022 || about juno
═════════════════════════
Chapter Twenty Two
sobre juno
═════════════════════════
LA REUNIÓN HABÍA TERMINADO, CASI TODOS YA HABÍAN REGRESADO A SU CASA, CON EXCEPCIÓN de Juno y Charlotte, quienes se encontraban esperando a que Zara pasara por ellas para irse todas juntas a casa. La niña dormía en la cama de Spencer, quien se encontraba recogiendo la basura mientras Juno lavaba los pocos trastes que quedaron.
Había sido un buen cumpleaños para Spencer, lo pasó en compañía de sus personas favoritas e incluso con aquella bella chica que acababa de conocer hace no mucho pero que se había adueñado de sus pensamientos y su adorable hija.
Aún no habían hablado sobre que en que dirección irían ahora que ambos se habían confesado sus sentimientos y que además se habían besado, pero Spencer aprovecharía esos últimos momentos a solas para iniciar esa conversación. Su conflicto era que no sabía como empezar a tratar ese tema.
No solía tener muchos acercamientos con chicas, mucho menos estaba acostumbrado a que sus sentimientos fueran correspondidos.
Él veía a Juno como una mujer impresionante. No solo por su apariencia física, si no por todo lo que ella representaba, alguien fuerte, valiente, de carácter duro, trabajadora, excelente madre e inteligente... y aún así, ella siendo todas esas cosas había correspondido lo que él sentía. Era como el mejor de los sueños, uno del que jamás desearía despertar.
Juno por su parte notaba un poco nervioso a Spencer y eso la hizo sentir curiosidad. Trataba de adivinar que era lo que pasaba, pero el castaño no parecía dar alguna clase de indicio para que ella supiera la cantidad de cosas que ocurrían en su mente.
El aire estaba impregnado de una tensión palpable mientras se miraban, conscientes de que habían cruzado una línea que ya no podían deshacer. Las palabras compartidas y aquel beso, su primer beso, seguían resonando en sus mentes, dejando una huella imborrable de dulzura y deseo.
Los nervios se apoderaron de ambos, mezclándose con una sensación de vulnerabilidad. Tanto Juno como Spencer anhelaban profundizar en aquella conexión recién descubierta, pero también temían arruinar el momento perfecto con sus inseguridades y miedos.
Y vaya que ambos tenían demasiadas.
Spencer temía no ser lo suficientemente bueno para Juno y para Charlotte. Temía que por su trabajo ambas llegaran a sentirse abandonadas o que las cosas no funcionaran como él tanto lo deseaba. Temía que la castaña no encontrara en él todas esas cualidades que sabía que ella merecía... temía arruinar todo.
Juno por su parte temía que Spencer no pudiera aceptar que no solo serían ellos dos en una relación, que había alguien mas involucrada en todo y que sería siempre su prioridad, sin importar absolutamente nada. Charlotte.
Temía dejar entrar a Spencer en su vida y la de Charlotte, que no funcionaran las cosas y al final terminara nuevamente con el corazón destrozado, preguntándose todas las noches mientras lloraba que era lo que había hecho mal para enfrentar todo ese dolor. Ya no deseaba salir herida, ya no.
Pero entonces, cuando Juno estuvo a punto de querer frenar todo lo que sentía y tratar de olvidar lo que había pasado el día anterior en un intento de protegerse del dolor, levantó su mirada para encontrarse con Spencer sonriendo mientras volvía a leer aquella tarjeta de cumpleaños que Charlotte le había hecho.
Entonces lo supo.
Spencer no se alejaría por Charlotte.
Spencer comprendería que Charlotte era lo mas importante en su vida.
Spencer lo la lastimaría o la haría sentir insuficiente.
Spencer no era Austin.
Cerró el grifo, secó sus manos con una toalla y se acercó con rapidez hasta donde él se encontraba. Era probablemente unos diez centímetros mas baja que él, pero eso no fue un impedimento para que Juno lo tomara de las mejillas para atraerlo hacía ella y unir sus labios nuevamente en un beso.
La acción tomó por sorpresa a Spencer, sin embargo le tomó muy pocos segundos comenzar a corresponder aquel beso. La tomó de las mejillas para tratar de que no existiera ninguna clase de distancia entre ambos.
Un torrente de emociones amorosas los invadía sin control alguno, envolviéndolos en una especie de espiral de sentimientos profundos y apasionados. Ese beso fue más que un simple contacto físico, era como una fusión de dos almas que se reconocían y se buscaban con desesperación.
Y es que con el suave contacto de sus labios, Juno y Spencer podían sentir una corriente eléctrica recorriendo sus cuerpos. Cada caricia de sus labios era una declaración de amor en sí misma, un lenguaje universal que transmitía la intensidad de sus sentimientos.
