chapter three.





yewon pasó primero por su sala común para cambiarse el atuendo, puesto que la túnica de decorados azules zafiro empezó a asfixiarla a tal punto que estaba sudorosa. llegó de la mano de harry hasta la sala común de gryffindor, haciendo mérito para que todos la observaran con cautela. 

sí, yewon era amada por la mayor parte de la población escolar, pero era la novia de uno de los slytherin's y gryffindor no era tan compasivo por ello. al entrar por el retrato de la dama gorda, encontró a rommel sentado en el sillón principal, a cupid sobre la espalda de rommel y a phoenix hablar con fred quien tenía a varios conejillos de indias sentados para probar los surtidos saltaclases. saludó a rommel sacudiéndole las hebras negras del cabello antes de sentarse en el suelo frente a las rodillas de george. 

— hola georgie. — 

— hola, pequeña bloody mary. — lo que inició en tercer año como el apodo más inocente sobre su cabello se convirtió en el nombre de pila más seguro que tenía. 

— ¿cómo te fue, wonnie?. — preguntó phoenix retirando la mirada de fred, quien parecía morirse de la dicha porque la chica le diera atención. 

— ¿quieres que te mienta?. — inquirió con una sonrisa apenada. el ceño de phoenix se frunció. 

— ¿qué te hizo?. — respondiendo con sus acciones, levantó la mano derecha a la altura de los rostros de los tres chicos para que observaran. 

— "no debo creer en mentiras". — leyó en un susurro la mayor de todos. 

— es una maldita psicópata, ¿cómo demonios se atreve a hacerte esto?. — phoenix garrel era generalmente la que más se preocupaba por el bienestar de los otros, no por nada el sombrero la seleccionó en hufflepuff. 

— está bien, no es para tanto. a harry le hizo lo mismo. — los gemelos guardaron silencio. 

— la herida de harry ya tiene otra puta cicatriz, la tuya sigue sangrando. — no era una falacia, extrañamente la herida no estaba cicatrizada por el tiempo como era común que sucediera. 

— deberías decirle a dumbledore. — ella de inmediato negó con la cabeza.

— no, creo que él tiene muchas otras prioridades que algo como esto. — sacudió un poco su mano antes de volverla abajo, cubierta por la manga del suéter color azul. 

— afrontaste tu castigo con valentía, eres toda una leona. — fred le dio algunas palmaditas en la cabeza como sí de un cachorro se tratara. 

— cada día estoy más convencido que tu relación con nott es una farsa. — 

— quiero a theo, lo sabes. — advirtió severamente al segundo pelirrojo que se dedicaba a mirar de reojo a cupid. 

— pero sí el cuatro ojos fuera capaz de besarte, no dudarías en hacer lo mismo. — 

— hey, deja de ser tan amargado. — fred la alzó por los brazos, abrazándola contra su pecho. — nuestra pequeña bloody mary está herida y tú la molestas. — yewon le siguió el juego porque estaba inconforme con lo amargados que se habían tornado george y cupid a raíz de su pelea. 

— ¿no estás viendo que estoy chiquita, viejo tonto?. — musitó a medias palabras por estar con el rostro aplanado sobre el fornido pecho de fred. 

— ya la oíste, deja de molestar. — phoenix rió, divertida por todo eso. 

harry sin haberse cambiado el uniforme, mantenía un tipo de discusión pasiva con hermione y ron quienes le cuestionaban sobre sí debía denunciar a la arpía de umbridge por la tortura aunque él no lo aceptara. sin mucha información, el elegido se levantó del sillón y cogió la mochila para irse del lugar, cosa que de inmediato le preocupó a yewon. 

sin embargo, y por primera vez en mucho tiempo, ella no fue tras él. 

no en ese momento, iba a verse con theo en el lago negro y bajo ningún motivo iba a llegar tarde porque estaba echándolo de menos con mucha fuerza. puede que harry fuese su crush desde que tenía doce años, pero, theo era su novio desde hacía meses y eso representaba mucho más para ella. 

