037 || zack clarke

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Chapter Thirty Seven
Zack Clarke

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JUNO SE ENCONTRABA EN LA OFICINA DE AARON HOTCHNER mientras observaba a su hija colorear en unas hojas blancas que García le había proporcionado. Su mente se encontraba bastante dispersa y aunque trataba de prestarle atención a las acciones de su hija, no podía evitar sentirse ansiosa ante el hecho de que en cualquier momento de volvería a reencontrar con su padre... el hombre que le destrozó la infancia y parte de la adolescencia. 

Había tantas cosas por procesar y Juno no sabía por dónde comenzar. El hecho de que su madre había estado viva durante tatos años... pero viviendo una tortura que alguien como ella pensaría que solo se viviría en una película de horror. No imaginaba todo lo que había tenido que enfrentar todo ese tiempo...

Fue entonces que el odio en su interior se hizo mas grande. Su madre había estado sufriendo por años y aunque su padre no había sido directamente responsable, tenía algo de culpa por fingir la muerte de Lucina y no reportarla a las autoridades...

¿Cómo era posible?

Juno recordaba a su padre llorar desconsoladamente sobre el ataúd de Lucina Clarke. Recordaba las borracheras del hombre mientras repetía lo mucho que la extrañaba... no parecía tener sentido el que alguien como Zack Clarke hubiera mentido sobre tal suceso.

Por su parte, Spencer aún quería seguir investigando todo sobre el caso. Sin embargo sabía que Juno lo necesitaba, por lo que aún cuando la castaña no pronunciara ninguna palabra, se quedó a su lado para demostrarle que no estaba sola, que nunca mas lo estaría.

— Papá Spencer, te hice un dibujo— exclamó Charlotte con timidez y rompiendo el silencio— JJ me enseñó que en su oficina tiene muchas fotos de su bebé... dice que eso la hace recordarlo cuando lo extraña y yo quiero que tengas algo para recordarme

El corazón de ambos adultos se enterneció al escuchar esas palabras. 

— Espero te guste— sonrió Charlotte extendiendo el dibujo— Somos tú, mamá y yo en el parque donde comemos helado. Así siempre tendrás algo para recordarnos

Juno sonrió con dulzura mientras veía a su hija abrazar a Spencer.

Fue aquella escena el recordatorio de que aún cuando esta situación parecía estarla sobrepasando, no se encontraba sola. Ya no lo estaría nunca más.

Tenía a Charlotte, quien le daba toda la alegría que necesitaba en su vida.

Y ahora también tenía a Spencer, quien le demostraba todos los días lo mucho que la adoraba y ña la hacía sentirse como en las nubes.

Todo estaría bien... o eso esperaba.

El sonido de alguien tocando la puerta hizo a los tres voltear. Era Emily acompañada de Rossi.

— Ehh... perdona la interrupción, pero alguien quiere verte— dijo Emily con una mueca en el rostro, lo que le terminó indicando a la castaña de quien se trataba— ¿Te sientes lista o prefieres esperar?

Juno tomó aire. En definitiva no deseaba volver a ver a su padre, sin embargo en una situación como esta, era imposible que lo evitara. El reencuentro iba a terminar ocurriendo tarde o temprano...

— Charlotte, cariño, ven con mamá un instante— habló Juno aguantando las lágrimas— ¿Recuerdas que un día me preguntaste sobre mi mamá y mi papá?

— Si. Me dijiste que la abuela vivía en el cielo y que el abuelo estaba haciendo un viaje largo para tener aventuras que contarle a la abuela cuando se reencontraran— asintió la niña mientras se acercaba a su mamá

— Bueno, el abuelo por fin regresó de su viaje y yo tengo cosas que hablar con él en privado. Pero si no se encuentra muy cansado, podrás conocerlo mas tarde— explicaba Juno con un nudo en la garganta— Necesito que vayas de nuevo con Emily, ¿Si?

— Está bien, mami... pero ya tengo hambre— susurró la niña mirando al suelo

— No te preocupes. Te llevaré por algo para comer, ¿Te gusta la idea?— intervino Emily— ¿Qué quieres?

