~"Por favor, lee mi alma"

Luego de que hiciera las pases con mi tío, mi ánimo ha mejorado gradualmente. Hemos pasado mucho tiempo juntos y aquello lo agradecía grandemente, porque poco a poco ese calor familiar que tanto necesitaba, él lo mostraba ante mi. En ocasiones, quedaba consternado, porque era raro todo aquello, pero luego simplemente me dejaba llevar.

También, hablando más a fondo de ello, habíamos quedado en ir a terapias y superar aquello juntos, porque las heridas eran más profundas de lo que imaginábamos. Yo aún tenía que sentirme del todo cómodo con los tratos y él debía sacar todo ese veneno que lo intoxicaba por dentro.

Por otro lado, los síntomas pesados habían disminuido, pero aún seguimos batallando con ello, Nam no se tomó mal que no le avisara, aunque aún así tampoco se ha despegado de él desde que lo sabe.

Pero

Siempre hay un "pero" eh.

Desde ese día, no había vuelto a ver a Jungkook. Hasta ahora, yo no había asistido a la escuela debido a que solicite unos días por la situación de mi tío, sin embargo, ya mañana volvía a comenzar, pero no quería que estuviésemos incómodos cuando volviéramos a encontremos, por lo tanto ahora me encuentro tomando mis llaves y dirigiéndome hacia su casa.

Me sentía extraño, hasta ahora había estado de maravilla, ¡Estaba en la luna! Había tenido ese tipo de relación con Jungkook, estaba tranquilo con la pequeña probabilidad de que Jungkook no recordara nada, pero cuando decidí abrirme con Namjoon y contarle lo que me había sucedido, él me había aconsejado todo lo contrario, insistió en que le diera una oportunidad de explicarse y que no me precipitara, que Jungkook si lo recordaba todo. Me dio ánimos, incluso, repitió que no tuviera miedo y fuese egoísta, que quizá Jungkook podría corresponderme.

Pero a quién quiero eengañar, conocía a Jungkook perfectamente, habíamos sido amigos por tantos años que verme reflejado en sus ojos como un confidente, amigo, hermano mayor, de todo, menos como un hombre, ya era costumbre. No quería hacerme falsas ilusiones, no podía hacerlo, o iba a sufrir verdaderamente.

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Unos pasos más y ya estaba justo enfrente de su puerta. Me admiré internamente al no colocarme nervioso y toqué la puerta con desicion. Jin me saludó tan armoniosamente, como siempre, haciéndome corresponderle al instante, añoraba el poder que él tenía sobre las personas. Era simplemente mágico.

Subí hasta la habitación de Jungkook y toqué con suavidad hasta escuchar su voz desde adentro.
Una vez entré, se hacía obvio que no me esperaba, de hecho, no esperaba a nadie.

Su cabello se veía desaliñado y al parecer, no descansaba lo suficiente puesto que se adivinaba por su cansado rostro. Traía una camisa gris de unas tallas más grandes y un short del que solo notaban los pocos hilos que caían sobre sus muslos.

La sorpresa de sus ojos tardó en desaparecer, aún cuando ya me hallaba sentando a un lado suyo en la cama.
Cuando pareció reaccionar, me miró atentamente e hizo el intento de empezar a hablar, pero decidí interrumpirlo.

- No importa -dije al instante y le miré decidido.

- Tae-

Puse una mano enfrente de él para que me dejara continuar y como señal asintió lentamente.

- Como dije, ya no importa. Quiero hacer las cosas bien a partir de ahora y para eso, debo liberarme de estos sentimientos que aún me unen a ti, así que -respiré profundo y me centré en lo que debía decirle. Iba a ser todo un reto, pero no era nada que no pudiese sobrepasar- Jeon Jungkook, me gustas.

Estupefacto, así se encontraba él. Demasiado sorprendido que me cuestionaba si podría seguir hablando.
Luego de largos minutos en un incierto silencio, donde no reinaba ni la incomodidad ni su contra, solamente la incertidumbre, él decidió dar a conocer su respuesta.

- Taehyung, tú, ¿Estás seguro de eso? Esas palabras no deben decirse a la ligera y lo sabes.

- Claro que lo estoy.

- ¿No estarás confundido?

- ¿Qué?

- Mira, a pesar de los tragos, recuerdo todo perfectamente, y como tú, también lo disfruté, no sabes cuanto, me atrevería a decir que hasta lo repetiría. Pero creo que eso es demasiado.