— ¿a dónde vas, yewon?. — le interrogó rommel jugueteando con el cabello de cupid dormida sobre su regazo.

— le dije a theo que nos viéramos cerca al lago negro. — su amigo black aceptó lentamente. 

— recuerda ser precavida. — el chico tomó la mano de cupid en la suya y la movió para simular un signo de despedida. 

— nos vemos más tarde, chicos. — los gemelos se despidieron subiendo el tono de voz y pudo salir de la sala común. sin mucha prisa caminó por los pasillos para salir del castillo, saludando a los múltiples retratos que le hablaban al verla pasar. 

en los alrededores de la gran construcción, pudo divisar a theo sentado sobre la hierba verde con vista al lago. al observarlo pudo entender por qué muchas chicas de slytherin la odiaban; theo no era el chico más lindo de todo el colegio, pero sí el más lindo de la casa de las serpientes. era extremadamente atractivo ahí, con la corbata aflojada y las esquinas de la camisa por fuera del pantalón. 

— hola, theo. — le sonrió tomando asiento a su lado, intentando concentrarse en lo que él, a su lado, miraba con atención. 

wonnie, hola. — el pálido masculino le besó la mejilla cariñosamente. — draco estuvo todo el día en la sala común gritando algo sobre tú y potter castigados. — 

— oh, eso. — una mueca apenada se le coló por los labios. — le di mi más sincera opinión a la profesora umbridge y se molestó. — él rió tirando de su cabeza para atrás. 

— deberías dejar de meterte en tantos problemas, niña bonita. — y yewon estaba tan roja como el color natural de su cabello.

— no pude evitarlo, estaba desacreditando a harry frente a todos como sí fuese un auténtico mentiroso. — la chica se cruzó de brazos exteriorizando su molestia. — eso no es muy objetivo de su parte. —

— entiendo que quieras defender a tus amigos, pero no siempre puedes sobreponer tu integridad para garantizar la de ellos. — yewon suspiró, pues él estaba en la razón; ese movimiento no fue muy inteligente de su parte. 

— lo sé, lo sé. — arrugó la nariz. — fuera de eso, ¿sabes quién fue la persona que te delató con tu padre?. — hizo un movimiento audaz para cambiar de tema. 

— fue emma, la hermana de isabella. — ella se quedó pasmada, sabía por varias fuentes que emma burke odiaba a su hermana cho, pero jamás pudo dimensionar que tanto la odiara que acabaría por involucrar a theo en cosas así. 

— ¿q-qué?, ¿por qué haría algo como eso?. — hizo memoria para recordar hablar con winter en su clase de pociones. 

— no lo sé, pansy dice que no le agradas. —

— no le agrado a nadie de slytherin, eso deberías saberlo. —

— dicen que emma estuvo enamorada de mí. — soltó de sopetón, dejándola más sorprendida. 

— tal vez sea cierto, pero nada justifica la traición, theo. — esas palabras le recorrieron el cerebro, ¿y sí por sus acciones la chica que amaba iba a considerarlo un traidor?. 

— creo que después de todo sí tendremos que encontrar otra manera de comunicarnos en vacaciones. — 

— estuve trabajando en algo desde las vacaciones de el año pasado, tal vez sí resulta podamos hacer algo al respecto. — habló emocionada con las puntas del cabello color amarillo. 

— ¿entonces no me contarás sobre eso?. — cuestionó sonriéndole de costado. ella negó como niña pequeña. 

— nope, es una sorpresa. — yewon lo vió hacer una especie de puchero inconforme. — pero, te tengo otra sorpresa. — 

— ¿en serio?, ¿cuál es?. — él parecía genuinamente interesado en eso.

— ¡mira!, un beso robado. — declaró señalando a un punto cualquiera en el cielo. él compuso el ceño, sin entender nada.

— ¿cómo que un beso ro-?. — no pudo concluir sus palabras, pues los pequeños labios de yewon estaban sobre los suyos inocentemente. aquel roce no tardó más de dos segundos, separándose para darle paso a una asiática sonrojada. 

