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Chapter Thirty Nine
¿Tienes un crush con...?

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LA VIDA DE JUNO COMENZÓ A APAGARSE DESPUÉS DE TODO LO QUE había estado pasando en los últimos días. Trataba de mostrarse feliz por su hija, sin embargo cuando la niña iba al colegio, la castaña volvía a su hogar para encerrarse a llorar.

Creía que con la presencia de Charlotte en su vida sería suficiente para encontrar la fortaleza para seguir adelante. Sin embargo eso solo funcionó los primeros días.

Juno se sentía tan triste que ni siquiera encontraba la fuerza para levantarse a trabajar en la pastelería.

No solo tenía que procesar el hecho de que su madre falleciera no hace tanto tiempo, si no que debía procesar que se había ido por las terribles acciones de alguien más. Debía procesar que durante los años que la creyó muerta, Lucina no estaba en paz, no estaba en un descanso eterno... si no mas bien se encontraba sufriendo de terribles maneras y sin esperanza de que alguien pudiera salvarla de ese horror de vida.

Y si eso no era suficiente, también tenía que lidiar con el hecho de que su padre había estado intentando localizarla en los últimos días, como si nada de los últimos años no hubiese ocurrido.

Juno no quería verlo. Ni siquiera quería volver a dirigirle la palabra, estaba demasiado furiosa con él por ocultar durante tantos años la verdad, por el trato que sufrió durante los siguientes años, por la manera en la que pareció despreciarla... por no luchar por ella cuando se marchó.

Había tanto en su cabeza que sentía que en cualquier momento se iba a quebrar por tanto dolor. Y es que por mas que intentaba estar bien, nada funcionaba.

Quería llorar, quería gritar, quería romper todo lo que estuviera cerca, quería golpear a su padre por mentirle durante tantos años...

Pero sobre todo, quería acabar con quien le dio fin a la vida de su madre.

•••

Spencer había notado lo mucho que toda la situación había afectado a Juno y le mataba no poder hacer algo para evitar que el dolor siguiera consumiendo a su novia. Aunque sin embargo, lo peor era que por el trabajo, Spencer debía dejar a Juno en algunos momentos de los últimos días, aún cuando claramente no quería hacerlo. 

Por supuesto que sabía que su novia lo necesitaba, pero no podía dejar su empleo atrás por mucho que quisiera, creía que Juno no lo permitiría, después de todo habían tenido una conversación con respecto al empleo del castaño y habían acordado tener claras sus prioridades. Charlotte era la de Juno y la de Spencer era su empleo... ¿Cierto? 

Era por eso que los días que se encontraba fuera de Virginia, intentaba estar al pendiente de los mensajes en caso de que la castaña llegara a necesitar algo, así fuera hasta la mas pequeña de las cosas.

No había momento en el día en donde Spencer no revisara su celular para cerciorarse de que Juno no necesitara nada. En las noches la llamaba no solo para desearle las buenas noches a Charlotte, si no también para saber como iba el progreso de la castaña.

Le dolía demasiado el escucharla tan apagada, sin su característica esencia, sin esa alegría en su tono de voz cada que respondía las llamadas... Juno poco a poco estaba dejando de ser ella misma y eso aterraba a Spencer.

Sin duda Juno estaba comenzando a quebrarse y Spencer no sabía que hacer para evitarlo.

— ¿Te sientes bien?— le preguntó Emily al castaño— Llevas cinco minutos viendo el pizarrón sin decir nada

— Si... no... bueno, realmente no lo sé. Estoy demasiado preocupado por Juno y el estar separado de ella, no me ayuda en mucho— le contestó el castaño volteando a verla— Cada que la llamo siento que la estoy escuchando peor... tiene demasiadas cosas por procesar

— Si, te entiendo. Yo también estoy preocupada por ella— asintió Emily cruzándose de brazos— He hablado poco con ella ya que tampoco me contesta mucho las llamadas y claro que noto todo el dolor que siente...

— Se que es alguien fuerte, pero también se que cuando alguien se quiere preocupar, quiere aparentar que todo está bien o que no necesita de nadie...

— No la culpo. Estuvo sola por mucho tiempo y aunque ahora sepa que cuenta con nosotros, le va a costar eso de admitir que no está mal pedir apoyo— respondió Emily alzando los hombros— En su momento lidió con la perdida de su mamá, pero lo hizo sola... seguramente cree que en esta ocasión tiene que ser lo mismo

— Pero no está sola... ella sabe que yo haría todo porque estuviera bien y no volviera a sentirse de esa manera

— Entonces ve con ella. En cuanto volvamos a Quantico pídele unos días a Hotch y quédate con Juno— sugirió Emily— Tal vez no quiera hablar del tema, pero estoy segura de que va a agradecer tu compañía. Todos agradecemos el apoyo cuando pasamos por malos momentos

— Juno me dijo que no quería que dejara atrás mi trabajo por ella...