Para Juno, ese beso era una toda revelación, un despertar de emociones que crecían dentro de ella. Podía sentir el latido acelerado de su corazón, el fuego que se encendía en su interior. Era una mezcla embriagadora de deseo y ternura, un sentimiento que la envolvía y la hacía sentir viva en maneras que jamás había experimentado pero le encantaba descubrir.
Spencer, por su parte, se encontraba en un estado de asombro y gratitud. El beso lo llevaba a un lugar donde no había lugar para las dudas ni las inseguridades. Sentía una conexión profunda con Juno, una sincronía de almas que superaba cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Era un amor que lo inspiraba y lo impulsaba a ser la mejor versión de sí mismo.
Cada caricia de sus labios era un intercambio de energía y una entrega mutua. Sus cuerpos se seguían acercando, como si buscaran la unión y la fusión de sus almas.
Las manos de Juno se aferraron suavemente a la espalda de Spencer, mientras él la sostenía con ternura, como si temiera que en cualquier momento pudiera desaparecer o el momento pudiera terminarse de manera abrupta.
El beso se profundizó, y el mundo exterior desapareció por completo. Solo existían ellos dos, entregándose el uno al otro sin reservas. El sabor dulce de sus labios y el susurro suave de sus respiraciones se convirtieron en el mejor de los sonidos para sus oídos.
En ese momento, todos sus miedos, todas las inseguridades y barreras se desvanecieron. Solo quedaba espacio para el amor y la conexión mutua.
El beso fue un recordatorio tangible de todo lo que sentían el uno por el otro: el amor incondicional, la pasión desenfrenada, la complicidad y tal vez la promesa de un futuro juntos. En ese instante, ambos comprendieron que habían encontrado en el otro un compañero de vida, alguien con quien compartir risas, lágrimas y cada experiencia que la vida les deparara.
Cuando finalmente se separaron, sus ojos se encontraron, brillando con el reflejo de un amor que solo crecería con el tiempo.
— Quiero estar contigo, quiero estar contigo cada momento que me sea posible— soltó Juno con una gran sonrisa adornando su rostro—Quiero contarte mis miedos, mis sueños, mi pasado, lo que quiero en el futuro... quiero estar a tu lado y aunque tenga miedo de admitirlo, no existe una manera en la que pueda frenar todo lo que me haces sentir. Normalmente tiendo a huir de cualquier clase de sentimiento amoroso por protección, tanto de Charlotte como la mía... pero no puedo hacer eso contigo y siendo sinceros, tampoco quiero hacerlo
— Yo... yo también quiero hacer todas esas contigo. Quiero que me dejes formar parte de tu vida y de la de Charlotte con la promesa de que daré todo de mi para hacerlas felices— sonrió de vuelta Spencer sin dejar de acariciar el rostro de su adorada Juno— No soy muy bueno en todo esto de las relaciones... es mas, nunca he tenido una... pero quiero intentarlo contigo
— ¿Aunque sea una madre soltera con problemas de confianza y con un carácter un tanto complicado?
— Querré a Charlotte de la misma manera de la que te quiero a ti. Te ayudaré a resolver todos esos problemas, ya no estarás sola, nunca— respondió él sin borrar su sonrisa— Y créeme cuando te digo que tu carácter es de las cosas que mas me gustan de ti, así que eso no es un problema en lo absoluto
— Te quiero Spencer, muchísimo
— Y yo te quiero a ti, Juno. Como nunca había querido a nadie en la vida
La felicidad en el corazón de Juno era algo maravilloso, algo que solo había experimentado una unas cuantas veces y todas eran relacionadas a su hija. Cuando la sintió patear dentro de ella por primera vez, cuando la vio en el ultrasonido, cuando supo que tendría una niña... Jamás pensó que aquel bello sentimiento podría volverlo a experimentar en compañía de alguien mas y mucho menos espero que alguien pudiera llegar a derrumbar todas esas barreras que tantos años le costó construir.
— Escucha... si vamos a estar juntos quiero que sepas mas sobre mi, sobre mi historia y el porque siempre parece que pongo barreras para no permitirme ser feliz— le dijo Juno al castaño tomando su mano— Quiero que me conozcas y si aún con todo eso quieres seguir formando parte de mi vida, yo estaré mas que feliz
—Nada de lo que digas podrá asustarme, porque te aseguro que en donde encuentras defectos en ti misma, lo único que yo puedo ver son mas razones para estar completa y perdidamente enamorado de ti— sonrió Spencer
Enamorado de ti, eso sonaba tan bien viniendo de la voz de Spencer que el corazón de Juno latió con fuerza por aquella declaración.