— esa fue una buena estrategia, wonnie. — aceptó su derrota con gusto. — pero podrías haberlo hecho mejor. — soltó una risita burlona. 

— vamos, siempre que trato de hacer eso lo arruinas. — se quejó apesadumbrada, inconforme con eso. 

— eres una llorona. — olvidando las palabras de por medio, nott rodeó el contorno de su pequeña cintura hasta que pudo atraerla por completo a su ser. bajo la tenue luz de la tarde donde el sol no tenía otra función que no fuera la de iluminar sus rostros hasta entibiarlos, compartieron un beso que parecía más un toque de labios delicado y gentil. 

theo no debía forzarla a nada porque la hacía sentir conforme con la poca experiencia que tenía de las relaciones, él sabía cómo tratarla sin ser demandante o exigente con sus besos. en medio de el suave motivo yewon fundió sus pensamientos; no debía pensar en harry porque después de todo sabía que él estaba colado por su hermana mayor. y quien siempre estuvo dispuesto a amarla fue theo, sin importar qué. aunque no conociera los verdaderos anhelos de su pobre corazón. 

estabilizando su figura lentamente, yewon repasó el pómulo marcado del chico con su diestra, como si temiera hacerle daño en la zona que antes presentaba heridas. esimismados el uno en el otro, sin percatarse de nada. 

ni siquiera de harry, quien volvía de hablar con luna y enviarle una carta su padrino, sirius black. el elegido creyó estar teniendo un mal reflejo por el sol o una vidsión derivada de lo irritable que se encontraba esos días. pero sus deseos eran simplemente deseos. acercándose silenciosamente confirmó lo que una vez se negó a aceptar. yewon besaba indulgentemente a theodore nott, con su mano herida a su vista; lo siguiente le enfureció hasta la médula, porque aparentemente la mano herida de yewon que horas antes permanecía fresca en sangre, ahora iba cicatrizando paulatinamente mientras compartía ese momento con su novio. 

ahí, escondido detrás de un árbol grande empezó a cuestionarse el por qué de su molestia, el por qué estaba invadiendo la privacidad de quien consideraba una de sus mejores amigas. las sencillas razones de su comportamiento. se convenció de que quería proteger a yewon de un corazón roto o de una manipulación que la lastimara. 

sí, sólo eso. 

apresuró su paso para llegar a la sala común antes de que se interpusiera entre ambos adolescentes y yewon se enojara con él.

en el gran comedor, yewon y phoenix tomaron la iniciativa de sentarse en la mesa de gryffindor para acompañar a sus amigos. generalmente tanto rommel como cupid se sentaban en la mesa de hufflepuff donde siempre eran bien recibidos.

ron parecía bastante centrado en estudiar para los TIMOS, hermione observaba asqueada al pelirrojo pues parecía no cesar de comer a pesar de estar preocupados por harry, ginny sonreía como boba mientras rommel le hablaba sobre quidditch y cupid parecía estar reconciliando su relación a base de diálogo con george. phoenix y fred compartían miradas coquetas y yewon se sentía fuera del lugar.

— ¿alguna vez dejas de comer?. — interrogó hermione harta de oírlo masticar mienta leía.

— ¿qué?, tengo hambre. — respondió llevándose de nuevo el cubierto a la boca. lia se concentró en evitar las furtivas miradas de emma ning desde la mesa de las serpientes y comer algo antes de las clases.

— ¡harry!. — la exclamación por parte de hermione la sacó de su ensueño, observando de inmediato a su amigo.

— ¿puedo sentarme?. — el rostro de harry le recordó a su cachorrita  milanesa cuando la encontraban haciendo algo malo.
la chica hija de muggles sonrió, pero su respuesta fue troncada por una discusión acalorada entre la profesora mcgonagall y umbridge que subían por las escaleras.

— ¿qué es lo que está insinuando exactamente?. — la voz de naturaleza chillona ahora parecía tener un toque de indignación.

