labios de su padre. Nunca pensó que llegaría el día en que él reconocería sus errores, que se disculparía por el daño que había causado.

No sabía qué decir, cómo expresar la mezcla tumultuosa de emociones que la abrumaba en ese momento.

— No puedo prometerte un perdón, mucho menos después de lo que pasó con mi madre...

— Lo sé, lo sé... eso es algo con lo que voy a tener que lidiar el resto de mis días... la culpa no me dejará vivir— decía Zack agachando la mirada— Además claro de los problemas legales... pero de verdad quiero que sepas que nunca quise que nada de esto ocurriera. Yo amaba a tu madre, es, fue y será el amor de mi vida. Jamás hubiera imaginado que algo como lo que ocurrió pudiera ser posible...

— Creo que reclamarte está de más. No va a servir de nada gritar o discutir por lo que sea que debiste hacer y no hiciste— respondió Juno bajando la mirada

Hubo un de silencio de nueva cuenta.

— Así que... eres madre— sonrió Zack de lado— Es una niña hermosa. ¿El chico de enfrente es el papá? Te vi con él en las oficinas del FBI, ¿Qué edad tiene? La niña... él no

— Podría decirse que si. No legalmente, pero Charlotte así lo considera— asintió Juno riendo ligeramente y viendo una de las fotos de la niña que había en una de las mesas— 5 años. En unos días cumple los 6

— Wow... fuiste madre joven...

— Pasaron muchas cosas en mi vida que no sabes y de las cuales no quiero hablar, pero si, lo fui

— ¿Ella sabe algo de mi?

— Le dije que su abuelo se encontraba de viaje, creando nuevos recuerdos para contarle a su abuela para el día que se reencontraran. Cree que a los lugares a los que vas no tienen teléfono y por eso tampoco te comunicas con nosotras— le respondió Juno extendiéndole el cuadro con la foto a Zack— No está en edad de saber que paso...

— Lo puedo entender... escucha, se que no tengo derecho alguno para pedirte esto, pero... ¿Me permitirías conocerla? No tienes que darme una respuesta hoy y entiendo si dices que no...

¿Qué responder a eso? ¿Sería buena idea?

Juno era demasiado protectora con Charlotte. Tal vez era por todas las cosas tan difíciles por las que ella tuvo que pasar, que protegía tanto a su pequeña.

No quería que Charlotte viviera en carne propia el dolor de ser olvidada e ignorada por su familia. Tampoco quería que la niña se sintiera sola en el mundo.

Deseaba que Charlotte creciera rodeada de una familia que pudiera darle todo el amor y cuidado que merecía un niño. Que tuviera grandes recuerdos de infancia para contar cuando le preguntaran cómo habían sido los primeros años de su vida. Quería que se sintiera respaldada por alguien y que no creyera que no tenía un lugar en el mundo.

Porque Juno solo quería protegerla y ya...

— Lo hablaré con ella— respondió Juno después de unos segundos en silencio— Ella decidirá si te acepta y si es así, cualquier visita será siempre bajo mi supervisión, aquí en la pastelería o en mi casa. ¿Entendido?

— Entendido— asintió Zack— Gracias... y de nuevo, lo siento mucho, Juno

•••

El anochecer cayó y Juno ya se encontraba cerrando la pastelería mientras que Spencer la ayudaba a hacer el conteo de las ventas del día.

Y es que con el apoyo del castaño, hacer eso solo tomaba un par de minutos, cosa que Juno agradecía bastante puesto que solo quería llegar a su hogar para dormir y tratar de pensar en como le diría a Charlotte que su abuelo quería acercarse a ella.

Spencer aún no sabía de que había tratado la conversación entre Juno y su padre, pero sin duda agradecía que eso no hubiera terminado en gritos y llanto. Estaba cansado de ver como la vida no parecía poder dejar a su novia ser feliz por un par de días.

Por supuesto que tenía curiosidad por saber que había ocurrido, pero prefería esperar a que Juno tuviera la iniciativa de contarle las cosas, no quería presionarla.

