𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐔𝐧𝐨

Su mirada seducía a cualquiera y eso nunca le importó si con ello se salía con la suya. 

Con un parpadeo y la sonrisa inocente habían provocado que el cliente lo miraba de arriba a abajo mientras la tensión aumentaba entre los dos.

—¿Quieres mi número, cariño? —había preguntado el hombre como un susurro mientras que sus ojos azules brillaban en sobrevia. Yoon Gi había escuchado la propuesta porque no estaba muy lejos de ambos, apartó la mirada del inventario que revisaba encontrando a su hermano con el móvil en la mano.

—Me gustaría —coqueteó el de ojos claros al sonreírle.

—¿No tienes trabajo en la cocina? —había intervenido Yoon Gi mientras caminaba hasta el mostrador.

—No —respondió rodando los ojos.

—Sí lo tienes. Muévete —regañó al tomarlo por los antebrazos así ocupando el lugar de su hermano frente la caja registradora—. Muchas gracias por comprar aquí. Qué disfruten la comida —el cliente sonrió forzado antes de irse con la compra y regresar con las dos niñas y la madre que estaban sentadas en una mesa cerca del ventanal—. ¿Eres estúpido, no viste que es casado?

—No soy celoso —murmuró sin remordimiento aun mirando al hombre desde su posición.

—Cielos, ¿en verdad ibas a cargar con esa culpa?

—Yoon Gi si te enamoraras de un tipo casado, ¿te importaría?, seamos honestos, tu felicidad es primero.

—No, no funciona así, mi felicidad no tiene por qué ser del infortunio de otros. Además no voy a poner los ojos en un hombre casado —el menor rodó los ojos y eso hizo molestar al mayor—. Hay trabajo que hacer, muévete —volvió a rodar los con fastidio, pero su expresión cambió cuando vio a un muchacho castaño entrar a la pastelería. Tae Hyung se sacó el delantal listo para irse—. Hey, no te vayas con este irresponsable, hay trabajo que hacer.

—Yoon-ssi puedo oírte —habló el castaño mientras lo miraba con enfado. Tae Hyung se apartó sin hacerle caso, pero el mayor los siguió.

—Y te lo digo de frente. No eres bueno para él.

—¡Yoon Gi basta! Déjanos —intervino Tae Hyung tomó la mano de Ji Min antes de caminar hacia afuera de la pastelería.

—¡Tae Hyung regresa! —exclamó, pero la mirada de los clientes sobre la situación lo regresaron al mostrador.

No podía hacerlo solo y su hermano siempre hacía lo mismo cuando su amigo llegaba a la pastelería. Le molestaba que su hermano desperdiciara su vida con Ji Min, los rumores nunca decían nada bueno sobre él y estaba preocupado.

Él era como su padre porque prácticamente lo crió y solo se tenían uno al otro. Ambos vivían juntos en una casa pequeña que Yoon Gi rentaba, los gastos eran divididos, pero últimamente el dinero no estaba alcanzando.

Tae Hyung había vivido un tiempo con su tía, ella era la dueña de la pastelería, pero lo que se decía de su adorado sobrino por las calles no le había parecido y al discutirlo, el menor terminó por abandonar la casa para regresar con su hermano. Había logrado que el menor se quedara con ella por los lujos que le daba, así fue como el Tae Hyung decidió quedarse la primera vez, pero solo había sido para él, la mujer no quería a Yoon Gi, así que para ella, su otro sobrino era solo un empleado de su pastelería.

Yoon Gi tampoco estaba de acuerdo con lo que el menor hacía, pero no podía controlarlo, es un adulto. Siempre le había desagradado Ji Min, se decía por el vecindario que se prestaba para ilegalidades, se conocía que no trabajaba, pero siempre estaba lleno de lujos y rodeado por personas que no eran buenas. Los hermanos Park eran conflictivos. No estaba de acuerdo en esa amistad, aquel era mucho más grande de edad que su hermano, al menos seis años de diferencia.

