chapter five.



















— bien, primero necesitamos un lugar para practicar sin que umbridge se entere. — declaró harry entretanto que todos caminaban tras él en el colegio. 

— la casa de los gritos. — sugirió la menor de los weasley.

— muy pequeña. — 

— el bosque prohibido. — 

— ni lo pienses. — respondió ron antes que el propio harry.

— harry, ¿qué pasará sí descubre esto umbridge?. — cupid empujó a neville quien parecía nervioso por la cercanía de rosier. 

— ¡qué importa!. — hermione sonrió divertida a ginny, como sí el peligro de la situación le divirtiera. — digo, es emocionante, ¿no?. romper las reglas. —

—quién eres y qué hiciste con hermione granger. — yewon soltó una risita, acomodándose el guante naranja de tela que dejaba al descubierto sus dedos. 

— nada. — la muggleborn amplió su sonrisa. — al menos algo bueno ocurrió hoy. —

— ¿qué?. — 

— cho no te quitaba los ojos de encima. — la declaración inocente por parte de la castaña causó pesadez en el estómago de yewon. 

amaba a su hermana, pero a veces le resultaba incómodo querer ser ella. rommel se adelantó hasta pasarle un brazo por encima de los hombros y la metamorfomaga batalló para evitar que su cabello cambiara de color. 

cuando llegaron a la entrada del castillo, harry volvió a hablar.

— escuchen, todos en los próximos días deben pensar en lugares donde podamos practicar. debe ser un lugar donde ella no pueda encontrarnos. — todos asintieron.

— entendido, harry. — todos en el castillo, se dispersaron. phoenix se fue con neville alegando que longbottom la ayudaría con sus pésimas notas en herbología; george se separó de fred para acompañar a cupid a las cocinas y rommel y ginny desaparecieron rumbo a la sala común.

— ¿harás algo ahora mismo, bloody mary?. — la pelirroja negó. 

— tenía planeado ir a la sala común y estar cerca del fuego, mi alergia lo agradecerá. — señaló con diversión su pequeña nariz sonrojada por el clima. fred rió, ambos emprendieron su ida hasta la sala común de los leones para calentarse un poco.

harry observó con el ceño fruncido todo, hasta que hermione lo volvió a sus cabales. 

— creo que fred es bastante lindo con yewon. — granger tenía un plan del que nadie estaba enterado. — me gustaría que saliera con él y no con theodore nott. —

— fred es un idiota que lleva colado por yewon dos años. — ron de inmediato se tapó la boca con la mano, como si acabara de cometer el crimen más atroz. — no le digan que yo les dije. —

— cualquiera es mejor que un slytherin llamado theodore nott. — comentó potter con sarcasmo.

— vamos, no seas pesimista. — ron le palmeó la espalda. — probablemente no perduren mucho y ella vuelva a ser tu mejor amiga. —

— sí, mi mejor amiga. —

al día siguiente de su salida a hogsmade, y como sí la barbie entrada en años de umbridge se hubiese enterado de sus planes, filch volvió a colgar otro decreto educacional en la pared del castillo. 

— "decreto educacional número sesenta y ocho". — leyó cupid a su lado. — quedan disueltas todas las organizaciones estudiantiles. quien no acate este decreto, será expulsado". — terminó su relato. indignada, cupid se aferró a los libros de encantamientos que cargaba.

— las voces corren muy rápido. — inquirió yewon ladeando la cabeza.

— en este punto no me molestaría hacer de umbridge mi saco de entrenamiento personal. — 

— sí no quieres una plaza en azkaban, será mejor que deseches esa idea de tu mente para siempre. — la ravenclaw tiró de su mejor amiga camino a la clase de pociones con snape.

— tú eres la única emocionada por una clase como ésta. — bajaron con cuidado a las mazmorras, ignorando los comentarios de todos. — snape no te odia y las pociones te quedan medianamente decentes. —

— eso es porque no te esfuerzas, cupid. — la oscuridad del salón de clases les dio la bienvenida, ambas tomaron asiento en su respectiva mesa de trabajo. — sí tan sólo leyeras un libro de pociones completo te iría mucho mejor. —

— ni hablar, tengo mejores cosas que hacer. — yewon rodó los ojos.