— ¿Y tú le creíste?— cuestionó la pelinegra levantando una ceja— No es que ella quiera que dejes tu trabajo atrás, pero estoy segura de que querría que estuvieras con ella. Eres su novio, confía en ti y te necesita

— Pero ella dijo...

— Se nota que eres nuevo en esto de las relaciones. No te preocupes, nadie sabe todas las respuestas desde el primer momento. Es inevitable no cometer errores en el proceso— sonrió Emily de lado— Escucha, muchas veces a las mujeres no nos gusta admitir algunas cosas por temor al rechazo o a una respuesta negativa, incluso también para no sonar como una molestia

Spencer trataba de comprender del todo las palabras de Emily, sin embargo su cabeza no parecía poder procesar aquella confusión. ¿Por qué alguien diría que no quiere algo, pero en su interior espera recibirlo? No tenía sentido.

— Deja de tratar de encontrarle el sentido a todo— dijo Emily sacando de sus pensamientos al castaño— Hagamos algo. Pide solamente un par de días, ve con Juno, la conoces lo suficiente para que sus reacciones te digan si realmente quiere que te vayas o si quiere que te quedes

La idea no sonaba tan mal.

Spencer volvería y trataría de alegrar el corazón de su novia, pero si esta se negaba a estar cerca de él, entendería que lo mejor sería darle ese espacio.

— Creo... creo que tienes razón— asintió él— Hablaré con Hotch... ¿Crees que acepte?

— Por supuesto que si. Además, cualquier cosa, se que tienes bastantes días de vacaciones sin utilizar. Siempre puedes usarlos en caso de que no te permitan ausentarte, después de todo, las vacaciones no es algo que te puedan negar— le contestó Emily— Mándale mis saludos y dile que cualquier cosa, yo también voy a estar para ella. Incluso si ambos quieren estar a solas para hablar, puedo cuidar de Charlotte

— Gracias Emily, se lo diré

•••

El sol ya comenzaba a ocultarse cuando todo el equipo de la UAC aterrizó en el aeropuerto. Emily le había ofrecido llevarlo hasta la pastelería e incluso quedarse con su equipaje para que no tuviera que preocuparse por este. Cosa que Spencer agradeció infinitamente.

Juno llevaba días sumida en la tristeza desde que supo toda la verdad sobre el destino de su madre, y aunque ella le pedía espacio, Spencer ya había llegado a la conclusión de que tenía que estar a su lado, y todo esto gracias a su charla con Emily. Charla que lo ayudó a darse cuenta de que Juno necesitaba más que simplemente estar sola.

Emily manejaba entre las calles de Quantico en silencio. Ella también deseaba mostrarle su apoyo a la castaña, pero sabía que debía esperar unos días más. Juno de quien mas necesitaba era de Spencer y era algo que entendía.

Durante el trayecto, Spencer había hablado con Luna para preguntar si su novia ya había vuelto al trabajo o si seguía encerrada en casa. Grande fue su sorpresa cuando escuchó que Juno se encontraba en la pastelería. Eso era una buena señal, ¿Cierto?

— ¿Entrarás a la pastelería para saludar?— preguntó Spencer

— Y para comprar algo de comer. Tengo hambre— respondió Emily mientras se estacionaba cerca a la pastelería— No pretendo quedarme mucho tiempo, solo en lo que Luna me prepara una baguette porque siento que si no como algo pronto, voy a desmayarme

En cuanto el auto estuvo estacionado de manera correcta, ambos se bajaron y se dirigieron al local, el cual por lo visto se encontraba vacío. Habían llegado a una buena hora.

La campanita de la puerta sonó, pero ninguno de los que trabajaba en el local se dio cuenta de esto.

— Yo nunca nunca me he tenido un crush de la mejor amiga del novio de mi jefa— se rio Izzy mientras tocaba algunas notas en su guitarra

— ¡Óyeme, si te conté eso no fue para que lo usaras en mi contra en esta clase de juegos!— exclamó Luna— Y todavía lo haces mas especifico diciendo que es del novio de mi jefa, ya si quieres di el nombre

— Bueno, ya que insistes. Yo nunca nunca he tenido un crush con Emily Prentiss

La sorpresa se apoderó del rostro de Spencer. No esperaba una revelación así en medio de la pastelería. Observó a Emily, cuyos ojos se agrandaron al escuchar las palabras de Luna.

— ¿Te gusta Emily?— se escuchó la voz de Juno en la parte de atrás de la pastelería

— ¿Y a quien no?— preguntó Luna riendo mientras bebía de un vaso— ¿Acaso no la has visto? Es hermo... carajo. Esto no puede estar pasando. Dios, trágame y escupeme en Japón

Tanto Izzy como Luna voltearon, encontrándose así a Spencer, siendo acompañado por Emily. La cual solo se limitó a formar una ligera sonrisa y saludar moviendo su mano derecha.