Tae Hyung era feliz con Ji Min, su amigo siempre le llenaba de obsequios y un problema muy grande sí tenía, era lo justamente arrogante como para pasar desapercibido, pero es astuto, era muy poco probable que se dejara manipular por alguien, aquel era demasiado avispado como para engañarlo a simple vista y esto Ji Min lo sabía por más regalos que le dio.

—¿Dónde me llevarás hoy? —había vacilado al mirar al castaño cuando llegaron al auto.

—Compadezco al pobre diablo que se empareje contigo —vaciló al subirse seguido por el menor—, eres muy costoso.

—Y es por eso que necesito ganar más dinero. No puedo seguir perdiendo mi tiempo en la pastelería. Yo... quiero que me hables del negocio Ji Minnie.

—¿Ahora sí estás dispuesto? Te lo advierto Tae Hyung, no estoy para tus estupideces.

—Ji Minnie, por favor, cuando me lo propusiste la primera vez no estaba seguro de que fuera buena idea.

—¿Y qué fue lo que cambió? —preguntó, pero Tae Hyung no había querido confesarle el verdadero motivo por el cual iba a tomar esa decisión, Ji Min no lo entendería.

El negocio del cual su amigo estaba a cargo era ilegal en su país. La primera vez que se lo propuso no había querido intentarlo, pero ahora que los gastos habían aumentado con su llegada a la casa de Yoon Gi y que nadie iba a darle los lujos que tenía cuando vivía con su tía, parecía no tener más opciones que el camino fácil.

Seok Jin había entrado a la sala de juntas con un envase de café que salió a comprar. Era quizá lo único que lo motivaba en esos días tan pesados.

Su mirada se veía agotada y no solo de apariencia. Kim Nam Joon, jefe de alto mando a cargo del caso 360, le había adelantado lo que estaba por ocurrir. En un principio no estaba de acuerdo, pero al saber quién sería su compañero de campo, Seok Jin no se opuso más.

Habían estado estancados con la investigación por meses, Nam Joon había tomado decisiones drásticas para salvar lo poco que quedaba de información antes de que todo se fuera al demonio. Estaba seguro que había infiltrados que operaban para sus enemigos. El jefe Kim tuvo que ser selectivo al escoger los agentes que estarán a cargo nuevamente en la investigación 360. Un pequeño grupo de agentes de la U.F.E.C

Seok Jin había trabajado con un alias por años y lo que Nam Joon pretendía era agregarle a la ecuación un agente para que acompañara al mayor a su siguiente misión.

Al principio no estaba de acuerdo porque era el equivalente a un compañero sentimental para su personaje de área de campo, no había querido volver a involucrarse en ese tipo de papeles, había hecho sus tareas bien solo, pero Nam Joon lo vio necesario.

El joven talento de la agencia había logrado un avance increíble para la investigación. En esa ocasión estuvieron a punto de un movimiento muy importante, pero por culpa de los infiltrados todo el esfuerzo se vino abajo.

El joven agente miró a Seok Jin entrar a la oficina, sus ojos castaños parecían haberse iluminado con su llegada, pero un secreto que se guardaba para sí mismo, ¿cómo revelar que le gustaba un agente de alto rango?

Tenía un par de años trabajando para la U.F.E.C y ahora tenía meses colaborando para la investigación 360. Cuando se enteró que el caso iba a tomar giros no le sorprendió que su jefe le pidiera que se quedara colaborando, lo que sí le sorprendió había sido que lo invocaran a una reunión con los altos mandos del caso.

—Ya estamos todos aquí —mencionó el jefe al cruzarse de brazos viendo como Seok Jin tomaba asiento junto a ellos. Le había pedido a su amigo que fuera por un café, porque se estaba volviendo un verdadero dolor de cabeza—. Agente Jeon le pedí que viniera, porque he coordinado con el agente Kim que lo mejor para este punto de la investigación es que usted también trabaje en área de campo aparte de su puesto actual. Con la reducción de agentes para el caso, solo puedo confiar en un grupo selecto y dado la situación se decidió que sea compañero del agente Kim —Jung Kook se había percatado de que Seok Jin no le quitaba la mirada de encima cuando se vieron a los ojos. Era difícil saber lo que pensaba.

