026 || the past returns

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Chapter Twenty Six
el pasado vuelve

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EL CORAZÓN DE JUNO LATÍA CON DEMASIADA INTENSIDAD, cosa que se había vuelto muy común desde que Spencer Reid había aparecido en su vida. Sin embargo en esta ocasión sus latidos tan intensos no eran por algo bueno, no eran por tener al castaño acariciando sus mejillas o por verla fijamente a los ojos...

Juno no sabía que hacer. Quería gritar, llorar, golpear al sujeto frente a ella, aventarle lo primero que tuviera a la mano, alejarse... había tantos sentimientos en su interior que parecía que estaba ocurriendo un tsunami dentro de ella.

Por un momento dejó de comprender lo que estaba pasando a su alrededor, su visión solo podía enfocar al hombre frente a ella y sus oídos dejaron de escuchar lo que pasaba. Todo era como si se encontrara en un túnel y los sonidos se fueran alejando.

La castaña siempre se había enorgullecido de su capacidad para responder a cualquier clase de situación, de nunca quedarse sin palabras... pero ahora esas habilidades parecían haber desaparecido en tan solo unos pocos segundos.

Austin Robert Matthews, el hombre que rompió cada parte de su corazón y espíritu se encontraba frente a ella, sonriéndole como si todo lo que ocurrió hace mas de cinco años se hubiera tratado de un chiste de mal gusto o de una anécdota divertida para recordar en el futuro.

— ¿Juno, estás bien?— preguntó Luna en cuanto se dio cuenta que algo no andaba bien— Juno, reacciona. ¿Qué pasa?

Spencer escuchó las preguntas de Luna y de inmediato volteó para encontrarse con su novia en un completo estado de shock. Podía ver como sus manos temblaban, como recargaba todo su peso en la barra frente a ella e incluso como algunas lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas.

En ese momento no importó el dolor de su rodilla o los clientes frente a él, solo le importaba Juno y su bienestar (que era mas que claro que había sido afectado de alguna manera).

Se levantó y con la mayor agilidad que pudo, se acercó hasta donde se encontraba la castaña, a quien le comenzó a hablar para intentar sacarla de ese estado.

— Luna, atiende al cliente. Yo me encargo de Juno— pidió Spencer

— ¿Estás seguro? ¿Quieres que te traiga algo? ¿Puedo traerle algo?— preguntaba Juno con nervios

Spencer solo negó y tratando de no tocarla para no hacerla reaccionar mal, intentó hablarle.

No le prestó atención al hombre frente a ambos. Solo le interesaba que Juno pudiera reaccionar y le explicara que estaba ocurriendo.

— ¿Ella está bien?— preguntó el pelinegro frente a ellos

— ¿Dijo algo antes de ponerse en este estado?— le preguntó Spencer sin mirarlo

— No, no realmente. Solo quise saludarla... no entiendo que está pasando, Juno nunca se queda sin palabras...

— Un momento, ¿Por qué sabes su nombre? ¿De dónde la conoces?— preguntó nuevamente Spencer al darse cuenta de que el cliente sabía su nombre— ¿Y tú quien eres?

Spencer lo vio en un intento de reconocerlo de alguna de las tantas fotografías que había visto ya fuera en su departamento o en la parte trasera de la pastelería...

— Soy un viejo conocido. Tal vez no me conozcas, mi nombre es Austin...

Austin...

“Tengo todo un pasado lleno de tragedias y drama... un ex novio del cual nunca me despedí y es el padre de mi hija”

Esas habían sido las palabras exactas por parte de Juno el día que le confesó si historia de vida.

— Sal de aquí— dijo Spencer con seriedad al darse cuenta quien era el sujeto frente a ellos— ¡Sal de aquí y no vuelvas a poner un pie en este lugar o cerca de Juno!

Los gritos... los gritos de Spencer fueron lo único que logró sacar a Juno de su estado de shock.

Ella no podía creerlo, no podía procesarlo, todo parecía ser una horrible pesadilla... él realmente se encontraba frente a ella.

— ¡Vete, vete, vete!— comenzó a gritar Juno al salir de su antiguo estado— ¡No te quiero aquí!