Luna, siendo consciente de la presencia de Emily, palideció. Ni siquiera estaba segura de si quería que la pelinegra supiera de sus sentimientos, sin embargo, ya no había vuelta atrás. El silencio llenó la habitación, y Luna evitaba el contacto visual con Emily.

— Te voy a matar, te juro que te voy a matar— dijo Luna mirando a Izzy— Date por muerto James. No vuelvo a jugar a nada contigo

— Te juro que yo no sabía que estaba aquí— dijo Izzy tratando de no reír

— ¿Y ahora por qué lo quiere...? Oh ya veo porque— exclamó Juno asomándose a la parte de enfrente del local— Hola Emily... Spencer

Nadie decía nada. Era como si esperaran a que ya fuera Luna o Emily dijeran algo, pero eso no ocurría. La pelinegra intentaba ver a la pelirroja, sin embargo esta no quería que notara lo sonrojada que estaba.

Entonces, el silencio se volvió casi insoportable hasta que, finalmente, Emily rompió el hielo con una risa nerviosa. 

— ¡Oh, vaya! Esto es inesperado— exclamó Emily, intentando aliviar la tensión con una sonrisa forzada.

Luna no sabía dónde poner la mirada y se esforzaba por controlar el rubor que coloreaba sus mejillas. Spencer se encontraba aún en silencio sorprendido por lo que escuchó, era como si aún estuviese tratando de procesar la situación.

— ¿Qué los trae por aquí?— preguntó Juno tratando de que el silencio incómodo se rompiera— Creí que estaban fuera del estado resolviendo un caso

— Volvimos hace unas horas... quería darte una sorpresa y Emily me trajo— le respondió Spencer acercándose a su novia y besando su frente— Pero creo que la sorpresa fue para alguien más

•••

Juno mandó a Luna a comprar algunos ingredientes que faltaban para preparar algunas tartas, esto como excusa para que pudiera estar con Emily a solas para que hablaran sobre la confesión que había escuchado minutos atrás.

Izzy fingió que debía ir a revisar unas cosas a su auto. Lo que terminó provocando que Juno se quedara a solas con Spencer en la pastelería.

— Y bien... después de los hechos que dejaron a mas de uno sorprendido, puedo saludarte como se debe— dijo Juno antes de besar los labios de Spencer por unos instantes— ¿Qué haces aquí? Quiero decir, entendí lo de la sorpresa...

— No puedo verte así, Juno. No puedo ignorar que necesitas a alguien a tu lado, incluso si no quieres admitirlo— dijo Spencer viendo fijamente los ojos de Juno

— No... no sé de que me hablas— negó Juno tratando de evadir la mirada de su novio— Ya te dije que no necesito nada. Estoy bien

— Juno, puedo ver las ojeras en tu rostro, tus ojos pequeños y rojos, algunos residuos de mascara de pestañas en tus mejillas e incluso puedo notar como tu delineado está mas pequeño de un lado y yo conozco perfectamente a mi novia como para saber que nunca saldría de su casa con un delineado mal hecho— dijo Spencer tomando a Juno suavemente del rostro para que pudieran volver a verse de manera directa a los ojos— Y esto son solo pequeños detalles que noto, se que existen mas cosas que delatan que no estás bien

Juno bajó la mirada, sintiendo que las lágrimas amenazaban con escaparse. Spencer le tomó suavemente las manos y continuó, 

— No te estoy presionando, eso es lo que menos quiero pero... Juno, yo realmente quiero estar aquí para ti— dijo el castaño con suavidad— No puedes cargar con todo esto sola

Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Juno, mojando la camiseta de su novio, cosa que no pudo interesarle menos a Spencer, quien continuó abrazándola con delicadeza. En ese momento, no necesitaban palabras. Solo necesitaban la calidez del abrazo y la certeza de que, pese a la tristeza que los rodeaba, estaban juntos.

El abrazo era más que un gesto físico; era un acto de entrega, de comprensión silenciosa. Spencer podía sentir el dolor de Juno, pero también sabía que había llegado el momento de superar juntos la tormenta que oscurecía su alma.

Después de algunos instantes de permanecer en silencio, Juno, con la cabeza apoyada en el hombro de Spencer, susurró con voz temblorosa.

— Siempre he intentado ser fuerte, pero esto es demasiado... siento que voy a explotar

Spencer acarició suavemente su cabello y respondió con calma.

— No tienes que ser fuerte todo el tiempo, Juno. Estoy aquí para ti, para sostenerte cuando las cosas salgan mal, para ser tu soporte cuando sientas que te vendrás abajo. Yo siempre estaré para ti

Las palabras resonaron en el corazón de Juno. Por primera vez, permitió que alguien más entrara en su mundo de tristeza y desesperación. En los brazos de Spencer, sintió un consuelo que no había experimentado desde la partida de su madre. Cerró los ojos, permitiéndose rendirse a la vulnerabilidad que tanto temía mostrar.