—Es... para mi un honor ser parte del área de campo de esta investigación, jefe. No voy a descuidar mis tareas.

—Muy bien. Lo que necesito es que finjan conocerse por primera vez en el crucero a las Bahamas dónde estará nuestro próximo objetivo, Park Ji Min.

Seok Jin tenía una ficha bastante fácil de recordar. Su nombre es Lee Min Ho, hijo de un filólogo que trabaja para la Asamblea Nacional de Corea del Sur. Su edad es de treinta y dos años, es soltero y graduado en la carrera de economía, pero ahora se dedica a una casa de modas que abrió hace unos años.

—Agente Jeon, su ficha será Luan Archer, hijo de padres británicos, de veintitrés años e invidente legal, sus padres actualmente viven en otro país y no están en buenos términos, por lo cual no sabes nada de ellos —el menor asintió—. Usará las gafas del modelo Gt-30 que permiten visualizar los objetivos de mejor manera, es por eso que el fichaje es invidente. El viaje es dentro de dos semanas. Si tiene alguna duda el agente Kim o yo responderemos lo que necesite —el menor asintió acatando las órdenes de su superior.

Pasaban altas horas de la noche y el mayor apenas iba a descansar después de haber pasado cinco días metido en la agencia trabajando en el mismo tedioso caso. Nam Joon podría ser el jefe, pero la opinión de Seok Jin para él era muy importante.

La fachada de la agencia donde operaban ahora había sido un despacho de abogados muy importante de la ciudad, pero la realidad era que también pertenecía a la U.F.E.C.

Nam Joon se había quedado a terminar un asunto de la investigación, así que Seok Jin se ofreció a acompañar al menor fuera del lugar mientras esperaba a su viejo amigo.

—Jung Kook, lo que sucederá entre nosotros en el viaje será complicado, es por esto que quiero invitarte a salir antes de la misión. No podemos mostrarnos incómodos cuando debamos actuar.

—Estoy de acuerdo... estaría libre la próxima semana por la noche, ¿está bien para usted?

—Lo está, tienes mi número personal, podemos arreglar todo después —Jung Kook asintió despacio al levantar su mirada y encontrarse los ojos verde oscuro del mayor, pero se distrajo al escuchar como un claxon sonaba desesperadamente—. Creo que ya vino por ti.

—Sí, nos... nos vemos mañana. Buenas noches, señor Kim —dio un par de reverencias un poco apenado antes de correr al auto que lo esperaba—. Cielos, aquí estoy... —se quejó al subir al deportivo que aún seguía sonando el claxon.

—¿Por qué tardas tanto? No tengo toda la jodida noche ¿Al menos te pagan las horas extras?

—Sí no querías venir por mí, solo me hubieras dicho. Pude haber venido en la motocicleta.

—Perfecto ¡Reclámame! Solo te digo que te apresures, es tarde y estoy cansado. No eres el único que trabaja.

—También estoy cansado, Ho Seok.

—Es la última vez que me ofrezco a recogerte —Jung Kook rodó los ojos mirando a la ventana una vez el auto arrancó.

Nam Joon había llegado hasta su amigo que fumaba recostado en la puerta de su auto —¿Por qué tienes esa cara, galán? —había vacilado mientras revisaba la hora en su móvil.

—Sabes que ha sido un error —murmuró al soltar el humo de su boca—. ¿Qué puedo decir? No puedo evitar que me sienta atraído por él.

—Lo ha sido para ti, pero no para la investigación, Seok Jin.

—Lo sé —jadeó—. No puedo hacer más que ser profesional —Nam Joon asintió.

No iba a permitir que la investigación se viniera abajo una vez más.

Muchísimas gracias por leer🥰❤

-: ✧ :-゜・.FairyWinB

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