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Chapter Nineteen
Confesiones

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CUANDO JUNO FUE A BUSCAR A CHARLOTTE LA ENCONTRÓ DORMIDA EN COMPAÑÍA de su gatita en la cama de Zara. La castaña sonrió enternecida ante la escena, entró al cuarto y tapó a ambas con una manta.

— ¿Y Charlotte?— preguntó Spencer tomando de su vaso con agua— ¿Dónde está?

— Se quedó dormida junto con Venus en la cama de Zara— rio Juno emparejando la puerta del cuarto— Supongo que fue a buscarla para darle su comida y terminó acostándose para jugar con ella. Siempre que hace eso se quedan dormidas

— ¿Venus es la mascota que me quería mostrar?

— En realidad es de Zara, pero Charlotte dice que es suya por todo el cariño que le tomó. Le gustan mucho los animales y si por ella fuera tendríamos todo el departamento lleno de gatos o perros— decía Juno mientras tomaba otro paquete de palomitas de la alacena para preparar— Supongo entonces que solo seremos tú y yo

Tú y yo. Eso sonaba tan bien para Spencer, al punto que su sonrisa llenó su rostro solo por escuchar aquellas tres simples palabras.

No había duda alguna, él no solo había caído ante Juno, se aventó directamente a ella y no existía manera de volver, aunque tampoco lo deseaba.

Juno era la mujer mas maravillosa que había tenido la oportunidad de conocer. Su corazón brincaba de alegría al verla de maneras que jamás había experimentado y lo adoraba, adoraba toda la ola de emociones que venían cada que estaba cerca de ella.

— ¿Y cómo te va? Perdón si no me he comunicado, estos últimos días han sido... un poco complicados— suspiraba Juno mientras las palomitas se preparaba— He tenido la cabeza en todos lados y en ninguno a la vez

— No te preocupes, comprendo a lo que te refieres. Es probable que viva en ese estado por todo lo que hago en el trabajo— asintió Spencer— Pues, mi jefe me hizo tomarme unos días para asegurarse que estuviera completamente bien, así que podría decirse que he tenido unos días bastante tranquilos. ¿Qué tal tú? ¿Qué tal va todo?

— Pues, la mamá de Zara está atendiendo la pastelería por mi ya que dice que tengo que seguir reposando, entonces no me preocupo por la parte del trabajo. Charlotte va a la escuela porque Zara me convenció de dejarla salir, ella la lleva temprano a la escuela y Luna pasa por ella para traerla en la tarde— respondió Juno tomando el tazón de plástico que había sobre la mesa para las palomitas— No hago mucho realmente... cocinar, ayudar a Charlotte con su tarea...

— ¿Entonces no has salido de aquí en los últimos días?

— No... no creo sentirme lista para algo como eso. Si te soy honesta tampoco me agradaba la idea de que Charlotte saliera tan pronto, pero hablaron conmigo y bueno... una conversación que no pienso repetir

— Comprendo... ¿Crees que pueda hacer algo por ti?

— No pasa nada. No tienes porque preocuparte. Estoy bien, solo es cuestión de que pasen los días y pueda volver a sentirme bien— sonrió Juno falsamente— Por el momento supongo que solo me quedaré en casa...

Spencer podía notar la diferencia en el tono de voz de la castaña, además de notar como esa última sonrisa era una completamente diferente a lo que él estaba acostumbrado a ver en Juno.

En definitiva algo andaba mal pero no iba a presionar por mas respuestas. Solo quería hacer sentir mas tranquila a la chica y darle momentos de alegría en toda la oscuridad por la que parecía estar pasando.

Ninguno volvió a decir nada mientras las palomitas terminaban de prepararse. No era un silencio incómodo, por lo que Spencer aprovechó para ver las fotos que había en los portarretratos junto al sillón.

Su mirada se centró primero en una foto en dónde se veía a Juno embarazada. Tenía el cabello más corto, estaba de perfil y miraba su panza (la cual parecía ser de seis o siete meses). Usaba lo que parecía ser todo un conjunto de color negro.

"Se ve hermosa" pensaba Spencer sin dejar de mirar tan bella foto.

La foto que había junto era una de Zara y Juno usando ropa quirúrgica. Ambas se veían demasiado jóvenes, por lo que Spencer asumía que era una foto tomada cuando ambas iban en la universidad.