— Me gusta la sopa con estrellitas y los nuggets con formas de animales— sonrió Charlotte mirando a la pelinegra

— Sopa y nuggets. Veremos que podemos encontrar que se le asimile, no te apures, ven conmigo— sonrió Emily extendiendole la mano a la pequeña

— Obedeces a Emily, portate bien— dijo Juno besando la frente de su hija para luego verla partir

Cuando la niña abandonó la oficina, Juno se permitió soltar algunas lágrimas y todo el aire que había estado reteniendo.

— No me gusta mentirle a Charlotte, ¿Pero que podía decirle sobre su abuelo? ¿Qué me maltrató durante años y que tuve que huir de él para poder sobrevivir?— decía mirando al suelo con dolor— Se que en algún momento debo contarle la verdad... pero no creo que...

— No tienes porque dar explicaciones— le dijo Rossi— Sabemos que quieres proteger a tu hija de todos los males del mundo y contarle algo como eso a su edad, no es apropiado

— ¿De verdad dejarás que Charlotte conozca a tu padre?— preguntó Spencer colocándose junto a su novia

— No... si... honestamente no tengo idea. Estoy demasiado agotada mentalmente hablando para obtener una respuesta a eso— contestó ella con frustración— Solo quiero que todo esto termine lo mas pronto posible... descubrir quien dañó a mi mamá y no volver a relacionarme con Zack Clarke

— Así será. Te prometemos que encontraremos al responsable— asintió Rossi— Ven sígueme para llevarte con él

Juno asintió. Miró al suelo y se encontró con Spencer extendiendole la mano.

Ella sonrió ligeramente y sin dudarlo, tomó la mano del castaño, quien antes de dar un paso, besó cortamente sus labios.

— Aquí voy a estar para ti. No me voy a apartar de tu lado— prometió el hombre— En las buenas y en las malas, eso tenlo por seguro

— Gracias, no sabes cuanto significa esto para mi

•••

El reencuentro de Juno con su padre se llevaría a cabo en una de las oficinas que no estaban siendo ocupadas. Juno sabía que su padre ya se encontraba del otro lado de la puerta y ella aún miraba el picaporte como si esperara reunir el valor suficiente para girarlo.

Rossi y Reid la veían sin decir nada. No la querían presionar, comprendían que esto estaba resultando bastante complicado para ella y deseaban que las cosas resultaran bien. Aún cuando estaban por completo seguros que en su interior había demasiadas emociones esperando por salir.

— No... no creo que pueda abrir la puerta— decía Juno con inseguridad— Quiero decir. Claro que quiero tener esta conversación para resolver todas mis dudas... pero no me siento lo suficientemente fuerte para girar ese picaporte

— ¿Quieres que lo haga por ti?— sugirió Rossi. Quien fue de inmediato observado con un pequeño brillo de alegría por parte de los ojos de la castaña

— Si no es una molestia...

— Por supuesto que no. Así como Spencer te lo dijo, yo igual lo haré. Te prometo que no estarás sola y te brindaremos todo el apoyo que llegues a necesitar— contestó el hombre mayor con una sonrisa de lado y tomando el picaporte— ¿Lista?

La castaña le dio una última mirada a su novio para hacerla sentirse nuevamente acompañada. Apretó la mano del chico y suspiró, para al final limitarse a asentir.

La puerta se abrió y las miradas de Juno y de Zack Clarke se volvieron a juntar después de casi 10 años de no verse.

El corazón de Juno latía con demasiada fuerza y sus manos comenzaron a sudar. La chica sentía una pequeña comezón en su nariz, señal de que no tardaba en soltar algunas lágrimas.

Y es que con volverlo a ver se dio cuenta que muchos de los detalles del rostro del hombre que había sido parte de su concepción, comenzaban a quedar en el olvido...

— Juno... estás idéntica a tu madre— exclamó Zack levantándose del sillón y tratando de acercarse

— No, por favor no te me acerques— pidió la chica colocándose detrás de los agentes que la acompañaban

Para ese momento y con la oración que Zack Clarke había dicho, las palabras en la garganta de Juno comenzaban a atorarse, todo porque estás querían salir y comenzar a reclamar por tantas mentiras y desprecios.

Sabía que debía controlarse y mantener una postura, pero esto le estaba resultando demasiado complicado.