- ¿Qué te da el derecho de dudar de mis ssentimientos? Por supuesto que estoy seguro de ellos, Jungkook, los he tenido por tantos años que lo único que hacen a diario es reafirmarse.

- Yo... no sé como reaccionar a esto, Taehyung

- Solo piensa en ellos, te gustó lo que hicimos, por primera ves me viste como algo más, podríamos... podríamos comenzar lento, sin precipitarnos, quizá llegar a tener una relación estable, bonita. Solo responde, ¿Te visualizas en un futuro así conmigo?

Él se lo pensó por un buen tiempo, tanto que pensé que obtendría una repuesta positiva, pero no. Mi alentadora sonrisa tembló cuando lo ví negar. Miré directamente a sus ojos y busqué algún rastro de necesidad, cariño, agrado, cualquier cosa que me ayudara a llegar hacia él, pero no podía desifrarlo entre tanta bruma de confusión que los plagaba, se veía perdido, pero no me permitía brindarle ayuda.

- No puedo, Taehyung

- Bi-Bien. -mi voz salio ahogada, pero tenía que continuar. Debía ponerle un fin a todo y conseguir un cierre.

- Lo lamento.

- No, no tienes porque. No debes sentir presión o culpa por nada. Mañana, cuando nos volvamos a encontrar en la escuela yo...yo seré la misma persona que era antes, tu tonto y confidente amigo. Nada de esto debe hacernos sentir incómodos. Podemos hacerlo. ¿Estás de acuerdo?

- Si. Está bien.

Era lo mejor, lo único viable, era mi salida.

- Bueno, ya debo irme.

Lo necesitaba tanto.

No quería hacerlo, no concebía que este fuera el final, pero él había tomado su desicion, si, lo había hecho, y aunque me estuviera rompiendo, cayendome a pedazos sin tener donde refugiarme, iba a aceptarlo. No tenía de otra ¿o si?

- Te acompaño.

- No, solo... ¿Me darías un último beso?

Jungkook dudó unos segundos de mi petición y yo me rebajé aún más al suplicarle tan patéticamente por un poco de afecto.

- P-Por favor.

Él asintió lentamente y se acerca un poco, yo complete el tramo restante, posando mi mano en su mejilla, cuando me encuentro enfrente suyo. Ambos unimos nuestros labios, acariciando suavemente los contrarios y el cómico mecanismo no dudó en activarse, haciendo que nuestros ojos se cerraran, enfocándonos únicamente en la cálida sensación.
Abrimos paso en nuestras bocas para juntar nuestras lenguas delicadamente, repasando cada rincon de la cavidad ajena. Su mano busco la mía y entrelazo nuestros dedos, dando un ligero apretón. Nuestras cavidades exigían más contacto a pesar de que ambas lenguas se acariciaban con parsimonia.
El beso fue tierno y bastante largo, sin embargo, el tan necesario oxígeno fue demandado por nuestros pulmones. Nos separamos poco a poco, enfocando ambas miradas en el contrario. Yo por mi parte grabé en mi retina, mente y alma, el etéreo rostro del amor. Los sonrojos debían ser evidentes.

Cuando finalmente recuperé el habla, solo pudo salir una palabra.

- Adiós.

Eso era todo, aquí terminábamos, así que no tenía caso seguir en este lugar cuando ya logré mi cometido.

No obstante, él, tomó mi mano y pude ver que tenía algo que decirme, pero al parecer sus palabras no salían o el miedo a expresarlas lo retenía. Hizo un último intento de hablarme y yo pretendí no esperanzarme con creer que diría lo que yo deseaba con toda mi alma que sus labios proclamasen.

Bajó su cabeza y giró su rostro, mas yo noté algo brillar en él. Quizás eran lágrimas, quizás era solo sudor por la mala ventilación de su habitación, pero eso no podía saberlo.

Soltó mi mano y susurro un débil: Adiós

Justo en ese momento supe que mi presencia ahí debía ser removida, por lo tanto me marché. Esperaba fielmente en que el tiempo sería mi aliado, brindaría alivio a mis heridas, haciéndome olvidar que algún día sufrí por ellas.

|Editado|
ㅤ࿆
˖⬪ ݁❟ D̸𝔯𝐞𝕒ᴍᴍi̶𝐞 ·₊˚.