Los clientes que aún quedaban en la pastelería se quedaron observando la escena con sorpresa. La mayoría de los que estaban ahí eran clientes frecuentes y conocían a Juno como una mujer amable, nada parecido a lo que estaban viendo en esos momentos.

— Juno, déjame hablar... dame una oportunidad de explicarte— trató de decir Austin— Este no es el lugar...

— ¡Lárgate de aquí!— gritó nuevamente, pero ahora siendo sujetada por Spencer— ¡Me corriste del departamento cuando mas te necesité! ¡Viste a mi bebé como un estorbo en nuestras vidas y me pediste abortarla sin que te interesara mi opinión!

— Fue un error...

Las palabras de Juno fueron mas que suficientes para que Luna decidiera intervenir. Se disculpó con los clientes que había frente a ella y con paso firme se acercó hasta donde el pelinegro se encontraba.

La pelirroja lo reconoció como el cliente que había pedido las cajas de galletas que Spencer le había ayudado a empacar y decorar. No podía creer que aquel cliente que había estado viniendo durante días atrás fuera el papá de Charlotte... el ex novio de Juno.

— Señor, le voy a pedir amablemente que se retire y no lamento informarle que usted no será bien recibido en este establecimiento— dijo Luna tratando de sonar lo mas amable que podía y aguantando todas las ganas de golpearlo— No me obligue a usar la fuerza para sacarlo...

— Soy un cliente y vine a recoger un pedido que...

— ¡Tú eres un imbécil sin pelotas y que no es capaz de hacerse responsable de sus acciones!— decía Juno cegada por la furia— Eso es lo que eres. ¡Un cobarde!

El ambiente estaba completamente tenso. Incluso algunos de los clientes que continuaban formados decidieron irse, los que se quedaron solo retrocedieron para no verse involucrados.

— ¡Juno, Juno, adivina que me acabo de...!

La voz de un emocionado Izzy rompió parte del ambiente tenso. Sin embargo al darse cuenta que los clientes estaban pegados a la pared, Juno era sujetada por Spencer y Luna tenía una expresión de querer golpear a la persona que tenía enfrente (a quien aún no veía), toda si emoción desapareció y la confusión apareció en él.

— Ehh, ¿Contexto?— preguntó el de cabello largo mirando a todos en el local— ¿Acaso un cliente volvió a aventarle el dinero a Juno? Ya les dije que debemos poner un letrero que diga que si no son amables con el personal, les triplicamos los costos

Nadie decía nada y la preocupación de Izzy aumentaba.

— ¡Ya díganme que...! Un momento...

Entonces lo supo.

Volteó su mirada al hombre a quien Luna miraba con tanto odio y entendió porque Juno lucía tan molesta, porque Luna parecía estar por soltar golpes y porque los clientes que quedaban solo miraban la escena sin hacer ninguna clase de comentario.

Izzy conocía a Austin gracias a una antigua fotografía que en algún momento Juno le había mostrado.

— Si me despiden por esto, habrá valido por completo la pena— dijo Izzy antes de aproximarse a Austin

Todo sucedió tan rápido que nadie pudo hacer nada para detenerlo, ni siquiera el propio Austin pudo evitar lo que ocurrió.

Izzy golpeó con tanta fuerza a Austin que este cayó al suelo con la nariz sangrante.

— ¡Izzy!— exclamó Juno con preocupación

Y es que por supuesto que Juno deseaba mas que nadie brindarle mas de un golpe al pelinegro, sin embargo no quería que sus amigos terminaran metidos en alguna clase de problema por su culpa.

— ¡Lárgate de aquí antes de que te de otro golpe que haga que escupas tus dientes!— amenazó Izzy con gran molestia y ahora siendo detenido por Luna— No sé que hagas aquí y tampoco me interesa. No eres bien recibido en este lugar, mucho menos cerca de Juno

— ¿¡Qué te pasa idiota!?— preguntó Austin molesto y tratando de irse contra él, cosa que no ocurrió ya que terminó siendo detenido por uno de los clientes que quedaban

— Chico, no creo que sea buena idea que sigas aquí. Es mejor que te vayas antes de que alguno decida llamar a la policía— le dijo el cliente a Austin, quien aún miraba con odio a Izzy

Mientras todo esto pasaba, Juno se refugió en los brazos de Spencer.