— sólo le pido que lo que respecta a mis alumnos y los del profesor flitwick se conforme con las prácticas disciplinarias tradicionales. — ella y la profesora mcgonagall se llevaban de maravilla, así que no fue sorpresa verla citar a su director de casa.

— sé que suena tonto, pero parecería que cuestiona mi autoridad en mi salón de clases, minerva. — lia se puso de pie junto a harry, admirando la discusión.

— no es así, dolores. — la profesora mcgonagall se estaba convirtiendo en su ídola. — pero sí cuestiono sus métodos medievales. — la sapo rosa tomó una bocanada de aire "muy afectada".

— lo siento querida, pero cuestionar mis prácticas es cuestionar al ministerio, y por consiguiente, al ministro mismo. — señaló con parsimonia. — soy una mujer tolerante, pero sí hay algo que nunca soportaré es la deslealtad. —

— ¿deslealtad?. — la mención de la palabra hizo que la profesora de transformaciones diera un paso atrás.

— las cosas en hogwarts están peor de lo que tenía, cornelius querrá tomar medidas de inmediato. —

harry la observó por encima del hombro, invitándola a decir lo que creía que pasaría. lástima que estaba bastante lejos de imaginar lo atroz que se volvería la estadía en el colegio.

al parecer la profesora umbridge se tomó muy enserio las palabras de la profesora mcgonagall, tanto así que en poco tiempo al parecer tenían un decreto educacional que nombraba a dolores jane umbridge como suma inquisidora de hogwarts.

el ministro de magia generaba en los medios una aprobación casi nula a la educación de hogwarts, alegando que ahora esa mujer tendría poderes especiales para corregir todo lo que estaba saliéndose de control.

afortunadamente lia no tomaba clases de adivinación, pero phoenix, quién era bastante cercana a la profesora trelanew le contó que sapo rosado entró a mitad de clase para supervisar los contenidos y desarrollo de la misma. la profesora sybill estaba tan nerviosa que se negó a profetizarle algo a la suma inquisidora y cuando lo hizo citando una exageración, la mujer se marchó murmurando cosas y anotando en su portapapeles.

yewon tuvo que vivirlo en su clase de pociones. ese día se sentó junto a isabella que le contó con lujo de detalles lo molesta que estaba emma con theo y sus problemas amorosos con draco. mientras elaboraban una poción, la mujer apareció para supervisar la clase.

— usted fue el primer candidato para enseñar defensa contra las artes oscuras, ¿no?. —

— sí. — el profesor snape conservaba su postura a pesar de estar rodeado de la irritante profesora.

— hm, ¿y no le dieron el puesto?. — yewon rodó los ojos sin dejar de contar las gotas de jarabe de eléboro que ponía en el caldero.

— es obvio. — escupió de manera venenosa.

la mujer entrada en años salió de las mazmorras con su típica sonrisa falsa, ron se rió en voz baja y el profesor snape precipitó violentamente un libro a la cabeza del pelirrojo.

al parecer ella quería acabar con todo lo que significaban los espacios de esparcimiento en el colegio, obligó a los gemelos a vender en la clandestinidad sus productos y a phoenix le prohibió llevar el cabello teñido.

incluso quiso molestarla por su habilidad y sacarla del colegio porque consideraba que "una metamorfomaga infundía el espíritu de la rebeldía con su habilidad", cosa que claramente el profesor flitwick desmintió. la pared de piedra principal a la entrada del colegio iba llenándose poco a poco de secretos laminados que con toda libertad, ella expedía.

desde comprar productos weasley hasta escuchar música.

y simplemente algunas semanas después de la evaluación a clases, un revuelo se formó cuando nott y ella salían de clases. adelantaron un poco a la muchedumbre sin soltar sus manos entrelazadas. yewon vio a harry preguntarle a su hermana qué sucedía y le gustaría saber la razón de la aglomeración.

en el patio del colegio el desagradable filch amontonaba las valijas viejas de la profesora trelanew frente a ella, mientras que la misma hipaba y tartamudeaba abnegada.