— Han pasado tantos años desde que te vi por última vez... ¿Cómo... cómo estás?— preguntaba Zack con algo de timidez

— Momentos buenos, momentos malos, como cualquiera— respondió Juno con seriedad— Aunque sin duda estoy mucho mejor que cuando aún vivía contigo...

— Por lo que veo ya no sales con el chico de la escuela... Emmett— dijo el hombre tratando de ignorar la hostilidad en las palabras de su hija y viéndola sujetar la mano del castaño junto a ella

— Austin, su nombre era Austin. Y no, ya no estamos juntos desde hace varios años— le contestó nuevamente con frialdad— Pero ya basta de intentar hacer de esto un reencuentro emotivo o algo que se le asimile. No estoy aquí por gusto y quiero terminar con esto lo mas pronto posible. Así que si pudiéramos comenzar con las preguntas o lo que sea que vayan a hacer...

— Hija, llevo casi una década sin verte...

— ¡No me llames hija!— exclamó Juno con más molestia— Tú dejaste de ser mi padre el día que elegiste a tu nueva familia antes que a mi. Dejaste de ser mi padre el día que volviste de mi infancia un infierno y permitiste que tu mujer me tratara como una sirvienta... dejaste de ser mi padre el día que me mentiste sobre lo que realmente le había pasado a mamá...

— No quiero justificarme de ninguna manera, pero quiero que trates de entender que también fue un proceso bastante difícil para mi. Creí que tu mamá nos había abandonado... era demasiado dolor para mi y lo único que quería era proteger esa imagen que tenías de ella...

— La hiciste pasar por muerta y por eso nadie la buscó durante todos estos años. Años en donde estuvo sufriendo cosas espantosas...

— Tú no lo entiendes... las cosas no fueron así— trataba de justificar Zack— Eras muy pequeña para entender todo lo que pasaba... realmente esperaba a que fueras mas grande para darte una explicación mas detallada...

— Pero fuiste una mierda de padre y tuve que huir de casa antes de que eso pudiera ocurrir. Me queda claro— respondió Juno rodando los ojos

— Señor Clarke, le voy a pedir que tome asiento y nos diga que fue lo que pasó y la razón por la que prefirió fingir una muerte antes de reportar la desaparición de su mujer— intervino Rossi señalando el sillón

La tensión en el ambiente era bastante intensa. Juno pese a sentirse demasiado afectada por las noticias, aún miraba con gran severidad al hombre frente a ella, quien para sorpresa de la castaña, reflejaba dolor en su mirada.

No sabía exactamente la razón del dolor, pero sin duda había algo que le afectaba y Juno lo veía mejor que cualquiera en ese cuarto.

— ¿A que se refiere cuando dijo que las cosas no eran como Juno las pensaba?— le preguntó Rossi al hombre junto a él

— El día que Lucina desapareció me llegó una carta a mi empleo... era su letra cursiva, era su manera de expresarse... todo en esa carta gritaba Lucina... me confesaba que tenía un amante y que se escaparía con él— comenzó a explicar el sujeto mientras miraba al suelo— Por supuesto que estuve escéptico al principio... pero incluso dentro del sobre venía nuestra argolla de matrimonio

— ¿Aún conserva esa carta?— preguntó Spencer con seriedad

— Si... está guardada en una caja fuerte... por años quise deshacerme de ella para no recordarla... pero algo dentro de mi no me permitió hacerlo— asintió Zack— Yo sé que hice mal en mentir con respecto a lo que ocurrió con Lucina... también se por como están ocurriendo las cosas soy un sospechoso, pero les juro por lo que mas amo en la vida que yo nunca hubiera hecho nada para lastimar a mi esposa... la amaba y el saber que todos estos años estuvo sufriendo, será la peor de mis penitencias

— Vamos a necesitar esa carta— habló Rossi— ¿Volvió a tener comunicación con ella después de eso? ¿La volvió a ver?

— No, no volví a saber nada de ella— negó Zack de inmediato— Y por mucho que me doliera, prefería que fuera así... Juno, tal vez no lo recuerdes, pero antes de darte la noticia de que tu mamá había fallecido... pasaste algunos días sin verla, días en donde no parabas de preguntar por ella...

— Lo siento, no tengo muchos recuerdos de antes de ese día...