Spencer se sintió intrigado al ver a la Juno de aquellos años y la que ahora se encontraba en la cocina preparando palomitas. En ambas etapas de su vida se veía preciosa, de eso no había duda... sin embargo algo en ella parecía haber cambiado, solo que no era algo que Spencer pudiera identificar o describir.

— ¿Puedes creer que para esa foto ya estaba embarazada y no lo sabía?— preguntó Juno sentándose junto a Spencer— Según las cuentas, tenía una semana tal vez. Lo cual es curioso si me pongo a recordar que en ese tiempo ya no hablaba con Zara tanto como antes... pero ese día coincidimos en unas prácticas y bueno... Minerva insistió en tomarnos una foto del recuerdo

— Las dos lucen bien...

— Fotografías tomadas antes de la tragedia— rio Juno amargamente— Había cumplido 21 tan solo unas semanas atrás... que diferente fue mi vida el año siguiente

Spencer notaba algo de incomodidad en Juno al estar recordando aquellos momentos, por lo que decidió cambiar de tema antes de que cualquier cosa negativa pudiera ocurrir.

— Creo nunca te pregunté esto, ¿Cuándo es tu cumpleaños?— dijo Spencer

— El 6 de Mayo. ¿Y el tuyo?

— 28 de Octubre

Juno lo volteó a ver de manera inmediata. Observó la pequeña pantalla de su celular para rectificar lo que estaba pasando por su cabeza.

— Spencer, eso es mañana— exclamó Juno— ¿¡Cómo que tu cumpleaños es mañana y yo apenas me estoy enterando!? Me siento una terrible amiga por no saberlo

— No tienes porqué preocuparte. Si te soy honesto, como que actualmente estoy un poco distraído con respecto a las fechas. Si no hubiera sido por esto, ni yo mismo hubiera recordado que mañana es mi cumpleaños— rio Spencer sonriéndole de lado a Juno— Además yo tampoco lo mencioné, así que no tenías manera de saberlo. No eres mala amiga, eso tenlo por seguro

— Soy una persona que se toma muy en serio los cumpleaños de las personas que son de alguna manera importantes en mi vida— decía Juno mirando a Spencer y haciendo que sus nervios aparecieran por la cercanía— Así que dime, ¿Mañana tienes algo planeado?

Spencer sintió una alegría enorme al momento de escuchar que Juno lo consideraba una persona importante en su vida.

Ya no era un simple conocido por la pastelería, un cliente regular o un sujeto con quien había tenido un par de citas. Era importante en la vida de Juno y eso le encantaba.

— No realmente. Usualmente paso mis cumpleaños con mi equipo, pero ahora no sé si van a estar en Virginia— respondió él alzando los hombros— Bueno, García se que si va a estar aquí, pero no sé si tenga tiempo

— Bueno, hagamos algo, habla con tu equipo y depende de lo que te digan tal vez puedas volver a venir y te preparo algo especial— sugirió Juno— Un pastel o una comida, lo que tú quieras

— No tienes porque molestarte...

— No es ninguna molestia. Lo hago porque en estos meses que llevo conociéndote te incluíste en mi vida— decía Juno un poco nerviosa, pero sin borrar la sonrisa de su rostro— Además no olvido que fuiste una de las personas que contribuiste a que pudiera sobrevivir... Se que lo hiciste porque era tu trabajo y todo eso, pero además le hiciste esa promesa a Charlotte y por lo que hablé con ella, eso la hizo sentir mejor... no tenías que hacerlo y... bueno, gracias

— Estoy muy feliz de que pudiéramos encontrar la manera de salvar a cuantos fue posible y por supuesto que me hace feliz saber que aún pese a todo, sobreviviste... no sabría que sería de mi sin ti

Esa última parte fue dicha como si fuese un susurro, pero Juno pudo escucharla perfectamente y eso la hizo sentir como sus latidos se aceleraban.

Los dos se miraban fijamente a los ojos, y en el aire había una tensión palpable.

De repente, algo cambió. Un chispazo recorrió sus miradas y sus corazones comenzaron a latir más fuerte. Se sentían atraídos el uno por el otro, y no podían evitar sentir esa conexión especial que surgía entre ellos.

Sin decir una palabra, se acercaron y sus manos se entrelazaron. Sus dedos se rozaron suavemente, y en ese momento supieron que algo había cambiado. Sus miradas se encontraron de nuevo, y por un instante, el tiempo pareció detenerse. Se miraron fijamente a los ojos, y sintieron cómo una corriente eléctrica recorría sus cuerpos. Ambos estaban sintiendo cosas nuevas e intensas el uno por el otro, y no podían evitar sentir la alegría de poder estar juntos.