Tomados de la mano caminaron hasta el sofá, en donde tomaron asiento mientras Juno trataba de organizar sus pensamientos para saber porque parte tenía que comenzar.
Su historia con Austin y como era que había terminado siendo una madre soltera.
Porque se alejaba tanto de los hombres cuando intentaban formalizar con ella.
— No sé por donde comenzar. He pasado por tanto en mi vida... desde que mi madre murió, mi padre se volvió a casar con una mujer que se la pasó despreciandome desde el primer instante... me salí de mi casa para vivir con el papá de Charlotte
— Iniciemos en orden cronológico, ¿te parece?— interrumpió Spencer tomando de las manos a la castaña para tratar de brindarle un poco de calma— Te prepararé un té para que estés un poco más relajada
Juno asintió agradecida.
— Lo primero es lo de mi mamá... murió cuando yo era muy chica, no recuerdo lo que ocurrió, solo se que un día mi padre me despertó para decirme que ella había sufrido un accidente automovilístico y que ya no iba a volver... su ataúd siempre estuvo cerrado entonces no pude verla una última vez— empezó a contar con tristeza en su voz— No pasó mucho tiempo para que mi padre volviera a casarse con una mujer que nunca me quiso e hizo de mi vida un completo infierno...
— ¡Tú mamita está muerta, se fue y te abandonó, jamás va a volver!— le gritaba aquella mujer a la pequeña niña que lloraba mientras abrazaba sus piernas y un osito de peluche— ¡Eres un fastidio, ya cierra la boca!
La pequeña Juno quería defenderse, sin embargo se sentía demasiado pequeña e inofensiva para hacer algo al respecto, además de que sabía que si hacía algo en contra de aquella mujer, su padre tomaría cartas en el asunto y no sería de una manera amable.
— ¡Para de llorar que me produces jaqueca!— volvió a gritar la terrible mujer— Ahora deja ese estúpido oso de felpa y ponte a hacer algo de provecho
— Nunca supe porque aquella mujer me odió tanto, pero así lo hizo desde el momento en donde me conoció... yo trataba de no dar problemas para mantener una paz en la casa, pero siempre buscaba la manera de reprenderme por cualquier cosa— suspiró Juno con un amargo sabor de boca— Cuando tenía 16 conocí a Zara y al padre de Charlotte. Ambos cuidaron de mi, me alimentaban cuando mi madrastra se negaba a darme alimentos porque según ella no los merecía... me consolaron todos los días que pensaba en rendirme...
Spencer veía el dolor de Juno, le rompía el alma verla tan destrozada y le hervía la sangre de tan solo pensar que hubo alguien en algún momento hizo sentir a la castaña tan miserable. Se acercó hasta ella y con delicadeza la abrazó para después depositar un tierno beso en su frente.
— Lo que tu me quieras contar está bien para mi, si esto te duele mucho podemos solo cambiar de tema— le dijo Spencer tomándola de la barbilla para que sus miradas se conectaran— Agradezco mucho que hagas el esfuerzo por contarme todo esto, pero no hace falta que me cuentes todo hoy. Tenemos mucho tiempo para conocernos
— Lo sé... es solo que quiero que esto funcione y para eso tengo que ser honesta contigo sobre muchas partes de mi vida de las cuales no suelo hablar— sonrió amargamente la castaña— Pero tienes razón, no contaré todo esta noche... pero por lo menos quiero que sepas lo que ocurrió poco después de que conocí a Zara y al padre de Charlotte... quien ahora sabrás se llama Austin
Spencer se separó y tomó asiento en una de las sillas mientras esperaba a que el agua del té estuviera caliente.
— En algún punto comencé a tener sentimientos por Austin y él por mi, comenzamos una relación y fui feliz a niveles que nunca hubiera creído posibles. A su lado todo se sentía tan bien, tan alegre, tan correcto... era todo para mi— recordaba Juno sintiendo una presión en su pecho por las memorias— Fue por eso que poco después de cumplir los 17 años decidí irme a vivir con él. Yo ya trabajaba para pagar mis estudios y para mantenerme puesto que mi madrastra o mi padre no dieron un solo dólar para mi... pensé que si ya me mantenía y era miserable viviendo con ellos, podía mantenerme en un lugar en donde pudiera ser feliz...
¿Qué hora era? No tenía idea, solo sabía que era de madrugada y que todos en aquella casa se encontraban dormidos por lo que siendo lo mas sigilosa que se podía, se encargó de sacar sus maletas por una de las ventanas de la sala. Ya estaba harta de vivir en aquel lugar, no soportaba ni un solo segundo mas, solo deseaba ser libre y tener una vida tranquila en compañía del hombre que amaba.