— Bueno, yo lo recuerdo muy bien. Pasaste tres días pegada a la ventana esperando a que tu madre volviera de lo que yo te había dicho había sido un viaje de trabajo...— contaba Zack mirando a Juno— Dejé que esos días pasaran para que Lucina volviera y me dijera que todo había sido un error... o que al menos me diera la cara

— Pero ella jamás volvió— completó Rossi

— Yo sabía lo mucho que tu amabas a tu mamá y no quería destrozarte el corazón de esa manera... es por eso que mentí— dijo Zack— Ahora veo el gran error que cometí... pero en ese momento no podía pensar en otra cosa que no fuera cuidar tu corazón el gran amor que sentías por tu madre...

— Va tener que dar demasiadas explicaciones por sus acciones y es muy probable que sea acusado de fingir la muerte de su mujer— habló ahora Spencer, quien seguía sosteniendo la mano de su novia— Lo que hizo fue un delito... pero nosotros no nos encargaremos de esos cargos.

— Lo importante es encontrar a quien mandó esa carta y comprobar que sea real o si algo en ella puede darnos una pista— dijo Rossi

Juno parecía indiferente a lo que pasaba a su alrededor. Y no es que no le importaran las palabras de Spencer o de Rossi, claro que le interesan, sin embargo en ese momento su cabeza aún trataba de procesar otras cosas.

No quería creer en las palabras de su padre, quería desconfiar de él... sin embargo algo en sus palabras o en su manera de hablar solo estaba poniendo a la chica en muchos mas predicamentos.

¿Cómo podría confiar en él después de todo lo que le había hecho?

¿Por qué Zack Clarke en esos momentos lucía menos intimidante de lo que podía recordar?

¿Ella de verdad había huido de casa por un sujeto como él?

— Juno... ¿Puedo preguntarte algo?— dijo Zack mirando a su hija— Hace un rato... cuando llegué y me informaron donde estabas... te vi en una oficina y... junto a ti estaba una niña pequeña, su cabello era castaño y con algunos rizos

— Charlotte. Su nombre es Charlotte— respondió Juno aún con seriedad— Es mi hija y tiene cinco años

Hubo un corto silencio en donde Zack parecía estar tratando de formar una oración adecuada para que Juno no volviera a explotar y se armara una escena mucho mas grande.

— Es idéntica a ti...— sonrió ligeramente el hombre— Cuando tenías su edad... amabas jugar en los pasamanos. Siempre terminabas con las manos lastimadas de tanto jugar...

— Zack. Con todo el respeto que seguramente no mereces, no estoy aquí para hablar de mi hija o para intentar recordar una infancia que ya se encuentra borrosa por el paso de los años y el dolor— dijo Juno levantándole la mirada— Ambos estamos aquí para darle a la UAC toda la información que tengamos que pueda ser útil en el caso. No confundas las cosas y quieras venir a hablarme como si nada hubiera pasado

— Entiendo... es solo que llevo años sin verte y el saber que ahora ya hasta eres madre... es bastante sorpresivo

— Si llevamos tantos años separados es por tu culpa. Nuestro distanciamiento es solo el resultado de todo lo que me hiciste pasar durante la pubertad y parte de la adolescencia— decía Juno tratando de no venirse abajo— Sabes lo que hiciste y lo que no. Entonces, te pido por favor que no traigamos de regreso todos esos temas... no es el momento

Zack Clarke asintió para luego bajar la mirada nuevamente.

En definitiva esto estaba resultando demasiado complicado de procesar para Juno.

•••

Juno decidió que necesitaba tomar aire, por lo que cuando el interrogatorio con su padre terminó, optó por salir lo más rápido que pudo.

No sabía exactamente a donde dirigirse, lo único que sabía era que necesitaba tomar aire y que sus emociones dejaran de abrumarla tanto.

Sin saber como lo había logrado, la castaña logró llegar a una terraza que parecía estar diseñada para los fumadores del lugar, cosa que ella agradeció enormemente.

Había dejado de fumar cuando se había enterado que estaba embarazada, sin embargo para ese momento, la nicotina parecía suplicarle entrar a su organismo.

Un cigarro, era lo que necesitaba para intentar regular de nueva cuenta su respiración.

Con algo de timidez y educación le pidió regalado un cigarrillo a una mujer que fumaba sola mientras miraba el cielo, la cual accedió con una gran sonrisa.