— ¿y esas cosas incluyen escaparte con george, saltarte clases y probablemente usar el tiempo libre para comer la tarta con él?. — 

— sé de qué tarta me hablas, pero no te golpeo porque no podemos dejar a snape sin su alumna estrella. — 

— eres muy tonta para creer que no me percaté de esos cardenales en el cuello. —

— vete al diablo, chang. —

yewon rió, sacando los libros de su mochila, lista para la poción de ese día. le rogaba a rowena que no fuera algo complicado porque entre más pasos tuviera una poción, menos linda le quedaba. 

ese mismo día pero ya en la tarde noche, cupid le tomó prestada la capa a harry para avisarle a yewon y phoenix que neville había hallado un buen lugar para practicar. las dos chicas salieron de sus obligaciones para unirse a el trío de oro, rommel, neville y los gemelos.

— felicidades neville, encontraste la sala de menesteres. — le felicitó herms casi atónita.

— algunos le dicen "la sala que viene y va", aparece cuando alguien la necesita. — agregó yewon recordando lo que en repetidas ocasiones escuchó en cotilleos. 

— y siempre está equipada para sus necesidades. —

— ¿y sí lo que necesitas es un baño?. — phoenix le otorgó un fuerte codazo a ron.

— compórtate, ronald. —

— pero sí, básicamente te da todo lo que necesitas. —

la sala era grande, cubierta por varios espejos y con candelabros grandes que iluminaban toda la estancia; los ventanales adquirían un tono hermoso por la luz de luna que se filtraba entre los cristales. 

— inceíble, es como si hogwarts quisiera que nos defendiéramos. —

— bien hecho, neville. — instó cupid sonriendo a boca cerrada. al chico parecía estarle dando un infarto ahí mismo y no respondió, poniéndose rojo de la verguenza.

— lo hiciste bien, neville. — ante el cumplido de yewon, neville pareció convertirse en un pimiento. no todos los días dos chicas lindas le daban halagos por su trabajo. 

— ahora debemos acordar el horario de la primera reunión, yo podré correr la voz con todos los ravenclaw y phoenix hará lo mismo con hufflepuff. — la pelinegra asintió. 

tras al menos media hora de poner horarios sobre la mesa, acordar tiempos y que estas reuniones no se trocaran con los entrenamientos y partidos de quidditch, estaban listos. en yewon una emoción diferente se instaló, eso que hacía sentir a todos vivos porque entre más peligroso era, mejor. 

— me iré ahora, chicos. — phoenix se levantó con un trozo de pergamino que tenía escrito el lugar, la fecha y la hora indicada, además de los instructivos. 

— ten cuidado con filch y su gata. — le sonrió cupid apuntando algo con su pluma.

— yo te acompaño, volveré a la sala común después. — rommel se levantó, sacudiendo sus pantalones. 

— buenas noches, tengan cuidado. — los dos jovenes se despidieron y el resto volvió a lo suyo. 

harry estaba muy ensimismado observando la perfecta caligrafía de yewon que anotaba lo mismo en su pergamino, que no se dio cuenta de las miradas de hermione. cuando la asiática se levantó, él apartó la mirada avergonzado. 

— es mi turno. — dobló muy bien el trozo de papel y lo puso dentro del bolsillo de sus jeans. a continuación, cupid se despidió de ella, igual que ron y herms. 

— te acompaño. — fred imitó el accionar anterior, listo para irse con yewon. 

— ¿volverás sola?. — interrogó a su mejor amiga, ella negó.

— george irá conmigo, no te preocupes. —

— vale. — la más bajita se despidió con la mano. — nos vemos mañana. — los dos pelirrojos abrieron la puerta de la sala y salieron con precaución. 

harry suspiró, como se le había hecho costumbre desde hacía tiempo que veía detalladamente a yewon. 

yewon fue invitada exclusivamente después de clase a la sala común de gryffindor, por parte de rommel. al chico black le molestaban las pociones y tras molestar a snape con un comentario donde lo incentivaba a lavarse el cabello, le asignaron un ensayo de mínimo veinticinco páginas sobre la poción felix felicis. 

— rommel, es suerte líquida, no muerte líquida. — respondió yewon leyendo las primeras líneas sobre el pergamino. — lo único que puede considerarse muerte líquida es el filtro de muertos en vida. —

— no lo entiendes, wonnie. odio todo lo que se relaciona con pociones. — rommel arcturus black era una mezcla de su padre y su tío. tenía los ojos grises como su padre y la sonrisa seductora, pero una mirada inocente de crío que nadie se la quitaba.

— a mí no me culpes, yo no te obligué a decirle esas cosas al profesor snape. — entornó los ojos, moviendo de página el libro de pociones avanzadas que le pidió prestado a madame pince.

— eres la mejor de la clase y mi mejor amiga, es tu obligación ayudarme. — 

— me niego a ayudarte sí no vas a darme un poco de tu atención y escribir bien lo que te dicto. — se quejó, volviéndose los mechones rojos con molestia.

