𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐨𝐬
Yoon Gi suspiró de alivio al ver que su hermano había regresado bien después de haber pasado todo el día con Ji Min, ni siquiera se dignó en avisar si regresaría. Poco sabría que esos escapes también los hacía cuando vivía con su tía.
—Mierda, Tae Hyung ¿Dónde estabas? —preguntó el mayor levantándose del sofá. El menor se veía un poco despeinado y desarreglado, lo cual se preocupó, pero cuando sintió el olor del alcohol que venía de él, se había molestado—. Mírame, ¿qué te sucedió?, hueles muy mal.
—Exageras —gruñó empujando suave a su hermano para apartarlo de su camino—. Estuve buscando trabajo todo el día.
—Sí, con Ji Min ¿Me crees estúpido?
—Mañana mismo empiezo, Yoon Gi... pasé la prueba.
—¿En dónde trabajarás? —Tae Hyung mantuvo silencio un par de segundos—, ¿qué es lo que harás?
—No puedes saberlo.
—Es una mierda ilegal ¿no es así?, eres increíble. Ji Min no te llevara a nada bueno ¿Cuándo lo vas a entender?
—Yoon Gi, quiero sacarte de esta vida, quiero llevarte a vivir a otro lugar y devolverte todo lo que has hecho por mí.
—A mí solo me importa que estés lejos de él. Estamos bien aquí. Ninguna mala decisión vale la pena.
—Por ti lo vale... ¿En verdad eres feliz trabajando para la perra de la tía Hee? No me jodas Yoon Gi, tú la odias, es una miserable.
—Nos da de comer Tae...
—¡Qué le den! Te trata como un esclavo, siempre ha sido así. Nos maltrata y siempre tiene palabras hirientes contra ti. Qué se vaya a la mierda... tú has sacrificado la vida por mí, por cuidarme y ya es tiempo que te regrese todo eso.
—Sí te quedas conmigo y me ayudas es suficiente.
—Yoon, no... voy a darte una mejor vida, te lo prometo —mencionó el muchacho al abrazarlo fuerte—. Eres mi única familia, todo lo que tengo en la vida. Te juro que voy a sacarte de aquí. Ahora tengo un trabajo donde voy a ganar mucho dinero. Saldremos de esto pronto... —Yoon Gi sintió su mejilla ser besada con cariño, pero el amor no disfrazaba su angustia—. Iré a descansar, mañana por la noche debo ir.
—¿Qué trabajo debes hacer en la noche? Tae... esto no me gusta.
—Está bien, voy a trabajar como guarda nocturno en un casino, no te preocupes, ve a descansar.
—Prometiste que no era ilegal.
—Todos creen que es un club Yoon Gi, a la policía no le importa.
—Tae Hyung...
—Basta. Déjame descansar —dio un beso más sobre su mejilla antes de irse a su dormitorio dejando atrás a Yoon Gi con su preocupación.
Los casinos estaban prohibidos en el país, y no se sorprendería si fue Ji Min quien le dio ese trabajo. Estaba seguro que no lo haría entrar en razón. Sabía que Tae Hyung se sentía culpable porque cuando sus padres murieron, él se responsabilizó de su crianza y como consecuencia había dejado su carrera universitaria para dedicarse a trabajar, solo así podría mantenerlos a los dos, porque con su tía no podía contar.
Kim Hee Su, tenía como apodo "arpía". Era la hermana mayor de su padre. Ellos habían buscado su ayuda por la mala situación económica que estaban teniendo después de que Yoon Gi perdiera su trabajo por un recorte de personal y Tae Hyung sin poder trabajar porque debía terminar sus estudios de instituto, su benevolencia les había salvado la vida. Aunque no les había ofrecido ayuda gratuita, lo que hizo fue contratar a sus sobrinos como empleados de su pastelería con un mal sueldo.
Fue cuando Tae Hyung entró a la universidad que conoció a Ji Min y después de un tiempo, el menor no quiso seguir con los estudios. No había escogido la carrera, la tía Hee Min lo hizo por él.
Sabía que el amor que ella tenía por su hermano no era el mismo que tenía por él. Hee Min nunca estuvo de acuerdo con el primer matrimonio de su hermano, de ahí había nacido Yoon Gi y cuando su padre se volvió a casar con la madre de Tae Hyung, ella no pareció molestarse por la decisión.
Jung Kook había trabajado para la policía antes de ser reclutado en la Unión de Fuerza Especial Coreana, pero lo cierto es que no trabajó por mucho tiempo. Nam Joon un agente veterano de su sector fue quién lo reclutó como su aprendiz. Él había sido uno de los mejores en la academia policial, así fue como dio con Jeon Jung Kook.