— Gracias— agradeció Juno tomando el encendedor que la mujer también le extendía— Necesitaba uno y no hubiera sabido donde conseguirlo...

— No es nada. ¿Día difícil?— preguntó la mujer mayor

— Creo que uno de los peores en mi vida— asintió Juno dejando salir el humo de su boca— ¿Se nota mucho?

— Digamos que soy buena leyendo a las personas— respondió la rubia— Bueno, no sé que esté pasando por tu vida, pero al ver tu gafete de visitante asumiré que tu estadía aquí no es por nada bueno. Pocas personas vendrían a las instalaciones del FBI por algo bueno

— Si... tiene razón

— Lamento mucho la razón por la cual te encuentras aquí, pero si es por algo sin resolver, ten por seguro que aquí trabajan las mejores personas y ellos harán todo por ayudarte

Juno asintió y le dio una calada mas a su cigarrillo. No quería abrumar con sus problemas a una desconocida, pero agradecía sus palabras de aliento.

Hubo unos momentos mas de silencio en donde Juno solo se dedicó a seguir fumando y a derramar algunas lágrimas en silencio. No quería hacerlo, pero la presión en el pecho era demasiada y no se sentía capaz de poder soportar todo lo que estaba ocurriendo. Al menos no por el momento.

— Aquí estás, comenzaba a preocuparme y... oh— dijo la voz de Spencer haciéndola voltear— Buenas tardes jefa Strauss... no quería interrumpir nada

Juno volteó y se dio cuenta que el castaño le hablaba a la mujer que momentos antes le había obsequiado el cigarrillo que ahora se consumía en sus dedos.

— Doctor Reid, buenas tardes— saludó amablemente la mujer— No se preocupe, no interrumpe nada. Es mas, ya debo irme... un placer conocerte, Juno

— Gracias, igualmente jefa Strauss— sonrió tímidamente la castaña— Y de nuevo, gracias por el cigarrillo y las palabras

— No fue nada. Compermiso

Erin Strauss se alejó y aunque Juno nunca había escuchado hablar de aquella mujer o tampoco había tenido una larga conversación, el escucharla hablar bien del equipo que ahora resolvía el caso de su madre, la hacía sentir solo un poco mejor.

— Perdóname por salir corriendo y no decir nada... necesitaba un momento a solas para respirar...

— No te disculpes, lo entiendo— asintió Spencer— ¿Quieres que te deje de nuevo a solas o prefieres que me quede?

— ¿No tienes que seguir trabajando?

— Hotch me dio permiso de estar al pendiente de ti— confesó Spencer con una sonrisa de lado— No quiero que te sientas sola, pero entenderé si necesitas momentos para pensar a solas...

— No te apures. Tu compañía siempre sera algo que voy a aceptar— le sonrió la castaña— Por el momento quiero estar aquí... siento que si entro a otra oficina o sala de interrogatorios, me voy a desmayar

— Podemos quedarnos aquí, puedo incluso comprarte algo para comer o beber, que estoy seguro que no has probado bocado en varias horas

— No tengo muchas ganas de comer en realidad...

— Eso no era una sugerencia. Necesitas alimentarte, con tantas emociones no quiero que te desmayes por no comer— decía Spencer— Vamos a que comas algo, aunque sea ligero

Juno sabía que Spencer no se rendiría, por lo que terminó su cigarrillo y aceptó la propuesta del castaño.

— ¿Sabías que fumar un cigarrillo quita seis minutos de tu vida?— informó Spencer haciendo reír a su novia

— No, pero ahora es un dato que jamás saldrá de mi cabeza. Gracias— sonrió la chica— Aunque quiero que sepas que no soy fumadora, dejé de hacerlo hace años, pero la situación me hizo querer uno...

— No tienes porque darme explicaciones. Está bien, no te apures

Juno le sonrió y le dio un corto beso en los labios. Acción que la hizo sentir esas clásicas mariposas que solo Spencer era capaz de producir.

Y es que aún en los peores momentos, Spencer lograba darle paz y hacerla sentir que nada podía herirla si se encontraba cerca de él.

Y como amaba ese sentimiento... de la misma manera en la que amaba a Spencer Reid.

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