— íbamos en los ingredientes, yewon. —

— y confundiste el polvo de ruda con polvo de tomillo, tonto. —

— ¿no son la misma cosa?. — comentó black, con la mirada perdida en un punto desconocido.

— sería más sencillo sí me prestaras atención y dejaras de acosar a ginny. — yewon le tiró de una oreja suavemente, retornando a la realidad.

— ¿crees que tenga oportunidad con ella?. — 

— yo creo que sí, eres rommel black, descendiente de uno de los estudiantes más playboys que hayan pasado por el colegio. — la chica se levantó del sillón para acostarse sobre la alfombra a un lado de rommel.

— he escuchado que le gusta dean o algo así. —

— no te desanimes, las chicas tenemos muchos amores y pasamos por muchas desilusiones, sé que estarán juntos algún día. — 

— tu esperanza en las cosas me sorprende. — chang sonrió, con sus clásicos hoyuelos marcados en las mejillas. 

— mamá dice que mi súper poder es creer en algo hasta que se hace realidad. — asintió desde el suelo, admirando el cálido techo del lugar.

— tu súper poder es cambiar de aspecto. — ambos rieron levemente. — ¿puedes verte como yo?. — 

— no lo sé. — comentó sarcástica. — puedo verme como tú. — su rostro se contrajo en formas raras hasta tener el mismo cariz de rommel. — también puedo ser cupid. — el mismo procedimiento dio paso, y el resultado era la cara de la menor de los rosier. — como phoenix. — continuó con la hufflepuff. — y como ginny. — 

— genial. —

— soy maravillosa, lo sé. — respondió en un ensayo de parecer altiva. — sin embargo, nada te salvará de este ensayo de pociones. —

— ¿cuántos galeones quieres por todo?. —

— ni tu fortuna será suficiente, black. — él resopló. 

— no te preocupes, para mí tampoco es genial sentarme horas aquí hablándote de algo que olvidarás cinco minutos después. —

— te odio. —

— me amas. —

— yewon. — una voz ligera parecía estarla llamando desde sus sueños.

— yewon. — de nuevo, parecía empeñada en no dejarle dormir.

— ¡yewon lia chang!. — ese espantoso grito que reconoció de inmediato como cupid rosier, la hizo caer del sillón, golpeándose la cabeza.

— por las barbas de merlín, ¿por qué me estás gritando?. — sollozó falsamente, acariciando su cabeza. 

— es hora de la primera reunión del ed, y por tu culpa vamos tarde. — ella se levantó, alisando los pliegues de su falda con las manos.

— eso, échale la culpa al burro. — su mejor amiga gruñó, arrastrándola fuera de la sala común listas para buscar la sala de los menesteres. siendo cautelosas para no ser descubiertas por filch, y luego de que cupid le lanzara un petrificus totalus a la señora norris, se plantaron frente a la pared de piedra.

— debes pensarlo y necesitarlo. — susurró a su lado. yewon pensó en la sala de las noches anteriores que descubrió neville, y lo bien que les hacía saber defenderse. un marco metálico de aspecto ornamental se grabó en la piedra, y este mismo material se convirtió en madera. 

al entrar en la sala, dos filas las estaban esperando. harry ya había acomodado a todos y le daba instrucciones a neville del hechizo expelliarmus, que se haría frente a un muñeco de madera. yewon se puso al final de la fila, encontrándose con ernie quien le sonrió. cupid avanzó hasta adelante, poniéndose del lado de harry.

— el expelliarmus es un hechizo de defensa sencillo, pero bastante útil. — inició cupid con su temple de acero. — de eso puede dar fe harry. — un hufflepuff unas casillas más adelante quiso interrumpir con una sonrisa de suficiencia, pero cupid no se lo permitió.

— vinieron aquí a aprender, deduzco que tus intenciones de preguntar no son las mejores. así que te pediré amablemente que cierres el hocico o yo misma lo haré. — todos rieron un poco. 

— neville, adelante. — neville se posó frente al muñeco con una varita y la suya en alto. 

— expelliarmus. — al parecer el hechizo de color azul no le salió muy bien, arrojando su varita y la del muñeco hacia la parte posterior de la sala.

— el problema es que no mueves la mano bien, neville. — harry explicó, juntándose. — observa. ¡expelliarmus!. — el destello rojo de la varita de harry logró que la varita del maniquí saliera disparada hasta su mano. 