Charlotte por su parte se encontraba dormida en la parte trasera del local. Por lo visto la niña había jugado demasiado en la escuela y ya se encontraba cansada, por lo que Juno le permitió dormir un rato.

— ¿Despertamos a Charlotte en cuanto acabes de limpiar las mesas o quieres que la despierte en cuanto acabe de hacer el corte de caja?— preguntó Spencer

— Déjala dormir un poco. Jugó basketball y eso siempre la cansa mucho— respondió Juno— Además quería hablar contigo de algo importante y no quiero que Charlotte lo escuche...

— ¿Me vas a dejar?— preguntó Spencer alarmado y volteando rápidamente

— ¿Qué?— preguntó Juno confundida y también levantando la mirada

— No me dejes. No sé que hice, pero perdóname. ¿Es por qué llevo la última semana durmiendo en tu casa? ¿Quieres espacio? De verdad per...

— Spencer, basta— rio Juno— No te voy a dejar, ¿De dónde sacas eso?

— Un día Morgan me dijo que cuando una chica te dice que tienen que hablar de algo importante, es porque algo malo ocurrió y seguramente piensan en dejarte

— Primero que nada, adoro tenerte cerca y no me molesta que duermas en mi casa. Segundo, lo que te dijo Derek aunque tiene algo de verdad, no siempre es así— rio Juno acercándose al mostrador— Tercero, solo quería hablar contigo del cumpleaños de Charlotte. Quería organizarle una fiesta sorpresa, por eso no te dije que no quería que ella escuche

— Ah, eso— dijo Spencer aliviado

—Oh, Spencer, no puedo creer que hayas pensado eso —exclamó Juno, luchando por contener su risa—. ¿En serio pensaste que iba a terminar contigo así de repente?

El rostro de Spencer se tiñó de un tono rosado mientras murmuraba una respuesta que ella no logró entender.

—Lo siento, cariño, pero no puedo evitar reírme un poco —dijo Juno, tratando de sonar comprensiva mientras se esforzaba por mantener la seriedad— No tienes porque pensar eso. Estamos bien

Juno no pudo evitar reírse ante la expresión aliviada de Spencer, disfrutando de la ironía de la situación. Nunca se había imaginado que una simple frase podría causar tanta confusión.

— Entonces... ¿El cumpleaños de Charlotte?— preguntó Spencer sintiendo el alivio

— Si. Quiero hacer su fiesta en casa. Invitar a algunos de sus amigos del colegio y me encantaría que viniera tu equipo, aunque claro entiendo que no se pueden comprometer por el hecho de que salen del país, incluso entiendo que tu tampoco te puedas...

— No existe poder humano que me pueda hacer perderme el cumpleaños de nuestra hija— interrumpió Spencer atrayendo a la castaña a su pecho

Las palabras resonaron en la mente de Juno, deteniéndola en seco. "Nuestra hija". Nunca antes había escuchado a Spencer referirse a Charlotte de esa manera, como hija de ambos. Claro que era consciente del amor y la conexión entre Spencer y Charlotte, pero escucharlo expresado de esa manera la llenó de una emoción abrumadora.

Y en esa simple frase, "nuestra hija", encontró la confirmación de que lo que tenía con Spencer era algo único y lo que tanto había anhelado para su hija. Los tres se encontraban unidos por el amor y un vinculo que la castaña no creía que pudiera formarse en tan poco tiempo.

Spencer Reid era sin duda el hombre ideal y el mejor padre que pudo desear para su hija.

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holaaaa<33

¿Qué tal lxs trata la vida? ¿Me extrañaron? Porque yo si, ya quería poder actualizarles.

Vengo con una buena noticia y una pregunta sobre la historia.

La noticia es la siguiente: Estoy trabajando en una nueva historia, pero ahora con Hotch. ¿La leerían?

La pregunta: ¿Ustedes que harían en el lugar de Juno? ¿Perdonarían a su padre?

Lxs voy a estar leyendo como siempre, mil gracias por hacer que esta historia llegara al #2 en Spencer Reid, no saben cuanta emoción me causa que les guste la historia. Mil gracias por todo el apoyo, por sus votos y comentarios.

Prometo no desaparecer tanto.

K. 🦋