— ¿qué?, esto-esto, yo. — murmuró con las manos juntas. tanto ella como theo se pudieron ubicar en primera plana, viendo cómo ubridge caminaba frente a la mujer de grandes lentes que ahora lloraba y sollozaba.

— mire, llevo viendo y dando clases dieciséis años aquí. hogwarts es mi hogar. — la profesora trelanew se acercó a dolores umbridge, casi que implorando. — por favor, no puede hacerlo. —

— de hecho ya lo hice. — le señaló con la cabeza el pergamino enrollado en su regordeta mano. la profesora mcgonagall bastante constipada, corrió hasta trelanew para cobijarla con su abrazo.

— ¿quieres decir algo, querida?. — preguntó con dulzura viendo a la profesora de sombrero.

— hay muchas cosas que querría decirle, pero no son apropiadas para que los niños las escuchen. — yewon juró ver la expresión de suficiencia en el rostro de la suma inquisidora desaparecer al ver al profesor dumbledore entrar por la gran compuerta con un ruido sordo.

— profesora mcgonagall, ¿puedo pedirle que escolte de nuevo a sybill al castillo?. — la expresión de tristeza desapareció en ella, dando paso a una de tranquilidad.

— vamos querida, tranquila. — la profesora mcgonagall casi que corriendo tiró a trelanew a su lado.

— gracias, muchas gracias. — apreció con un hilo de voz, tomando la mano del profesor dumbledore.

— dumbledore, le recuerdo que según los estatutos del decreto educacional número veintitrés dictado por el ministro... — el hombre de barba la cortó.

— tiene derecho a despedir a mis maestros, lo que no tiene es la autoridad para desterrarlos de aquí. — yewon se pasó una mano por la bufanda color azul y plata para ajustarla bien a su cuello. — ese poder sigue siendo del director. —
umbridge torció el gesto, claramente  disgustada por la oposición a sus órdenes.

— por ahora. — finalizó sonriendo.

el profesor dumbledore se dio media vuelta para entrar de nuevo al castillo.

— vayan a sus salones. — alentó gesticulando con los brazos. todos obedecieron sin rechistar, buscando paso para entrar.

theo la guió hasta volver al aula de transformaciones, su siguiente clase. no pudo concentrarse mucho después de eso y a duras penas durmió pensando.

en la sala de gryffindor, harry, hermione, ron, rommel y cupid hablaban con sirius a través del fuego de la chimenea hasta que el mismo fue interceptado.

yewon no pudo dormir, no pudo comer y mucho menos beber algo en la noche. no podía y no quería, esas últimas noches estaban plagadas de pesadillas que olvidaba al despertar y desanimaban mucho.

llovió hasta que amaneció.

al día siguiente, cupid puso al tanto a phoenix y yewon del plan que trataban de idear. consistía en que sí umbridge no iba a enseñarles a defenderse verdaderamente, ellos debían tener la iniciativa pues voldemort avanzaba con pasos apresurados.

tras configurar la fecha, hora y lugar de encuentro, hermione y yewon corrieron la voz para que todos se vieran en la cabeza de puerco. simplemente iban a aprender dcao de manos de harry y cupid, quienes eran los más avanzados de la clase.

yewon no le contó eso a theo y aunque la hizo sentir mal, sabía que no iba a fiarse del todo porque slytherin se había vuelto más traicionero que de costumbre. así que decidió asistir acompañando a luna.

ellas no fueron las últimas, pero sí llegaron un poco tarde. yewon se separó de luna para tomar asiento en un banquillo junto a fred. eran varias personas, su hermana cho y amiga marietta, neville, padma y parvati, ginny, un par de chicos que yewon recordó ver en hufflepuff y más.