— puedes seguir practicando, el siguiente. — cupid instó, parvati pasó al frente. 

para cuando la fila se había disminuido y sólo quedaban ella y ernie por intentar, harry le sonrió alentador. 

— vamos, yewon. — la chica tomó una gran bocanada de aire, repitiendo mentalmente el movimiento de varita que había leído antes.

— ¡expelliarmus!. — movió su mano con agilidad al trazar las curvas imaginarias del hechizo, una luz dorada destellante salió de su varita y la misma varita del maniquí voló por los aires. yewon saltó en su lugar para obtener la varita y miró incrédula. 

— eso fue increíble, yewon. — rommel le revolvió el cabello con cariño, cupid la miraba como una madre se enorgullece de su hija, phoenix le daba ánimos desde el rincón practicando con fred y george levantó los pulgares. 

— lo hiciste genial para ser tu primera vez, yewon. — el cumplido de harry le sonrojó las mejillas. — haz pareja con rommel y practica. — la femenina asintió.

durante el resto de la reunión, los dos se dedicaron a practicar el hechizo. de vez en cuando cupid se daba una pasada por allí, corrigiendo a rommel en ciertos espacios y recomendándole a yewon que no fuera tan hosca con él. yewon se sentía increíble, su fuerte siempre fueron las pociones, pero a ese paso de aprendizaje no le molestaba la idea de ser auror. 

— ¿qué no sabes hacer?, eres simplemente perfecta. — siseó rommel levantando su cuerpo del suelo. — desde pociones, pasando por encantamientos, transformaciones y ahora dcao, admite que eres un experimento fallido. — la cantarina risita de yewon atrajo la atención de harry.

— sí te hace sentir mejor, mis notas en adivinación siguen siendo miserables. — 

— mentira, trelanwey te ama con todo su ser. —

— deja de quejarte y practica, éste es el único espacio que tenemos para hacerlo. — 

— le voy a decir a papá. —

— dile lo que quieras, te apuesto dos tartas de manzana a que me quiere más a mí que a ti. —

— no, él quiere más a harry que a todos nosotros juntos. —

— ¿cómo se supone que desmienta eso?. —

sencillamente yewon y rommel no podían practicar juntos sin distraerse.

a la mañana siguiente, yewon se sentó en la mesa de ravenclaw a desayunar, esperando no encontrarse con su hermana. en esos días no tenía mucho apetito y comía como un ave, pocas porciones muchas veces al día. 

prestando más atención a cómo las migajas caían dela cumbre de su tarta de manzana, un plato y una persona desconocida sentándose a su lado la extrañó.

— ignorar es de mala educación, lia. — sorprendida, se dio la vuelta para ver a theo sonriéndole de costado.

— lo siento, theo. he estado algo ajetreada estos días. — respondió apartando el desayuno.

— te entiendo, pero recuerda no exigirte mucho. ese mal hábito hará que te enfermes alguna vez. — el castañó le acarició la mejilla con sutileza, quitando un rastro de azúcar pulverizada que se había alojado ahí tras morder su preciada tarta de manzana. — y la sacarosa te dará dolor de estómago, cielo. —

a unas mesas del lugar, pansy parkinson, emma e isabella burke y draco malfoy se preguntaban qué había sucedido con theodore nott. theo no era romántico, no era dulce ni mucho menos un preocupado por alguien que no fueran sus amigos. desde la llegada de yewon chang a la vida de nott, él se había vuelto extraño. sonreía mucho, positivizaba cada acción mala de su padre y parecía estar cargado de esperanza.

porque yewon le devolvió a theo eso que perdió desde el fallecimiento de su madre, la alegría.

— la greengrass menor no deja de hacer su cara de perrito mojado cuando paso junto a ella. — comentó exasperada emma burke, con los ojos de daphne greengrass sobre el grupo. — yo no puedo hacer mucho sí el imbécil de nott adora a chang. —

— yewon es tan dulce que puedo decir que probablemente se casen. — malfoy rodó los ojos ante la confesión de isabella. 

— ustedes son unos tontos, ¿qué no ven los ojos de esa mestiza cuando san potter está cerca?. — pansy no debía ser adivina para presentir que todo saldría mal.

— deja de ser tan amargado, lo importante de todo esto es que theo es feliz. — 

— prepara mis galeones, burke, porque al final tendré la razón. — la mesa verde y plata volvió al silencio, contemplando ahora cómo theo le enseñaba un pergamino de contenido desconocido a yewon y ella reía.

sí algo tenían las serpientes era que la astucia los prevenía sobre corazones rotos y hechizos mortales. 

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