Siempre creyó que si en algún momento volvía a toparse con Austin lo enfrentaría con valentía y se mantendría con fuerza frente a él. Sin embargo ahora que lo tenía de frente, se dio cuenta que aún existían heridas que no sanaron del todo y que pese a que lo intentara, no podía ser fuerte todo el tiempo.

No quería llorar, no enfrente de Austin, no le quería dar esa satisfacción.

— No puedes huir de esto y tampoco te puedes esconder por siempre detrás de todos aquí. Necesitamos hablar y lo sabes— le dijo Austin a Juno— Tenemos algo que nos va a unir toda la vida, no puedes alejarme por siempre

— Tú y yo no tenemos nada. Cualquier cosa que hubiera existido entre nosotros desapareció la noche que me diste a elegir entre mi bebé o tú— respondió Juno sin soltar a Spencer y mirando mal a su ex— No quiero volver a verte. Jamás, no vuelvas a venir, no me busques, no te quiero tener cerca

Austin miró mal a todos, aunque centrando su atención en el castaño que rodeaba con sus brazos a su ex novia.

Él la conocía y sabía que Juno no era alguien que se dejara abrazar de manera continua. Sabía que Juno no era la clase de mujer que permitía que cualquiera estuviera tan cerca...

Lo supo de manera inmediata.

Él y ella estaban juntos.

— Esto aún no termina— exclamó Austin antes de salir del establecimiento

Nadie dijo nada. Aún todo se sentía demasiado tenso y no sabían como reaccionar a lo ocurrido.

Juno por mas que quiso mantenerse firme no pudo hacerlo. Escondió su rostro en el pecho de Spencer y se soltó a llorar como no lo había hecho en muchísimos años.

Las lágrimas caían desconsoladamente por sus mejillas, reflejando la ira y la tristeza que la invadían en ese momento.

No podía terminar de procesar que la vida se había encargado de volverla a reunir con su ex pareja, el padre de su hija... el hombre que la abandonó cuando más lo necesitaba.

Sin duda el revivir aquellos recuerdos había sido como abrir una herida que nunca había terminado de sanar.

Mientras Juno lloraba, su mente se llenaba de preguntas sin respuesta. ¿Cómo pudo abandonarla así? ¿Cómo pudo ser tan insensible? ¿Cómo es que había tenido los pantalones de volver a aparecer como si nada?

La ira ardía en su interior, mezclándose con la tristeza y la sensación de abandono que aún persistía después de tanto tiempo.

Spencer, con todo su amor y comprensión, se mantuvo en silencio, acariciando suavemente el cabello de Juno y besando su frente en un gesto de consuelo. Sabía que no había palabras que pudieran disipar todo el dolor que Juno estaba sintiendo en ese momento, pero a través de sus muestras de afecto, intentaba transmitirle que no estaba sola.

Juno se aferró aún más a Spencer, buscando refugio en su presencia reconfortante. Sus sollozos se mezclaban con suspiros entrecortados, mientras dejaba escapar la rabia y el dolor acumulados durante tanto tiempo.

— A todos los presentes, me disculpo por la escena que acaban de presenciar. Los que ya nos conocen saben que en Thirwall's Bakery nos gusta mantener un espacio seguro, sin embargo esta situación se salió de nuestras manos— comenzó a hablar Luna para evitar la atención a su amiga— Es por eso que para compensar este mal rato les ofrecemos un pastelillo del sabor de su preferencia totalmente gratis

— Spencer, ¿Puedes llevar a Juno atrás? Yo ayudo a Luna— le dijo Izzy al castaño

Él asintió.

— Juno, cariño... necesito tomar mis muletas para caminar— le susurró Spencer al oído

— Si, déjame... déjame ayudarte— respondió ella limpiando las lágrimas que había en sus mejillas

— No hace falta. Solo ve a la parte de atrás, yo puedo hacerlo— le respondió

Juno no tuvo muchas ganas de argumentar nada y caminó con la mirada baja a la parte trasera del local.

— Yo creo que sería bueno llamar a Zara y a Minerva— le dijo Spencer a Izzy— Nosotros podemos apoyarla todo lo que podamos, pero ellas fueron las únicas que estuvieron para Juno cuando todo ocurrió... las va a necesitar

— Yo las llamo— dijo Luna— Ve con ella, te necesita

Spencer asintió y con un poco de dolor en la rodilla por el esfuerzo que había hecho momentos atrás, se encaminó a la parte trasera.