— ¿Estás segura que quieres irte con Austin?— preguntaba Zara del otro lado de la ventana tomando la maleta que Juno le pasaba— Sabes que puedes venir a mi casa, mi madre te adora...
— No quiero ser un estorbo para ustedes, además Austin encontró un lugar que ambos podemos costear... estaré bien, lo prometo— asintió Juno mirando a su alrededor para asegurarse de no olvidar nada— Solo necesito salir de aquí o voy a terminar matándome
— ¿De menos dejaste una carta o un mensaje?— volvió a preguntar Zara
— Por supuesto que no. Ninguno de ellos se preocupa realmente por mi, así que no tendría que interesarles si me voy de aquí— negó Juno— Ya está todo. Hazte a un lado para que pueda salir y por fin ser libre
Esa noche Juno huyó del infierno que era la casa de su padre. Sin sospechar que el infierno no solo podría encontrarse en ese lugar.
—Tenía tan solo una semana de haber cumplido los 20 años cuando comencé a tener ciertas sospechas sobre mi embarazo y aunque quería creer que mis síntomas eran mera casualidad terminé comprobándolos tan solo unos días después... — seguía contando Juno mientras veía a Spencer preparar el té— Como te lo conté el día que tuvimos nuestra cita en el parque, apenas podía con los gastos del departamento y de mis estudios... mi vida no mejoró como creí. Austin al principio apoyó en los gastos de la casa pero en algún punto dejó de hacerlo y toda las responsabilidad cayó en mi... ahora imagínate como me sentí cuando supe que estaba embarazada...
— Debo asumir que nada salió bien...
— En efecto. Austin quería que abortara sin siquiera preguntarme que era lo que yo quería y eso hizo que la venda que cubría mis ojos por fin cayera. Había tenido demasiados conflictos con él desde antes, ya no éramos los mismos pero yo me aferraba a creer que él era el amor de mi vida— respondió Juno aceptando la taza que Spencer ya le ofrecía— En ese momento no sabía bien que haría de mi vida, pero si sabía que eso lo quería decidir yo...
— ¿Entonces... por eso terminó su relación? ¿Por peleas?
— Una parte si. Pero lo principal es que me culpó por quedar embarazada, me acusó de serle infiel y me corrió del departamento... él dijo que me fuera y que solo podría volver si abortaba...
Spencer solía considerarse como una persona bastante tranquila, alguien que siempre evitaba los problemas. Pero al escuchar todas las cosas tan espantosas que aquel sujeto había hecho pasar a Juno, solo podía pensar en encontrarlo para romperle los dientes de un golpe.
— Como te lo dije, no sabía que hacer, pero estar con él ya no era una opción... fue así que llegué a vivir con Zara y su madre— dijo Juno mientras bebía de su té— Ellas me apoyaron y me dieron esa familia que tanto había anhelado. Minerva me ofreció trabajo en la pastelería para que pudiera ir comenzando a ahorrar para cuando mi bebé naciera. Zara me ayudó a obtener una beca para madres solteras y eso me hizo poder juntar el dinero suficiente para que las tres nos mudáramos al lugar donde vivimos ahora... uno mas grande y mejor ubicado
Las palabras que Morgan le había dicho algunos días atrás ahora cobraban sentido en la mente de Spencer. La vida de Juno no había sido en lo absoluto sencilla, ahora comprendía un poco mas del porque la chica a veces parecía ser tan cerrada y tal vez un poco compleja.
Juno solo quería protegerse de los corazones rotos.
— Ahora lo sabes. Tengo todo un pasado lleno de tragedias y drama... un ex novio del cual nunca me despedí y es el padre de mi hija, un intento de familia que se encargaron de destrozarme los primeros años de mi vida y una amorosa madre que perdí hace años de una manera de la cual no estoy tan segura— suspiró Juno con tristeza— ¿Aún así quieres estar conmigo?
— Sin duda alguna— asintió sin dudar el castaño— Tuviste una vida muy difícil, pero aún pese a todo lograste salir adelante y eso hace que mis deseos de estar a tu lado crezcan
Fue entonces que Spencer tomó nuevamente a Juno de su barbilla para volver a unir sus labios en un tierno beso que robaría sus alientos.
❥
notita para hacer una mención al bonito gif de spencer y juno.
yo lo amé, ¿a ustedes les gustó?
ya era justo y necesario que los pusiera juntos porque cada que escribo sobre ellos, lloro brillitos.
pregunta: ¿que opinan sobre todo el pasado de juno? ¿creen que esto tenga relevancia en su relación con spence?
K.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top