Después de meses, había logrado obtener un puesto como agente cibernético en la U.F.E.C era su especialidad, pero también se destacaba como agente en área de campo. Sería la primera vez que contaban con su presencia tan directa en un caso. Normalmente pasaba desapercibido, ahora cumplía con un papel importante para la investigación 360.
Jung Kook había establecido una cercanía con Kim Seok Jin por pasados casos en los que ha trabajado bajo sus órdenes. Sabía que existía química entre ellos, pero desde que el agente conoció al menor este no había estado soltero.
Hubo algunas ocasiones donde encontró a su compañero devastado o llorando por culpa de su relación disfuncional con un hombre que parecía no amarlo. Así fue como los dos comenzaron una cercanía más íntima, donde el menor le confesaba de sus problemas y Seok Jin siempre buscaba la forma de ayudarlo.
Seok Jin era un hombre experimentado, había tenido muchos encuentros sexuales, románticos y había conocido demasiadas personalidades como para saber que Jung Ho Seok tenía un capricho muy grande por su colega. Es el hijo de la reconocida familia Jung, dueños de Jung's A.S.A, una prestigiosa aerolínea internacional.
La pareja tenía una relación de cinco años de la cual, solo sus primeros años de noviazgo fueron felices. Jung Kook había querido terminar con su novio en el pasado, pero él siempre lo persuadió. Una debilidad muy grande de Jung Kook había sido su miedo a la soledad, por lo cual era muy dependiente de las personas que quería.
La primera palabra que dio en su juramento había sido la de guardar silencio acerca de todo lo relacionado a su trabajo. Un juramento que terminó rompiendo por Ho Seok, Jung Kook no tenía secretos con su pareja, no le importaba si no eran mutuos. Le había confesado que estaría trabajando como agente en área de campo, por lo cual debía tomar un viaje de varios meses, a Ho Seok no le importó demasiado.
Seok Jin lo había llevado a un lugar tranquilo y poco concurrido para comenzar con sus prácticas. Debía recordar que estaban ahí por trabajo y no por lo que verdaderamente deseaba.
Jung Kook se veía perfecto bajo las suaves luces que ofrecía el sitio. El menor se sentía un poco emocionado por estar a solas con el mayor. Hace un año que comenzó a sentir una pequeña atracción por su superior.
Se habían sentado en una de las mesas de la zona exclusiva del club. Pedirían algo de comer y un par de tragos para comenzar la noche, el propósito de la cita sería familiarizarse entre ellos de forma romántica antes de actuar en la misión. Jung Kook debía interpretar a un invidente, algo complicado de fingir, pero demostraría su agilidad como agente en área de campo.
—Comenzaré diciendo que te ves muy bien esta noche, como cada día que te veo —Jung Kook sonrió tímido ante los penetrantes ojos claros del mayor que no se apartaban de él—. Es probable que use más a menudo esa frase cuando finjamos ser una pareja, aunque no es una mentira. Podemos comenzar ahora —el menor asintió, sus mejillas apenas estaban rojizas. Había dejado la mirada perdida como si en realidad no pudiera ver más allá—. Buenas noches —comenzó diciendo observando cada bonito aspecto de Jung Kook—. Te he estado observando hace un tiempo, me preguntaba si podría invitarte a una bebida —el menor se había reído en voz baja sintiendo las mejillas calentarse—. ¿Es un no?
—Discúlpame, me ha tomado de repente... —sonrió manteniendo la compostura.
—Pareces tímido —había mencionado mientras acariciaba el mentón del muchacho—. Si lo deseas, también podemos bailar.
—No sé bailar... —levantó su mirada por las caricias del mayor, pero continúo en su papel.
—No es necesario saber si estaré contigo. Este ambiente es perfecto para conocernos mejor. Por cierto, mi nombre es Min Ho, es un gusto conocerte.
—El gusto es mío, me llamo Luan. Solo te pediré un favor, quiero que me sigas hablando mientras bailamos, me gustaría escucharte.
—Hablaré toda la noche, quiero que me sientas presente contigo —el menor asintió mientras levantaba sus manos temblorosas y con la ayuda de Seok Jin tomó su rostro acariciando cada detalle de él.
Los dos se habían mirado fijamente a los ojos y fue Jung Kook que mientras acariciaba la suave piel del mayor acortó la distancia con lentitud, Seok Jin estaba deseoso por probar los labios del pecado y no pensó ni dos segundos en terminar de acortar la distancia. La primera sensación de sus labios fue la más dulce, un beso que venían deseando desde hace tiempo
Sus besos habían comenzado a ser sonoros y exquisitos, que por falta de aire tuvo que separar sus bocas. Su mirada lujuriosa, los ojos llenos de brillo y sus labios rojos lo obligaron a besarlo de nuevo, pero la camarera los distrajo porque ya traía su orden.
Muchísimas gracias por leer🥰❤
-: ✧ :-゜・.FairyWinB
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top