— hola. — tomó la palabra hermione casi que aclarándose ls garganta. — saben a qué vinieron, por un maestro, un maestro de verdad. — la chica se veía nerviosa, así que yewon levantó ambos dedos pulgares para darle alientos. — alguien con experiencia en defensa contra las artes oscuras. —

— ¿por qué?. — interrogó un chico de la primera fila y ojos azules.

— ¿por qué?. — repitió con sarcasmo ron. — porque quién tú sabes regresó, tonto. —

— eso dice él. — respondió el chico señalando con la mirada a harry que estaba letárgico.

— eso dice dumbledore. —

— y dumbledore lo dice porque él lo dice. — el cabello de yewon se puso verde oscuro del desagrado que la provocaba ese idiota.

— entonces, ¿dónde está la prueba?. —

— ¿y sí potter nos dijera más sobre la noche en la que murió diggory?. — phoenix apretó ma mandíbula y cho se quedó de piedra. pero por fin, harry levantó la vista del suelo.

— no voy a hablar sobre cédric, sí vinieron por eso pueden irse ahora. — el chico con lentes se levantó de su silla.  cupid caminó hacia hermione y él para mostrar su inconformidad. afortunadamente, luna aportó a tiempo.

— ¿de verdad sabes hacer el encantamiento patronus?. —

— sí, yo lo he visto. y a cupid también . — declaró hermione por ambos.

— harry, yo no tenía idea de eso. — habló dean thomas que estaba sentado junto a neville.

— y-y mató a un basilisco con la espada que está en la oficina de dumbledore. —

— eso es cierto. — dio fe la menor de los weasley.

— y peleó contra cien dementores a la vez. — aunque eso le parecía una exageración por parte de ron, no se opuso.

— y el año pasado peleó contra quién ustedes saben. —

— basta. — interpuso harry con una pizca de vergüenza. — oigan, eso suena sencillo cuando lo dicen así, pero la verdad es que fue suerte.
algunas veces no sabía lo que hacía y siempre tuve ayuda. —

— es simple modestia. —

— no hermione, es la verdad. enfrentar esas cosas en la vida real no es lo mismo que en la escuela, sí te equivocas en clase lo intentas al día siguiente, pero en la realidad, cuando estás a un segundo de que te maten o de ver morir a un amigo frente a tus ojos... no tienen idea de lo que es. — harry observó a yewon como buscando consuelo, ella le sonrió marcando sus hoyuelos y en eso encontró el valor para continuar.

— sí harry, es cierto. por eso te necesitamos, para tener la oportunidad de vencer a voldemort. —

— ¿él ha vuelto?. — preguntó un pequeño pecoso de la fila que a yewon se le hizo adorable. harry lo miró por encima de sus lentes asintiendo.

todos los que estaban allí presentes le creían y tenían su fe puesta en él.


hermione propuso unas firmas para garantizar que todos estuvieran comprometidos con las prácticas, se generaron horarios adecuados y luego antes de irse todos apuntaban su firma en un pergamino frente a la mesa de harry, hermione, ron y cupid.

delante de lia pasó fred y luego george que dejaron su firma desprolija, luego phoenix con su caligrafía impecable y por última yewon, que estaba sufriendo de su común alergia.

estornudaba como gatito y tenía la nariz enrojecida por el frío.

bloody mary, ¿quieres mi gorro?. — ella aceptó sin despegar la vista del pergamino.

fred se retiró el gorro de lana negro del cabello rojizo, acomodándoselo a la menor del cabello rojo sangre. harry frunció el ceño al pensar que el placentero olor a vainilla del cabello de lia se vería opacado por el olor característico de fred.

— ya está. — cupid levantó el pergamino admirando las finas de todos. el la cabeza de puerco sólo quedaban el trío de oro, el cuarteto del mal, los gemelo, neville y ginny.

fred abrazó a yewon por los hombros para subir su temperatura corporal y phoenix se sintió desplazada.

ahora quedaba únicamente averiguar dónde podían llevar a cabo las clases sin que la sapo rosado de umbridge se diera por enterada.





















AUTHOR'S NOTE:

dedicado a  , pa q veas pura interacción con Theo <3

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