Entonces encontró a Juno sentada en el sofá que varias veces Charlotte usaba para dormir. La mujer abrazaba sus piernas mientras se escuchaban sus sollozos.

El corazón de Spencer se partió al verla en ese estado.

No lograba comprender las emociones por las que Juno estaba pasando, pero no había que esforzarse mucho para entender que la castaña se encontraba pasando por un muy mal momento.

Con pasos delicados, Spencer se acercó hasta el sofá y se sentó junto a Juno, quien al sentirlo cerca lo abrazó de manera inmediata.

Juno se volvió a aferrar a los brazos reconfortantes de Spencer, todo mientras las lágrimas aún inundaban su rostro.

En definitiva su encuentro con el hombre que alguna vez rompió su corazón y la abandonó durante su embarazo había desatado una avalancha de emociones dolorosas en su interior.

Y es que a pesar de en esos momentos sentir el apoyo y la calma que Spencer le ofrecía, los recuerdos del pasado con Austin inundaban su mente, provocando una ansiedad abrumadora. Cada imagen, cada palabra mal dicha, parecía reproducirse sin cesar, intensificando su angustia.

Spencer, notando el tormento interno que Juno estaba atravesando, la abrazaba con fuerza y sin juzgarla.

Sus brazos se convertían en un refugio seguro, donde ella podía permitirse ser vulnerable y dejar salir todo el dolor acumulado. Él comprendía que sanar tomaría tiempo y paciencia.

Juno se desahogaba entre sollozos entrecortados, dejando escapar el peso que llevaba en su corazón. Expresó con un gran dolor mas varios de los malos momentos que había tenido que pasar una vez que se separó de Austin hace ya mas de cinco años.

— Cuando Austin rompió mi corazón, rompió toda esperanza de que alguien en algún momento volviera a amarme... destruyó mi autoestima y todo mi amor propio. Pensaba que si el hombre que me había jurado un amor eterno me había roto de la manera en la que él lo había hecho... ¿Qué me esperaba con cualquier otra persona? Sobretodo siendo una madre soltera— explicaba Juno entre lágrimas

La sensación de traición y abandono inundaba su mente, dejándola en un estado de fragilidad emocional.

Spencer escuchaba atentamente cada palabra, sin interrumpir ni intentar cambiar sus sentimientos. Él entendía que las heridas del pasado requerían ser escuchadas, reconocidas y sentidas antes de que Juno pudiera comenzar a curar. Estaba allí, dispuesto a ofrecerle un hombro en el que apoyarse y un oído dispuesto a escuchar, sin condiciones ni juicios.

— La depresión que me dejó mi separación con Austin me estuvo comiendo viva por varios meses... eso hizo que mi embarazo se volviera de alto riesgo— siguió explicando— No comía lo suficiente, lloraba día y noche, no me levantaba de la cama... Charlotte pudo morir por mi culpa y cuando comprendí el daño que le estaba haciendo a mi bebé me prometí a mi misma no volver a dejar que nadie me volviera a pisotear de esa manera... por eso me negué tanto a estar con alguien más después de Austin

— Eres la mujer mas fuerte y valiente que he conocido en toda mi vida. Te levantaste de tantos golpes... verdaderamente no sé como lo lograste, de dónde sacaste esa fuerza, pero es admirable— decía Spencer acariciando el cabello de su novia— Y comprendo que tus heridas volvieran abrirse después de este mal rato, pero ten por seguro que yo voy a estar aquí para apoyarte y recordarte que nunca más volverás a estar sola. No me voy a ir, eso es una promesa

Poco a poco, Juno comenzó a sentir la ansiedad disiparse. Los abrazos cálidos y las palabras amorosas de Spencer actuaban como bálsamo en sus heridas emocionales. La sensación de seguridad y comprensión que él le brindaba le permitía encontrar cierta calma en medio de la tormenta interior que la acosaba.

En ese abrazo protector, Juno se dio cuenta de que, aunque el pasado siempre estaría presente en su memoria, tenía en Spencer un presente y un futuro en el que el amor, el respeto y la aceptación serían las bases.

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