El ambiente estaba cargado de emoción, y ninguno de los dos quería romper el momento. Sabían que algo especial estaba ocurriendo entre ellos, y que era algo que no podían dejar pasar.

De repente, Juno tomó la mano de Spencer y lo acercó a ella. Sus miradas seguían conectadas, y sintieron cómo sus corazones latían al unísono... Juno y Spencer estaban a tan solo unos centímetros de rozar sus labios.

Eso estaba realmente sucediendo y Spencer no podía creerlo.

Pero entonces un sonido hizo que ambos se detuvieran y que Juno retrocediera. Era su celular sonando.

— Lo lamento... yo... tengo que contestar— dijo Juno con la voz temblorosa por los nervios— Puede ser importante y...

— No te preocupes— negó Spencer tratando de ocultar su molestia y decepción ante no haber podido besar a Juno

Juno trató de sonreír, pero no pudo. Mucho menos cuando en la pantalla de su celular pudo ver el nombre de Declan.

¿Qué hacía llamándola? Se preguntaba mientras se debatía sobre si debía contestar la llamada.

Ellos habían decidido no volver a hablar y a mantenerse alejados después de la última conversación que tuvieron.

— ¿Estás bien?— le preguntó Spencer al notar como Juno solo observaba la pantalla del teléfono sin responder— ¿Quién es?

— Ehhh, alguien con quien se supone no volvería a hablar— decía Juno aún confundida— ¿Debería contestar?

— Pues... no lo sé— respondió Spencer aún mas confundido— Supongo que si no ibas a volver a a hablar con esa persona es por algo... no sabría decirte

El teléfono dejó de sonar y Juno suspiró un tanto aliviada. Desactivó el sonido del aparato y optó por dejarlo junto a los portarretratos.

— ¿Estás bien?— le preguntó Spencer una vez mas

— Si... es solo que no esperaba la llamada y bueno... siento que solo terminó arruinando un buen momento— decía Juno volviendo a tomar asiento junto a él— Parece que Declan tiene esa tendencia a interrumpir nuestros momentos

Fue la mención de aquel nombre con la que Spencer volvió a sentirse incómodo. Justo como el día que había ido a la pastelería en compañía de Emily y se fue del lugar bastante triste.

— Declan...

Juno podía ver el cambio en la actitud de Spencer y se maldijo internamente por mencionar el nombre del moreno.

Spencer por su parte tenía la cabeza llena de ideas confusas. Momentos atrás había sentido tanta emoción y felicidad por estar apunto de besar a Juno, pero ahora solo podía sentirse un tanto intimidado e inseguro por Declan apareciendo nuevamente en la vida de Juno.

Odiaba eso.

No le gustaba sentirse de esa manera.

— Hablé con él unos días después de lo ocurrido en la pastelería cuando me fuiste a ver... lo que sea que tuviera con él quedó atrás y se lo hice entender— dijo Juno al ver como Spencer parecía hacer la distancia más grande entre ellos— No podía seguir con él...

— Juno, yo te quiero— confesó Spencer dejando a la chica sin palabras ante la sorpresiva confesión. Él solo trataba de pensar en que diría ahora, quería la verdad sobre varias cosas, quería saber si podía arriesgarse sin romper su corazón— Pero no me gusta sentirme inseguro con respecto a Declan. Nunca supe que existió realmente entre ustedes, solo podía ver esa barrera que ponías entre ambos y a él tratar de derribarla... no me gusta presionar para que me cuentes nada que no quieras, pero quiero saber si la historia entre nosotros puede ser diferente o si solo seré un Declan más para ti...

Juno aún trataba de procesar lo primero que Spencer había confesado. En definitiva no era algo que esperara escuchar, pero fue algo que hizo que su corazón brincara de alegría en maneras que incluso para ella fueron sorprendentes.

— No acostumbro mucho a hablar de mi vida amorosa o nada que se le relacione, pero dadas las circunstancias creo que sería bueno que lo hiciera— suspiró Juno mientras subía sus piernas al sofá— Declan y yo nos conocimos hace algunos años en un bar. Comenzamos como amigos, hasta que la atracción entre ambos se hizo presente y el día que él me lo hizo saber... pasamos la noche juntos... pero cuando eso pasó no sentí las cosas que creí poder sentir... no sé si me explico

Spencer negó confundido.

— De alguna manera idealice lo que sentía. Declan había sido la primera persona que me interesó de esa manera desde que mi relación con el padre de Charlotte terminó... pero cuando estuvimos juntos, cuando nos besamos por primera vez no hubo esa chispa que creí que existiría entre ambos— trataba de explicar la castaña— Con eso supe que lo mío con él era mas atracción sexual que otra cosa. Es por eso que llegamos a ese acuerdo de solo vernos un par de veces al mes para pasar el rato. Cosa que funcionó de maravilla, ninguno intervenía en la vida del otro, era algo privado y estábamos bien...

— Hasta que se enamoró de ti, ¿No es así?

— Si... él no me lo dijo y yo tampoco pensé que eso pudiera ser posible. Llevábamos varios meses sin sentimientos involucrados y él parecía estar bien con eso...

Las piezas del rompecabezas mental comenzaban a encajar. Ahora Spencer comprendía mas sobre la actitud de Juno con respecto a las visitas de Declan en la pastelería o cuando él insistía en conocer a Charlotte.

— Traté de terminar todo cuando supe de sus sentimientos por mi. Yo sabía que no los podría corresponder y no quería dañarlo... pero prometió dejarlos atrás... dijo que no quería separarse de mi...— decía Juno jugueteando nerviosamente con sus dedos y los anillos que usaba en ellos— Se que estuvo mal de mi parte no ser mas firme sobre mi decisión de alejarme... pero tal vez una parte de mi se aferraba con la esperanza de en algún momento corresponderle...

Spencer se quedó en silencio, sintiendo un dolor en el pecho al escuchar esa última parte.

— Pero ahora todo es diferente. Ahora se lo que quiero y con quién lo quiero— agregó Juno tomando la mano de Spencer— No te voy a mentir que me asusta un poco todo esto y es raro, normalmente soy alguien que no teme a acercarse cuando alguien le interesa... pero algo en ti me hace tener comportamientos y sentir cosas que hace mucho tiempo no sentía...

— ¿Eso quiere decir que...?

— Yo también te quiero Spencer— sonrió Juno— Y te quiero de verdad, no solo para pasar el rato o para salir un par de veces al mes. Te quiero y quiero estar a tu lado... no puedo creer que lo esté admitiendo porque usualmente huyo de esta clase de sentimientos, pero algo en mi me dice que no podré hacerlo contigo y honestamente tampoco quiero hacerlo

Spencer se quedó sin palabras, sorprendido por lo que acababa de oír. Había tenido la esperanza de que Juno podía sentir algo por él, esperaba que eso realmente pudiera ser posible, pero nunca imaginó que se sentiría tan bien escuchar aquellas palabras y menos que Juno lo admitiera de la manera en la que lo hacía ahora.

Las emociones lo abrumaron. Se sintió afortunado de que la mujer que quería sintiera lo mismo que él. Había estado interesado en Juno desde que la conoció, y ahora, finalmente, sus sentimientos eran correspondidos.

Tomó su otra mano y la miró con ternura. No podía encontrar las palabras para expresar lo feliz que estaba. Sabía que Juno era especial, y la idea de tenerla como compañera lo hacía sentir increíblemente afortunado.

Spencer se acercó lentamente, sintiendo la respiración de Juno nuevamente sobre su rostro. La atracción entre ellos era palpable, y ninguno quería alejarse.

Sin decir una palabra y sin perder mas tiempo, Spencer inclinó su cabeza hacia adelante y Juno cerró los ojos, esperando lo que estaba por venir. Sus labios se encontraron en un beso tierno y apasionado. Se sintió como si el tiempo se hubiera detenido, y ambos se perdieron en el momento.

Juno no recordaba que ningún beso que hubiera dado en algún momento se sintiera así de bien. Los labios de Spencer eran tan suaves y la besaban con una delicadeza que la hacía suspirar como nunca nadie lo había logrado.

Estaba sintiendo una chispa entre ambos que lograba encender todo en ella de maneras inimaginables.

Cuando finalmente se separaron, se miraron a los ojos, sonriendo de oreja a oreja. Sabían que habían dado un gran paso en su relación, y aunque no estaban muy seguros de las cosas que ocurrirían después, estaban ansiosos de descubrirlas.